CONGRESO NACIONAL DE GANADEROS
Noviembre 23 de
2006 (Cartagena de Indias - Bolívar)
Compatriotas:
Quería, en primer lugar, felicitar a Fedegan
por muchos motivos. Por los logros de estos años,
bajo un liderazgo probo, entusiasta, eficiente, de un
patriota respetable, culto, imaginativo, el doctor José Félix
Lafaurie. Muchas felicitaciones a Fedegan por este balance.
Quiero felicitar a Fedegan también por su contribución
a la Visión 2019. Los pueblos necesitan el trabajo
cotidiano y la visión de largo plazo. Si hay trabajo
cotidiano pero no hay visión de largo plazo, la
ciudadanía se pregunta: ¿para qué tanto
esfuerzo? ¿Hacia donde vamos? Y si hay visión
de largo plazo pero no hay un gran impulsado de todos
los días, esa visión se convierte en nuevo
enunciado retórico, sin posibilidades de éxito.
Por eso hemos venido haciendo
el esfuerzo de comprometer en el debate democrático a nuestros compatriotas
para esa visión de la Colombia con la cual soñamos,
al 7 de agosto del 2019, cuando habrán de completarse
dos siglos de la Batalla de Boyacá. Este esfuerzo
de Fedegan es un ejemplo.
Todos los gremios, los sectores,
los subsectores, los departamentos, los municipios,
todos deben tener su Visión
2019. El Gobierno la incorpora como un anexo de la visión
general.
Y felicitaciones a Fedegan por
la certificación
de calidad. Le vemos todos los efectos positivos prácticos.
Me parece que llega en un momento muy oportuno. En concordancia
con la meta de la erradicación total de la aftosa
para el 2008, esta certificación de calidad da
credibilidad internacional, se convierte en un gran escudo
que puede exhibir el país, en el propósito
de abrir mercados para la carne, para la leche y los
derivados lácteos de Colombia. Tiene un gran valor
en este momento, cuando estamos atentos a poder abrir
efectivamente ese mercado.
Y muchas felicitaciones a los
compatriotas ganaderos que han recibido el galardón de la Federación.
A todos ellos por sus méritos. Recordamos a los
que nos han abandonado y nos acompañan desde el
cielo, como a Luis Samuel Martínez, a su señora,
a sus hijos, una felicitación desde el fondo del
alma por este galardón que han recibido hoy en
homenaje a Luis Samuel.
Quisiera referirme a tres temas:
el tema de nuestra visión general para el país en estos cuatro
años, unas apuntaciones concretas sobre la ganadería
y el tema del orden público.
Hoy, no por falta de voluntad
mía sino por la
coincidencia de este congreso con el Banquete del Millón
del Minuto de Dios en Bogotá, al cual deberé asistir,
el tiempo se me ha hecho relativamente corto, porque
me sentiría mal de no acompañar al Minuto
de Dios.
Les propondría respetuosamente que antes de que
yo aborde esos tres temas, pueda escuchar algunas preguntas,
comentarios, preocupaciones de ustedes, pero además
anticipo que en estos tres temas voy a referirme a muchos
de los temas que trató en su muy articulada y
profunda intervención el doctor Lafaurie.
Entonces les ofrezco la palabra
a algunos de ustedes. El doctor Lafaurie me ayuda asignando
la palabra, yo
tomo nota y procuraré dar respuesta a algunos
de estos comentarios.
Déjenme referir a algunos de los temas del doctor
Lafaurie: el tema de pobreza y el tema de equidad. Primero,
nuestra noción de crecimiento: sí, nosotros
queremos crecer al 6 por ciento, lo necesitamos. El país
no puede seguir con unos crecimientos anémicos,
el país necesita crecimientos vigorosos.
Pero quiero hacer esta observación: nosotros
no estamos en ninguna de las tesis que antagonizaron
en América Latina. Durante años nos dijeron
que el modelo era el brasilero: crecer y que la equidad
y la superación de la pobreza llegarían
espontáneamente. Fracasó. Hubo otras décadas
más tarde cuando nos dijeron: hay que repartir,
hay que repartir, y le dieron la espalda al crecimiento.
Llegaron simplemente a repartir pobreza. Nosotros creemos
que hay que llevar el crecimiento de mano de la equidad.
Y quiero dar esta cifra: hace
cuatro años la
pobreza estaba en el 60, el año pasado en el 51.
El doctor Lafaurie me releva de explicarles que la meta
del nuevo Gobierno es entregarla, el 20 de julio de 2010,
no más del 35 – 39, para que los gobiernos
que nos sucedan, a partir del 2010, puedan entregarla
en el 2019 no por encima del 15 por ciento.
Por primera vez en Colombia empieza
a mejorar el coeficiente Gini de distribución del ingreso, después
de muchos años que no mostraba tendencias de mejoramiento.
Las malas noticias se difunden
muy fácil. Recuerdo
lo que decía un célebre político
norteamericano: a falta de noticias hay que presumir
buenas noticias. Cuando hay buenas noticias, no hay noticias.
Miremos los últimos datos de crecimiento económico
y hagámoslos concordantes con la visión
social.
En el mes de septiembre la industria
creció por
encima del 14 por ciento. Eso no tiene antecedentes.
En el mes de septiembre el comercio creció casi
al 20 por ciento. El empleo industrial, que estaba estancado,
creció al 4 y medio.
Olvidemos esto. ¿Qué es lo importante?
Lo importante es que el consumo de alimentos ha venido
creciendo al 5 – 7 por ciento. En el mes de septiembre
creció al 7 por ciento. Yo creo que esa es una
gran noticia social en Colombia.
Aquí se decía: para qué crece la
economía si no crece el consumo de alimentos.
Y llevamos ya varios trimestres registrando un gran incremento
en el consumo de alimentos. Ustedes lo han sentido en
carne. Y yo creo que se ha sentido también en
el tema de la leche.
Y no sólo por el esfuerzo que el Gobierno ha
hecho de aumentar las políticas de Bienestar Familiar,
sino por lo que está pasando en el conjunto de
la vida social de Colombia. La situación de pobreza
del país es dramática, pero yo creo que
el camino que hemos trazado tiene que rendir sus frutos,
y que empezamos a cosechar resultados.
Cuando yo veo esas cifras de
aumento del consumo de alimentos, yo me digo: esto
no es porque los más
pudientes están comiendo más, ellos viven
a dieta, ellos no le echan una yuca y un pedazo de ñame
adicional al sancocho. Ellos se cuidan mucho en tener
que tomar leche descremada y casi ninguno la toma, que
porque le cae mal, etcétera. Son los sectores
pobres, subconsumidores de alimentos, los que están
tonificando la economía de los alimentos en Colombia.
Yo creo que ese punto hay que
resaltarlo ante el país,
doctor Lafaurie, porque en el discurso político
se dice: para qué crecimiento, si no hay beneficio
para los pobres. Hay que resaltar cuando empezamos a
tener esta gran recuperación del consumo de alimentos.
No nos podemos olvidar lo siguiente:
en los últimos
cuatro años, en cada uno de estos años,
el salario mínimo ha crecido por encima de inflación.
Y no nos podemos olvidar lo siguiente:
las convenciones colectivas de trabajo firmadas este
año, han definido
unos aumentos salariales del 8 por ciento. Lo registra
el Banco de la República. Cuando la inflación
esperamos que no esté por encima del 4,5 – 4,7.
O sea que en medio de todas las dificultades sociales
que tenemos, el país va mejorando.
Para cumplir nuestra meta de
reducción de pobreza
al 35 – 39, hay que hacer grandes esfuerzos en
materia de capital social, de capital físico,
de acceso a mercados, de esfuerzos macroeconómicos.
Capital social: nosotros nos
hemos propuesto, y aquí está la
señora Ministra, me alegra mucho la presencia
de una Ministra destacada, la Ministra de Educación
(Cecilia María Vélez) que el país,
con la ayuda de Dios, por primera vez va a tener una
Ministra de Educación por 8 años. Y estoy
seguro que mis sucesores la van a invitar a que continúe
en el cargo.
La meta es plena cobertura en
educación básica
en este cuatrienio. Pero plena cobertura. Por eso celebro
mucho el acuerdo con Fedegan, para que el programa de
alfabetización que debe llegarles a un millón
de colombianos en este cuatrienio, cumpla la meta de
que toda la población vinculada al sector ganadero,
que allí se erradique el analfabetismo. Tenemos
mucha confianza en ello.
No voy a entrar en temas que
ustedes van a tener oportunidad de mirar, como el tema
del Sena, donde hemos avanzado
y tenemos unas metas muy ambiciosas para el nuevo cuatrienio.
En el tema de la universidad, en el tema del Icetex,
etcétera.
En el tema de salud. Meta: plena
cobertura en salud. Pero ahí nos van a tener que ayudar ustedes. Vamos
a necesitar verificar que no haya finca ganadera en Colombia,
los 450 mil ganaderos aproximadamente que tiene el país,
que eluda el pago de las cotizaciones a la seguridad
social. Para nosotros lograr plena cobertura en salud,
todos tenemos que demostrar el cumplimiento con esas
metas.
Está el tema del crédito popular al cual
me referí. En el Consejo Comunitario le dedicaremos
un espacio al tema de infraestructura, donde hay gran
atraso en el país, pero yo creo que lo que se
está haciendo en el Plan 2500, y lo que empieza
a desatrasarse en materia de nuevas concesiones, va a
ser muy importante.
En el tema de los instrumentos
macroeconómicos:
es fundamental la ayuda del Congreso para aprobar la
reforma tributaria. Ya me referí a algunos puntos
de ella de gran importancia para incentivar la inversión
Y B, las transferencias.
Yo voy a rogar que cada uno de
ustedes nos ayude a crearle legitimidad a estos proyectos. ¿Cuál es
la propuesta de transferencias? Hombre, descentralicemos
sin quebrar a la Nación.
Uno no puede ponerse en esto
a hacer demagogia para dejar a la Nación quebrada. La Nación no
se quebró súbitamente. La quiebra de la
Nación se fue generando por una serie de decisiones,
de manejos y de falta de correctivos. Y se quebró.
Nosotros encontramos un endeudamiento
neto del 48 por ciento, hoy está en el 33. Un déficit en
el Gobierno Nacional fiscal del 6 y medio. Después
de haber asumido cinco billones de pagos anuales de pensiones
al Seguro Social, ese déficit este año
puede quedar entre el 4,5 y el 4,9. Todavía es
muy alto.
¿Qué pasa donde nosotros tomemos una decisión
no juiciosa en materia de transferencias? Quebramos a
la Nación y quebramos las regiones. El país
ya lo vivió, en los años 1999 y 2000 el
Gobierno Nacional tuvo que decirle a las regiones: sí,
nos habíamos comprometido en el 91 a transferirles
10, pero no les podemos transferir sino 6.
Qué ganamos nosotros si
yo le digo ahora al gremio ganadero: cuenten con 100,
y a la hora de la verdad el
Presupuesto Nacional no les puede dar sino 50. En esto
hay que tener realismo.
Miren: si la decisión de transferencias no es
juiciosa, al otro día volvemos a tener una crisis
financiera.
Que no nos olvidemos que hace
cuatro años, por
esta época, estábamos enfrentando la crisis
de los TES, con tasas de interés del 17 – 18.
Con unos mercados que tenían ganas de cerrarle
a Colombia.
A mí me dijo el representante del Banco Mundial
hace cuatro años que Colombia estaba perdiendo
la viabilidad financiera. Hoy esa DTF está al
6.6. Esos TES se colocan entre el 8 y el 10.
Colombia, después de que le quitaron en los años
1999 y 2000, la condición de país grado
de inversión, ¿qué le pasó a
Colombia? Durante muchos años tuvo enormes dificultades.
Hoy empieza a superarlas. Pero esto todavía está muy
frágil.
Miren, tengan en cuenta esto: hace un mes, mes y medio,
celebramos que le prestaron al país mil millones
de dólares a 31 años de plazo, a una tasa
de interés de 7.44.
Hace tres semanas salimos al
mercado internacional por 500 millones de dólares, para asegurar todo el
financiamiento del año entrante. Nos ofrecieron
3.000. ¿Saben a cómo los tomamos? Los tomamos
a 31 años de plazo y al 7.14. Eso beneficia a
todo el mundo.
Lo peor que le puede pasar a
las regiones es que se quiebre la Nación. Una decisión, y lo digo
al oído de los congresistas aquí presentes,
de quienes me apoyan y de quienes hacen oposición,
una decisión no juiciosa en materia de transferencias,
inmediatamente se refleja en un encarecimiento de la
tasa de interés, que afecta al Gobierno Nacional,
a las regiones y al sector privado.
Yo creo que es importante lograr
la sostenibilidad de las tasas de interés que viene consiguiendo Colombia,
y prepararnos a ver si el país es capaz de recuperar
el grado de inversión.
Todo lo que sea inflación más 1.03, es
ganancia en la descentralización.
Porque dicen: es que Uribe quiere
acabar la descentralización.
Por Dios, yo vengo de la región. Yo soy un político
de parroquia. Si alguien tiene que tener afecto por la
descentralización, soy yo. Lo que pasa es que
yo no he sabido quebrar a la empresa privada ni al Estado.
Y yo, como Presidente de Colombia,
no voy a permitir que quebremos a la Nación. Estamos haciendo un
esfuerzo muy grande por sacarla adelante. La población
está creciendo al 1.03. Y esa tasa de crecimiento
es declinante.
¿Qué ha aprobado el Senado de la República
y la Comisión Primera de la Cámara? Que
las transferencias, en el año 2008, sean inflación
más 4.
Todo lo que sea por encima de
1.03, que es el crecimiento de la población, es ganancia de la descentralización.
En el año 2009, inflación más 4;
en el año 2010, inflación más 3
y medio; en 2011 inflación más 3; en el
2016, cuando se supone que ya hemos empezado a regresar
en materia de esta carga pensional, estaríamos
en el promedio del crecimiento del ingreso de la Nación
en los últimos cuatro años.
Si la economía crece al 4 por ciento, todo lo
que crezca por encima del 4 se refleja en aumento de
las transferencias a las regiones. Por ejemplo, si un
año la economía crece al 5 y ese año
estaba previsto que el aumento sería inflación
más 3 y medio, entonces ya no será de inflación
más 3 y medio sino de inflación más
4 y medio.
La base más el punto adicional
de crecimiento por encima del 4 por ciento.
Para nosotros es fundamental
para atender los requerimientos de la Nación y de las regiones, una decisión
equilibrada en eso.
Yo aplaudo la decisión ayer en la Comisión
Primera de la Cámara, pero estamos haciendo fuerza
para que la Plenaria de la Cámara nos apruebe
eso en las dos semanas que vienen, y para que el Congreso
en su conjunto le dé aprobación en segundo
debate, en segundo período legislativo, a partir
del mes de marzo. Ruego que ustedes nos ayuden a crear
una gran conciencia de opinión sobre el tema.
Y viene la capitalización de Ecopetrol: no es
venderlo sino crecerlo. Y nos han dicho que hay que crecerlo
de una u otra manera. La única manera es abrirlo
a que lo capitalicen. Y ustedes, que son prácticos,
les voy a proponer una reflexión: ¿qué es
mejor para la Nación: ser dueña del 100
por ciento de una Ecopetrol que puede perder las reservas,
o del 80 por ciento de un Ecopetrol que puede ser próspera,
con más capacidad de inversión?
Es lo que ha pasado en Telecom.
Hace 4 años la
Nación era dueña del 100 por ciento de
Telecom, era dueña de una mortuoria quebrada,
no había con qué pagarles a los pensionados
ni a los trabajadores, ni con qué hacer inversiones.
Hoy la Nación es dueña del 50 por ciento
menos una acción de Telecom, pero están
asegurados los pensionados, y por cuenta de Telecom.
¿Para dónde íbamos? ¿Qué le
hubiera pasado a la Nación si nosotros no hubiéramos
reformado 300 empresas y no reformamos las que nos faltan? ¿Ustedes
se imaginan el Gerente de Telecom llegando donde el Ministro
de Hacienda: ministro, mis 500 mil millones para pagar
pensiones? ¿En qué estaríamos? Eso
lo evitamos.
Se aseguró el pago de los pensionados, hoy hay
tranquilidad laboral en Telecom. ¿Saben cuánto
tiene en plata? Tiene 650 millones de dólares
para inversión en los próximos años.
Yo he visto aquí con entusiasmo la propuesta
de Fedegan de una gran revolución de las telecomunicaciones
en el campo. Para allá vamos. Yo tengo, yo comparto
que todo ganadero debería estar conectado a Internet.
Las subastas tienen que convertirse en subastas virtuales.
Todo empresario del campo, grande, chiquito o mediano,
debe tener una conexión de Internet con banda
ancha, con toda la velocidad y sin limitaciones, que
le permita saber qué dicen los satélites
sobre las lluvias, cómo están los mercados,
en qué momento compra insumos, en qué momento
vende producto final.
Eso está en principio despejado hoy en Colombia,
porque tenemos 650 millones de dólares para invertir
en esa empresa.
Ayúdenme a crear conciencia
sobre la necesidad de capitalizar a Ecopetrol.
Ahora, vienen otras reformas,
ahora vamos a reformar todas las clínicas del Seguro Social. Ya queda
entregada la semana entrante a una organización
religiosa la administración de la clínica
Enrique de la Vega, aquí en Cartagena.
Yo confío en un año poder mostrar buena
parte de las clínicas del Seguro Social con una
administración diferente y eficiente. ¿Para
qué conservarlas en la modalidad actual, que para
el país son una carga y no un buen servicio? Necesitamos
sacar estas reformas adelante.
Yo voy a referirme al tema de
orden público.
A ver, apreciados compatriotas, hablemos de instituciones.
Las instituciones son efectivas
o son retóricas.
El poder es real o es un poder de apariencia. Yo creo
que el país había llegado a unas instituciones
retóricas, de apariencia. La justicia sin poder
actuar, las Fuerzas Militares y de Policía desplazadas
y los nuevos poderes reales eran los grupos irregulares.
Se disputaban el poder real en unas regiones los paramilitares,
en otras regiones la guerrilla, o llegaban a tener unas
regiones compartidas y se delimitaban entre ellos. Para
que me vengan a decir a mí que estamos acabando
con la institucionalidad. La estamos recuperando. Era
una institucionalidad de papel.
Cuando Alemania invadió a Francia, la pregunta
de los juristas de la época fue: ¿quién
ejerce el poder en el territorio francés? Y la
respuesta científica del derecho fue: no ejerce
Francia, lo ejerce quien tiene el poder eficaz, que es
el invasor alemán. Lo mismo estaba pasando en
el territorio de Colombia. El poder había dejado
de ejercerlo la institucionalidad democrática
de Colombia. Lo ejercían los sustitutos terroristas:
paramilitares, guerrillas. Todo esto ha sido un proceso
de recuperación de institucionalidad.
Este proceso de paz no se ha
dado por mera liberalidad de los paramilitares. Aquí se hablaba de ellos
en cócteles, unos los justificaban y otros los
atacaban, pero no había acción contra ellos.
Este Gobierno ha dado de baja a más de 1.500,
y de los 67 líderes reconocidos hoy están
en La Ceja (Antioquia), en un sitio que se está habilitando
como cárcel, abierto al examen del mundo, 65 de
ellos.
Hay grandes desafíos: el desafío de la
reinserción. Confío que salgamos adelante
en esto. El desafío de las zonas donde estaban
estos paramilitares, han tratado de recuperarlos la guerrilla,
todos los días estamos trabajando en eso. Y también
hay unas bandas de bandidos, que llaman allí bandas
emergentes. La decisión es: a todos combatirlos
con toda la decisión.
Uno de ustedes me presentaba
preocupaciones por bandas emergentes en Puerto López y Puerto Gaitán.
Allá voy a volver en dos semanas. Había
asumido el compromiso de ir mañana, pero tengo
que ir a la reunión de Gobernadores en Valledupar,
voy a ir a las 6:00 de la mañana en Cali, después
a Valledupar y voy a estar aquí por la tarde en
la Cámara de Infraestructura. Pero vamos rapidito
al Llano para volver a examinar con la Fuerza Pública
cómo acabamos con los bandidos que quedan de las
bandas emergentes.
Nuestra visión es muy clara, apreciados compatriotas:
Colombia sin guerrilla, Colombia sin paramilitares, Colombia
sin narcotráfico, Colombia sin corrupción.
Sí, a mí me parece que lo que está pasando
es bueno: los testigos antes se morían de miedo.
La justicia estaba interferida. Gracias a la Seguridad
Democrática, la gente ha perdido el temor a denunciar
y la justicia se siente más libre. Lo importante
es que no haya abusos.
A mí me parece que a los gobiernos hay que juzgarlos
por resultados, nos falta mucho, los problemas del país
son inmensos, pero nosotros estamos procurando que esto
vaya por la vía correcta.
Miren: nosotros no pusimos en
discusión la extradición.
Esta mañana con unas nuevas resoluciones hemos
completado 495 extradiciones autorizadas en este Gobierno:
495 extradiciones autorizadas.
Aquí todo el mundo declaraba contra el narcotráfico,
hasta en la declaración de renta. Pero yo creo
que si ha habido una lucha eficaz contra el narcotráfico
y contra el paramilitarismo, es ésta.
No nos dejemos engañar. Yo he soportado en mi
carrera política, tranquilamente y echando para
delante, toda clase de epítetos: Uribe paramilitar,
Uribe fachista, Uribe militarista.
Desde que haya buena fe y amor a la Patria, que digan
lo que quieran y nosotros para delante.
No podemos dejar que la guerra
política de la
guerrilla y de sus amigos cree factores de distracción
de opinión.
No podemos dejar que eso ocurra,
porque cada vez que en Colombia un gobierno quería enfrentar la guerrilla,
ahí mismo lo frenaban, diciéndole: ese
gobierno es fachista, es paramilitar, ese gobierno es
violador de derechos humanos, y lo hacían morir
de miedo.
A mí, por fortuna, cuando nací le mostraron
a mi papá el muchachito, y él le quitó el
piñón del miedo. Y le pido a mi Dios que
no me lo vaya a dar ahora de viejo.
Entonces esto, con toda transparencia, hay que seguirlo,
con toda firmeza.
Hay mucho estudioso en Colombia
que justifica la acción
de la guerrilla. Yo creo que nosotros no podemos pensar
en terroristas buenos y malos. Todos son igualmente perversos.
Es muy importante que la verdad
sea completa. Yo lo dije muy claramente en la Corte
Suprema de Justicia la
semana pasada. Les pedí, hombre, dirigentes de
la política, congresistas, del Ejecutivo, etcétera,
que hayan tenido relación con los paramilitares,
cuéntensela a la justicia, a la opinión
pública.
Pero también, para que la verdad sea completita,
que nos cuenten todo lo que pasó con el M–19,
que nos cuenten las alianzas de sectores de la política
con las Farc y con el ELN.
Porque allá hay un sesgo, allá hay un
sesgo: muchos le hacen el asco al proceso de paz con
los paramilitares. Hay veces me dice Luis Carlos Restrepo: ‘Presidente,
me siento solo, a la hora de hablar de paz con el ELN
sobra quien ayude. A la hora de hablar de paz con los
paramilitares, nadie ayuda, sobra quien critique’.
Eso tampoco es bueno. Le hacen
el asco al proceso de paz con los paramilitares, cuyas
bondades acaba de destacar
el doctor Lafaurie: siempre es menos difícil el
futuro del país con 30 mil desmovilizados de paramilitares
y más de 8 mil desmovilizados de la guerrilla,
con cerca de 20 mil fusiles que han entregado, a que
eso no se hubiera dado.
Pero lo que no es bueno es darles
ese tratamiento diferencial. Más aún, pensando en el futuro del país,
yo creo que la Ley de Justicia y Paz, en el momento de
un acuerdo con los del ELN y con las Farc, habrá que
reformarla.
Paradojas: esa Ley parece muy
blandita frente a los paramilitares y es tan dura frente
a la guerrilla, que
no la aceptan. Va haber que reformarla. Y el Presidente
de la República tiene la obligación de
anticiparse a ello. En el momento que haya un acuerdo
de paz sincero, de buena fe, con el ELN y con las Farc,
esa Ley habrá que reformarla creando unas condiciones
más benignas. Esa controversia hay que enfrentarla.
Eso hay que decírselo con toda claridad al país.
El país va a tener que pensar en verdad, justicia,
reparación. Yo diría: en el momento que
se haga un proceso de paz con las Farc, con el ELN, en
ese momento sí va a aflorar el tema del perdón.
Yo creo que olvido no. No para estimular rencores, sino
para evitar la repetición de errores.
Porque yo creo, doctor Lafaurie,
que su tesis es una tesis muy respetable, del cerco
anti-rural en la historia
de Colombia. Pero déjeme agregar otro: aquí la
generación mía vivió muchos años
en los cuales el sesgo era otro: el sesgo era que la
dirigencia del país confundía la civilidad
con la debilidad. Por posar de civilistas, procedían
con toda la debilidad. Y en lugar de apoyar a la Fuerza
Pública, vivían era de zalamería
en coqueteo con los grupos al margen de la ley y con
los delincuentes.
En eso que no quepa dudas, apreciados
compatriotas. El tema es difícil, pero vamos para adelante.
Una Colombia sin guerrilla, sin paramilitares, sin narcotráfico,
sin corrupción.
Rápidamente nos vemos
en el Consejo Comunitario (del sector ganadero).
Muchas gracias.