CUMBRE “COLOMBIA
DESAFÍA LA POBREZA”
Octubre 03 de 2006
(Bogotá – Cundinamarca)
Señoras y señores:
Profesor (Muhammad)
Yunus (presidente fundador de Graneen Bank y líder mundial de la lucha contra la pobreza):
muchas gracias por su interés en Colombia, por
su generosidad. Muchas gracias a las fundaciones que
han hecho posible nuevamente su presencia en el país.
Sus visitas, sus textos, sus consejos han sido muy útiles.
En esta conversación muy edificante que acabó de
tener con el Profesor Yunus, han surgido algunos temas
que complementan nuestra conversación de hace
casi tres años, en Comfama Medellín, y
los esfuerzos que hemos venido haciendo en el microcrédito
en Colombia.
Yo les voy a decir
qué le contaba y qué me
dijo, cosas que él ve buenas y también
con preocupación de nuestro proyecto. Yo le contaba,
por ejemplo, el experimento que hicimos, siendo yo Gobernador
de Antioquia, para promover unas pequeñas cooperativas
de ahorro y crédito, a fin de que se localizaran
en los municipios, llenarán allí vacíos
de ausencia del sistema bancario, tuvieran unas sedes
físicas acordes con los bancos, y fastuosamente
las denominamos ‘bancos cooperativos’, sin
que fueran bancos, pero les prestaron un gran servicio
a comunidades rurales.
Después sobrevino la crisis de cooperativismo,
y donde menos duro golpeó fue allá. Entre
los años 95, 96 y 97, el departamento de Antioquia
subsidiaba el funcionamiento de una cooperativa de esas,
al inicio solamente, con muy poca plata, con 500 mil
pesos. Conseguíamos que el Concejo municipal la
eximiera de impuestos, que la Alcaldía le aportará el
local, etcétera, todo el mundo ayudaba.
En el cuatrienio
que terminó el 7 de agosto,
logramos avanzar mucho en microcrédito en Colombia.
Consolidadas las cifras –y aquí están
quienes me han acompañado en el Gobierno y las
conocen mejor que yo–, creo que hemos pasado de
736 mil, 750 mil millones, que era la cartera total de
microcrédito en Colombia en julio de 2002, a una
cartera que en julio de este año ya era superior
a los tres billones, tres billones y medio. Yo le decía
al Profesor Yunus que lo habíamos multiplicado
por cuatro.
Y le decía que hemos entregado en ese período
un millón 800 mil microcréditos. No estamos
seguros cuántos fueron repetidos, porque pudo
ser que una persona pagó y le prestaron de nuevo.
O sea que al depurar cifras, ahora lo que vamos a tener
que mirar es que vamos a tener que contabilizar créditos
y beneficiarios, porque una persona puede ser beneficiaria
de muchos créditos. Yo creo que nos ha faltado
eso en nuestra contabilidad.
Hemos tenido éxitos y dificultades. Por ejemplo,
uno de los problemas que yo veo en Colombia, Profesor
y distinguidos compatriotas, es que tenemos ya unas regiones
muy avanzadas en microcrédito y otras muy atrasadas.
Yo creo que uno de los objetivos es poder homogenizar
la prestación del servicio en el país.
Yo le estuve describiendo
lo que queremos hacer en este segundo Gobierno con
el Banco de Oportunidades. Él
me dijo que temía que no funcionara la parte de
los bancos comerciales, porque no hablan ese lenguaje,
no tienen la experiencia para manejar el microcrédito.
Me explicó la experiencia del Brasil, y me dice
que en el Brasil ha habido un fracaso reciente, porque
lo confiaron todo en los bancos comerciales y eso no
ha avanzado suficientemente. Y cuando se ha logrado que,
por un gesto de desprendimiento, de generosidad, sugerido
por el Presidente Lula, alguien intervenga y haga microcrédito,
pues la gente toma eso como un regalo y las tasas de
siniestro de esos microcréditos son muy altas.
Yo le decía que Colombia tiene una institucionalidad
muy buena. Una institucionalidad de Ong’s en microcrédito,
que es respetable, lo que falta es que hagan presencia
en una gran cantidad de sitios del país donde
no están, y el Fondo Nacional de Garantías,
que, por lo que él me decía, en el Brasil
no ha operado. Yo creo que es un instrumento muy importante
para nosotros.
Cuando él me dice: ‘cree un banco nuevo’,
yo le digo: ‘lo que pasa es que aquí, por
ejemplo, si sumáramos Banco Agrario y Banco Cafetero
juntos, entre los dos tendrían mil o 1.200 oficinas,
y eso es muy poco para las necesidades del país.
Yo le contaba que
lo que queremos es no crear un banco nuevo, sino comprometer
todos los actores del sistema
financiero en el concepto Banca de Oportunidades. Que
estén allí todos los bancos privados, todos
los bancos públicos. Que estén allí todas
las cooperativas, que estén allí las Ong’s,
todo el mundo, y que en lugar de que sea un banco nuevo,
sea una red de crédito para los sectores más
pobres.
Le explicaba que
esa red tiene que tener varios aportes estatales. Un
aporte estatal del Fondo Nacional de Garantías.
Otro aporte estatal, lo que hoy se hace a través
de BANCOLDEX, que es un banco de segundo piso, que le
redescuenta créditos a muchas de las instituciones
que están en primer piso. Por ejemplo, aquí veo
a algunas de nuestras presidentes del Banco Mundial de
la Mujer, etcétera, todas estas instituciones
de primer piso, casi todas han tenido acceso a los recursos
de redescuento BANCOLDEX y eso va relativamente bien.
Yo no veo el problema
hoy en Colombia por falta de recursos. El problema
yo lo veo es por otras carencias que tenemos
que suplir. Entonces ahí hay una duda de él,
muy importante que nosotros, mis compañeros de
Gobierno y yo, César, Gustavo, el Viceministro,
lo tengamos muy presente. Él duda de la participación
de la banca comercial en esto. Sin embargo, yo tengo
que abonar que la banca comercial ha venido cumpliéndonos
los compromisos hechos con el Gobierno para avanzar en
microcrédito.
Y estuvimos hablando
el tema de tasas de interés.
Yo le conté que la tasa de interés de microcrédito
en Colombia tiene que cubrir unos costos de administración
más elevados, y va a tener que cubrir también
el pago a un nuevo actor, que es el acompañante.
Yo le decía que en los primeros microcréditos
del nuevo esquema, que aspiramos entregar a principios
de noviembre en Bogotá a Familias en Acción,
debe haber una compañía por parte del Sena,
que es el Servicio Nacional de Aprendizaje, pero que
no va a ser solamente el Sena, tantas entidades como
puedan realizar tareas de acompañamiento, de capacitación
de los empresarios, pero seguramente hay que pagarles.
Entonces, por ejemplo, ¿qué esquema tenemos
nosotros para empezar en Bogotá? Mil Familias
en Acción, que son familias que vienen recibiendo
un subsidio para pagar la educación de sus hijos,
que ya conocemos, que están en un programa social
del Estado. Esas familias deben recibir una capacitación
del Sena. En adelante puede haber tantas entidades capacitadoras
como quieran prestar ese servicio, y las Ong’s
ahí tienen mucho que aportar. Pero a esa entidad
hay que pagarle. Y esa entidad va a ser capacitador y
acompañante. Va a capacitar a la persona y la
va acompañar mientras la persona deba.
Por supuesto, al
acompañarla mientras la persona
deba, eso le debe abrir las puertas del sistema financiero.
Porque si yo llego como microempresario sólo a
una Ong o a un banco, de pronto no me dan tanta confianza
que la que me pueden dar cuando yo llegue acompañado
del Sena, o de Actuar, o del Minuto de Dios, o de alguna
Ong que trabaje en capacitación de microempresarios.
Entonces así el acompañamiento no tenga
que firmar una garantía financiera, la sola circunstancia
de comprometerse en la capacitación y en el acompañamiento
al microempresario, no se constituye en garantía
financiera pero sí en garantía operativa,
en una especie de factor de construcción de confianza.
Sumando el aporte
del Fondo Nacional de Garantías –garantías
entre el 50 y el 80–, el acompañante, que
es garantía operativa, nosotros creemos que podemos
empezar a entregarles créditos a las madres cabezas
de familia, al programa Familias en Acción, sin
fiador adicional, como lo propuso el ex senador Carlos
Moreno de Caro, que aquí nos acompaña.
Pero tenemos que hacer otra cosa adicional, que uno
la ve muy claramente en el libro de Parlad, y el Profesor
Yunus la repite y la repite: esos grupos tienen que organizarse.
Nosotros no podemos mirar al microempresario simplemente
como un individuo aislado, sino como un integrante de
un grupo.
Si yo soy integrante
de un grupo de microempresarios que estamos organizados,
así no estemos organizados
en nuestro negocio sino en nuestras relaciones ciudadanas,
estemos trabajando por los derechos humanos, estemos
trabajando por evitar el embarazo de adolescentes, estemos
trabajando por la paz en nuestra comunidad, eso ayuda
muchísimo a que, al estar organizados, ganemos
más confianza en quienes habrán de ser
nuestros prestamistas.
Y además ayuda mucho. ¿Por qué?
Porque si yo acudo solo, no hago parte de un grupo organizado,
la institución que me va a prestar no me tiene
tanta confianza como si sabe que yo hago parte de un
grupo organizado. Y al estar en el grupo organizado,
hay otra garantía operativa: cada uno de los compañeros
de ese grupo me va a exigir a mí, me va a supervisar
a mí, me va a puyar a mí para que pague
a tiempo, y yo voy a hacer lo propio con cada uno de
mis compañeros de ese grupo.
O sea que éstas, en líneas generales,
son algunas de las ideas. Yo creo, Gustavo, que vamos
a tener que pedirle al sector financiero que todos firmen
un compromisito con nosotros de participar en esto. Un
compromisito de media página, para que no se nos
queden atrás, como teme el Profesor Yunus.
Y él me preguntaba por las localidades rurales,
las áreas remotas. Yo le decía que ya el
decreto autoriza los corresponsales no financieros, que
son una especie de minioficinas del sector financiero,
con un mínimo soporte tecnológico para
atender a las personas que están en esas localidades.
E problema es a
qué velocidad se van a abrir,
si el Estado no las abre. Esa es la preocupación.
Entonces cuando yo lo oigo a él, me parece que
lo puedo interpretar de esta manera: de pronto en nuestro
esquema la preocupación es, y es válida: ¿si
se irán a abrir todas las sucursales no financieras
que necesitamos? En cambio si el Estado con sus propios
recursos se pusiera en eso, así fuera para concesionarias,
se garantizaría su apertura.
Le dije del tema
del costo financiero, y a él
lo preocupa. Entonces yo por eso creo que en cuanto a
las medidas que tiene que tomar la Superintendencia,
tienen que ser acompañadas de inmediato por los
primeros créditos del Banco Agrario, que demuestren
que no van a estar en el tope de esas medidas sino muy
por debajo. Para que no se vaya a convertir eso en un
tema de discusión política: miren, lo que
le están cobrando a los microempresarios. Porque
tiene que tener la tasa de interés, el costo de
administración y el costo del acompañamiento.
No es fácil.
Olvidé mencionarle otro tema a él: uno
de los primeros objetivos de nuestro esquema es que los
ciudadanos colombianos más pobres puedan ir sustituyendo
el crédito que toman de los sectores usureros,
por el crédito que empiecen a tomar de este nuevo
esquema. Liberar a los colombianos de un factor de perturbación
social, que ha golpeado mucho a nuestro país,
que es el crédito extra-bancario en el mercado
negro de la usura, del cual dependen mayoritariamente
los sectores pobres de Colombia.
Este último punto no lo traté con el profesor
Yunus, los otros puntos los pude tratar con el profesor
Yunus, en ese muy generoso espacio que el nos abrió.
Le gusta muchísimo el esquema que tiene la oficina
de la Primera Dama, de Lina, primera gestora, gestora
social, como ella se llama, por que allí tienen
unos pequeños experimentos muy, muy importantes,
donde les entregan un dinero a un grupo de mujeres, en
confianza, totalmente, como dice el profesor Yunus: 20
millones.
Y esas mujeres se
lo distribuyen entre ellas y lo pagan cumplidamente,
y tienen todo un trabajo de grupo que
permite el progreso individual y el progreso de la comunidad,
y no están solamente resolviendo el problema de
la falta de crédito, garantizando su ingreso futuro,
sino que están resolviendo problemas de la comunidad
de diverso orden.
Yo creo que eso,
ese esquema que tienen allí,
en esa Consejería de la Presidencia de la Primera
Dama, es pequeño pero muy interesante. Y tiene
todo el aval del profesor Yunus. Yo por eso creo, Cesar
y Gustavo, que ese esquema lo tenemos que llevar nosotros
a todo este diseño de Banca de Oportunidades.
Ese es como el resumen
y el agregado, y les agradezco a ustedes muchísimo por haberme permitido robar
un tiempo precioso conversando antes de esta reunión
con el profesor Yunus.
Muchas gracias.