IX CONGRESO NACIONAL
DE COOPERATIVISMO
Septiembre
22 de 2006 (Cartagena de Indias – Bolívar)
Muy apreciados visitantes
del cooperativismo internacional:
Quiero dar a todos
un saludo muy afectuoso. Siempre acudo con renovado
entusiasmo a encontrarme con los cooperativistas
de mi Patria. En una Nación con antagonismos,
en una Nación en medio de un mundo convulsionado,
con dificultades, el cooperativismo cobra todos los días
creciente importancia, como un instrumento de solidaridad
para crear equidad en la vida económica de los
pueblos y para crear armonía en las relaciones
entre los ciudadanos de cada Nación.
Cuando soñamos
con una Colombia sin exclusiones, sin odio de clases,
con una Colombia solidaria, el cooperativismo
aparece como una herramienta fundamental para lograrlo.
Cuando soñamos con un país en el cual
la iniciativa privada cumpla la función social
de la Constitución del 86, para que de la mano
del concepto de solidaridad, podamos lograr una Nación
con equidad, el cooperativismo aparece como una herramienta
sustancial.
Cuando criticamos
la tramitomanía del Estado
y la falta de compromiso social de algunos en el sector
privado, el cooperativismo aparece como la gran síntesis
catalizadora para lograr la eficiencia que no se logra
en el Estado y el sentido social que no siempre se logra
en el sector privado.
Permítanme referir a los aspectos que ha tratado
Carlos Gustavo Palacino (Presidente de la Confederación
de Cooperativas de Colombia – Confecoop) esta mañana.
REFORMA TRIBUTARIA
Creo que lo que
hicimos en el año 2002, de comprometer
que ese 20 por ciento, tarifa especial sobre los excedentes,
se llevara a educación formal, fue un gran paso.
Porque había el temor de que esos recursos, invertidos
de cualquier manera en educación, no estuvieran
contribuyendo a verdaderos avances en la educación
del país.
Pienso que hoy es
más necesario el control sobre
la buena aplicación de esos recursos –que
pueden ser del orden de 70 mil millones (de pesos) este
año-, que la reforma de la norma. Confío
que se llegue a un acuerdo con el Ministro de Hacienda
(Alberto Carrasquilla) y con el Congreso de la República
y el cooperativismo colombiano sabe que el Presidente
de la República, que ha dedicado buena parte de
su vida política a trabajar con las cooperativas,
piensa que si a las cooperativas se les impone el mismo
régimen de tributación de las personas
jurídicas y naturales de la economía privada,
el cooperativismo empieza a perder su razón de
ser.
Entre otras cosas,
la diferencia es esta: cuando a una empresa privada
se le cobra una tarifa del 38.5 (por
ciento), se supone que se le cobra porque va a distribuir
esos dividendos entre los accionistas y a los accionistas
no se les cobra ya impuesto. Esa doble tributación
la desmontó Colombia en la reforma tributaria
del año 86. Aquí no hay dividendos, hay
unos excedentes cuya distribución y en ninguna
forma hay individualización de utilidades.
Sobre esos excedentes –que son un rendimiento
colectivo de aplicación solidaria-, se cobra un
20 por ciento que se le da la oportunidad, a la respectiva
cooperativa, de aplicarlo –en esta ocasión,
después del año 2002- a educación
formal. Confío que sobre ese tema se logre un
acuerdo con el Congreso de la República y el ministro
de Hacienda.
BANCA DE OPORTUNIDADES
En el pasado Gobierno
en microcrédito, Colombia
pasó de 736 mil millones (de pesos), que era la
cartera de microcrédito en agosto de 2002, a más
de 3 billones en mayo de 2006. Es un crecimiento muy
grande.
Alberto Montoya
Puyana, en el primer Consejo Comunitario en Bucaramanga –y allá estaban varios compatriotas
de los aquí presentes, del cooperativismo de Santander-
anunció que nos proponíamos rebasar la
suma de 5 billones en crédito y era difícil
de creer. Se logró. Y ese saldo de cartera pasó de
736 mil millones a más de tres billones (de pesos),
fueron saldos muy importantes.
Un millón 800 mil familias colombianas se beneficiaron
con microcrédito ¿Para dónde vamos?:
en el nuevo Gobierno, trabajando todos unidos, con el
concepto de Banca de Oportunidades, tenemos que entregarle
crédito a 5 millones de familias pobres de nuestra
Patria. El reto es grande. Fueron un millón 800
mil los beneficiarios de microcrédito en la anterior
administración, ahora, con toda energía,
nos tenemos que aplicar a que sean 5 millones de familias.
Esa cifra, le propongo
al Congreso, que quede incluida en el Plan de Desarrollo,
tenemos que impulsarla todos
los días al interior del Gobierno y vengo a invitar
al sector cooperativo para que sea el gran aliado para
cumplir con esa meta: 5 millones de familias beneficiadas
con microcrédito en el periodo 2006 – 2010.
¿Qué es la Banca de Oportunidades? No
es un nuevo banco. Un nuevo banco que lograra abrir 200,
300, 400, 500, 600 oficinas, nada haría en materia
de cobertura.
La Banca de Oportunidades
es una red que busca comprometer a todos los bancos
del sector público, a los del
sector privado, a las fundaciones y al cooperativismo,
en una cobertura nacional para irrigación de microcrédito
en favor de los sectores más vulnerables de la
sociedad colombiana. Por supuesto, ese concepto de Banca
de Oportunidades obliga que el sector cooperativo juegue
un papel trascendental. Por eso cualquier omisión
en los decretos, cualquier necesidad de adicionar los
decretos, hay toda la voluntad en el Gobierno de hacerlos.
Uno de los objetivos
de la Banca de Oportunidades es darle crédito a las familias que están
recibiendo otros beneficios del Gobierno, para ayudarlas
a salir de la pobreza. –Ahora me voy a referir
al primer experimento con Familias en Acción-.
Y otro de los objetivos,
es permitirle a los colombianos que no han podido acceder
al crédito formal, que
hacen parte de los sectores más vulnerables de
la población, que tienen como única fuente
de crédito la usura, puedan hacer la migración
del crédito de usura al crédito institucional,
al crédito formal, por supuesto, en muchas mejores
condiciones de plazo y de tasa de interés.
¿Cómo aspiramos que trabaje el Banco de
Oportunidades? Voy a darles un ejemplo: en los próximos
días deseamos dar el arranque, con mil familias
de Familias en Acción en Bogotá, desplazadas.
El programa Familias
en Acción es uno de los
programas más importantes para la superación
de la pobreza. Hace 4 años, cuando lo había
concebido el Presidente Pastrana, el Gobierno nuestro
lo inició con 250 mil familias, tenemos en la
actualidad 600 mil, aspiramos llegar a millón
y medio.
Empezamos a darle
espacio muy importante a las familias desplazadas,
esas familias reciben un subsidio al año,
lo reciben cada dos meses para garantizar la educación
y la nutrición de sus hijos. Hay unos controles
muy importantes para verificar que la familia beneficiaria
esté cumpliendo con la obligación de la
asistencia escolar de sus hijitos. Los resultados hasta
hoy son muy buenos.
Y aspiramos que
en el crecimiento de Familias en Acción,
no solamente haya un gran énfasis para familias
desplazadas, sino para familias de zonas campesinas donde
ha crecido la coca y no tenemos todas las posibilidades
de cultivos alternativos. Por ejemplo, en Tumaco hay
posibilidades de cultivos alternativos. La vía
Pasto – Tumaco nos permite, en unos kilómetros
alrededor de ese eje, el desarrollo de la palma africana.
Hay unos proyectos bien importantes de piscicultura,
de camarones, etcétera. Pero ligeramente al norte,
encontramos las mismas condiciones de suelo, las mismas
condiciones de lluvia, sin vías de comunicación
y un crecimiento preocupante de coca.
En esos municipios
queremos hacer énfasis –para
citar algunas regiones geográficas de la Patria-
en el programa Familias en Acción y comprometerlas,
en la misma manera que venimos comprometiendo a las Familias
Guardabosques, para que ellas, colectivamente, cuiden
determinadas áreas del territorio, a fin de que
en esas áreas desaparezca la coca y se recupere
el bosque tropical.
Y queremos vincular
esas familias al Banco de Oportunidades, para que esas
familias puedan tener algunas pequeñas
actividades económicas que les garantice un ingreso
sostenible.
En Bogotá ¿cómo vamos a empezar
el programa?, ¿por qué se selecciona Familias
en Acción? Porque el estudio de Planeación
Nacional, sobre estrategias para superar la pobreza,
indica que es mucho más efectivo focalizar diferentes
herramientas hacia un universo de familias colombianas,
que aplicar esas herramientas de manera dispersa entre
uno u otro beneficiario.
Por ejemplo, es
mejor orientar 4 ó 5 herramientas
del Estado –Familias en Acción, Banca de
Oportunidades, programa de niños, programa de
ancianos en Bienestar Familiar, régimen subsidiado
de salud- a un millón de familias, que irrigarlo
dispersamente.
Es más conducente, para eliminar la pobreza,
ir beneficiando grupos de familias, de manera integral,
con todas las herramientas de política social
del Estado, que beneficiarlas dispersamente. Por ejemplo ¿cuando
se benefician dispersamente?, cuando a una familia le
toca un crédito y a la otra le dan un subsidio
de salud y la otra familia tiene al abuelito en el programa
de alimentación para ancianos del Bienestar Familiar
y la otra familia tiene unos niños en el programa
de restaurante escolares y la otra familia está en
Familias en Acción. A cada una le toca algo de
esas herramientas, pero no hay un conjunto de herramientas
que impacten la familia con tal fuerza que ayuden a que
esa familia salga de la pobreza.
Por eso, en la revisión de la política
Social buscamos canalizar, ordenadamente, el conjunto
de elementos de que dispone el Estado para política
social, hacia un universo de familias para garantizar
que superen la pobreza.
Entonces empezamos
con Familias en Acción, de
desplazados, la selección a Acción Social,
las acompaña el SENA. El SENA las prepara en una
actividad empresarial, las presenta al Banco Agrario,
les garantiza el Banco Agrario que las ha acompañado,
que las ha preparado, les gestiona el crédito
y el SENA se compromete, que mientras esas familias sean
deudoras, las estará acompañado. Concurre
el Fondo Nacional de Garantías y les da una garantía
entre el 50 y el 80 por ciento.
Y aquí vienen algunos temas. Por ejemplo: no
se necesita que todos los beneficiarios los escoja Acción
Social, actores para escoger beneficiarios pueden ser
muchísimos –y ahora hablamos de Dansocial,
que puede ser uno o puede ser Coodesarrollo o puedes
ser cualquier fundación, los mismos Bancos, etcétera-.
Aquí lo que queremos es tener un modelo demostrativo,
producir un efecto demostrativo inicialmente. O sea que
la tarea que va cumplir Acción Social, para escoger
las primeras familias, esa tarea la puede cumplir cualquiera
de los actores de la Red Banca de Oportunidades.
Segundo, la labor
del SENA: preparar previamente a la familia y acompañar a la familia, mientras la
familia sea deudora. Esa labor también la puede
cumplir cualquiera otro de los actores –una fundación
del sector privado, como microempresas, como Actuar,
como el Banco de la Mujer, como el Minuto de Dios- que
tenga experiencia en capacitación de microempresarios.
Esa fundación puede cumplir esa labor: capacitarlo,
presentarlo y comprometerse que lo va a acompañar
mientras deba.
Porque el acompañamiento mientras se es deudor,
en el microcrédito, es un acompañamiento
que genera mucha confianza, se convierte en una gran
garantía operativa. Por ejemplo, si el Banco de
la Mujer fuera a acompañar a alguien –como
el SENA lo va a hacer con muchísimas familias
en Colombia- no tiene que convertirse en fiador, no tiene
que firmar el pagaré. Pero, para la entidad financiera
que va a ser el préstamo, es un gran motivo de
confianza que esa familia que está solicitando
el crédito, esté acompañada por
una entidad seria, que esa entidad haya participado en
el proceso de capacitarla y que esa entidad la esté acompañando
mientras la familia debe. Es una compañía,
no una fianza, pero esa compañía produce
un grado de confianza en el potencial prestamista, institucional,
que facilita el acceso al crédito.
Entonces aquí vemos cómo nos puede ir
ayudando el sector Cooperativo. Llevamos dos etapas:
a escoger las familias. Segunda etapa: prepararlas. Y
aparece la tercera: a acompañarlas mientras deba.
Y vamos a buscar
que dentro del grupo de familias haya personas, que
escojan ellas mismas, que lideren el proceso.
Por ejemplo, las primeras mil familias de Bogotá –el
primer ejemplo demostrativo-, ellas deben escoger una
persona y esa persona debe estar en permanente contacto
con el SENA, con el Banco Agrario, con el Fondo de Garantías
y con las mil familias deudoras. Una persona de la misma
comunidad de deudores y esa persona debe recibir unos
honorarios, de parte del Banco Agrario, por hacer esa
labor. Y a través de esa labor va a estar estimulando
permanentemente a las familias, para que se capaciten
más, para que con su pequeño negocio avancen,
para que sean muy cumplidas en el pago, etcétera.
Y debe haber flexibilidades.
Por ejemplo, cuando estudiábamos
qué hacer con el Banco Cafetero insistí inicialmente
que lo dejáramos. ¿Pero qué aparece?:
sus oficinas no alcanzarían ni las del Banco Agrario,
a la cobertura nacional que requerimos, por eso se ha
pensado en la flexibilidad de permitir el corresponsal
no bancario.
Esto es: gracias
a la revolución de las comunicaciones,
en cualquier municipio del país donde no haya
sede bancaria o en un barrio de una gran ciudad y que
ese barrio este alejado de las zonas de donde hay sedes
bancarias, se puede instalar un corresponsal no bancario,
en una farmacia, en una acción comunal, en una
escuela, en una casa cural, en una cooperativa que no
necesariamente sea de ahorro y crédito o de ahorro
y crédito. Ese corresponsal no bancario debe tener
allí una base tecnológica mínima,
la suficiente para estar comunicado con la entidad bancaria
que representa y atender a las personas desde ese punto,
tener un datáfono, etcétera, buenas líneas
de comunicación. Allí nos puede ayudar
mucho, con esta flexibilidad, el sistema cooperativo.
Y otra: los colombianos
deudores de microcrédito,
suelen decirme en los Consejos Comunitarios, que les
permitan pagar diariamente o semanalmente. Les pregunto: ¿por
qué? Dicen: ‘porque si tenemos que pagar
cada mes o cada dos meses o cada tres meses, es posible
que el día antes del pago haya una emergencia
en la casa, nos gastemos en dinero que teníamos
ahorrados para el pago y entonces nos atrasamos tres
meses’. Vamos al otro extremo: ‘si tenemos
que pagar todos los días, el día que haya
una emergencia nos gastamos lo de ese día, no
nos vamos a atrasar tres meses, sino que nos vamos a
atrasar un día.
Hay que tener flexibilidades
para facilitarle a la gente formas de pago que estén
al alcance de las posibilidades de la gente.
Entonces ha habido
una gran discusión en estos
meses, con el equipo que esta creando el sistema de Banca
de Oportunidades: todo eso implica mayores costos. ¡Por
supuesto! El sólo hecho de administrar un crédito
de menos de 800 mil pesos en el sistema financiero tradicional,
tiene un elevadísimo costo sobre el promedio general
de administración de créditos, en el cooperativismo
menos. La circunstancia de tener esas flexibilidades
para el pago, también implica un mayor costo de
administración. Finalmente habrá que pagarle
algo a la entidad que prepare, a la entidad que acompañe.
Entonces, por eso vamos a tener que tener unas flexibilidades
en materia de tasas de interés para el microcrédito.
Eso va a exigir encarecerla algo.
De todas maneras,
si lo podemos masificar, será muy
interesante para los colombianos más vulnerables,
porque pasarán de un sector de usura que les cobra
elevadísimas tasas de interés, a un sector
de microcrédito institucional, por supuesto no
con las tasas tan bajas que quisiéramos por los
factores de costo –algunos de los cuales acabo
de enumerar- pero si con un costo financiero sustancialmente
inferior al que están pagando en la usura de ese
pagadiario.
Tengo muchísima fe que esto nos salga bien y
por supuesto, con el Viceministro (de Desarrollo Empresarial)
Sergio Díaz-Granados, con Enrique, con Rosemberg
(Pabón, director de Dansocial), miremos que decreto
falta para que el sector cooperativo no tenga ningún
obstáculo para su total participación,
para su total involucramiento en la Banca de Oportunidades.
El compromiso es:
cobertura en todo el país,
5 millones de familias vulnerables atendidas con crédito
en estos 4 años. Y entonces, ahí entra
el tema de DANSOCIAL, el tema de COOPCENTRAL, el tema
de Coopdesarrollo.
DANSOCIAL
El presupuesto de
DANSOCIAL es un presupuesto pequeño,
pero ya tenemos en el proyecto de presupuesto para el
año entrante, un presupuesto importante para el
Banco de Oportunidades.
Como vamos a tener
que trasladar a los usuarios, a través
de una tasa de interés superior a la que quisiéramos
para el microcrédito, costos extras que se nos
presentan en el programa, el presupuesto nos va a permitir
orientar partidas para pagar la promoción de la
Banca de Oportunidades.
Creo que la Banca
de Oportunidades –y eso puede
ser un tema de diálogo entre el Viceministro Sergio
y Rosemberg- pueda hacer un convenio con DANSOCIAL, para
que DANSOCIAL mejore sus ingresos presupuestales a través
de la promoción de Banca de Oportunidades en el
país entero.
Ahí le traía, Rosemberg, una posibilidad
para que ustedes mejoren el presupuesto de DANSOCIAL
y por supuesto en capacitación.
O sea que los servicios
que DANSOCIAL preste para la expansión de la Banca de Oportunidades, pueden
ser servicios que en alguna forma remunere el presupuesto
de la Nación, con cargo a la apropiación
de Banca de Oportunidades, lo que le ayude a los ingresos
de DANSOCIAL.
COOPCENTRAL
Primero, celebro
que después de todo lo que sufrimos
esté vital COOPCENTRAL. Piden que no se le exija
que la devolución de los aportes tenga que ser
en valores actualizados. No conocía el tema, pero
la norma general indica hoy… los funcionarios tienen
mucho temor porque cualquier decisión en esa materia
les implica un juicio fiscal –hay gran temor en
los funcionarios colombianos por ese tipo de riesgo-.
Creo que lo que
se podía buscar es lo siguiente:
que lo que tienen que devolver por concepto de actualización
de los aportes, a su vez el Gobierno se lo regrese a
través de un convenio con la Banca de Oportunidades
para promoción de la extensión de Banca
de Oportunidades, creo que eso podría ser una
salida.
Aquí están los amigos de COOPCENTRAL,
me gustaría escucharlos, les cedo la pablara.
Muchas gracias.