Compatriotas:
Quiero saludarlos a todos, y celebrar que
la Nación se haya
podido incorporar a este proceso, que lo necesitaba Bogotá y
lo necesitaba el país.
Muchas gracias al Procurador (General de
la Nación, Edgardo
Maya) por su permanente interés. Una tarea mediadora, de supervisión,
constante, que ha adelantado.
Muchas gracias al Gobernador de Cundinamarca
(Pablo Ardila), por habernos permitido encontrar finalmente una
fórmula a través
de la Beneficencia de Cundinamarca.
Muchas gracias al Ministro de Hacienda (Alberto
Carrasquilla), es un esfuerzo grande para la Nación, que
por fortuna se ha podido hacer.
Muchas gracias al Alcalde Mayor de Bogotá, Luis Eduardo Garzón,
por su permanente interés, su entusiasmo por sacar el tema
adelante.
En el último Consejo Comunitario sobre salud en Bogotá,
asistieron varios de los secretarios del Distrito a recordarme la
necesidad de que avanzáramos en eso. Desde allí llamé al
Gobernador, buscando cómo encontrábamos las soluciones
finales.
Muchas gracias a Carolina Rentería, quien siendo Directora
Nacional de Presupuesto, logró incluir esta partida tan importante
para la Fundación.
Y a todo el equipo del Ministerio de Hacienda, a Irma, y a todos
quienes tanto han ayudado.
Es una buena noticia, en medio de dificultades
que se presentan todos los días, pero también una buena experiencia,
porque por la vía de la reestructuración responsable
de los aportes presupuestales condicionados, hemos logrado que salgan
adelante en el país 128 hospitales que estaban moribundos.
Había dos intereses políticos, opuestos, cada uno
en un extremo. En un extremo el interés político de
que no se podían reestructurar, de que había que mantenerlos
intactos. Y en el otro lado el interés político que
quería que simplemente se murieran.
Nosotros no quisimos alinearnos con ninguno
de esos dos extremos. Ni con el extremo que los iba a conducir
a la ruina por evitar la
reestructuración, ni tampoco quisimos alinearnos con el extremo
que simplemente, en medio de la indiferencia, quería dejarlos
morir.
Nos propusimos un camino de la mitad, el
camino de contribuir a salvarlos vía reforma, vías reestructuración,
vía racionalización de costos, vía garantía
de sostenibilidad fiscal.
Nada resuelve, ningún problema se resuelve, enviándole
un dinero a un hospital para que ese hospital pase penas, supere
dificultades seis meses y recaiga en la enfermedad.
Lo que se requieren son soluciones que hagan
estas entidades sostenibles, que las conviertan en entidades equilibradas,
en entidades que le
puedan prestar el mejor servicio a la comunidad, que tengan que vivir
con rigor administrativo, con austeridad, pero también sin
la angustia de que el mes entrante se van a cerrar por falta de fondos.
Y tengo mucha fe que este paso sea un paso
definitivo para lograr que finalmente podamos mostrar en Bogotá, en la Fundación,
otro modelo. Hacemos votos por ello, y vamos a seguir en la tarea
de reestructurar todas las clínicas del Seguro Social, y de
avanzar en la reestructuración de los hospitales públicos
del país.
En el primer gobierno nosotros reestructuramos
más de 280
entidades del Estado, seguimos en ese proceso, y aspiramos recorrer
todo el Estado-Nación en procesos de reestructuración,
y contribuir en cuanto esté a nuestro alcance con las entidades
territoriales.
Muchos colombianos me han preguntado: bueno,
pero, ¿por qué es
un crédito? Porque es un aporte condicionado, que se puede
volver regalo. Si efectivamente se cumple todo lo estipulado en el
conjunto de condiciones, ese dinero no hay que pagárselo a
la Nación. Si se incumplen las condiciones, obra como un crédito
y se debe pagar a la Nación.
Esos aportes condicionados en esta forma
nos han ayudado a producir muy buenos resultados. Está muy a salvo la red hospitalaria
de Boyacá, muy a salvo la red hospitalaria del Huila.
Son 127 hospitales en total en el país. Ustedes visitan hoy
el Hospital Universitario de Barranquilla, era una catástrofe
hace cuatro años, hoy es digno de mostrar en cualquier parte
del mundo. Así estamos sacando adelante el de Santa Marta.
El González Valencia, de Bucaramanga. Recuerdo todavía
en octubre de 2003 -días antes de la elección del Alcalde
Garzón-, las marchas desde Bucaramanga. Lo reestructuramos
y hoy es un hospital digno de mostrar, es un buen ejemplo, y tenemos
toda la fe que en Bogotá vamos a ver lo propio.
Muchas felicitaciones a ustedes, que lo han
hecho posible, y celebro mucho que podamos dar este paso, porque
confieso que era un motivo
de angustia permanente para el Gobierno Nacional saber que algo tan
doloroso, sucediendo aquí en un sitio cercano, todavía
no tenía solución.
Felicitaciones, y en buen momento se da este paso.
Gracias a todos.