El Banco Mundial reconoce que
en servicios públicos
Colombia va bien, no obstante lo que falta, pero que
tenemos grandes retrasos en las vías de competitividad
relacionadas con el comercio exterior. Allí hay
un gran reto.
Hemos avanzado en la solución de los pleitos.
Un país que tiene todas las concesiones en pleitos,
es un país que no tiene futuro. No voy a enumerar
las resueltas, la última COMMSA –la salida
de Bogotá al río Magdalena-. Nos queda
una, la del ferrocarril del Pacífico.
Esa concesión fue otorgada en el pasado, cuando
empezaba nuestro Gobierno nos propusimos respetar todas
las obras iniciadas y honramos las obligaciones gubernamentales
con esa concesión. Hemos pagado 148 millones
de dólares, está bastante rehabilitada
la vía y no funciona el servicio. En los próximos
dos meses confiamos lograr un acuerdo con quienes fueron
adjudicatarios de la concesión, han rehabilitado
la obra y han recibido cumplidamente el pago del Gobierno.
Distinta sería la situación de transporte
de carga a Buenaventura, si después de que el
Gobierno ha pagado 148 millones de dólares,
esa concesión estuviera operando.
En vías. Nos proponemos concluir el Plan 2.500,
conseguir para los departamentos un crédito
que está ya en plena gestión con los
bancos multilaterales, del mil millones de dólares,
para que ellos avancen en vías departamentales.
Seguir contratando, con alcaldes, en grupos de municipios
el mantenimiento de las vías terciarias y dedicar
los nuevos esfuerzos de la Nación, a las grandes
vías de competitividad para el comercio exterior.
Confieso que cada vez que miro
a través de
la ventanilla de un avión al Valle del Cauca,
se me alborotan fibras de amor.
Y reitero ante ustedes el compromiso
que mis colaboradores y en mi condición del Presidente de la República,
no dejaré de trabajar un día de este
cuatrienio para avanzar en la doble calzada de Buga
a Buenaventura. Tengan esa certeza.
He dicho al Ministerio de Hacienda
que hay unos imperativos nacionales cuyas reglas
contables tienen que ser iguales
a las de don Pepe Sierra, quien solía decir
que hay temas para los cuales la única regla
contable válida es: ‘tiene que haber’.
Para la doble calzada a Buenaventura, tiene que haber,
apreciados compatriotas vallecaucanos.
Reitero toda la voluntad de
extender el periodo de la concesión a la Sociedad Portuaria. He trasladado
el tema a la oficina de la Alta Consejería Presidencial
y quiero, sí, rogar que todos hagamos mayores
esfuerzos.
La Sociedad Portuaria tiene
que prepararse para hacer unos esfuerzos muy grandes
de inversión. O sola
o haciéndose acompañar de un buen socio.
Y tiene que prepararse para hacer unas revisiones en
la parte de administración, de inmuebles, de
espacio físico y en las relaciones con los propios
socios. Si todos hacemos esa reflexión, constructivamente
sacamos adelante el puerto de Buenaventura.
Sobre todos los temas de Buenaventura,
participaremos en un foro convocado por el periódico El País,
el próximo 26 de octubre. Por fortuna, ya está operando
la vía alterna – interna, que demandó una
inversión de 180 mil millones de pesos. Y queremos
cumplir con todas las tareas que se requieren en Buenaventura.
Permítanme expresar que todos estos esfuerzos
necesitan cimentar confianza en Colombia. Esta mañana,
cuando me reunía –durante muchas horas-
con la Comisión Primera del Senado para buscar
un acuerdo sobre las transferencias, les decía:
el país viene ganando confianza, pero hay que
consolidarla. Hace cuatro años, los bonos del
Estado colombiano tenían una tasa de interés
diferencial, superior con la de los Estados Unidos,
de más de 700 puntos. Ayer, era de 180. Me pareció algo
milagroso, ayer estaba más alta la tasa para
los bonos de Chile –que estaba en 182- que la
tasa diferencial para los bonos colombianos que estaba
en 180.
Ha mejorado mucho la confianza
en el país.
Hace tres semanas nos prestaron mil millones de dólares
a 31 años de plazo y a una tasa de interés
del 7.44 (por ciento). Uno creía que no estaba
recibiendo una noticia sobre un hecho cierto, sino
una fantasía.
Esta mañana, en una subasta, transparente,
como transparente ha sido todo el proceso de contratación
del Gobierno, el grupo Davivienda se convirtió en
adjudicatario del Banco del Café. Valió 2
billones 211 mil millones (de pesos), el 80 por ciento
de ese dinero a menos endeudamiento de la Nación.
El 20 por ciento, a fortalecer las reservas de FOGAFÍN,
que ya superan –después de la crisis financiera
del país- los 5.5 billones (de pesos).
Ha evolucionado la confianza
inversionista de Colombia. Esta mañana el Banco Cafetero valió 2
billones 211 mil millones, hace dos años habría
sido necesario encimarle una plata a alguien para que
se hiciera cargo de él, para que se lo llevara.
Y le decía a los congresistas: esto hay que
cuidarlo, por eso la representación política
no puede ser clientelismo. Por eso hay que honrar con
la aprobación de la agenda legislativa, los
compromisos contraídos ante la opinión.
Por eso tenemos que sacar normas tan importantes como
la ley de Salud, para la cual tenemos toda la confianza
depositada en la presidente del Congreso (Dilian Francisca
Toro), distinguida vallecaucana, especializada en el
tema.
TRANSFERENCIAS Y REFORMA TRIBUTARIA
Vengo de una región que, conjuntamente con
el Valle del Cauca, lideran el espíritu regional
de Colombia. Quiero dar a ustedes la certeza que hemos
buscado en transferencias un equilibrio, de no frenar
la descentralización, no arruinar a la Nación.
Estimular la descentralización, permitir el
saneamiento fiscal de la Nación.
Confío que la opinión, los alcaldes,
los gobernadores, las regiones, nos acompañen
en la búsqueda de ese equilibrio.
Esta tarde se está debatiendo el tema en la
Comisión I del Senado de la República
y tengo la esperanza que el acuerdo que hicimos esta
mañana se honre allí, con la votación
mayoritaria. Reforma estructural necesaria para cimentar
confianza en Colombia.
Se que hay algunas preocupaciones sobre la reforma
tributaria. Me voy a referir a algunas de ellas.
Primero, ¿qué buscamos en la tributación?:
cinco objetivos. Que ayuden al crecimiento, que nos
ayude a financiar las metas sociales, que por lo menos
un sector de la academia económica reciba la
nueva reforma tributaria como estructural, que le ayude
a Colombia a recuperar grado de inversión y
que simplifique, pasando de un estatuto tributario
de más de 1.100 artículos de hoy, a uno
que no exceda los 280.
Que ayude al crecimiento. Nuestro
país ha sido
muy incrédulo en el impacto de los incentivos
tributarios en el crecimiento. Me ha gustado muchísimo
escuchar al Presidente de Propal, Alfonso Ocampo, decir
que gracias a los incentivos fiscales que introdujimos
hace dos años y medio, se ha presentado un gran
crecimiento en Propal. Este año la inversión
está creciendo en Colombia en el 32 por ciento.
La gran diferencia entre nuestra
reforma tributaria y aquella de los años 80’s, es que los
en los años 80’s en Colombia, el Gobierno
Reagan en los Estados Unidos, el Gobierno Thatcher
en Gran Bretaña, bajaron tarifas para todo el
mundo, eso mejoró el recaudo pero no estimuló la
inversión el largo plazo.
Nosotros decimos: hay que bajar
tarifas pero de manera diferenciada. Hay que darle
un tratamiento privilegiado
a quien invierta, que lo diferencie del tratamiento
que se le da a quien no invierta. Por eso, hemos propuesto
que las inversiones puedan depreciarse totalmente en
el primer año, lo que le da a los inversionistas
un gran estímulo para invertir. Y aquello que
no alcance a depreciarse en el primer año, se
convierta en un crédito fiscal, que los inversionistas
puedan usar sin límite de tiempo en los años
subsiguientes.
Me decía el doctor Ocampo –cuando le
pregunté por los proyectos para reanudar velozmente
en nuestro país la reforestación- que
tenía miedo que se perdiera un incentivo. En
los primeros años de Gobierno introdujimos la
exención tributaria a la reforestación
y además mejoramos el incentivo para que un
inversionista ajeno al tema forestal, que invierta
en un proyecto forestal, tenga una deducción
tributaria.
Le rogaría, doctor Ocampo, mirar lo siguiente
y dejármelo saber: el Ministro de Hacienda (Alberto
Carrasquilla) dice que, con la posibilidad de la depreciación
acelerada se compensa plenamente. Le he dicho: ¿pero
qué pasa si un cultivo de árboles solamente
empieza a dar una entresaca a los 7, 12 años?
y me dice: ‘durante ese periodo improductivo
no va a tener renta presuntiva, como tampoco va a tener
ingreso no va a tener manera de depreciar, pero lo
que vaya a depreciar durante todos esos años
se le ajusta y empieza a depreciar en el momento que
se inicie al percepción de ingresos’.
Y le he dicho: ¿qué pasa con el otro
incentivo, la deducción que se le da a la persona
que están en otro sector de la economía
e invierte en el forestal? Y me dice: ‘esas personas,
al tener en su empresa el incentivo de la depreciación
acelerada, es suficiente para estas inversiones, como
las que se proponen en el sector forestal’. Estudiémoslo.
Si es equivalente, bien. Si no, buscamos una alternativa.
He venido buscando en todo
el país una discusión
sobre la reforma tributaria. A mi me parece bien. Algunos,
en la prensa de Bogotá se incomodan, pero es
mucho mejor una discusión sobre el tema tributario
en todo el país, a que simplemente el lobby
de dos o tres aventajados o de dos o tres sabios, sorprenda
al país con el texto final de reforma tributaria.
La discusión es difícil pero es muy creadora.
¡Qué bueno que este incentivo lo examine
Propal y nos diga si es suficiente para los proyectos
forestales que requerimos en el Valle del Cauca y en
todo el país!
Hay preocupaciones por muchos
temas, pero confío
que se resuelvan. Por ejemplo, en el tema de la cultura,
maestro Omar Rayo, las fundaciones, la ley del Cine,
la ley del Libro. Le he dicho al Ministro de Hacienda:
Ministro logra un acuerdo con el Congreso sobre las
fundaciones. No creo que sea sano darle esa vuelta
al dinero a través del presupuesto ni gravarlas.
Me han dicho: ‘es que hay 4 mil fundaciones,
con un costo fiscal de 400 mil millones (de pesos)’.
Busquen una manera de certificarlas, que no implique
trámites hostiles, para evitar piratería
en fundaciones, pero no las afectemos.
Creo que con el Congreso encontramos
una respuesta a esa preocupación del país.
Le quiero decir a la Cultura que el Gobierno es sensible
a ese
reclamo y va a buscar con el Congreso una salida.
La ley del Cine, recientemente
aprobada. Necesitamos verificar si el incentivo que
propone la reforma es
equiparable al específico de la ley del Cine,
pero no vamos a maltratar este prospecto que tiene
Colombia.
La ley del Libro –tema sobre el cual he hablado
con Alfredo Carvajal-. Vence en el año 2011,
le he expresado al Ministro y al Congreso: no cambiemos
las reglas de juego, permitamos que agote el ciclo,
que vaya hasta el año que se definió en
su texto inicial y a partir de ese momento, que se
aplique la nueva legislación.
Confío que todos estos temas los podamos resolver
en las discusiones que se están llevando a cabo.
El tema de las AFC de Vivienda.
Hay 39, 41 mil colombianos con cuentas de vivienda,
creo que hay que tener una
especie de consideración de derecho adquirido.
Si una persona contrajo un crédito hace cuatro
años, valiéndose de esa posibilidad fiscal
de abrir una cuenta, lo contrajo a 15 años,
todavía debe 11 años. No se le pueden
cambiar las reglas de juego, porque esa persona se
programó para pagar, con cargo a ese incentivo,
un crédito durante 15 años.
Tengo fe que saquemos una buena
reforma y que la discusión
nos de luces para darle respuestas satisfactorias a
estas preocupaciones del pueblo colombiano.
SEGURIDAD
DEMOCRÁTICA
Permítanme, de la manera más prudente –ojalá-,
hacer unas consideraciones en esta tierra, tan afectada
por la inseguridad y tan afectada por el dolor de los
ciudadanos vallecaucanos que permanecen como secuestrados
en el cautiverio.
Pensemos en la Seguridad Democrática:
le falta mucho en resultados, pero hemos avanzado
y hay dos
resultados muy importantes.
Hace 4 ó 5 años, las grandes mayorías
colombianas subestimaban el concepto de seguridad,
los colombianos de muchas generaciones nos habían
formado equivocadamente, nos habían hecho pensar
que la seguridad no podía ser objeto del compromiso
político, que hablar de la seguridad era asumir
una posición militarista, fascista, extremista.
Nos habían presentado la seguridad como una
postura antidemocrática, ha habido una gran
ganancia: hoy los colombianos perciben la seguridad
como un valor democrático sin el cual no se
pueden dar los otros valores democráticos. Eso
hay que cuidarlo, el Gobierno es conciente de que hay
que cuidarlo, en cualquier decisión hacia delante.
Las Fuerzas Armadas de Colombia
han sido respetuosas del orden constitucional, no
golpistas, sin embargo
han vivido periodos de desencanto, de desmotivación.
Hoy, a pesar de todo lo que falta, tienen una alta
motivación. Eso hay que cuidarlo.
La Seguridad Democrática no es un fin en sí mismo,
la Seguridad Democrática es un medio para que
el país disfrute todos los valores democráticos,
es una fuente de recursos. Los recursos no afluyen
si no hay un ambiente de seguridad, de determinación
oficial para garantizarla, de respaldo de opinión
al concepto de seguridad.
La Seguridad Democrática es un medio hacia
la reconciliación, hacia el sostenimiento futuro
de la reconciliación. Después de que
los sectores de oposición, críticos de
mi Gobierno y de mis tesis, han percibido en su propio
ser las virtudes de la Seguridad Democrática –como
ha ocurrido en estos procesos electorales, en los cuales
la Seguridad Democrática ha demostrado que sirve
por igual para proteger a los voceros de la oposición,
que a los voceros del Gobierno-, siento que mis críticos
tienen que empezar a valorar lo que es la Seguridad
Democrática. Que es algo que trasciende, diferencias
de concepciones económicas o sociales y que
como dijera Álvaro Gómez: ‘debe
estar en el vértice de los acuerdos mínimos,
para que se den los otros desacuerdos’.
Y la Seguridad Democrática, por esa condición,
tiene que ayudar a legitimar la reconciliación.
Justamente por ser democrática autoriza moralmente
a señalar como terrorista cualquier actividad
que atente contra ella. Y por ser democrática
es una garantía para los desmovilizados.
Uno de los argumentos que ha
tenido la guerrilla para no avanzar en los procesos
de paz, es que los guerrilleros
reinsertados del pasado, muchos fueron asesinados.
Una Seguridad Democrática eficaz, es la garantía
de que las personas que se reinserten van a tener protección
también eficaz, a partir de la reinserción
que la genera la Seguridad Democrática.
Por eso el acuerdo humanitario
no puede poner a riesgo la Seguridad Democrática.
Hace 4 años dije a mis compatriotas que el
Gobierno no estimularía un acuerdo humanitario
si no se daba la reiniciación de un acuerdo
de paz a partir de un cese de hostilidades. Flexibilicé esa
postura después de conversar con los familiares
de los secuestrados, con la Iglesia Católica,
con el Presidente (Jacques) Chirac, con el Secretario
General de las Naciones Unidas (Kofi Annan).
Para no llevarlos a ustedes
en el recorrido exhaustivo de lo que ha sido la búsqueda del acuerdo humanitario,
permítanme –en grandes saltos- recordar
otros dos pasos: en un momento liberamos 27 personas
de la FARC, como una muestra de voluntad del Gobierno
para el acuerdo humanitario.
Hace unos meses aceptamos una
propuesta de tres países
europeos –España, Francia, Suiza- para
demarcar una zona de encuentro en la cordillera central
vallecaucana de 180, 220 kilómetros, con la
propuesta europea de que allí no habría
soldados de la República, tampoco personas de
la guerrilla en armas. En su lugar, observadores internacionales.
La guerrilla no aceptó esa propuesta.
El día de la reelección, el 28 de mayo,
tomé la decisión de asumir un lenguaje
totalmente prudente en materia de seguridad, para aclimatar
en el país las posibilidades de la paz.
El Gobierno ha demostrado su
voluntad de paz: 40 mil desmovilizados se constituyen
en un hecho más
elocuente que cualquier discurso de paz. De ellos,
más de 7 mil de la guerrilla. La Seguridad Democrática
ha producido más paz frente a la guerrilla,
que los procesos anteriores.
Cuando se desmovilizó el M – 19, se desmovilizaron
900, no entregaron más de 280 armas. Se desmovilizó el
EPL, se desmovilizaron 2 mil. Más unos pocos
de la Corriente de Renovación Socialista, otros
pocos del Quintín Lame. En este Gobierno, bajo
la regencia de la Seguridad Democrática, más
de 7 mil guerrilleros desmovilizados.
Hemos creado prudentemente
todas las condiciones para que avance un proceso
de paz con el ELN. Hacemos votos
para que la nueva ronda de la Habana (Cuba) sea fructífera,
con toda prudencia. Sin afanes comunicativos, en las últimas
semanas el Alto Comisionado (Luis Carlos Restrepo)
ha trabajado con el ELN en la preparación de
la nueva ronde de Cuba.
He expresado que tenemos la
misma firmeza para mantener la Seguridad Democrática y mejorarla, hasta
que Colombia supere la amarga ola del terrorismo y
la misma determinación para abrir los caminos
de la paz.
Hemos expresado la voluntad
de tener una zona de encuentro que facilite el acuerdo
humanitario y la eficacia de
iniciación de un proceso de paz. He autorizado
a Luis Carlos Restrepo, Alto Comisionado, para que
se reúna con la guerrilla, a fin de ultimar
detalles.
He dicho a mis interlocutores
que se requieren unas condiciones como una muestra
de buena fe, antes que
una zona de encuentro. Que hay diferencias entre una
zona de encuentro u otra y que una determinada característica
no exigiría el cese de hostilidades, otra sí.
Y que en aquella en el cual
se exige cese de hostilidades, ese cese de hostilidades
debe permitir, a través
de ubicaciones de la guerrilla en lugares definidos,
la verificación internacional de ese cese de
hostilidades.
Y he expuesto al país lo que hoy quiero repetir
ante ustedes –porque no puedo pasar por esta
gran tierra vallecaucana eludiendo el tema-: una zona
de encuentro no puede ser una zona en la cual estén
ausentes las armas de la República y presentes
las armas de la guerrilla. Alegan que se necesitarían
las armas de la guerrilla para apoyar a los guerrilleros
y pregunto: ¿y en ausencia de las armas de la
República, quién cuida a los ciudadanos?
Por eso hemos dicho: si por
la sugerencia internacional allí no debe haber Soldados de la República
con armas, que tampoco haya guerrilleros con armas.
Que haya, para garantías de seguridad, una delegación
internacional.
Y he expresado que para preservar
la Seguridad Democrática,
un acuerdo humanitario no puede permitir que los guerrilleros
que llegaren a salir de la cárcel vuelvan a
delinquir. En el pasado eso fue grave y desmotivante,
salieron guerrilleros de las cárceles, se reintegraron
a la guerrilla, se desmotivó la Fuerza Pública
y días después los colombianos los vieron
en las imágenes de televisión, de nuevo
en uniforme guerrillero agitando armas.
¿Ustedes se imaginan qué siente un soldado
de la República, en un pabellón de sanidad
de un hospital militar preparándose para una
prótesis porque perdió una pierna por
una mina antipersonal y ve que de la cárcel
salen los guerrilleros para volver a delinquir?
Creo que la condición, no de ahora sino desde
principio de Gobierno, de que aquellos que llegaren
a salir de la cárcel no vuelvan a delinquir,
es razonable. Nadie puede, finalmente, negar que un
acuerdo humanitario tiene que ser un escalón
hacia la paz. Y no puede entenderse un escalón
hacia la paz, con guerrilleros que salgan de la cárcel,
para volver a actividades delictivas.
He querido hacer estos extensos
comentarios ante ustedes porque la circunstancia
de los secuestrados vallecaucanos
y de las aspiraciones de la guerrilla sobre una zona
de encuentro en esta tierra, obligan al Gobierno Nacional
a asumir el tema, con la más cuidadosa responsabilidad.
Las puertas están abiertas, pero no al riesgo
de la Seguridad Democrática.
Muchas felicitaciones a Alfonso Campos, a Alfredo
Carvajal, apreciados compatriotas vallecaucanos, Maestro
Omar Rayo.
Que el calendario Propal 2007,
cuando los colombianos podamos identificarnos con
el mensaje de su obra, nos
lleve a pensar en aquello que dijo Miguel de Cervantes, “todas
las borrascas que nos suceden son signos de que ha
de serenar el tiempo y habrán de sucedernos
bien todas las cosas”. Que sea un calendario
de felicidad para el Valle del Cauca y para Colombia.
A todos,
muchas gracias.