INAUGURACIÓN
DE LA ASAMBLEA DE COTELCO
Octubre 18 de
2006 (Pereira - Risaralda)
“Un saludo muy afectuoso a todos ustedes. Para
dar respuesta a varias de sus inquietudes, quiero dar
comienzo con lo siguiente: no es fácil estar creciendo
la Fuerza Pública de acuerdo con las demandas
de todo el país, tenemos limitaciones presupuestales,
para no hablar sino de este tipo de limitaciones.
Una de las posibilidades que
hay, para integrar a la vida civil de la Nación a los 40 mil desmovilizados –número
que todos los días crece, es vinculando gran cantidad
de ellos como auxiliares cívicos. Yo creo que
nos pueden ayudar muchísimo no solamente en vigilancia
de carreteras –donde lo han hecho y lo han hecho
bien, levamos un año con ese experimento-, sino
que nos ayuden a vigilar estadios, que nos ayuden a vigilar
eventos públicos y que nos ayuden a vigilar playas.
Y que se involucren en el tema del aseo y del orden en
las playas y que empecemos en esta temporada.
Mi propuesta a ustedes y a nuestro
viceministro (de Turismo), Oscar Rueda, es que coordinemos
con Frank Peral
quien ha asumido la gerencia del programa de reinserción
y de desmovilización, que gran cantidad de desmovilizados
se vinculen en esta temporada, como auxiliares cívicos,
a ayudar a que funcione bien el sector turístico
y concretamente pensando en esos sitios: pensando en
las playas, pensando en esas actividades como es la actividad
de mantenimiento, etcétera.
Me dicen que actualmente tenemos
600, sí, pero
es que tenemos 40 mil por emplear. Creo que si las cosas
nos ayudan, queriendo Dios, vamos a ver mucho turismo
en todos los sitios del país en la temporada que
viene. No se cuántos sitios hay en los alrededores
de Pereira, empezando por el parque de los Nevados donde
está haciendo un gran esfuerzo la institución
armada de la Nación.
Entonces, en todos esos sitios
habrá que pensar
en la presencia de estos amigos desmovilizados como auxiliares
cívicos, bien orientados, para que nos ayuden
a depararle, comodidad, confort, al turista.
Ahí van dos temas: el primer tema, el de que
la Fuerza Pública nos ayude, en coordinación
con Alcaldes y con ustedes, a mantener limpias, confortables
las playas y otros lugares turísticos que se requieran,
pero no pensar en la Fuerza Pública como recogedores
de basura. No. Que cumplan la función principal
de, si se quiere, supervisar a las empresas de basura
de las ciudades.
Les he dicho mucho: tengan los
infantes en las playas de San Andrés y a la persona que vean tirando
una botella al suelo de la playa, el infante va y le
llama la atención: ‘señora, señor,
la playa hay que tenerla limpia, camine recojamos esta
botella, camina depositémosla allí, en
aquel lugar’, etcétera.
Segundo, hagamos lo de los reinsertados,
pero hagámoslo.
Creo que si ustedes nos ayudan a entrenarlos, desde esta
semana, creo que eso se puede convertir un proyecto exitoso
para el país y que nos resuelva un faltante de
policía de turismo.
Además, ellos están recibiendo un estipendio
pagado por el Gobierno, el problema no sería de
costo económico para ustedes, simplemente el aporte
de ustedes sería ayudarnos a orientarlos, recibirlos
bien, acompañarlos. Que ellos se sientan estimulados
con el tratamiento cariñoso del sector turístico
para prestar bien su servicio.
Planes de largo plazo. A mi
me parece muy bien el plan de largo plazo, mi sugerencia
es: depuremos el capítulo
de turismo en la Visión Colombia 2019. Si algo
ayuda a un país, en el largo plazo, es que todo
el mundo confluya a una misma visión. Todos los
sectores y todas las regiones. Le he pedido a todos los
departamentos que cada uno tenga su capítulo 2019,
para que sea un anexo de la Visión 2019.
¿Por qué 2019? Por los 200 años
de la Batalla de Boyacá. Y esa visión tiene
que tener unas metas parciales. Metas parciales que corresponden
a este Gobierno –y muy exigentes-: 20 de julio
de 2010, cuando se cumpla el segundo centenario del Grito
de Independencia, en la víspera de terminar el
Gobierno.
Pues bien, ajustemos a esas
fechas el sector turístico.
Le pedería al Viceministro que, en concertación
con ustedes, hagamos las dos cosas: el plan turístico
2019 –en el Planeación Nacional, en el documento
Visión segundo centenario- ya hay mucho elemento,
depurarlo. Y las metas parciales al 20 de julio de 2019.
Entonces ahí se pregunta Jaime Alberto (Cabal,
presidente de Cotelco) ‘¿a dónde
llegar?’ Creo que tenemos que llegar a los 2 millones
de visitantes extranjeros en este cuatrienio. Tarea no
fácil, pero haciendo todos el esfuerzo, es posible.
En el plan 2019 y en el plan
parcial 2010, consignemos la visión integral, la metas al 2019 y las metas
al 2010 y si se quiere, llevemos eso a un documento Conpes.
Y por supuesto, tiene que estar en el capítulo
del Plan de Desarrollo. Estamos a tiempo de trabajar
muy bien el concepto en Planeación: 2019, 2010,
Plan de Desarrollo y todo consistente.
Nosotros tenemos una propuesta
que es medio y una propuesta que es fin. ¿Cuál es la propuesta medio?:
que hagamos un esfuerzo todos los sectores colombianos
para que esta economía crezca al 6 por ciento.
Fin buscado: reducir la pobreza, construir equidad.
Hace cuatro años la pobreza estaba en el 60
(por ciento). El año pasado estuvo entre el 49,
51 (por ciento). Meta: 20 de julio de 2010, llevar la
35 (por ciento). Planeación Nacional dice en el
mejor de los escenarios podríamos bajarla al 39
(por ciento), pero tenemos que hacer todos los esfuerzos
para dejarla en el 35 (por ciento). ¿Por qué?
Porque la visión 2019 propone que, para ese momento,
la hayamos rebajado en Colombia al 15 por ciento.
Si el Gobierno Nacional actual
logra ponerla en el 35 (por ciento) en julio de 2010,
se facilita a las administraciones
que habrán de sucedernos, llevarla al 15 por ciento
en el 2019. Eso exige un país con más productividad,
con más competitividad. Eso se enmarca en un concepto
de país que queremos: una democracia pluralista,
en permanente deliberación, pero en un debate
fraterno, buscando opciones, buscan alternativas, buscando
consensos. No un debate de agrios antagonismos insuperables.
Una Nación sin exclusiones y sin odio de clases.
A mi me parece que para las
nuevas generaciones de colombianos, es muy importante
que nosotros orientemos
el país por ese sendero: pluralismo sí,
pero sin antagonismos insuperables. Una Nación
solidaria y fraterna, sin exclusiones y sin odio de clases.
Y para lograr esas metas, nosotros
sabemos que tenemos que trabajar –y eso va a quedar consignado en el
Plan de Desarrollo y lo venimos examinando con todas
las agencias de Gobierno- en el tema de capital humano,
en el tema de capital físico, en el tema de manejo
de la economía, en el tema del comercio internacional,
en el tema de la Seguridad Democrática, para no
hablar sino de algunos puntos.
En el capital humano qué temas sobresalen: educación.
Hoy asistíamos con la Ministra (de Educación,
Cecilia María Vélez) y los exministros
al lanzamiento del nuevo Plan Decenal de Educación
(2006 – 2015).
Salud: con metas muy exigentes, como llegar a plena
cobertura en este Gobierno.
Vivienda: con una meta muy exigente,
como sumar 800 mil soluciones, que debe ser el resultado
de nuevas viviendas
de interés social, viviendas mejoradas y viviendas
con títulos legalizados.
Crédito popular: la segunda etapa de nuestro
esfuerzo de microcrédito, alrededor del concepto
Banca de Oportunidades, que empezaremos –los proyectos
pilotos- en noviembre en Bogotá con mil Familias
en Acción, para lograr llegarle con crédito,
en una nueva etapa de revolución del microcrédito,
a los sectores más vulnerables y a los sectores
con dificultades de acceso. Creo que es muy importante
para la viada social, para la equidad de la Nación.
Y viene el tema –para pasar rápidamente
por estos temas- el tema de capital físico y ahí entramos
en el tema de infraestructura.
¿Que ha dicho el Banco Mundial? Que Colombia
está comparativamente bien en infraestructura
de servicios públicos y mal en infraestructura
de comercio internacional.
¿Qué proponemos en infraestructura y
servicios públicos? Hay retos muy grandes –no
voy a hablar de todos-: uno de ellos, acabar de recuperar
estas empresas que había hecho agua, como EMCALI.
Hemos propuesto al Congreso
de la República
que un billón de pesos –que sería
el dinero de audiencias públicas, con lo cual
se ha venido remplazando a los auxilios parlamentarios,
de ingrata recordación- se lleve en su totalidad
a agua potable, a saneamiento de aguas residuales y a
disposición final de basuras. Pienso que eso nos
puede ayudar muchísimo.
En el tema de infraestructura,
de comercio exterior, donde registramos un gran atraso,
vamos a hacer el esfuerzo
de continuar las vías iniciadas, adjudicar las
nuevas concesiones, procurar financiar a los departamentos
para las vías departamentales que hacen falta
y atender en algún mejor grado las vías
terciarias.
En estos cuatro años hemos dado un paso que
no se ve pero que es muy importante: la solución
de todas las disputas. Un país que tiene todas
las concesiones viales, ferroviarias, aeroportuarias
en pleito, es un país sin futuro.
Una zona promisoria en turismo,
como es esta zona, tenía en pleito la autopista Manizales – Pereira – Armenia.
Nos gastamos tres años resolviendo ese pleito, ¡por
fortuna lo pudimos resolver!, como hemos resuelto todos
los pleitos viales del país, el últimos
de los cuales, COMMSA, la salida de Bogotá al
río Magdalena.
Creo que eso le va ayudar mucho
al país para
que esos contratos recuperen dinamismo, para que haya
nuevamente confianza en la contratación con el
Estado colombiano, confianza en los contratistas y confianza
en la opinión ciudadana y para poder avanzar con
esas obras.
No los voy a recorrer por lo que hemos tenido que enfrentar
en aeropuertos.
En el tema de los ferrocarriles:
ya el tema del ferrocarril del Atlántico lo superamos y ahora estamos tras
la superación del problema portuario de carbón,
que tiene una colusión con el tema del turismo.
En el ferrocarril del Pacífico el Gobierno ha
invertido 148 millones dólares en recurar la vía
y el concesionario todavía no presta servicio,
a pesar de que la vía esta rehabilitada. Nosotros
encontramos esa licitación adjudicada, la hemos
honrado, ese es el pleito que en materia de ferrocarriles
que nos falta por resolver.
Y ahí hay otro tema de infraestructura general
de gran importancia, que es calidad de vida urbana: los
transmilenios. Porque empezamos a ver cómo los
recursos siguen siendo muy escasos y las demandas muchas,
por eso hay que ponerle mucho cuidado a las prioridades.
Los transmilenios: lo teníamos solamente en
Bogotá, tenía 32 kilómetros, ahora
tiene 80. No solamente hemos financiado lo de estos cuatro
años que pasaron, sino lo que vienen en los tres
o cuatro años que siguen, donde está la
terminación de las obras en marcha y la ejecución
del transmilenio en la 26, en la séptima y en
la décima o la trece –una de ellas-. Y ahora
el alcalde me dice que necesita dos billones para la
Boyacá, que es lo que seguirá después
del 2010 y eso, hay que buscar cómo se deja despejada
esa financiación.
Aquí, admirablemente les ha rendido la plata,
lo hicieron rapidito. Cada que llego a Pereira aquí no
me reciben con más pedido de plata, sino con invitaciones
a inauguraciones. Ahora me dijo el Alcalde en el aeropuerto
que le separar la fecha, porque ya íbamos a inaugurar
la nueva etapa.
En todos, el Gobierno Nacional participa con el 70
por ciento.
En Cali, en plena construcción, pero ya me dicen
mis compatriotas de Cali: ‘Presidente, necesitamos
otros 500 millones de dólares, porque no vamos
a cubrir toda la ciudad’.
En Medellín me dice el Alcalde: ‘Presidente,
como se hizo el esfuerzo de arreglar lo del problema
de la deuda del Metro, no me ayude sino con otros 170
mil millones para el problema de transmilenio’.
Lo estamos empezando en Cartagena,
lo estamos empezando en Barranquilla y lo estamos empezando
en Bucaramanga. –Quiero
hacerle ver a ustedes las dimensiones de estos requerimientos,
para que las comparemos con la disponibilidad de recursos,
porque todos tenemos que colaborar-. Y todas esas demandas
son comprensibles, pero agregamos otras. Allí en
Manizales me dicen: ‘¿por qué Megabus
en Pereira y por qué no en Manizales?’ Y
en Armenia me dicen lo mismo.
Nosotros vamos a tener que producir
otro documento CONPES con unas vigencias presupuestales
futuras para
que las ciudades, que van a requerir estos sistemas y
que no lo tienen, puedan empezar a proyectarlos. ¿Cómo
se lo negamos a estas dos ciudades vecinas? o ¿cómo
se le niega a Neiva o a Ibagué o a Popayán?
Tengo un Consejo Comunitario
el sábado en Cúcuta
y me van a decir: ‘ahí vemos que están
avanzando con las obras del transmilenio en Bucaramanga ¿y
por qué en Cúcuta no?’ Entonces los
requerimientos son muy grandes.
Voy a la Asamblea de la ANDI
y allá me dicen: ‘Presidente, ¿usted
por qué se está gastando la plata en vías
municipales, necesitamos las grandes vías de comercio
exterior? Tienen razón.
Al otro día llego a una reunión con alcaldes
a Barichara –lo tengo en mi memoria-, todos los
alcaldes ya no me dicen: ‘muchas gracias por el
Plan 2.500’, hoy estamos pavimentando 3.250 kilómetros
de carreteras, casi todas municipales, ya no me dicen
los alcaldes: ‘muchas gracias por eso’, los
que levantan la mano en esas reuniones son los que dicen: ‘Presidente,
es que usted le está pavimentando la carretera
a tal pueblo y no al mío’ o ‘es que
aquí están pavimentando 15 kilómetros
y necesitamos 20’ y también tienen razón.
¿Qué vamos a hacer en esto? Les he dicho
con toda franqueza: el Gobierno Nacional no alcanza a
pavimentar un kilómetro más por ahora,
de vía departamental o municipal. Estamos gestionando
un crédito de mil millones de dólares para
ponerlo a la orden de los departamentos, en las mejores
condiciones de plazo y tasas de interés para que
ellos puedan avanzar en eso.
Allí hay muchos anillos turísticos, tengo
presente los de Santander, que necesitan pavimento y
el Gobierno Nacional no va a ser capaz de emprender estas
obras, porque las solas dobles calzadas que estamos adjudicando
ahora, por concesión, no son autosuficientes.
Esas concesiones van a necesitar un gran aporte del Gobierno
Nacional.
Y vienen unas infraestructuras
muy específicamente
relacionadas con el sector turístico: aeropuerto,
la concesión de Eldorado –que es fundamental
para el turismo nacional, no hablemos de la carga, no
hablemos de los negocios del país, hablemos solamente
del turismo-, esos 600 millones de dólares que
cuesta esa concesión los paga Eldorado, pero finalmente
del presupuesto nacional. ¿Por qué?: porque
Eldorado que ha sido el aeropuerto rentable ha sostenido
los otros. Entonces, ahora todos los dineros que produce
Eldorado se destinan a pagar su propia expansión.
El 54 por ciento de ese dinero va a entrar a la concesión,
yo no le puedo decir a los otros aeropuertos que no los
vamos a sostener, ese dinero lo tiene que reemplazar
el presupuesto nacional. Ahí va a ver otro esfuerzo
enorme.
Aquí cerquitica, en Armenia, tenemos el compromiso
de extender la pista, vale 3 mil 500 millones, etcétera.
Hay unos esfuerzos bien grandes en aeropuertos, además
de los que se han hecho.
En servicios públicos. El desarrollo de Barú –para
no citarle sino un ejemplo- entre los condicionantes
múltiples, tiene dos: inversión del Gobierno
Nacional en acueducto e inversión del Gobierno
Nacional en la vía. Y a mi, como no me gusta que
nadie se atranque, en estos días fueron unos señores
hoteleros a la Presidencia, todo el que dice, ‘quiero
invertir en Colombia’, he dicho: para invertir
en Colombia, Alicia (Arango, secretaria Privada de la
Presidencia de la República), si me tienes que
levantar a la una de la mañana a recibir un inversionista,
levántame, que allá voy y lo recibo y lo
entusiasmamos.
Le dije a unos señores de la Hayat que llegaron
a la Presidencia: si ustedes de verdad van a hacer unos
hoteles en Barú, empréndalos, que aquí no
hay la plata pero la conseguimos y cuenten que les pavimentamos
la carretera y le hacemos el acueducto. Porque hay que
pensar: o nos vamos a ir a colonizar zonas nuevas o acabamos
de desarrollar las que apenas están a medio hacer
y eso es muy costoso.
Mire lo de San Andrés. En San Andrés
hemos hecho unas inversiones muy grandes y las que faltan.
El turismo de San Andrés no funciona, sin un gran
hospital, lo estamos haciendo, el viejo estaba derruido
y ya la gente tenía miedo de ir a San Andrés
por falta de hospitales. Hemos invertido un dineral en
el nuevo hospital de San Andrés, he dicho que
lo llamemos y que le pongan un letrero bien grande, en
ese morro donde está, que lo hace bien visible,
que se llame: Hospital Amor de Patria, San Andrés
y Providencia. Bautizarlo con el nombre Amor de Patria,
por muchas razones de patriotismo que necesitamos estimular.
Ustedes saben la inversión que ese ha venido
haciendo allí en la alameda, en el aeropuerto,
en las vías, etcétera.
Es muy importante que revisemos
en el capítulo
de infraestructura, la infraestructura específicamente
relacionada, de manera directa, con el sector turístico,
a ver cómo le damos prelación a esa infraestructura
en lo posible, en este cuatrienio. He citado algunos
ejemplos, desordenadamente, para pedirles que la organicemos
en una visión de prioridades para este cuatrienio.
El tema de destinos. ¿Por qué he hablado
del Golfo de Morrosquillo y de San Andrés? Empecemos
por San Andrés: para hacer allí una política
de renovación urbana turística. Porque
hemos hecho una gran inversión en la alameda,
entonces uno se pregunta: está quedando en óptimas
condiciones la alameda, en una extensión de 1.800
metros, una inversión grandísima, creo
que lo que sigue es, en lugar de ponernos a invertir
en otra parte, renovar lo que está en frente.
Hay un rancherío, ahí hay unas construcciones
desafiantes que violaron todas las normas ambientales. ¿Qué les
propongo?: que hagamos el esfuerzo de empezar unos desarrollos
allí que complementen esa alameda.
¿Cómo puede ser?: uno de esos lotes,
el que es de propiedad de Estupefacientes, entregarlo
en concesión a 50, 60, 80 años, lo que
se requiera, para que construyan allí un hotel
con toda la arquitectura del Caribe, que empiece a marcar
la tendencia en todo ese frente de playa en la alameda
de San Andrés. Y creo que con FONADE, el Viceministro
y el sector turístico nos tiene que ayudar a definir
un proyecto más ambicioso: comprar allí propiedad
inmobiliaria, demolerla, y entregar eso en concesión.
¿Por qué el golfo de Morrosquillo?: porque
el golfo de Morrosquillo tiene relativos buenos accesos,
por aire y por tierra. Está relativamente cerca
de muchos orígenes de turismo importantes para
el país. Los turistas dicen que tiene las aguas
de mejor temperatura del Caribe y creo que lo tenemos
muy mal explotados.
¿Qué había pensando?: compremos
las casas de la primera ensenada, tumbemos esas casas
y entreguemos esos lotes a concesionarios para que hagan
unos hoteles con toda la arquitectura que se requiere
en el Caribe, con toda la distancia al mar para promover
turismo internacional. Demos la opción de que
entren en sociedad los dueños de esas casas.
En estos días me dijeron: ‘Presidente –quienes
fueron a mirarlo porque esto hay que volverlo todo realidad,
da mucha dificultad, pero nosotros no podemos de trabajar
con intensidad un solo día del Gobierno a ver
si estas cosas las volvemos realidad- hacia el sur, donde
va aproximándose el Golfo de Morrosquillo al río
Sinú, hay unas tierras grandes de pocos propietarios,
con unos frentes de playa muy bonitos, donde se podría
promover la asociación con las cadenas nacionales
o internacionales de hoteles’. Allí hay
otra posibilidad.
Yo les sugeriría que pensemos en esos dos sitios
para este tipo de proyectos: San Andrés y golfo
de Morrosquillo.
La Guajira.Estamospavimentando
en el Plan 2.500, 50 kilómetros entre Riohacha – El Pájaro – Manaure. ¡Una
playa virgen, hermosísima! Una carretera de 50
kilómetros pavimentada, con ese precioso mar enfrente,
donde no hay construcciones, apenas unas pocas rancherías,
es la apertura de un gran destino turístico para
Colombia.
¿Qué necesitamos?:
coordinar con las autoridades de La Guajira el ordenamiento
territorial
para que eso no lo invadan.
¿Y qué necesitamos?: promover allí inversionistas
a ver si empezamos a ver si empezamos las primeras construcciones,
estilo República Dominicana, estilo Baradero y
alternar eso con las posadas Wayúu del Cabo de
la Vela, en lo cual hay una gran posibilidad. Si eso
lo replicamos en varios sitios de La Guajira, hay una
gran posibilidad de desarrollo social.
Les propondría que trabajemos
esos tres destinos. Bueno, les agradezco y les ofrezco
la palabra.