CONMEMORACIÓN
DE LOS 50 AÑOS DE LEONISA
Noviembre 20 de
2006 (Medellín - Antioquia)
Compatriotas:
Acudo esta noche, con varios
de mis compañeros
de Gobierno, a cumplir el deber patriótico de
rendir un homenaje a Leonisa por sus ejecutorias en estos
50 años.
Pero tampoco puedo ocultar que
acudo con un gran afecto por la familia Urrea. He conocido
año tras año
los 50 años de Leonisa. He visto todos sus logros,
he estado muy de cerca, por una amistad que valoro inmensamente
con don Joaquín y doña Nena; con don Julio,
don Luis y don Marcos, quienes nos acompañan esta
noche desde el cielo y con sus hijos.
Leonisa surgió cuando todavía el país
estaba en el entusiasmo de la sustitución de importaciones.
Pudo quedarse allí, sin embargo se anticipó 50
años a la globalización.
Estos primeros 50 años de Leonisa, son 50 años
de trabajo visionario para la globalización. Hubo
que provocar el fenómeno de sustitución
de importaciones porque nuestras materias primas perdieron
mercados, los abastecedores de productos con valor agregado
entraron en las guerras, sus economías devastadas.
No era fácil hacer instalaciones industriales
a esta distancia del océano. E inconcebible, todavía
más, era pensar en los mercados de exportación.
Leonisa nace todavía en el auge mental de la
sustitución de importaciones y desde ese momento
desarrolla una gran visión global. Su vocación
exportadora también tiene 50 años. ¡Un
ejemplo! Si muchas empresas hubieran hecho lo mismo,
habrían superado con más éxito las
crisis, otras no habrían fracasado.
Desde esta montaña de gente laboriosa, Leonisa
se lanzó a tantos mercados, hoy son 22. Apenas
había acabado de nacer –primero en un taller
en Armenia y después en Medellín- y ya
estaba con sus socios centroamericanos instalando la
fábrica de Costa Rica.
Ha vivido en permanente actualización, ha vivido
en el proceso de innovación en sus productos,
en el proceso de incorporación de la más
moderna maquinaria, de las más modernas materias
primas. Y ha vivido en el proceso de hacer los ajustes
administrativos que le permitan la mayor productividad
y la mayor competitividad.
Tiene Leonisa una característica de las empresas
del futuro: nació con afecto por su tierra, pero
en la conciencia de que la mejor manera de servirle a
su tierra, era procediendo como una empresa sin fronteras,
característica con la cual Leonisa nos ha dado
ejemplo.
¿Quienes la fundaron y la han administrado? Una
familia laboriosa, innovativa, aguerrida, con un gran
empuje para conquistar el mundo. Podría decirse
de esta familia, lo que dice el poeta de las gentes de
esta tierra: “desde Guarne han visto chiquitico
el mundo”.
Y esa familia, además de sus atributos empresariales,
es todo un ejemplo en su unidad, en sus costumbres, en
su sentido cristiano, en la práctica de la solidaridad.
En fin, en el universo de sus condiciones humanas.
Quiero destacar no sólo los aportes de Leonisa
a tantas empresas sociales, don Julio Ernesto, don Joaquín,
líderes del fomento del microempresarismo, pero
también quiero destacar la manera como Leonisa
ha fomentado el cooperativismo, sin distorsionarlo, en
el total respeto a su naturaleza cristiana, solidaria,
fraterna.
Las cooperativas de trabajo asociado,
promovidas por Leonisa y con ese gran liderazgo de
Gilberto Giraldo,
en el oriente de esta comarca, son un ejemplo al mundo
de cómo el cooperativismo, inserto en el capitalismo,
es una gran posibilidad de nuevas empresas, de trabajadores
empresarios, de integración entre el pequeño
esfuerzo y el gran capital.
Cuando tenemos hoy, el problema de muchas cooperativas
de trabajo asociado en Colombia, que se han creado para
evadir prestaciones sociales, para deprimir el salario,
para no pagar las cotizaciones a la seguridad social,
las cooperativas promovidas por Leonisa son el ejemplo
del verdadero cooperativismo que requiere Colombia.
Confiamos que nuestro país pueda obtener, conjuntamente
con Bolivia, Ecuador y Perú, la extensión
de las preferencias en el mercado norteamericano (APTDEA)
y confiamos que el Tratado de Comercio (TLC) que se va
a firmar el 22 de noviembre, sea ratificado en el próximo
año por nuestros congresos en los Estados Unidos
y en Colombia.
Las preferencias y el Tratado son una necesidad y se
constituyen en un paso de justicia.
Las preferencias siguen siendo una necesidad, al menos
mientras se aprueba y se implementa el Tratado.
Y el Tratado es una necesidad
porque con las preferencias no basta, muchos productos
quedan por fuera y muchos
empresarios no se atreven a invertir mientras exista
un mecanismo de acceso al mercado norteamericano precario,
limitado en el tiempo, como las preferencias. Muchas
inversiones están a la expectativa del TLC porque
es lo que finalmente asegura el acceso permanente al
Tratado norteamericano.
Las preferencias y el TLC son
de justicia, las preferencias. De justicia, no solamente
para compensar a países
como Colombia en su lucha contra el narcotráfico
y la delincuencia que de él deriva, sino también
para equilibrar las balanzas, para crear unas relaciones
verdaderamente fraternas entre los Estados Unidos y la
región.
Cuando damos la primera mirada
a la balanza bilateral de comercio entre Estados Unidos
y Colombia, uno se halaga
porque cree que es positiva. En efecto, aparecen nueve
mil millones de dólares de exportación
y algo más de seis mil de importaciones. Pero
al restar petróleo, que es un producto declinante
en nuestra economía, la balanza inmediatamente
se torna negativa para Colombia y favorable a los Estados
Unidos. Y al restar carbón, ese déficit
en contra de Colombia, es aún más agudo.
Sabemos que Leonisa le ha dado
el ejemplo al país
de perderle miedo a la búsqueda de mercados. El
caso Leonisa es uno de los que nos ha entusiasmado a
buscar este acceso a mercados, por eso en los últimos
años hemos laborado hasta suscribir y poner en
marcha, en el tratado entre MERCOSUR y la Comunidad Andina.
Confiamos que después de firmado el 22 de noviembre,
se convierta en Tratado ratificado por los congresos,
aquel negociado con los Estados Unidos.
El próximo lunes firmaremos en Santiago de Chile,
el Tratado con Chile que nos ilusiona muchísimo,
especialmente por el capítulo de inversiones.
La Nación austral se ha convertido en un gran
ejemplo de construcción doméstica de capital,
le sobran no menos de 30 mil millones de dólares
y ese Tratado ayuda a que encuentren en Colombia el destino
de inversión de Chile, que muchos de sus empresarios
están mirando con gran confianza.
También esperamos, en los próximos meses,
tener finalizada la negociación de Colombia con
tres de las hermanas naciones centroamericanas: Guatemala,
El Salvador y Honduras. No se entendería que las
hermanas naciones latinoamericanas negocien con los Estados
Unidos, a su turno también nosotros y que entre
Centroamérica y la Comunidad Andina nos demos
la espalda. Abrigamos la esperanza de que en los próximos
meses despeguen las negociaciones con Canadá y
ya hay un proceso embrionario que debe fructificar entre
los países andinos y la Unión Europea.
Por supuesto, le asignamos preferencial
importancia a la hermana República Bolivariana de Venezuela,
confiamos que por lo pronto podamos avanzar con Venezuela
en el tratado bilateral que sustituya la normatividad
andina y que todos los elementos de las relaciones internacionales
giren para bien, en el camino de la armonía, para
que Venezuela haga parte de los tratados regionales y
multilaterales que estamos buscando.
Don Joaquín, doña Nena, muy apreciada
familia: ustedes le han dado un gran ejemplo a Antioquia
y al país. Desde mi afecto, el aprecio y la valoración
de la amistad que a ustedes me ha unido, reciban hoy
la expresión de la gratitud de todos los colombianos
por esta gran tarea que apenas empieza.
Muchas gracias, muchas felicitaciones
y que todos los días sean de éxito para
que Leonisa siga contribuyendo al bienestar de miles
y miles de colombianos.