Compatriotas:
Un saludo lleno de afecto a
todos. Venir a la Comuna número 13 de Medellín trae muchos recuerdos.
Permite saludar a muchos de los viejos y nobles amigos,
permite reencontrarse con el vigor, el entusiasmo de
los paisanos, y permite también, en las palabras
del señor Alcalde, constatar cómo la
ciudad ha venido haciendo el tránsito del miedo
a la esperanza, como él lo repite en esa frase
tan diciente del espíritu que acá se
respira.
Qué bueno la diferencia entre hoy y hace cuatro
años. Cuando veníamos por la América,
adelantito, me decía el señor Alcalde
del sitio donde están construyendo esa bella
unidad cultural, deportiva, integral, el nuevo colegio.
Le pregunté: ¿cuánto vale el nuevo
colegio? Y me dijo: 9 mil millones. Un colegio de nueve
mil millones hecho con la honradez con que se manejan
aquí los recursos públicos, no será un
colegio sino un supercolegio. Le pregunté: ¿cuánto
vale la unidad de servicios integrales, educativa,
cultural, de apoyo al microcrédito? Y me dijo:
15 mil millones. Repetí la reflexión:
15 mil millones aquí invertidos para la comunidad,
donde no se roban un peso, eso tiene que producir un
gran resultado.
Después él me mostró, y me mostró el
doctor Ramiro Márquez, el sitio por donde irá el
nuevo Metrocable, para darle comodidad a la ciudadanía.
Todo ilusiones, pero ilusiones sobre realidades.
Fue muy grato al llegar aquí, estrechar la
mano de muchos de ustedes y aprestarnos a imponer la
medalla que la Policía Nacional confiere a los
ciudadanos distinguidos por su solidaridad, por su
civismo. Imponerla a quienes representan muy bien a
esta Comuna número 13: a Estela Vélez
Londoño, Hermes José Durango, Luis Eduardo
Paniagua, Patricia Piedrahíta, Rosario Ramos,
Marta Luz Alzate, Jorge Durán, Carlos Arturo
Arango, John Alexander Álvarez, Álvaro
Paniagua. Ellos, ejemplo de liderazgo cívico,
merecen nuestro mayor aplauso.
Y quiero agradecer a la Policía Nacional, al
señor Ministro de la Defensa, doctor Juan Manuel
Santos Calderón, al señor mayor general
Jorge Daniel Castro Castro, director de la Policía,
el esfuerzo para que estos 500 compatriotas que recién
se han graduado como policías de la Patria,
ingresen a servir a la Policía Metropolitana
de Medellín. Muchas gracias.
¿Por qué, apreciados coterráneos?
Porque nosotros no queremos guerrilla, queremos a las
fuerzas constitucionales. Porque nosotros no queremos
paramilitares, queremos a nuestra Policía y
a nuestro Ejército. Porque nosotros no queremos
las bandas de Águilas Negras, no queremos las
bandas emergentes, no queremos narcotráfico,
nosotros queremos nuestra Policía y nuestro
Ejército.
Venir hoy aquí es tener la oportunidad de decir
que la Seguridad Democrática es profundamente
popular. Quienes residen en esta comuna no tenían
ni tienen la manera de financiar grandes presupuestos
de seguridad privada para defenderse de la guerrilla
y de los paramilitares, que tanto los maltrataron en
el pasado. Quienes residen en esta Comuna, tienen un
camino: el camino de la presencia eficaz y transparente
de la Fuerza Pública.
Por eso me parece que es un
buen símbolo, que
demuestra el significado popular de la política
de Seguridad Democrática que esta incorporación
de 500 compatriotas de la policía a la Policía
Metropolitana de Medellín, se lleve a cabo en
esta Comuna número 13.
Los más pudientes, cuando hay violencia, se
pueden ir a Miami. Los más pudientes, cuando
hay violencia, pueden comprar un carro blindado o pueden
pagar escolta privada. Los sectores populares de la
ciudad y de la Patria requieren la Seguridad Democrática,
representada en nuestra Policía, en nuestro
Ejército, en nuestras fuerzas institucionales.
Cuando empezábamos en agosto de 2002, todos
los días recibía yo llamadas de la Comuna.
A un viejo amigo mío le mataron la niñita,
que estaba en el balcón de su casa. Otro tuvo
que someterse a una cirugía de amputación
de una pierna, por heridas que le causaron una gangrena.
En otra casa estaba una persona secuestrada y llevaba
20 días de pie en un escaparate. La tragedia
es difícil de narrar.
Quiero hacer un reconocimiento,
con la venia del Ministro, de los altos mandos, del
señor Alcalde y del
señor Gobernador encargado, a dos colombianos
que, dirigiendo al Ejército y a la Policía,
entraron a esta Comuna para derrotar a los violentos
y recuperar la tranquilidad. ¿Recuerdan ustedes
quién dirigía la Policía? El señor
general Leonardo Gallego. Hagamos llegar a él
desde acá un aplauso de gratitud. ¿Recuerdan
ustedes quién dirigía la Brigada? El
señor general Mario Montoya Uribe, hoy comandante
del Ejército. General, póngase de pie,
porque esta ciudadanía siente por usted cariño
y gratitud.
Vamos a seguir en esta tarea.
El señor Alcalde
me exime de explicar, porque él lo ha hecho
en palabras que a todos nos han llegado muy hondo,
la relación entre la seguridad, la paz, el crecimiento
de la economía y el bienestar social. Si hay
seguridad hay inversión, y la inversión
manejada con criterio social crea justicia, crea equidad.
El señor Arzobispo, en la lectura de hoy nos
recuerda cómo sin la protección de Nuestro
Señor todos los vigilantes que pongamos en la
tierra pueden ser inútiles. Queremos una sociedad
fraterna, cristiana, Arzobispo, equitativa, para que
Colombia pueda tener una paz todos los días
más profunda y más sostenible en el tiempo.
He preguntado al señor Alcalde por el programa
de vivienda en Medellín, y me dice que antes
de noviembre del año entrante, estarán
entregando seis mil unidades, que ya tienen el subsidio
del Gobierno Nacional.
Quiero reiterarle esta oferta:
las que llegaren a faltar, el Gobierno Nacional está dispuesto
a entregar los subsidios. Quisiera, Alcalde, que esta
Comuna, que ha sido tan valerosa para pasar de la esclavitud
de los violentos a la libertad de la seguridad, pueda
decir que no falta una sola vivienda.
Hagan de nuevo el inventario.
Si queda faltando una sola, yo me comprometo a gestionar
el subsidio para
que les llegue, para que dentro de cuatro años,
cuando esté terminando este Gobierno, podamos
decir que no solamente dejamos una Comuna 13 en paz,
sino una Comuna 13 en equidad y en prosperidad.
Cuente, señor Alcalde, con todo el apoyo para
el programa de legalización de vivienda. Díganos
que tenemos que hacer en el Gobierno para ayudar a
que todos los que todavía carecen de la escritura
de su casita, rápidamente puedan tener esa escritura,
porque aquí los paisanos le saben poner uso
a la escritura, la utilizan para poder acceder al crédito,
mejorar sus ingresos y contribuir a la generación
de empleo.
Todo lo que podamos ayudar
en política social,
Alcalde. Ustedes saben que yo tengo un pleito con los
violentos.
Esta mañana le hice una larga referencia al
país porque las cosas hay que ponerlas en su
sitio, y en cada momento siguen llegando los informes
que nos dicen cómo ahora cobardemente el señor
Briceño, alias ‘Mono Jojoy’, cobarde
terrorista de las Farc, al darle el agradecimiento
a los terroristas que pusieron el carro bomba de Bogotá,
les advierte que no hagan publicidad. ¡Cobardes! ¡Matan
y se esconden! ¡Cobardes! ¡Matan y mienten! ¡Vamos
a derrotarlos, señor Ministro y comandantes!
Y esto no lo vamos a decir
en los clubes sociales de Colombia, ni en los auditorios
con paredes blindadas.
Lo vamos a repetir en todos los sectores populares
de la Patria, como esta tarde aquí en la Comuna
13 de Medellín.
Es que aquí estamos incorporando 500 policías,
pero aquí hay 10 mil cooperantes. De esta ciudadanía
que nos circunda, 10 mil de ellos están hoy
organizados como cooperantes de la Fuerza Pública,
en un ejemplo que debe mirar todo el país. Porque
hoy tenemos tres millones y medio de cooperantes, y
necesitamos que los 41 millones 800 mil colombianos
sean cooperantes de la Fuerza Pública para acabar
definitivamente con la pesadilla del terrorismo, a
fin de que esta Patria pueda vivir tranquila, y las
nuevas generaciones buscar aquí su realización
en la felicidad.
Y tenemos ese pleito con los
violentos, y tenemos el reto de derrotar la pobreza.
No son los cobardes
terroristas de las Farc los que tienen la legitimidad
para pretender representar los intereses de los pobres.
Ellos son los verdugos de los pobres, ellos son los
asesinos de los pobres, ellos no son los que han ahuyentado
la inversión y generado el crecimiento del desempleo.
Son las instituciones con gentes de sensibilidad social,
quienes tienen que garantizar la reivindicación
de los sectores pobres.
Reitero ante ustedes, mis coterráneos, y sírvanme
de fiadores que no los hago quedar mal, toda la decisión
en el Gobierno que hace 60 días empezó,
para reducir en estos cuatro años la pobreza
en 15 puntos, avanzando en educación, en salud,
en vivienda popular, en microcrédito, a fin
de tener una Colombia más próspera, una
Colombia por caminos de equidad.
Señor Ministro y altos comandantes, es la hora
de la victoria. Yo les ruego, que las instrucciones
que lanzamos esta mañana, desde la Universidad
Militar de Bogotá, las pulan, las editen, les
sumen agregados y las ejecutemos para derrotar el terrorismo.
Nosotros no queremos paramilitares, ni guerrilla, ni Águilas
Negras, ni bandas emergentes, sino ciudadanía
en paz, ciudadanía en convivencia.
Y permítanme expresar desde Medellín
esta instrucción operativa, consultada con el
Ministro ya, y con los altos comandantes: le pedimos
a la Fuerza Pública que en cada ciudad de Colombia
haga una reunión diaria de seguridad, que todos
los días se reúnan los comandantes, se
reúnan con la Fiscalía, se reúnan
con la Defensoría del Pueblo cuando sea menester,
con la Procuraduría cuando se requiera, pero
que los comandantes se reúnan todos los días.
Y que en esa reunión este el DAS, y que esa
reunión diariamente la coordine el oficial de
mayor graduación de la respectiva ciudad, independientemente
de la fuerza a la cual pertenezca.
Que el alcalde y el gobernador
estén permanentemente
invitados a esa reunión y asistan en las ocasiones
que su agenda les permita, para que esa coordinación,
no esporádica, sino frecuente, de todos los
días, con la persistencia que se requiere para
derrotar el terrorismo, nos produzca mejores resultados.
Los felicito por su valor civil,
mis coterráneos
de la Comuna 13.
Gracias, Ministro y altos generales.
Gracias, señor
Alcalde. Nos vamos muy emocionados esperando que concluya
esas obras magníficas, como el colegio aquí en
la Comuna. Y espero que podamos venir a ver los avances
y a contribuir en lo que podamos contribuir, especialmente
para el tema de legalización de vivienda.
Soldados y Policías de mi Patria: ¡ni
un paso atrás, adelante con toda la firmeza! ¡El
pueblo los respalda para derrotar el terrorismo! ¡El
terrorismo es matrero!
¡La actitud del señor Briceño,
del señor Jojoy, que no mira de frente, es mansalvera,
hipócrita, matrera!
El pueblo lo sabe. Por eso
el pueblo no respalda a los bandidos. Por eso el
pueblo rechaza a los bandidos.
Por eso el pueblo apoya sus instituciones. Y más
que las armas, más que el número de efectivos,
más que la aviación, el instrumento de
nuestra victoria es el apoyo popular.
Generales, soldados y Policías, ¡hora
de victoria, una Fuerza Pública victoriosa en
la eficacia y una Fuerza Pública victoriosa
en la transparencia!
¡A derrotar el terrorismo,
que es el camino que nos propicia la paz!
¡Viva Colombia, viva Antioquia, y viva esta
ciudad de Medellín, que el mundo ya sabe que
lo del cartel de la droga y lo de la delincuencia fue
un negro pasaje de décadas anteriores, y ahora
es una ciudad de connotada calidad educativa, es una
ciudad que empieza a ser ejemplo para el país,
para el continente, para el mundo!
¡Qué viva Medellín!”.