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XVIII CONGRESO NACIONAL DE EXPORTADORES
Septiembre 15 de 2006 (Barranquilla – Atlántico)

Compatriotas:

En primer lugar quiero registrar con preocupación los padecimientos de la ciudad de Barranquilla con los aguaceros de esta tarde. Hay varios sectores de la ciudad sin energía, dos escuelas derrumbadas. Confiamos que no haya víctimas.

Incluso nos proponíamos hacer una revisión exhaustiva de las obras del sistema de transporte masivo, que acá se llama Transmetro. Y de las obras que están en construcción en el puerto, especialmente al otro lado del río.

El Transmetro tiene una inversión aquí de más de 230 mil millones. Ya el contrato avanza en su ejecución y las obras de defensa del canal navegable tienen una inversión alrededor de 60 mil millones en plena ejecución.

Y el aguacero nos permitió apenas dar un vistazo por encima a las obras del transporte masivo y reunirnos con los contratistas e interventores acá, antes de empezar esta reunión con ustedes.

Quiero felicitar a los compatriotas que han recibido esta tarde los premios por sus esfuerzos en aras de la actividad exportadora. Son puntos de referencia muy importantes para la nación entera.

Antes de referirme a las palabras de Javier Díaz Molina, el director ejecutivo de Analdex, permítanme expresarles, apreciados exportadores, que el Gobierno Nacional para la competitividad reasigna especial importancia al tema del capital humano, al tema del capital físico, al tema del manejo macroeconómico y al tema del comercio internacional.

En cuanto al capital humano, las metas que nos proponemos en el cuatrienio que empieza, son bien exigentes. Por ejemplo, llegar en educación básica a un ciento por ciento de cobertura. Eso nos implica crear en estos cuatro años otro millón y medio de cupos escolares. En el cuatrienio anterior creamos millón cuatrocientos veinte mil cupos escolares.

Pero también vamos hacer el esfuerzo para que dos millones de niñitos menores de cinco años, que están en el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, empiecen a tener acceso a la educación. Ellos reciben, a través de la modalidad de madres comunitarias o a través de las modalidades de desayunos reforzados, ellos están recibiendo alimentación de parte del Estado. Ahora tenemos que hacer posible su ingreso gradual a la educación. A esa educación pre-básica, a esa educación pre-escolar.

El SENA en el cuatrienio anterior lo encontramos en cinco millones de horas al año en formación. Este año debe llegar a 16 millones de horas de formación. Debe recibir cuatro millones de colombianos en sus aulas. Hace cuatro años recibía millón cien mil.

¿Cuáles son los nuevos retos para el SENA? Un primer reto para el SENA es certificar sus materias, certificar su oferta educativa, para que la certificación de esa oferta educativa permita que se cumplan los acuerdos que está logrando con las universidades, para que los muchachos que egresen del SENA como técnicos o tecnólogos, en cualquier momento posterior puedan ingresar a una universidad y completar su siglo de educación superior.

Eso nos parece bien importante para la competitividad del país, porque en la medida que vayamos ajustando el ingreso a la educación técnica, tecnológica y universitaria, con el ingreso a las corrientes dinámicas a la economía, se mejora la pertinencia y se mejora la productividad y la competitividad.

Otro reto muy grande para el SENA es empezar el proceso de acompañar a sus egresados a la obtención de crédito. Que no le baste al SENA con entregarles a los muchachos el diploma. Que gradualmente veamos al SENA acompañando a sus egresados en la obtención de crédito.

Se ha dado un gran paso en la reforma laboral. Con el tema del aprendizaje, pasamos de tener 20 mil aprendices en Colombia a tener hoy casi 100 mil. Se ha dado hoy un gran paso con el Fondo Emprender, que va de la mano del fondo para la pequeña empresa.

Pero no es suficiente. El nuevo paso que queremos dar es que el SENA acompañe a sus egresados en la gestión de crédito.

Y otro paso muy importante para la competitividad es avanzar hacia la meta de que en los próximos años, todos los bachilleres que Colombia gradúe, hayan tenido una inducción, una primera inserción a la formación técnica.

Los bachilleratos técnicos en el país son muy importantes, pero insuficientes. Para lograr este camino de competitividad, estamos en la tarea de que haya convenios entre los diferentes establecimientos de educación básica y el SENA.

¿Para qué? Imaginémonos un colegio de Barranquilla, entonces aquí en ese colegio se suministran unas aulas al SENA. Allí instala el SENA los equipos tecnológicos y allí les imparte instrucción en un área técnica a los muchachos de ese colegio antes de que esos muchachos reciban el grado de bachiller.

En el momento en que nuestra patria pueda decir que todos los bachilleres están teniendo como requisito de grado haber obtenido una inducción hacia una labor técnica por parte del SENA o de entidades certificadas en el mismo nivel o en superior nivel, yo creo que estaríamos asistiendo a una gran revolución.

Lograrlo todo en el cuatrienio que empieza es imposible, pero si un gran avance que nos lleve hacia ese objetivo. Para esta formación de capital humano en el área educativa es muy importante el ICETEX. Ha mejorado mucho. Lo encontramos con 500 mil millones de crédito. Terminamos el cuatrienio en agosto con 800 mil millones, necesitamos llegar a más de dos billones.

Se han reducido las tasas de interés, se han ajustado los plazos a las posibilidades de los muchachos, una vez egresen de las universidades. Hemos desburocratizado el ICETEX. Hemos hecho una gran reforma administrativa en él.

Vamos hacia el objetivo de que todo crédito en el ICETEX se pueda tramitar a través de un computador y con la asesoría de la universidad donde estudia el muchacho o la niña que aspira al crédito del ICETEX. Confío mucho que eso nos va a ayudar en nuestra patria a frenar la deserción universitaria y nos va ayudar a mejorar la competitividad.

Todo esto está asociado con el tema de la investigación y con el tema de la pertinencia. Hace cuatro años la empleabilidad de los egresados del SENA estaba en el 42 por ciento. Las últimas mediciones muestran una empleabilidad por encima del 70.

Quiero decir que a pesar de todo lo que nos falta por corregir, hemos ajustado, vamos por el buen camino de hacer concordante la oferta de formación técnica en el SENA con la economía.

Y en materia de pertinencia para la educación superior en general, nuestro gran aporte es el del observatorio de la suerte laboral de los egresados de las universidades. Apenas empezó a principios del año pasado. Ya ha dado dos informes, y a medida que dé informes, nuestra esperanza es que los colombianos puedan conocer cómo están las oportunidades de empleo, de trabajo, de emprendimiento, por sectores de la economía, por sectores de la enseñanza, por regiones y por universidades.

Que el padre de familia, el muchacho que aspira a una universidad, conozca esos informes que tienen que ser públicos, ampliamente difundidos, para que ello le ayude en la escogencia de la institución universitaria, técnica o tecnológica para adelantar allí sus estudios.

Esto en cuanto a algunos aspectos de nuestro programa educativo, como parte fundamental del mejoramiento del capital humano para la competitividad.

En salud el esfuerzo tiene una meta inicial: lograr en este cuatrienio plena cobertura en el régimen subsidiado de salud.

Eso nos implica hace un esfuerzo para llevar al aseguramiento alrededor de ocho millones de colombianos. En el momento que podamos decir que nuestra patria tiene plena cobertura en educación básica y plena cobertura en régimen subsidiado de salud, en ese momento Colombia habrá dado un gran paso en materia social, un gran paso en materia de convivencia y un gran paso en materia de capital humano para la competitividad.

Además hay retos muy grandes como el reto de la calidad, el reto de la erradicación definitiva de la corrupción en la salud. Por supuesto, en todas las áreas del Estado. El reto de la transformación de los hospitales, donde Barranquilla, el Atlántico, han sido un ejemplo.

Si ustedes miran el Hospital Universitario de Barranquilla de hace cuatro años, era un desastre. El nuevo hospital, proceso de reestructuración del Gobierno departamental con el Gobierno nacional, el nuevo hospital es un modelo.

Nuestra primera reforma en el Seguro Social consistió en desvincular las clínicas de la parte central del Seguro. Eso es lo que va a posibilitar las nuevas reformas en las cuales estamos empeñados.

Por ejemplo, ya se ha adelantado buena parte de la reforma aquí en la Costa Caribe. El hospital de Cartagena, que se llama la Clínica Enrique de la Vega, la de Santa Marta y la de Riohacha empiezan a tener el mejoramiento sustancial en la prestación de servicios, gracias a acuerdos de administración con entidades religiosas, con Caprecom, con el hospital de Maicao, etcétera. Vamos adelante con este proceso y vamos a completarlo en todo el país.

Tema muy importante para la competitividad es el mejoramiento del capital físico. A algunos puntos del capital físico se refirió el doctor Javier Díaz Molina.

Un reciente informe del Banco Mundial nos dice que Colombia va bien en infraestructura social y mal en infraestructura de competitividad. El Banco Mundial entiende, en el gran capítulo de la infraestructura social incluye el tema de los servicios públicos. No obstante todo lo que falta, el Banco Mundial nos califica bien.

Para mejorar el tema de los servicios públicos no solamente hay que acertar en el acto legislativo de transferencias, hay que acertar también en la vigilancia de las transferencias, en el marco de regulación para las empresas de servicios públicos. Hay que acertar en las nuevas inversiones.

La propuesta que le hemos hecho al Congreso de la República es que en este cuatrienio el rubro presupuestal de audiencias públicas, que puede ser alrededor de un billón doscientos cincuenta mil millones por año, se lleve en su totalidad al tema de saneamiento básico: acueductos, alcantarillados, saneamiento de agua residuales, y en alguna parte también al tema de la disposición final de basuras.

Con las audiencias públicas incorporamos una partida presupuestal, que se discute con toda la comunidad, y eso nos permitió eliminar los auxilios parlamentarios, que eran en alguna forma una fuente de corrupción.

Confiamos, pues, que podamos avanzar en el tema de infraestructura social.

Y dice el Banco Mundial que en materia de infraestructura de competitividad vamos mal.

Quiero referirme a esfuerzos que vamos a hacer en comunicaciones, telecomunicaciones. El país ha avanzado en materia de telefonía celular y registra dos atrasos comparativos: en internet y banda ancha.

Tengo mucha confianza, por la transformación que hemos hecho en el sector, que este cuatrienio que empieza logre mostrar grandes avances en cobertura de banda ancha y en cobertura de internet.

Y esa confianza está basada no solamente en la confianza del sector privado para invertir en Colombia, sino en nuestra reforma de la antigua Telecom, la creación de la nueva empresa Colombia Telecomunicaciones, el socio internacional, los recursos de los cuales se dispone para esas inversiones.

En materia de puertos tenemos toda la disposición de extender las concesiones portuarias, pero que le podamos al país unas contraprestaciones equitativas. Que todo el mundo quede tranquilo.

Y vengo a referirme específicamente a Buenaventura. El lunes el Consejo de Ministros tomó varias decisiones.

Una decisión: para descongestionar Buenaventura en el corto plazo, se autoriza que funcionen varias zonas aduaneras: en Cali, en Yumbo, en Buga.

Eso implicará un gran esfuerzo de la DIAN para agilizar esas decisiones, su implementación, y para evitar que eso se constituya en un camino de contrabando.

En presencia del Director de Aduanas, Juan Pablo, quien nos acompaña, reitero la disposición del Gobierno de que esas decisiones se tomen con la mayor rapidez, como lo exige la emergencia de Buenaventura.

La segunda decisión que tomó el Consejo de Ministros el pasado lunes, es autorizar al Ministerio del Transporte para que suscriba una acta de intención con la Sociedad Portuaria de Buenaventura, sobre la extensión de la concesión.

El Gobierno reitera la voluntad de contribuir a resolver el problema con la extensión de la concesión, pero, como le he dicho al sector privado de Buenaventura, nos tiene que ayudar la sociedad portuaria con el nivel de su compromiso.

Las inversiones que el Gobierno estima tienen que hacerse allí en los años que vienen, son del orden de 256 millones de dólares. Adicionalmente habría que construir un viaducto, que vale 80 millones de dólares.

Y hay que corregir temas administrativos, que se han hablado con la Sociedad Portuaria. Por ejemplo, en un puerto moderno, con escasez del recurso tierra, del recurso espacio, no puede haber espacios privatizados. Todos esos espacios tienen que estar al servicio de la agilidad del puerto.

Yo creo que a buenos entendedores pocas palabras bastan. Creo que es suficientemente claro y suficientemente prudente, llamar la atención para que en Buenaventura se acabe con la práctica de los espacios privatizados. Eso le ha hecho mucho daño a la agilidad del puerto.

Lo digo de manera constructiva, reconociendo que el Gobierno, por una u otra circunstancia, de pronto se ha demorado en la decisión de extender la concesión. Pero necesitamos ese tipo de esfuerzos de parte de la Sociedad Portuaria.

Y también el esfuerzo de dotación y de operación, porque todo no se puede delegar a terceros operadores. Porque entonces uno se pregunta: si todo eso lo delegan, eso va a debilitar los ingresos de la concesión. Y debilitados los ingresos de la concesión, nos crean limitaciones adicionales para esas inversiones.

Guárdenlas en mente. Estimativo inicial del Consejo de Ministros: 256 millones en el puerto, mas 80 millones de dólares en un viaducto para mejorar la comunicación ya en el acceso al área urbana.

Esta semana dimos al servicio la vía alterna-interna en Buenaventura. No costó poquito. Aquí está el Director de INVÍAS. Cuesta 180 mil millones de pesos. De los cuales 140 mil millones han sido invertidos por nuestra administración desde el año 2002.

Y tenemos unos contratos de vías complementarias, de obras complementarias, que cuestan más o menos seis mil millones, y que deben concluirse en noviembre – diciembre.

Hace cuatro años el problema era el terrorismo en la carretera. Hoy es la insuficiencia de la carretera.

¿Hace cuatro años por qué no empezamos la doble calzada? Por la situación tan grave de orden publico, y en las finanzas nacionales además, que no se ha acabado de superar. Porque hemos tenido que comprometernos con más 700 mil millones para recuperar a Emcali.

Hacer obras cuando hay dinero no es gracia. La gracia es lograr emprenderlas con la escasez de dinero, con que ha tenido que vivir este Gobierno.

Pero quiero decirles que vamos para adelante allí con varias obras. Primero dos concesiones. La primera con la concesión Pisa, la segunda con la Malla Vial Vallecaucana, y lo tercero obra pública directa, contratada por la Nación, con un costo que supera los 350 mil millones.

La otra obra es el mejoramiento de la antigua carretera para poder descongestionar el acceso a Buenaventura.

Quiero recordar (ahora que hablaba Javier Díaz Molina del esfuerzo que ha hecho el Gobierno, reconocimiento que le agradezco inmensamente, para superar pleitos), quiero recordar que, a pesar de resuelto lo de COMMSA, todavía nos queda un gran pleito.

Yo no sé cuántos hemos resuelto. Ya perdí la cuenta. Es que no había manera de adelantar obras públicas si todas las concesiones estaban en pleito.

Lo de COMMSA es un pleito desde el año 1996 – 1997. Nosotros intentamos resolverlo. Nuestro acuerdo llegó al Consejo de Estado y lo rechazó.

Ahora se ha resuelto con una participación directa de la Procuraduría. Y confiamos que el anuncio bueno que se le hizo al país de haber resuelto este pleito, la manera transparente como lo hemos hecho en este y en todos los casos, permita perfeccionar esa negociación, esa conciliación.

Pero nos queda un tema muy delicado relacionado con Buenaventura: el Ferrocarril del Pacifico.

El problema que teníamos con este Ferrocarril del Atlántico está resuelto. Se cambio la concesión. Las obligaciones de los nuevos concesionarios los obligan primero a construir aquí unas zonas de alivio para los trenes, que permitirán pasar de 26 millones de toneladas de carbón, a más de 40. Y a construir la segunda línea de Santa Marta a Chiriguaná. Eso nos permitirá transportar 60 – 66 millones de toneladas.

Tenemos mucha confianza en la conciliación que se logró en el Ferrocarril del Atlántico.

¿Qué nos pasa en el Ferrocarril del Pacífico? Nosotros hace cuatro años encontramos la concesión adjudicada. Y a mí me dijeron: Presidente, está adjudicada. Y yo dije: Cerramos los ojos, le hacemos un mal al país si por vanidades decimos que no continuamos las obras iniciadas por la administración anterior.

Hemos pagado más de 140 millones de dólares, está bastante reconstruida la vía, y ahora dicen los concesionarios que no tienen equipo y que las tarifas no son competitivas en el trayecto de loma para prestar el servicio.

Esto lo he denunciado claramente en muchos foros del país, y aspiro que podamos llegar a un acuerdo con ellos. Y que honren lo que escribieron en el contrato cuando propusieron por esa concesión. Y que lo honren frente a un país que, a través del Gobierno, les ha pagado cumplidamente todas las actas de obra.

Yo me pregunto: ¿Esos 140 millones dólares invertidos para recuperar esa línea, si los hubiéramos invertido en la parte social de Buenaventura, en la doble calzada de la carretera, donde iríamos, por Dios?

Ahora, déjenme decir una cosa: en medio de casos de corrupción que el Gobierno denuncia y enfrenta, este Gobierno ha sido celoso en materia de pulcritud, en materia de rectitud. Y en esa tarea continuaremos, y ojalá no tengamos que denunciar nuevos casos de corrupción.

Pero yo también quiero llamar la atención de contratistas, como los concesionarios del Ferrocarril, porque esa inversión es muy grande, y esa inversión sin prestar el servicio es una defraudación al país.
Ojalá se pueda resolver eso.

Si tuviéramos ese Ferrocarril funcionando, no habría hoy tanta alarma con el tema de la carretera. Y era lo que se esperaba cuando se adjudicó la concesión.

El tema del lote. Yo hubiera querido recibir las críticas de la Sociedad Portuaria en el momento que nos reclamaron que le entregáramos el lote al municipio.

Paradojas de la vida: ¿sabe dónde se hizo ese acuerdo? En la gerencia de la Sociedad Portuaria. Estaba el Gerente de la Sociedad Portuaria y estaban las autoridades del Valle del Cauca, que pertenecen a la junta directiva. Y se nos hizo el pedido que le entregáramos ese lote al municipio.

Lo que hemos pedido es lo siguiente: que el municipio perciba un arrendamiento, pero que afecte el lote a la extensión de los servicios portuarios. Ayúdennos con eso.

Esa es la propuesta que le estamos haciendo al Alcalde. Porque finalmente lo que les interesa a ellos es recibir el ingreso para aliviar las finanzas de Buenaventura. Y que nos permitan que el lote siga afectado al servicio portuario.

En el tema de carreteras. Para tratar de abreviar en el punto, voy a decirles lo siguiente: estamos pavimentando 3.200 kilómetros, lo que se llama el Plan 2500. Y ha habido una crítica en muchos gremios, porque allí hay mucha vía municipal.

Si uno fuera a mirarlo a la luz de la competitividad del comercio exterior, hay muchas vías que no reúnen los requisitos de vías de competitividad de comercio exterior. Pero también hay que comprender al Gobierno: el país las reclama, nosotros tenemos 1.098 municipios, y muchos siguen totalmente aislados.

En esas vías hay unas vías muy importantes para la productividad del país. Por ejemplo, aquí en la Costa Caribe colombiana están las vías de La Mojana, 40 años de un sueño frustrado. Eso va a ayudar mucho a desarrollar esa zona, que tiene amplias posibilidades de ser una zona exportadora.

Están dos vías en los Llanos Orientales: la vía de Puerto López a Puerto Gaitán y la vía de Granada a San José del Guaviare. Vías de gran trascendencia para la Nación.

Compromisos del nuevo Gobierno: concluir el Plan 2500. Frente a las nuevas inversiones, solamente emprender, con cargo al Gobierno Nacional, las grandes vías de competitividad para el comercio exterior.

Y me preguntan los alcaldes y los gobernadores, porque los reclamos cambian de acuerdo con el auditorio.

Recuerdo que hace pocos días, en la asamblea de la ANDI en Cartagena, me hablaban de las vías para el comercio exterior. Muy razonable petición, estamos muy atrasados en eso. Y me decían: Presidente, no más vías municipales. Y al otro día llegué a Barichara, Santander, y los alcaldes de Santander me decían: Bueno el Plan 2500, pero es mínimo frente a lo que el país necesita.

¡Entonces qué les he dicho? Aquí está el Gobernador del Atlántico. Les he dicho: estamos ya gestionando un crédito de mil millones de dólares, para poner a órdenes de los departamentos, a fin de que los departamentos con ese crédito, que puede ser a 17 – 20 años, con una tasa de interés baja, puedan acometer las nuevas vías departamentales que no alcanzan a tener cobertura en lo que llamamos el Plan 2500.

Para así dedicar todos los esfuerzos de la Nación a las vías de competitividad para nuestro comercio exterior, donde ya hay muchísimas licitaciones abiertas, y confío que en eso podamos avanzar. No me voy a referir a las licitaciones abiertas, porque me haría todavía más extenso.

El tercer punto de competitividad. Hemos hecho alguna referencia al tema de capital social, al tema del capital físico. El tercer punto de competitividad es el tema del buen manejo macroeconómico.

El Gobierno tiene el compromiso de hacer todos los esfuerzos para tramitar la agenda económica en el Congreso de la República. Esa agenda tiene la reforma tributaria y la reforma de transferencias. Adicionalmente hay un punto de gran trascendencia, que es continuar con la reforma administrativa.

Antes de referirme a la reforma tributaria y a la reforma de transferencias, permítanme decir lo siguiente: si hay alguna reforma importante que hemos hecho y que vamos a continuar haciendo, es la reforma administrativa.

Hemos reformado 280 entidades, más la reforma de ADPOSTAL. Me confirmaba hoy al mediodía la señora Ministra de Comunicaciones que ADPOSTAL en liquidación tiene un pasivo pensional que cuesta más de 700 mil millones. Verán ustedes la dimensión de la cirugía que hemos tenido que hacer con la reforma de la administración.

¿Qué sería si no hubiéramos reformado a Telecom, 127 hospitales? Y sigamos. En el cuatrienio que empieza la tarea es continuar con la reforma en las entidades del Estado aún no reformadas. Y ahí vienen temas de gran importancia como el del Seguro Social, la capitalización de Ecopetrol, etcétera.

El tema de las transferencias es un tema muy sensible y de trascendental importancia. Voy a hablar con toda franqueza, y venía en el vehículo intercambiando ideas con mi dilecto amigo, el señor Gobernador del Atlántico, sobre el tema, Carlos Rodado Noriega.

Yo vengo de las regiones. Mi carrera política ha sido una carrera política municipal, departamental. Llegué al Congreso de la República por regiones. Si alguien tiene que defender las aspiraciones de las regiones en el Gobierno Nacional, es un Presidente de total origen regional, como lo soy yo.

Pero tengo que cuidar con visión de largo plazo las finanzas de Colombia. Por eso debo decir lo siguiente: tenemos urgencia de que el Congreso de la República apruebe el acto constitucional de transferencias, y tenemos el imperativo de que el acto constitucional de transferencias sea equilibrado.

Entregarle a las regiones lo suficiente, para cumplir con las plenas coberturas de educación, servicios de salud, el tema de saneamiento básico, y mantener unos procesos de mejoramiento año tras año.

Y segundo requisito: no crearle incertidumbres a la Nación. Lo que pasó en los años 1999, 2000 y 2001 demostró que Colombia no estaba en condiciones macroeconómicas de sostener la fórmula de la Constitución del 91 sobre transferencias a las regiones.

Esa fórmula es insostenible. Si a mí me dicen que hay que regresar a esa fórmula, yo no me siento capaz de despejar el futuro macroeconómico de la Nación en este Gobierno regresando a esa fórmula.

Por eso estamos proponiéndole al Congreso de la República aprobar un acto legislativo que le dé seguridad a los departamentos y a los municipios, cuyos ingresos han mejorado enormemente.

Qué paradojas. En estos años han mejorado enormemente los ingresos de los departamentos y de los municipios. Y antes de comprometerme nuevamente con esta afirmación, tuve hoy el buen cuidado de preguntarles por la evolución de sus ingresos y el control de sus gastos al señor Gobernador y al señor Alcalde de Barranquilla.

Han mejorado enormemente, pero nosotros no podemos ofrecerles regresar a la fórmula del 91. Eso no nos permitiría despejar el futuro macroeconómico de la Nación.

¿Qué les estamos garantizando? Les estamos garantizando que siempre van a tener un piso superior al año anterior. Les estamos garantizando una fórmula en la cual ese piso sea inflación, y cada año haya un aumento sobre inflación.

Ayer me decían los ponentes: Presidente, que ese aumento no sea del 2 por ciento, como el Gobierno lo propone, sino del dos y medio. Que haya no dos años de aumento del tres y medio, sino tres años de aumento del tres y medio, empezando en el 2008, segundo año el 2009, tercer año el 2010.

Sobre esas bases, que yo creo que le dan una muy buena porción de recursos a las regiones y que le permiten al Gobierno mostrar ante la comunidad nacional e internacional la viabilidad de nuestra macroeconomía, yo le pido al Congreso de la República que nos ayude con el trámite ágil, eficiente, del acto de transferencias. Es un imperativo.

Y advierto dos cosas: si nosotros no ganamos confianza aprobando responsablemente un texto de transferencias, podemos perder la bonanza que Colombia ha venido ganando en materia de crédito externo.

Esta semana colocamos 700 millones de dólares a 31 años de plazo. Si lo que aprobáramos en transferencias fuera insensato, esa bonanza que hemos ganado se reversa.

Un encarecimiento de los intereses, un acortamiento de los plazos, perjudica a la Nación en lo público y en lo privado, y por supuesto a todas las entidades territoriales.

Las entidades territoriales estaban sumidas en crisis, por el nivel y los costos de endeudamiento. El Distrito de Barranquilla apenas va a salir de esa crisis en el año 2009. Cuánto mejor una macroeconomía sana que les evite tener que recurrir en esas crisis.

Y me da mucho temor que si el país llegare a no encontrar petróleo, y Dios quiera que encontremos, y mucho petróleo, perdiese primero la condición de exportador y después la de autosuficiencia, un acto constitucional de transferencias aprobado facilistamente para conseguir un aplauso, en ese momento veamos consecuencias que hagan estragos.

El Gobierno pondrá toda la atención para que salga esta reforma constitucional, con las bases de equilibrio que me he permitido referirles a ustedes.

El tema de la tributaria. Quiero hacer esta explicación. Es un momento muy difícil porque es el momento de discusión en el Congreso. Muchos de mis críticos me condenarían a no darles la cara a los gremios, porque entonces dicen: cada vez que Uribe va a un gremio, hay una nueva discusión de la reforma tributaria y se acaba la reforma tributaria.

La verdad, yo no tengo manera diferente de gobernar que dándoles la cara a mis compatriotas. Ya estoy muy viejo, y una escuela diferente no soy capaz de aprenderla. En eso voy a pedir alguna benevolencia conmigo. Por supuesto, una cosa es recibir presiones y otra muy distinta es escuchar razones.

Nosotros tenemos cinco objetivos en la reforma tributaria: que ayude a que esta economía crezca al seis por ciento, que nos ayude a financiar las metas sociales a las cuales me he referido.

Para nosotros es tan inválida la vieja tesis brasilera de los años 60 de crecer y después ver a ver si se puede distribuir, como la tesis demagógica de muchas regiones de América Latina de distribuirse y crecer, así sea distribuyendo pobreza. Para nosotros hay que llevar de la mano crecimiento y distribución.

El tercer elemento es que esa reforma sea considerada estructural al menos por un sector de la doctrina económica. El cuarto elemento es que nos ayude a recuperar el grado de inversión.

No podemos olvidarnos: el país perdió el grado de inversión en los años 99 y 2000. Y lo perdió por varias razones: por pensiones, que lo hemos venido corrigiendo. Por transferencias, que lo hemos venido corrigiendo, pero ahora está lo fundamental: si nosotros regresamos a la fórmula del 91, olvidémonos de que vamos a obtener la recuperación del grado de inversión.

El país perdió el grado de inversión por el tema de seguridad, que ahí vamos con un gran esfuerzo de los policías y de los soldados de la Patria. El país perdió el grado de inversión por el creciente endeudamiento, que no lo hemos frenado en términos absolutos, pero que sí viene descendiendo en términos relativos. Y por el déficit fiscal.

Esta reforma, como la de transferencias, nos tiene que ayudar a recuperar el grado de inversión. Se imaginan ustedes que aprobemos estas reformas y que no sean bien recibidas y que no se recupere el grado de inversión, lo que le puede pasar al costo del financiamiento para el sector público, para el sector privado en Colombia.

Por eso hay que ser juiciosos en el texto final de esta reforma.

Y además simplificar. Tenemos un estatuto tributario de aproximadamente 1.100 artículos. Queremos que el nuevo no tenga más de 280.

Y entonces me plantean ustedes allí unas preocupaciones, la de las zonas francas. Primero les doy la razón. Y no es culpa del Ministro de Hacienda, es mía. Finalmente yo soy el Presidente de la República.

Además un Gobierno deliberante sabe construir armonía en medio de tantas, tantos pareceres y puntos de vista. Yo he estimulado la deliberación con los ministros. Una cosa es la deliberación y la otra es la desautorización. Hay deliberación para mejorar textos, percepciones, visiones, y eso se hace con armonía.

Sí, el reclamo de ustedes es justo. Se aprobó una ley sobre zonas francas en diciembre, y ya la estamos reformando, correcto.

Primero que todo, la reforma debe tener un tema transversal, que es el respeto a los derechos adquiridos. Sobre eso no puede haber dudas.

Le he dicho al Ministro de Hacienda: mire, en el caso de las AFC, esas 39 mil cuentas de vivienda que han abierto 39 mil colombianos, si la nueva fórmula, la nueva regla de gravamen a las rentas de trabajo no compensa lo que es el desmonte, por lo menos no les desmonten los beneficios a los 39 mil colombianos que ya abrieron las AFC.

Respeten el derecho adquirido de ellos. Imaginen ustedes que Gustavo Ardila haya abierto una cuenta AFC hace cuatro años, y que todavía le falten once años para servir el crédito. Cuando él la abrió, contrajo el crédito y emprendió la adquisición de su vivienda.

Él no se programó para cuatro años sino para los 15. Qué tal que a los cuatro años le digamos: usted verá cómo se defiende. Pero el beneficio que le ofrecimos hace cuatro años lo perdió para los 11 que le faltan. En ese caso hay que respetarle el derecho adquirido. En las zonas francas lo mismo.

Y me ha dicho el Ministro que en las discusiones con los líderes de las zonas francas se encuentra que hay un año especialmente grave en la propuesta de reforma, que es el año 2007. Porque en el año 2007 las zonas francas tienen el beneficio permanente y un beneficio transitorio.

¿Cuál es el permanente? El permanente es el de la tarifa de renta reducida del 15 por ciento.

¿Y el transitorio? El año 2007 es el último año con la deducción de renta del 30 por ciento.

Entonces dice el sector de zonas francas: ¿cómo nos van a cambiar esto? Nos van a quitar el beneficio permanente y también el transitorio en el año 2007.

El Ministro me ha dicho que el beneficio transitorio, el de la deducción del 30 por ciento que introdujimos hace cuatro años, se va a compensar con la depreciación acelerada.

Esa depreciación acelerada les ayuda a las empresas que tienen unas muy cuantiosas inversiones de capital, no a las pequeñas, no a las que tienen esas inversiones.

Yo rogaría que el tema no lo miren por percepciones, hagan las cuentas, con el Ministro y con el equipo de la DIAN y en el Congreso de la República, y el Gobierno será atento a las cuentas.

Entonces hasta allí dos puntos: primero, respetar derechos adquiridos. Segundo, considerar la situación particular del 2007. Todo esto me lo ha dicho el Ministro de Hacienda, para que no haya malos entendidos, para que no se crea que el Presidente vino a ANALDEX a desautorizar a los funcionarios del Ministerio, empezando por el Ministro.

Y el tercer tema es lo que sigue hacia delante. Creo que la situación del 2007 hay que resolverla, y lo que sigue hacia delante. Les voy a hacer una reflexión: una tarifa del 15 por ciento en alguna forma es un premio, es un estímulo, es un incentivo. ¿Qué es más justo? ¿Ganar un incentivo porque hay esfuerzos en nuevas inversiones o ganarlo sin esfuerzos de nuevas inversiones?

¿Cuál es la filosofía de la reforma? La reforma de los años ochenta, incluida la reforma del 86 en Colombia, simplemente rebajaron tarifas. Se mejoró el recaudo en unos años posteriores, pero no hubo incentivos a un proceso sostenido de mejoramiento a la inversión.

¿Cuál es el principio de la nueva reforma? Premiar al que invierta, utilizar el instrumento tributario como un incentivo para el que invierte, que creo que lo hemos ensayado en los últimos tres años con la deducción del 30 por ciento. Esa deducción se ha dado a las nuevas inversiones generadoras de renta.

Parece más justo que en una zona franca tenga mejor tratamiento el que invierte que el que no invierte.

Lo que no parece justo en una zona franca o en la economía en general, es darle el mismo premio al que crece que al que no crece.

Un país que necesita crecer al seis por ciento para ayudar a resolver esos problemas de desempleo y pobreza, tiene que decirles a los ciudadanos: el premio es para el que crezca. Es injusto decir: hay un incentivo, crezca o no crezca.

Yo quiero dejarles esa reflexión para la discusión de ustedes con el Ministro, con el Congreso, y tengan la seguridad que lo que buscaré como Presidente es un entendimiento en alrededor de lo razonable.

El Gobierno no puede tener dogmas. El Gobierno tiene que saber hacia dónde debe ir el país, y creo que más o menos lo tenemos claro. Y en estos medios, para llegar a esos objetivos, el Gobierno no puede tener dogmas.

Y ustedes me han dicho, con quienes he podido discutir el tema: Presidente, lo que pasa es que si solamente va a haber un premio para el que crezca y no va a ver una tarifa inferior a la ordinaria, dejamos de ser competitivos con otros países.

Eso es válido, y así lo he transmitido al equipo económico. He dicho: miren, no basta con darles un premio a quienes crezcan. Hay que tener finalmente una tarifa que les permita a nuestras zonas francas ser competitivas con las equivalentes en otros países.

Yo confío, que se pueda llegar a un acuerdo, doctor Javier y apreciados exportadores.

El tema de los comercializadores internacionales y de la exportación de servicios. He tomado nota. Una reforma que elimina trámites, no puede ser una reforma creadora de trámites. Y yo creo que en el tema del IVA a la exportación de servicios, lo que falta es que se haga claridad. Porque lo que le he escuchado al equipo económico es que la intención no es crear el motivo que preocupa al doctor Javier en su exposición.

Sobre ese tema, el tema de las comercializadoras, el tema de la exportación de servicios, yo tengo también confianza que se logre un acuerdo.

El tema de Panamá. Ustedes conocen qué hemos venido haciendo en el Gobierno, prudentemente, con el mayor cuidado, con las relaciones de nuestra hermana Panamá. Continuaremos en esa tarea.

Todo el mundo tiene que ayudar para que el comercio internacional no sea un comercio de contrabando.

La integración: vamos a hacer todos los esfuerzos para la aprobación en los congresos del TLC, y para que la revisión de la Corte Constitucional colombiana sea positiva.

Déjenme decir esto: en cualquier circunstancia vamos a necesitar la extensión de la ATPDEA.

Así se lo dije el pasado sábado en una conversación con Condoleeza Rice, secretaria de Estado de Estados Unidos. Le dije: porque solamente podemos firmar el tratado a finales de noviembre. Supongamos que el Congreso de los Estados Unidos, en el corto período de noviembre – diciembre lo aprobara. Tema difícil, porque estarán en plenas elecciones y estarán cambiando de Congreso.

Si lo aprobara el Congreso de Estados Unidos en ese momento, no lo alcanza a aprobar el Congreso de Colombia, y además en Colombia necesita la revisión de constitucionalidad de la Corte.

Por eso yo creo que tenemos que hacer estos esfuerzos: primero, que efectivamente se firme en noviembre. Segundo, el esfuerzo de que en noviembre – diciembre lo apruebe el Congreso de los Estados Unidos. Difícil, por lo que les acabo de decir del proceso electoral y de cambio de Congreso. Y tercero, con o sin esa aprobación en el Congreso de los Estados Unidos, la extensión del ATPDEA.

Porque así llegare a estar aprobado por el Congreso de los Estados Unidos, en este momento todavía no estará perfeccionado en Colombia.

En el peor de los casos, permítanme decir en frente de ustedes lo que dije en frente de un pequeño grupo de exportadores en Medellín: el Gobierno de los Estados Unidos nos ha dicho que haría un pronunciamiento público de que la aprobación del TLC sería retroactiva.

Ese compromiso lo ha asumido el Gobierno de Estados Unidos. Hace tres semanas lo asumió conmigo la señora Susan Schwab, quien es la representante comercial de los Estados Unidos. Y me lo repitió en una conversación telefónica el sábado pasado la señora Secretaria de Estado.

Ese compromiso que sería en el peor de los casos, nos permite desde ya decir lo siguiente: no frenen ningún contrato de exportación. Si hay que atravesar un período difícil, con BANCOLDEX les financiamos el arancel, mientras llega una devolución, una retroactividad, algo, en el peor de los casos.

Yo vengo a asumir esa responsabilidad frente a ustedes. No podemos, por estos trámites que son difíciles, donde intervienen dos Gobiernos, dos Congresos, el uno en pleno, pero en pleno periodo electoral, y una Corte Constitucional, dejar que se pierda la dinámica de las exportaciones.

Empeño el compromiso del Gobierno Nacional que presido, para que en ese peor de los escenarios los exportadores colombianos tengan todo, todo el apoyo de BANCOLDEX y en el evento que se necesitare del presupuesto de la Nación.

Tomen ustedes la decisión de no frenar exportaciones, que el Gobierno no los abandona.

Confío que en diciembre, enero, tengamos perfeccionado el acuerdo de integración con Chile. Me parece de fundamental importancia, entre otras cosas porque Colombia es percibida como un gran destino de inversión de Chile. Viendo uno las finanzas de Chile, a ese país le sobran 40 – 50 mil millones de dólares, que necesita encontrar dónde invertirlos. Y ven en Colombia un gran destino de inversión.

Colombia tiene hoy una posición en materia de favoritismo de inversión muy importante en Chile. Creemos en el acuerdo bilateral Colombia-Chile. Y puede ser más importante en materia de inversión que en materia de comercio. Y en el acuerdo entre la Comunidad Andina y Chile, que no solamente nos ayudará a fortalecer la Comunidad Andina, sino también en la negociación con otros bloques, como la Unión Europea.

Como le he dicho a los distinguidos colegas de Ecuador, Perú y Bolivia, es mejor comparecer ante la Unión Europea acompañados de Chile que sin Chile.

Hemos aprobado en el Consejo de Ministros las autorizaciones a nuestra Canciller para continuar adelantando todas las gestiones a fin de que en la próxima reunión de los países del Pacífico, Colombia sea allí admitida.

Seguiremos con todo el proceso de búsqueda de mercados en Centroamérica, en Europa, lo hablado de los Estados Unidos, lo hablado de Chile.

He sido muy extenso porque en un congreso de exportadores, en un país que quiere llegar a un comercio exterior mínimo de 60 mil millones de dólares en el año 2010, es necesario que el Presidente de la República se refiera tanto a la visión general de competitividad, como que se apreste a responder inquietudes particulares como las que ha presentado el Presidente del gremio.

Doctor Javier, si hubiere alguna inquietud adicional sobre la cual ustedes consideren que yo debo hacer alguna referencia, con el mayor gusto.

Muchas gracias.

 
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