CONMEMORACIÓN
DE LOS 115 AÑOS DE LA POLICÍA NACIONAL
Noviembre 9 de
2006 (Bogotá - Cundinamarca)
Compatriotas:
Nos reunimos hoy en este nuevo
aniversario de la Policía
para rendir un homenaje de gratitud a sus integrantes,
empezando por su Comandante, el General (Jorge Daniel)
Castro Castro, descendiendo por todos los altos oficiales,
suboficiales, y llegando al policía más
recientemente vinculado a la institución.
Nos reunimos hoy para honrar
a los caídos en
el servicio de la Patria, para testimoniar con unas coronas
de laurel el afecto y la gratitud de los colombianos
por la memoria de quienes han ofrendado sus vidas para
rescatar la seguridad en nuestra Patria.
Nos reunimos hoy para poner en
el pecho de unos compatriotas unas condecoraciones.
La vida policiva es una vida de
abnegado patriotismo, es una vida en la cual todo lo
orienta el amor a la Patria, todo lo orienta servirla
bien. Es una vida donde tiene que hacer entrega sin límites
al bienestar de los ciudadanos, exposición al
riesgo sin ninguna consideración para recuperar
el bienestar de los colombianos.
Estas medallas son un reconocimiento
a esa vida. Una vida al servicio de la Patria, en la
cual la ambición
personal se reduce a una modesta pensión para
la vejez y para la familia, y a unas medallas, que son
legados a la familia, en las cuales se reconoce el heroísmo
de ese padre o de esa madre de familia de la Policía
que sirvió bien a la Nación entera.
Hoy, con la medalla Cruz al Mérito Policial,
hemos condecorado, al teniente coronel Jesús Alberto
Castro Saldaña, al intendente jefe Pedro Villamil
López y al patrullero Fabián Calderón
Valencia, al capitán Jaime Hernán Guzmán
Caicedo. Los primeros laboran en la Dirección
central de la Cojín, y han logrado operaciones
muy especiales, que tenemos que resaltar, llevadas a
cabo en Bogotá, Medellín y en la zona de
Urabá.
El segundo pertenece a la Dirección Antiextorsión
y Secuestro, en cuya unidad ha logrado acciones muy efectivas
en contra de la columna terrorista Teófilo Forero
de las Farc, en los municipios de Palermo, Aipe, Santamaría
y en otras regiones del Huila.
Con la medalla Cruz al Mérito hemos condecorado
al subteniente Guillermo Baltán Murillo, de la
Policía del Valle del Cauca, por su valor en operativos
para desmantelar las milicias que maltratan la tranquilidad
en Buenaventura.
Al patrullero Mauricio Velásquez Jiménez,
de la Policía de Nariño, sobreviviente único
en el intento de toma terrorista de las Farc al municipio
de la Cruz.
Hemos condecorado con la Medalla
al Valor, por actos excepcionales del servicio por
primera vez, al agente
Jairo Rodríguez, a los capitanes Efraín
Patiño Uribe, John Flober Mirque, teniente Juan
Carlos Hernández Guarín, subintendente
Carlos Ordóñez Rodríguez y patrullero
Alejandro Ocampo Aragón.
El primero vinculado a la Dirección de Servicios
Especializados, a pesar de haber resultado herido, logró en
esas condiciones la captura de una banda de atracadores
que portaban armas de fuego.
Los segundos vinculados a la
Dirección Antinarcóticos,
héroes de jornadas en jurisdicción de Tulúa.
Esa condecoración ha sido impuesta al teniente
Hernando Alfredo Calderón Vega, a los patrulleros
Esneider Bonilla Barrios, Simón Alberto Castro
Lombo y Wilmar Marcelo Sabogal Lozano, de los escuadrones
móviles de Carabineros, por su heroísmo
en la Sierra Nevada de La Macarena, logrando salvar la
vida de erradicadores de droga y de compañeros
policías, quienes fueron objeto de atentados terroristas
por parte del grupo terrorista de las Farc.
Se ha condecorado en forma póstuma, con la Cruz
al Mérito Policial, al teniente Juan Diego Trujillo
Arias. Ha recibido la condecoración su madre,
doña Rosalba Arias de Trujillo.
Al subteniente Héctor Mauricio Benjumea Méndez.
La hemos entregado a su madre, doña Teresa Méndez
de Benjumea.
Al patrullero Diego Andrés Reyes Ángel.
La ha recibido su madre, doña Gloria Socorro Ángel.
Al patrullero John Jairo Morales
Llanos. La ha recibido su señora esposa, Paula
Andrea de Morales.
Se ha entregado la condecoración Medalla al Valor
en forma póstuma al subintendente Édgar
Enrique Monsalve. La ha recibido su cuñado Alfredo.
Al patrullero Melvin Darligton
Giraldo Manco. La ha recibido su madre, doña
Gloria Cecilia Manco.
Al patrullero Bernardo Zamora
Largo. La ha recibido su señora Sandra Patricia.
Al patrullero Eduardo Vega Gamarra.
La ha recibido su hermano, también patrullero, Luis Vega Gamarra,
quien ha traído en sus brazos al niñito
de brazos, hijo de nuestro patrullero asesinado y condecorado
Eduardo Vega Gamarra.
Al patrullero Luis Francisco
Ibarra Vivas. La recibió su
padre, don Luis Ibarra.
Al patrullero Javier Alfonso
Galindo Peña. La
recibió su madre, doña Judit.
Al patrullero Carlos Enrique
Jaimes Beltrán.
La recibió su madre, doña Norma.
Al patrullero Óscar Martínez Peña,
su padre, José Santos.
Compatriotas, tenemos una misión: la misión
de una Colombia sin guerrillas, sin paramilitares, sin
narcotráfico, sin corrupción.
Una Colombia que viva en pluralismo
democrático,
en debate amable, alegre, franco y fraterno. Una Colombia
sin esas cuatro plagas, que tanto la han maltratado.
Ministro (de Defensa, Juan Manuel
Santos), General Castro Castro, Altos Comandantes:
cumplamos esa tarea, no permitamos
que se prolongue este estado de maltrato al pueblo colombiano,
que algunos llaman un conflicto prolongado de baja intensidad,
que en realidad es un desafío cruento del terrorismo
a un pueblo noble y democrático: el pueblo colombiano.
¡Es hora de definición, General, Altos
Comandantes, mis compatriotas de la Policía!
Revisemos todos nuestros procedimientos
para definir esta situación, para que quede atrás
esta pesadilla.
Hoy hemos entregando unas condecoraciones,
llenos de alegría, y otras condecoraciones,
llenos de tristeza.
Cómo nos alegra condecorar a aquellos integrantes
de la Policía que han acudido aquí a recibir
sus condecoraciones, con la plenitud de sus facultades,
con entusiasmo, con vigor.
Cómo nos duele condecorar a quienes las tienen
que recibir con una mutilación, causada por el
terrorismo en los actos del servicio.
Cómo nos duelen las condecoraciones póstumas.
Qué duro es ver de cerca el dolor que se brota
por los ojos, por la faz de los papás, de las
mamás, de los hermanos de nuestros policías
asesinados por el terrorismo.
General Castro Castro: por eso
es la hora de definiciones, no podemos seguir simplemente
llorando las condecoraciones
póstumas, hay que superar esta tragedia, esta
pesadilla.
Hemos avanzado, no hay duda.
La situación es
muy diferente a hace cuatro años, pero ahora tenemos
que acelerar más y más este avance.
Nos toca hacer una gran revisión para afinar
la determinación. Tiene que haber la misma determinación
en el más joven de los policías, que en
los suboficiales, en los oficiales, en los comandantes,
en el Ministro, en el Presidente de la República.
Esa determinación tenemos que acerarla en este
momento para ser más eficaces. Se necesita un
gran liderazgo de comunicación para que todos
tengamos la misma consigna, para que todos avancemos
hacia esa eficacia total.
Compatriotas, cuando condecoramos
en forma póstuma
a nuestros policías asesinados y sentimos cómo
en nuestro corazón se transmite el dolor de papás,
de mamás, de viudas y de huérfanos, decimos:
razón hay para exigir que a fin de que se pueda
tramitar un acuerdo humanitario, cese el terrorismo,
no haya carros bombas.
El dolor de las viudas y de los
huérfanos, de
los padres que han perdido a sus hijos en la Policía,
nos explica por qué no podemos avanzar hacia un
acuerdo humanitario con zonas de encuentro en medio de
carros bombas, en ausencia de gestos de buena fe en medio
del terrorismo.
Vamos a avanzar a definir esto,
General Castro Castro, generales, oficiales, suboficiales,
mis compatriotas
de la Policía. Necesitamos una Patria sin guerrillas,
una Patria sin paramilitares, sin narcotráfico,
sin corrupción. Que el país vea que todos
los días avanzamos con mayor celeridad para derrotar
esos flagelos.
Acabemos con las bandas emergentes,
mostremos con los hechos de la vida cotidiana que aquí cuando
se perdona no se permite la reincidencia.
Afiancemos en resultados esta
política de seguridad.
La experiencia nos demuestra que cuando hay debilidad
en el Gobierno en materia de seguridad, el terrorismo
crece y aleja la paz.
Tenemos que ser totalmente firmes
en nuestra política,
eficaces y transparentes en su aplicación. La
falta de eficacia estimula al terrorismo, la falta de
transparencia desestimula la ciudadanía. Eficacia
y transparencia es la consigna del ahora, mis compatriotas
de la Policía.
Lo digo con el corazón. Ustedes saben que por
respeto a la institución, jamás he vestido
un uniforme militar o policivo. Pero también saben
que debajo de este traje civil hay un alma, los huesos
y los músculos de alguien que se siente policía
en el cumplimiento del deber y, por ende, solidario con
todos los policías de la Patria.
Por eso mi llamado es a definir
este desafío
cruento del terrorismo en nuestra democracia. Mi llamado
es a la eficacia, que es lo único que conduce
hacia la paz, y a la transparencia total, que es lo único
que garantiza la confianza ciudadana.
No hay duda, hemos avanzado,
pero tenemos que seguir avanzando más. Hemos
avanzado contra el terrorismo, a pesar de que hay reveses.
No obstante las dificultades
que hemos tenido, en seguridad ciudadana también hay avances. Anoche veíamos
que muchas ciudades colombianas, como Bogotá,
presentan este año un decrecimiento en el homicidio,
un decrecimiento en el robo de vehículos, un decrecimiento
en los hurtos a residencias y a instituciones de comercio,
pero todavía un problema mayor, en hurto a personas.
Tenemos problemas que todavía no hemos podido
poner en una línea de descenso en los indicadores
de seguridad, como en el Valle del Cauca.
En todas partes tenemos que mejorar.
La seguridad no es para el Gobierno ni para una política, la seguridad
es un valor para la democracia, es un presupuesto para
las libertades, es una condición necesaria para
el ejercicio de pluralismo, la seguridad es una fuente
de recursos.
Innovemos todos los días sin a abandonar lo que
nos ha resultado bien. Que rápidamente el grupo
que se definió para avanzar en la lucha contra
el robo de automotores, produzca sus recomendaciones
y decisiones.
Imploramos al Congreso de la
República para que
nos apruebe la nueva Ley de Penas, la necesitamos. Las
excarcelaciones que masivamente se dan a diario de delincuentes
a quienes se les prueba la tipificación de delitos
que maltratan mucho a la ciudadanía, esas masivas
excarcelaciones debemos frenarlas. No basta con la doctrina
de los jueces de garantías, necesitamos la ley
modificatoria de penas. Nuestra esperanza es el Congreso
de la República. Es necesaria su aprobación.
Además esas excarcelaciones que tanto daño
le hacen a la seguridad, que desmotivan a la Fuerza Pública
y crean desilusión y desencanto en la ciudadanía,
también le crean una imagen negativa al nuevo
sistema penal acusatorio.
No es de la esencia del sistema
acusatorio la permisividad en materia de excarcelaciones.
Pero como estas excarcelaciones
han coincidido con los primeros años de aplicación
del Sistema Penal Acusatorio, en la ciudadanía
se tiende a asociar las excarcelaciones que hacen daño
a la seguridad, con ineficacia del Sistema Penal Acusatorio.
Sé que el Congreso oirá la voz del Fiscal,
de los ministros de Defensa y del Interior, la voz del
pueblo colombiano que quiere los delincuentes en las
cárceles, para que la gente que trabaja honradamente
pueda estar tranquila.
Hace cuatro años no podíamos sustentar
nuestra política de seguridad en cabecillas, era
necesario recortarles tentáculos. Hoy necesitamos
más celeridad en el hallazgo de los cabecillas.
Con afecto, con alma de policía, llamo a todos
los policías de la Patria para que avancemos en
procura de los cabecillas. Era tanta la fuerza del terrorismo
hace cuatro años, que era impensable sustentar
la política en la orientación hacia los
cabecillas.
El terrorismo no está derrotado, la culebra aún
se encuentra viva, pero le hemos desmantelado tentáculos.
Es la hora de avanzar con mayor definición, con
certeza, con paso firme hacia los cabecillas.
Este año, próximo a terminar, Colombia
podrá mostrarle al mundo que se han erradicado
manualmente más de 40 mil hectáreas de
coca y que se han fumigado 160 mil.
Con el entusiasmo del Ministro,
la Policía va
a hacer el esfuerzo para erradicar los últimos
residuos de amapola. Deseamos, pues, decirle al mundo
que hemos erradicado toda la amapola.
Para el año entrante nos estamos preparando para
erradicar 50 mil hectáreas de coca manualmente.
He expresado a los mandatarios
europeos que si bien la opinión pública de Europa no gusta de
la fumigación, sí apoya la erradicación
manual, que por eso necesitamos un gran compromiso de
los europeos en la erradicación manual, y un gran
compromiso de toda la comunidad internacional para nuestro
programa de Familias Guardabosques.
Erradicación manual y Familias Guardabosques
constituyen una dupleta excepcionalmente eficaz para
ir avanzando al propósito de terminar con la droga
en Colombia.
Eficacia y transparencia es consigna
del ahora. Sin eficacia la ciudadanía se tiene que someter a
guerrilla o paramilitares. Con eficacia la ciudadanía
supera el temor, la ciudadanía cree totalmente
en la Fuerza Pública. Con corrupción se
pierde la confianza. Con transparencia podemos reclamar
la confianza al interior y hablar con voz dura en el
extranjero.
Se necesitan muchos apoyos de
logística, los
hemos incrementado y faltan muchos. Se requieren más
policías, más vehículos, más
comunicación, más helicópteros,
más armas, pero en un Estado de Opinión
lo que fundamentalmente se requiere es confianza del
pueblo en las políticas de seguridad, y esa confianza
reposa en dos pilares: nuestra eficacia y nuestra transparencia.
¡Por eso, en este nuevo aniversario de la Policía,
con optimismo en Colombia, con solidaridad con nuestra
Policía, con solidaridad y afectos, afectos infinitos
con los familiares de quienes han sido asesinados, los
convocamos a que demos con toda determinación,
con toda la garra, con toda la ardentía, la batalla
diaria, en las 24 horas, por una Colombia, por una Colombia
sin guerrilla, por una Colombia sin paramilitares, por
una Colombia sin bandas emergentes, sin pestes de la
naturaleza!
¡Por una Colombia sin narcotráfico, por
una Colombia sin corrupción, para que tengamos
una Colombia próspera, una Colombia con rectitud,
una Colombia en armonía!
¡Muchas gracias, compatriotas de la Policía,
adelante!
¡De su heroísmo, de su exposición
al riesgo, depende en esta hora el futuro de la Patria!