INSTALACIÓN
DEL CONGRESO DE FENALCO
Septiembre 27 de
2006 (Barranquilla – Atlántico)
Compatriotas:
Acudo con inmenso respeto a esta
asamblea de FENALCO, con admiración por la labor que ustedes cumplen
y, por supuesto, con el deseo de tomar nota de todas
sus inquietudes para procesarlas, buscar que repercutan
en la acción del Gobierno y contribuyan al mejoramiento
de Colombia.
He tomado nota de las diferentes preocupaciones que
nos han expresado esta noche Gustavo Visbal Galofre y
Guillermo Botero Nieto y voy a tratar de referirme a
algunas de esas preocupaciones.
VISION COLOMBIA 2019
En primer lugar, permítanme decir qué pensamos
de una visión elemental de lo que debe ser nuestra
Patria: una nación sin exclusiones y sin odio
de clases, una nación con una democracia pluralista,
con muchas opciones en permanente debate, pero en debate
fraterno, sin antagonismos insuperables.
Esta nación ha venido construyendo en un proceso
democrático una visión de largo plazo,
para cumplir unas metas muy exigentes al 2019, cuando
ese 7 de agosto se conmemorarán los dos siglos
de la Batalla de Boyacá. Metas que tienen un paso
parcial que debe sustentar las finales, y que deberá probarse
el 20 de Julio de 2010, en las vísperas del final
de este Gobierno, cuando estemos cumpliendo los 200 años
del Grito de Independencia.
Nosotros aspiramos que para el
año 2019, Colombia
haya hecho una reducción de la pobreza al 15 por
ciento. Hace cuatro años estaba casi en el 60
por ciento. El año pasado, en septiembre, en el
49 por ciento. Todavía no tenemos la medición
de este año. Planeación Nacional me dice
que ellos creen que máximo, con el mayor esfuerzo,
esa pobreza se puede reducir al 39 por ciento para el
2010. El esfuerzo que el Gobierno hará apunta
a reducirla al 35 por ciento.
Por supuesto, nosotros no creemos
en ninguno de los extremos que en algún momento han querido regir
a América Latina. Eran los años 60 y se
quería importar la teoría prevalente en
el Brasil entonces de que había que crecer y que
el mejoramiento de la distribución y la superación
de la pobreza llegarían espontáneamente.
Fracasó. Se le conoció con el nombre de
desarrollismo.
Tampoco creemos en el otro extremo.
En el extremo social burócrata, que lo que hizo fue detener el crecimiento,
afectar la confianza inversionista, mantener permanentemente
un discurso de superación de pobreza, que fracasó en
la práctica y que solamente hizo posible en lugar
de distribuir riqueza, distribuir pobreza.
Nosotros creemos que hay que
construir todas las condiciones para la confianza inversionista,
para el crecimiento
sostenido y vigoroso de la economía, y al mismo
tiempo superar la pobreza y mejorar las condiciones de
equidad.
Eso exige grandes esfuerzos.
Grandes esfuerzos en materia de seguridad, en materia
de capital social, en materia
de capital físico, en materia de comercio internacional,
en materia de manejo macroeconómico, tributación,
transferencias, de administración pública.
Todo ello para la legitimación de las instituciones.
GRADOS DE LA DEMOCRACIA
Nosotros pensamos que nos es
valida la división
que se quiere hacer en América Latina entre países
que van por la izquierda y países que van por
la derecha. Las diferencias son más a la hora
de los discursos de campaña que a la hora de los
resultados de Gobierno.
Veámoslo, por ejemplo, ya que han trascurrido
años de un gobierno aquí y de otro que
parecía de orientaciones diferentes en Chile o
en Brasil. Pensamos que esa diferencia es cosa del pasado,
que tenía alguna razón de ser cuando se
enfrentaban las dictaduras en algunos países del
continente.
Pero hoy que al menos declarativamente
todos están
de acuerdo con la regla democrática, creemos que
lo que hay que hacer es darle grados a la democracia,
y que la democracia de mayor grado es aquella que tiene
que cumplir cinco características:
La seguridad con alcance democrático. El respeto
a las libertades públicas. La construcción
de cohesión social. La transparencia. Y el respeto
a las instituciones independientes que forman el Estado.
Con esa visión, nosotros hemos venido trabajando
una serie de objetivos de Gobierno. No voy a hablarles
de los avances en seguridad. En esto como en todo, el
Gobierno no se puede quedar simplemente solazándose
de lo bueno que haya logrado, sino que tiene que madrugar
a mirar dónde hay las dificultades y a emprender
el camino para corregirlas.
Hemos avanzado pero falta mucho.
Y estamos seguros que el país va a progresar todos los días más
en esta materia. Una tarea difícil, que necesita
permanentemente voluntad política y total tenacidad.
REINSERCIÓN
No se excluye la seguridad con
la búsqueda de
la paz. Hace cuatro años dijimos: “Mano
firme corazón grande”. Ha mejorado la seguridad
no obstante lo que falta, y hay más de 40 mil
desmovilizados: 30 mil de los mal llamados grupos paramilitares
y alrededor de 10 mil de las guerrillas.
Hace cuatro años, Colombia tenía más
de 60 mil terroristas, todavía quedan muchos,
alrededor de 11 mil con mucha capacidad de hacer daño,
pero la tendencia es positiva.
Tenemos un gran desafío, el desafío de
la reinserción. No voy a entrar en detalles, simplemente
adhiero las preocupaciones que en ese tema presentó Guillermo
Botero Nieto.
Doy a ustedes estas cifras: este
año el presupuesto
para desplazados, reinsertados y Familias Guardabosques
(Familias Guardabosques, que es el programa más
eficaz de cultivos alternativos, aplaudido por Naciones
Unidas para derrotar al narcotráfico), esos tres
programas este año le valen al presupuesto nacional
billón y medio. El esfuerzo de los colombianos
está cuantificado.
Acabamos de reestructurar el
programa de reinserción,
lo hemos elevado al nivel de Consejería de la
Presidencia, y el joven empresario Frank Pearl González
ha sido designado como Alto Consejero Presidencial para
llevar el timón en este programa.
Confiamos que va a resultar bien.
No es fácil.
Comparemos magnitudes. En un país centroamericano,
los desmovilizados fueron 2.900, en otro fueron 3.800.
Aquí, cuando se desmovilizó el M-19 entregaron
270 armas y eran alrededor de 900 personas. El EPL tenía
alrededor de dos mil. Comparemos esas cifras, contra
40 mil desmovilizados de ahora.
El grupo ETA, en España, ha estado conformado
por unas pocas docenas. Aquí llegamos a tener
60 mil terroristas, por supuesto, armados y ricos, que
no dependen de donaciones extranjeras, inmensamente ricos,
especialmente por el negocio del narcotráfico.
El grupo IRA, en Irlanda del
Norte, también estaba
compuesto por unas pocas docenas.
ACUERDO HUMANITARIO Y PAZ
Y tenemos toda la voluntad para
la paz. La Seguridad Democrática no es un fin en sí mismo, es
un valor democrático, una fuente de recursos de
inversión, un marco para que haya la posibilidad
de superar la pobreza.
La Seguridad Democrática es un camino a la reconciliación.
El Gobierno ha estado abierto a procesos de paz con los
paramilitares.
Estamos haciendo un gran esfuerzo para que arranque
en debida forma un proceso de paz con el ELN.
Y quiero, aprovechando la generosidad
de esta gran audiencia de Fenalco, que se congrega
hoy en Barranquilla, expresar
a los colombianos la disposición del Gobierno
para el acuerdo humanitario y para la paz con las Farc.
Hace cuatro años expresé, como candidato
a la Presidencia y Presidente electo, que avanzaríamos
en un acuerdo humanitario, siempre y cuando se iniciará un
nuevo proceso de paz, y que ese proceso de paz tenía
que fundamentarse en un cese de hostilidades.
Después de hablar con el secretario general de
Naciones Unidas, Kofi Annan; con el presidente (Jacques)
Chirac, de Francia, con la Iglesia Católica, con
los familiares de los secuestrados, aceptamos separar
la búsqueda del acuerdo humanitario de un nuevo
intento de proceso de paz.
El Gobierno, a lo largo de estos
cuatro años,
ha sido muy celoso para que sus pasos en busca del acuerdo
humanitario no afecten la Seguridad Democrática,
y, con el buen cuidado de no deteriorar la Seguridad
Democrática, hemos dado paso tras paso en favor
del acuerdo humanitario.
Recuerdo a ustedes que, hace
unos meses, tres países
europeos hicieron una proposición a las Farc y
al Gobierno, y el Gobierno la aceptó solícito,
diligentemente. No nos ha faltado voluntad.
Lo que sí deben comprender mis compatriotas es
que el Gobierno debe cuidar muy bien que cualquier decisión
en materia de acuerdo humanitario no afecte el avance
de la Seguridad Democrática.
Por eso, voy a leer ante esta
Asamblea de Fenalco, un corto párrafo para la reflexión
nacional.
‘El Gobierno tiene la voluntad de aceptar una
zona de encuentro con las Farc, con condiciones propicias
para la eficacia del Acuerdo Humanitario y de la Paz.
Condiciones que se pueden acordar. No podrá ser
una zona de refugio del delito, no podrá ser un
campo de recuperación militar para el terrorismo,
presionado por guerra política. Debe ser una zona
de encuentro que pruebe a nacionales y a la Comunidad
Internacional que existe buena fe para la paz’.
He pedido a Alicia Arango, secretaria
privada de la Presidencia, que al leer este párrafo acá,
ante la generosa audiencia de mis compatriotas de Fenalco,
se entregue este pequeño texto a los medios de
comunicación que aquí nos acompañan.
METAS EN COMPETITIVIDAD
Permítanme referir a algunas
de las metas de nuestro programa de competitividad.
Capital social. Empecemos por
Educación. En el
anterior gobierno creamos un millón 419 mil cupos
escolares, en el nuevo gobierno nuestra aspiración
es llegar a cobertura total, que en el 2010 podamos decir
que Colombia tiene plena cobertura en educación
básica.
Por supuesto, eso va acompañado de grandes esfuerzos
para la calidad, y de un proceso paulatino para escolarizar
en lo que se llama lo pre-básico, los niñitos
menores de cinco años.
No voy a detenerme a examinar
en detalle el programa educativo, o el programa de
salud, etcétera, sino
a compartir con ustedes las aspiraciones en aras de las
cuales estamos trabajando, y nos proponemos laborar con
toda dedicación en estos cuatro años.
Sigamos con el capital social.
La tarea del Sena. Ha mejorado enormemente, ha pasado –gracias a nuestra
reforma administrativa- de capacitar un millón
100 mil estudiantes por año, a capacitar este
año cuatro millones. De cinco millones de horas
de enseñanza, y este año debe estar bordeando
16 millones de horas de enseñanza.
Pero le vienen nuevos retos. Seguir mejorando la empleabilidad
de sus egresados, que ha crecido 25 puntos.
Un segundo reto es certificar
sus programas docentes, como programas de gran calidad,
para hacer realidad lo
que ya está autorizado en la norma: que los egresados
del Sena, como técnicos, como tecnólogos,
puedan ir a las universidades, completar los créditos
y acceder al grado de educación superior.
Vamos a empezar la tarea de que
el Sena, gradualmente, acompañe a sus egresados en busca de crédito.
Se han hecho dos esfuerzos muy
grandes: el Fondo para la Pequeña y Mediana Empresa (Fomipyme) y el Fondo
Emprender del Sena, pero no son suficientes. La nueva
etapa nos compromete a que el Sena se convierta en un
acompañante gradualmente de sus egresados, para
ayudarles a obtener crédito.
En el tema de educación hay aspiraciones muy
grandes en materia de educación universitaria
y del ICETEX.
Me es grato informar que en un
proceso difícil,
costoso, el Gobierno se encuentra en la tarea de reestructurar
la Universidad del Atlántico. Estaba al borde
del cierre, por costos exorbitantes.
Hoy, la Universidad ya está respirando con más
tranquilidad. Hemos recibido gran colaboración
del Gobernador y del Alcalde de Barranquilla, y en medio
del debate, finalmente una gran comprensión de
la ciudadanía.
Ese el ejemplo de que estas entidades
del Estado hay que reestructurarlas, que no se puede
incurrir en el
engaño demagógico de sostenerlas a cualquier
costo, porque terminan arruinadas ellas, y de contera,
arruinan al fisco. Que hay que volverlas eficientes y
sostenibles. El modelo que estamos buscando en la Universidad
del Atlántico debe, finalmente, ser un gran espejo
para todo el país.
En el ICETEX, hace cuatro años la cartera estaba
en 500 mil millones (de pesos). Terminamos el Gobierno
con 800 mil (millones de pesos), y debemos estar en más
de dos billones en el año 2010, a través
de canales de acceso virtuales al crédito, sin
oficinas burocráticas, trabajando con las universidades.
En salud. Creamos en el primer
Gobierno ocho millones de cupos en el régimen subsidiado, aspiramos en
el 2010 que haya plena cobertura. Seguiremos con un esfuerzo
sostenido para erradicar problemas de corrupción,
para mejorar la calidad de la salud.
No alcanzamos en el Gobierno,
después de llegar
a plena cobertura, a equiparar el Plan Obligatorio de
Salud Subsidiada, con el Plan Obligatorio el Régimen
Contributivo, pero creo que Colombia lo podrá lograr
en los años posteriores al 2010, si este Gobierno
cumple la tarea de lograr esa plena cobertura.
En capital social, está el tema de vivienda y
está el tema de acceso al crédito. Estamos
pasando el presupuesto de vivienda social, de 150 mil
a 350 mil millones por año. Allí hay un
gran esfuerzo.
Vamos a trabajar tres elementos:
banco de materiales, subsidio para nuevas viviendas
y legalización
de títulos.
Sumados los tres, deben producir en el nuevo Gobierno,
800 mil soluciones. En el anterior Gobierno fueron 380
mil soluciones.
Acceso popular al crédito. El crecimiento de
todas las carteras en Colombia es muy importante, y lo
es la reducción de las tasas de interés,
a pesar de lo que falta.
En el Gobierno anterior, logramos
que les llegara crédito
a un millón 800 mil microempresarios, he estado
proponiendo el esfuerzo para que en el nuevo Gobierno
le llegue a 5 millones, algunos lo consideran imposible
de lograr, pero vamos a empujar, para rebasar ampliamente
lo logrado en el anterior Gobierno de un millón
800 mil créditos.
Hoy se lo decía al padre Gabriel Izquierdo, y
lo asombraba. Hace cuatro años, la cartera para
los microempresarios valía 736 mil millones, en
junio de este año había rebasado los tres
billones.
Ahora viene la nueva fase en
la revolución del
crédito popular, el concepto de banca de oportunidades.
Confiamos, que al cumplir el día cien del nuevo
Gobierno, en el sur de Bogotá, estemos ya haciendo
demostraciones prácticas de la banca de oportunidades,
y queremos rápidamente, antes de que termine el
año, hacer también un lanzamiento ya con
efectos prácticos, de la banca de oportunidades
aquí en Barranquilla, orientada a la financiación
de los tenderos, que tienen en esta ciudad un asentamiento
líder.
Viene el tema del capital físico, para construir
competitividad. Guillermo Botero, ha citado la frase
del ministro Carlos Caballero, que un país sin
infraestructura, es un país que no existe.
¿Qué hemos hecho y para dónde vamos?
Primero, hay que sanear las finanzas y superar las disputas.
Cuando el endeudamiento está en el 54 por ciento
del PIB, el déficit consolidado en el 4.2, y todas
las concesiones en litigios, el país no tiene
futuro en infraestructura. Ahí vamos en el saneamiento
de las finazas públicas, no obstante lo que falta.
Y hemos superado la casi totalidad
de los litigios que encontramos. Veintiún conflictos con los asociados
de Telecom. Las dos concesiones ferroviarias, la de Buenaventura
y la del Atlántico, en conflicto, y las concesiones
viales todas en pleito.
Hace unos meses, como lo explicará el Ministro
de Transporte (Andrés Uriel Gallego) aquí mañana,
se logró superar el conflicto de la concesión
ferroviaria del Atlántico. Eso empieza a producir
muy buenos resultados, van a ayudarle mucho a la economía
del país.
Ese ferrocarril estaba exportando
22 millones de toneladas de carbón. Con los ajustes hechos por el nuevo
concesionario, ya podrá exportar 40 millones.
En enero empieza a construirse la segunda línea,
que facilitará que en el año 2010, por
ese ferrocarril, se estén exportando 66 millones
de toneladas de carbón. Y se ha reanudado la celeridad
en la construcción de la rehabilitación,
hasta el punto de que en pocos meses lo tendremos rehabilitado
hasta La Dorada.
La semana pasada, se superó el pleito de Commsa,
diez años de pleito, con todas las dificultades.
Y superar estos pleitos apreciados
comerciantes, tropiezan con muchos obstáculos.
Dos de esos obstáculos: al funcionario le da
pánico conciliar, porque cuando el funcionario
público entra en una transacción con la
contraparte privada, está condicionado por el
temor a la Contraloría, a la Fiscalía,
a la Procuraduría. Y la opinión ha tenido
enorme duda sobre la transparencia de las conciliaciones.
El Gobierno ha adelantado un
proceso de manejar las conciliaciones en público, las licitaciones en
público, como en público se discutió y
se adjudicó la licitación de la concesión
aeroportuaria de El Dorado, para que la ciudadanía
conozca, detalle a detalle, cómo se adelantan
estos procesos y crear confianza.
Cuando la confianza supera la
suspicacia ciudadana, también se puede superar el temor del funcionario
a adelantar esas conciliaciones. Nos falta. Ahora que
hablemos de Buenaventura, nos falta conciliar el problema
de ferrocarril del Pacífico.
Cuando yo oigo a los líderes gremiales de mi
país quejarse de Buenaventura, comparto con ellos
su queja, pero hay que decir algunas cosas que de pronto
no todo el país conoce:
Hace unos años, antes de nuestro Gobierno, se
adjudicó una concesión para recuperar ese
ferrocarril. Nuestro Gobierno la respetó al recibirla.
Hemos invertido 148 millones de dólares para rehabilitar
ese ferrocarril, está rehabilitado de Buenaventura
a Cartago, y no presta servicio, porque quienes se ganaron
la concesión, después de hacer la obra
pública, alegan que no han conseguido equipo y
que las tarifas del ferrocarril de montaña no
son competitivas.
Hay que poner mucho cuidado con
el tema de la transparencia, y me parece que hay que
exigirles a los gobiernos, pero
también exigirles a los contratistas particulares.
Estaría muy distinta la situación de transporte
hacia Buenaventura, si los concesionarios hubieran cumplido,
y después de una inversión de 148 millones
de dólares del Gobierno en la rehabilitación
de la línea, estuviera prestando el servicio.
Ese problemita nos queda por resolver en todo el conjunto
de pleitos con las diferentes concesiones del Estado.
En el tema de infraestructura
hay dos grandes capítulos.
Infraestructura social e infraestructura de competitividad.
El Banco Mundial ha dicho que la infraestructura social,
que la entienden como infraestructura de servicios públicos,
Colombia va bien comparativamente. Sin embargo, nosotros
vemos los problemas.
Aspiramos que el billón de pesos de audiencias
públicas, la partida que sustituyó los
auxilios parlamentarios que en buena hora erradicamos,
que ese billón de pesos vaya en su totalidad en
el nuevo cuatrienio a mejorar saneamiento básico
para la infraestructura social.
La infraestructura de competitividad,
asociada a nuestra época
a los corredores de comercio exterior, en eso el país
tiene un gran atraso, nosotros lo padecemos y un reciente
reporte del Banco Mundial así lo confirma.
Hemos venido adelantando unas
tareas y nos proponemos otras. Por ejemplo: estamos
pavimentando 3.200 kilómetros
en el país, que eso se conoce con el nombre de
Plan 2.500. Unas de esas vías ayudan al comercio
exterior, otras no. Por esta segunda circunstancia ha
habido mucha crítica, pero en aquello de oír
al país también hay que conciliarlo.
Nos dicen: ¿por qué están pavimentando
algunas vías municipales? Porque hay que unir
al país, porque el país no se puede convertir
en un país de dos grandes centros urbanos, uno
entre Cartagena y Santa Marta, pasando por Barranquilla,
y el otro entre Girardot y Tunja pasando por Bogotá.
El país de regiones, de
ciudades intermedias, de municipios, hay que dinamizarlo,
para que crezca integralmente.
Segundo: la gente no se desplaza
solamente por violencia, la gente también se desplaza por falta de vías
de comunicación, la gente se desplaza por falta
de servicios públicos. Una manera de frenar el
desplazamiento es mejorar las condiciones de vida en
las regiones colombianas.
El Gobierno se propone concluir
el Plan 2.500 y vamos a concentrar los recursos en
las vías de competitividad
asociadas al comercio exterior.
Por eso, hemos dicho a los Gobernadores
y a los Alcaldes que en la nueva administración no podemos emprender
nuevas vías departamentales.
Estamos contratando un crédito de mil millones
de dólares con los Bancos Internacionales para
ponerlo a disposición de Gobernadores y Alcaldes,
a fin de que ellos continúen el trabajo de pavimentación
de vías departamentales. Tendrán que pagarlo,
estamos consiguiendo las mejores condiciones de plazo
y de tasa de interés.
El Gobierno no puede renunciar
a hacer esfuerzos para ayudar a las vías terciarias.
En el tema de esas vías de competitividad permítanme
hablar de aquellas relacionadas con la calidad de vida
urbana, que es presupuesto de competitividad y de grandes
vías nacionales.
Calidad de vida urbana. Estamos
haciendo un enorme esfuerzo con los Transmilenios.
El Gobierno Nacional los ha liderado
y aporta el 70 por ciento. Hace cuatro años Bogotá tenía
32 kilómetros de Transmilenio, hoy tiene alrededor
de 80.
Estamos avanzando velozmente
en las obras de Cali, con todos los inconvenientes
que con los comerciantes, en
muchos momentos, directamente, hemos enfrentado en Cali.
En Pereira, donde ya está operando, aquí en
la ciudad de Barranquilla se está construyendo.
En Cartagena se está construyendo, en la ciudad
de Medellín y en la ciudad de Bucaramanga. Allí hay
un enorme esfuerzo de presupuesto y de gestión
del Gobierno Nacional. Hay que concluirlos y hay ciudades
que ahora piden sus Transmilenios.
Esta mañana me reunía con los compatriotas
del Congreso de la República de Santander y de
Norte de Santander, para revisar el conjunto de obras
de esa región, y cuando llevábamos cuatro
horas de reunión me dijo el Alcalde de Cúcuta
que necesitaba una encimita, le dije: ¿cuál
Alcalde?, y me dijo: el Transmilenio de Cúcuta.
Y le dije: aguante un poquito a ver, que se nos acabó el
presupuesto de estas cuatro horas. Pero ahí es
donde uno debe dimensionar el país y entender
a todo el mundo.
No me canso de citar una experiencia
reciente: acudo al foro de la Andi, y ese día hubo una gran crítica
porque el Gobierno invertía en vías municipales,
los comprendí porque ellos necesitan las vías
del comercio exterior, y al otro día fui a Barichara
(Santander) a un Consejo Comunitario sobre agua potable,
y todos los alcaldes se desviaron del tema para decirme:
Presidente, tiene el Plan 2.500 pero insuficiente, necesitamos
que llegue a tal municipio, tantos kilómetros
más en tal municipio, etcétera.
Ya les he explicado cómo nos vamos a concentrar
solamente en las vías de competitividad. Creo,
Guillermo, que nosotros no solamente hemos superado los
pleitos de concesiones, sino que las nuevas las estamos
manejando bien.
Adjudicamos la doble calzada
Bogotá-Girardot,
marchando bien, adjudicación, como todas, en televisión,
discutida con toda transparencia de cara a los colombianos,
de la misma forma que hace poco adjudicamos la concesión
que va a duplicar la capacidad del aeropuerto El Dorado.
Ese tramo Bogotá-Girardot se complementa ahora
con la licitación de Girardot a Ibagué en
doble calzada.
Estamos avanzando en el Túnel de La Linea, ya
tiene alrededor de 3.500 metros excavados en el túnel
básico. He pedido a mis compatriotas que lo llamemos
Túnel del Segundo Centenario, para que nuestros
contratistas reflexionen sobre estos dos siglos de la
historia de la Patria y sobre el porvenir.
Tramo crítico en ese corredor Bogotá – Buenaventura,
la doble calzada de Buga a Buenaventura. Están
abiertas las primeras licitaciones, confiamos que el
país en este cuatrienio debe avanzar esa carretera.
Y acabamos de terminar una obra
que costó 180
mil millones: la vía alterna – interna en
Buenaventura, dada al servicio la semana anterior. En
seguida me refiero al tema de los puertos.
Se han abierto otras licitaciones,
unas ya adjudicadas, otras en proceso de contratación, por ejemplo,
avanza sumamente bien la doble calzada de Cerrito a La
Victoria. Superado el pleito en la Autopista del Café,
uno ve ya avances muy importantes en esa carretera, y
pereiranos y manizalitas en los próximos meses
van a empezar a ver la solución, en plena construcción,
de un sitio crítico de esa carretera, que es el
paso por Boquerón, entre Pereira y Santa Rosa
de Cabal, entre Dosquebradas y Santa Rosa de Cabal.
Recientemente se han cerrado
licitaciones como la carretera de la frontera con Ecuador
a Pasto y a Chachaguí,
la del área metropolitana de Bucaramanga. Y hay
otras que vienen en proceso y creemos, Guillermo, que
todas nos están saliendo bien.
El Gobierno está atento a examinar con receptividad
lo que haya que ajustar en eso, pero hasta ahora, medidas
esas licitaciones, ese plan de infraestructura, por los
resultados, diría yo que va bien.
En los próximos días se abre la licitación
para el mejoramiento de la comunicación de Bogotá con
esta Costa Caribe, que incluye el tema de Bogotá al
río Magdalena. Y dos licitaciones aquí en
la Costa Caribe, para la concesión que tiene que
mejorar las carreteras que comunican a Barranquilla con
Cartagena, y el paso por Santa Marta. Yo tengo la esperanza
de que eso nos va a resultar bien.
Puertos. El Gobierno tiene la
voluntad de ampliar las concesiones portuarias. Pero,
por ejemplo, con Buenaventura,
ayer, mirando cifras, encontramos que todavía
hay una gran diferencia entre lo que la concesión
que tiene el puerto, propone invertir en los próximos
20 años, y lo que demanda el puerto.
Ayer le decía a Julián Domínguez:
si ese puerto de Buenaventura es más importante
que el de Lima, y el de Lima va a tener una inversión
de 600 millones de dólares, en los próximos
20 años, ¿por qué el de Buenaventura,
para ampliarle la concesión que vence en el 2013,
extenderla a 20 años más, apenas va a invertir
130 millones de dólares?
Yo reitero ante Fenalco el compromiso
del Gobierno Nacional de extender esa concesión, pero necesitamos los
compromisos de los concesionarios de hacer toda la inversión
que allí se requiere. Si necesitan un socio estratégico,
que lo seleccionen, y hay que manejar unos temas delicados
en la operación del puerto, porque si todo lo
manejan con terceros, y esos recursos salen de la concesión,
entonces la concesión no va atener el suficiente
músculo para su crecimiento.
Vamos a poner como fecha el 30
de octubre para firmar la primera acta de intención entre el Gobierno
Nacional y la Sociedad Portuaria de Buenaventura para
la extensión de esa concesión y las reciprocidades.
Mañana van a tener tiempo
de examinar en detalle con el Ministro de Transporte
el tema de infraestructura.
CINCO ELEMENTOS DE LA REFORMA TRIBUTARIA
Permítanme pasar por alto otro aspecto de competitividad
que es de gran importancia, que es el comercio internacional,
y llegar a otro punto que ustedes lo han examinado hoy
aquí con mucha preocupación, temas de la
macroeconomía, como el tema de la tributación
y el de la gestión pública.
¿Qué buscamos con
la reforma tributaria? Cinco elementos.
1) Que impulse el crecimiento.
2) Que nos ayude a financiar
las metas sociales. Porque ahí se me escaparon metas sociales muy costosas
y necesarias. El país hace cuatro años
tenía 250 mil Familias en Acción, familias
pobres que reciben un subsidio del Estado. Hoy tiene
600 mil. Tenemos que llegar a millón y medio.
Uno suma y suma, y esto es muy exigente.
3) Tercero, que esa reforma sea
recibida por algún
sector de la doctrina económica como reforma estructural.
A mí me da miedo que no logremos un equilibrio,
que haya una transacción que haga de la reforma
una colcha de retazos, o que por buscar que sea ortodoxa
y estructural desconozca las aspiraciones de los colombianos.
Por eso quiero pedir a los gremios,
a los sectores sociales y al Congreso un punto de equilibrio.
Necesitamos que
por lo menos un sector de la academia económica
pueda decir que la reforma es estructural. Temo mucho
que si la reforma no da confianza de ser una reforma
con alguna dimensión estructural, no produzca
otro objetivo que es el de garantizar estabilidad tributaria.
Hace pocos días, le pregunte al presidente Alan
García si él se proponía modificar
la tributación del Perú, y me contestó que
no. Que el Perú tiene una tributación bien
estructurada que garantice estabilidad. Si nosotros queremos
estabilidad tributaria en Colombia durante quinquenios,
décadas, tenemos que hacer el esfuerzo para que
lo que se apruebe ahora reciba la denominación
de reforma estructural.
4) Otro objetivo es que nos ayude
a recuperar el grado de inversión. Colombia lo perdió entre
1999 y el año 2000. Y hemos venido recuperando
la confianza, se expresa en el interés por invertir
en Colombia. Las noticias buenas hay que contarlas también.
Hace cuatro años, el país recibió 700
millones de dólares de inversión extranjera,
el año pasado 10.438. El país está de
moda.
Yo nací en una tierra donde algo exagerado somos,
pero permítanme decir a ustedes, con la menor
subjetividad, que mi percepción en los mercados
internacionales es que el país está de
moda, que la gente de la comunidad internacional lo mira
con optimismo, con toda la determinación de invertir
en Colombia, y eso hay que cuidarlo.
La semana pasada colocamos 700
millones de dólares,
a un plazo de 31 años, y a una tasa de interés
menor del 7 y medio por ciento. Eso, dicho en otra época,
parecería un milagro.
Todo eso nos ha permitido un
gran ahorro. Cuando los críticos dicen: ¿dónde está el
ahorro del Gobierno?, la primera respuesta es: hemos
bajado el endeudamiento del 50 al 33 por ciento. Ese
es un ahorro muy grande, pero eso se puede perder si
no consolidamos la confianza financiera.
Y la confianza financiera no
es con Wall Street, es con los propios colombianos.
Yo oigo en la crítica
política que se dice: es que hay que negociar
la deuda externa. Hay que tener en cuenta dos cosas:
primero, la deuda pública hoy es más interna
que externa.
Hoy la deuda pública está distribuida:
70 por ciento le debe el Estado a los colombianos y 30
por ciento a los extranjeros, y buena parte de lo que
debe el Estado en bonos al extranjero es a bonos que
están en poder de colombianos.
Entonces nosotros no podemos
caer en la trampa de una invitación a renegar una deuda pública
externa, cuando vemos que la mayoría de esa deuda
está hoy con colombianos como sus acreedores.
Por eso, este tema hay que cuidarlo
muchísimo,
y hay que recuperar para el país el grado de inversión.
Sé que con esta reforma
y con las transferencias avanzamos mucho, pero no suficiente.
Si el Congreso (de la República) nos aprueba
ahora la reforma tributaria y la de transferencias -hay
que crear una gran conciencia nacional sobre la reforma
de transferencias-, podemos avanzar en mejoramiento de
la calificación, pero tendremos que esperar un
buen rato y seguir mostrando buenos resultados, para
recuperar plenamente el grado de inversión.
5) Esa reforma tributaria busca
simplificar. Yo creo que eso se va a lograr. La aspiración del Gobierno
es que un estatuto tributario que tiene hoy más
de 1.100 artículos, se reduzca a menos de 300.
Ese objetivo básico de la reforma creo que se
va a lograr.
Y entro en algunos temas, no todos los temas puntuales
que ustedes han planteado.
Primero, confío que la discusión del Ministro
con las bancadas parlamentarias y con los grupos que
representan a nuestros compatriotas: FENALCO, la ANDI,
grupos sociales, etcétera, nos lleve a ese punto
de equilibrio que necesitamos, pero pongamos cuidado
en esto: todos estaban demandando una reforma estructural,
y cuando se propone, todo parece malo. Aquí va
a haber que hacer unas concesiones en favor de la tributación.
Hay unos temas que el Gobierno
tiene que corregir con el Congreso frente al proyecto
inicial, otros en los
cuales se va a necesitar un mayor grado de comprensión
de los contribuyentes.
DONACIONES
Yo no voy a referirme a todos
los que planteó Guillermo
Botero, porque entraríamos esta noche en un examen
inacabable de estos temas de la reforma, pero yo creo
que hay que mirar con mucho cuidado lo de las donaciones.
Esa proliferación de fundaciones, para obtener
donaciones y no producir resultados, no le hace bien
al país.
Las cifras son abrumadoras, de
cómo crecen las
fundaciones, cómo crecen las deducciones para
financiarlas, y cómo la mayoría de esas
fundaciones no le dan al país un retorno social.
ZONAS FRANCAS
Hay otros temas que hay que mirar con todo el cuidado.
Por ejemplo las zonas francas, doctor Visbal.
Yo le he pedido respetuosamente
a mis compañeros
de gobierno revisar eso con el Congreso, creo que se
va a lograr.
Sí pediría una reflexión:
un punto de la reforma tributaria, el primero, dice
estimular
el crecimiento. Para estimular el crecimiento hay que
darle tratamiento diferente al que crece que el tratamiento
que se le da al que no crece.
Una diferencia de esta reforma
con las reformas de los años 80, de la administración Barco en
Colombia, la administración Reagan en los Estados
Unidos, la administración Thacher en Inglaterra,
es que aquellas reformas de los 80 bajaron las tarifas
para todo el mundo, se consiguió un mejoramiento
del recaudo en los siguientes años, pero eso no
estimuló un crecimiento dinámico, sostenido
de la economía.
¿Por qué? Porque se le dio el mismo tratamiento
al que crecía que al que no crecía. Nosotros
hemos hecho un experimento en los últimos años,
le hemos dado estímulos a los que crecen.
Ustedes, distinguidos comerciantes,
se deben haber beneficiado, y el país también, de la deducción
del 30 por ciento para nuevas inversiones generadoras
de renta, que introdujimos hace 3 años. Y eso
ha demostrado que la economía es sensible a los
estímulos tributarios.
Mi preocupación es que en las zonas francas se
le dé el premio de la tarifa baja al que crece,
por igual que al que no crece. Esa es mi preocupación.
Sé que el año más complicado es
el año 2007, porque con la legislación
de hoy, las zonas francas en el 2007 tienen dos beneficios:
el beneficio de la tarifa del 15 por ciento y el beneficio
de la deducción del 30 por ciento a las nuevas
inversiones generadoras de renta.
El Ministro (de Hacienda, Alberto
Carrasquilla) es consciente de que eso hay que atenderlo,
ese reclamo. Mi invitación
es a que busquen con el Ministro y con el Congreso, un
tratamiento hacia adelante que debería tener dos
condiciones: la primera condición, no tratar a
todos por igual, premiar más al que invierte,
al que crezca. Y la segunda condición –que
la acepto- es tener un nivel tarifario que les permita
competir con zonas semejantes en otros países
del mundo.
CAJAS DE COMPENSACIÓN
El tema que han traído las cajas de compensación.
El Gobierno es totalmente, yo soy totalmente solidario
con las cajas de compensación. ¿Qué pasaría
en este país si no las tuviéramos?
En estos días les decía a algunos compañeros:
me preocupa muchísimo que la academia económica
de Colombia y el sector técnico de los gobiernos
miren con desden a dos sectores: al sector de las cajas
de compensación y al sector cooperativo.
En el país vamos a tener que hacer una pedagogía
para apreciar el trabajo de las Cajas de Compensación
y el trabajo del sector cooperativo. Cada rato hay ataques
a las Cajas de Compensación. El año pasado:
que deberíamos quitar la parafiscalidad, las matamos.
Vamos revisar lo que están proponiendo para aportes
en salud, eso no me preocupa tanto, porque las Cajas
de Compensación son muy buenas administradoras
del régimen de salud.
Me preocupa más la otra denuncia que ustedes
hacen de que las Cajas de Compensación pasen a
ser contribuyentes ordinarios. Está bien que sus
establecimientos, de comercio abierto al público,
se les cobre el mismo impuesto que se cobra a los competidores
que son contribuyentes ordinarios. Pero en los recursos
que tienen destinación social especial, que compromete
la parafiscalidad, no se les debe cobrar ese impuesto.
A mí no me cabe la menor duda y voy a conversarlo
ahora de regreso a Bogotá con el Director de la
DIAN, porque cobrar ese impuesto, y usted lo ha dicho
Guillermo, es cobrarle impuesto a los impuestos y es
afectar unas metas sociales. Prefiero ser exigente en
las metas sociales a cargo de las Cajas de Compensación
que afectarlas con ese impuesto.
Vienen temas como el tema de
las joyas. Yo pienso que ese artículo no se debe mirar en Colombia como
un artículo de lujo, sino como un artículo
de empleo. Y por eso creo que eso ya se aceptó,
así me lo confirma el Director de la DIAN, de
renunciar a la pretensión de elevar ese IVA.
Mi invitación, Guillermo, es a lograr ese acuerdo
en el Congreso de la República.
SUELDOS Y SALARIOS
Son muchos los temas que han
tocado ustedes esta noche, pero déjennoslos ahí. De todas maneras
miremos cosas buenas porque finalmente lo único
elocuente son los hechos. A mí siempre me parece
muy interesante para este país que los sueldos
y salarios estén teniendo este comportamiento.
Este año los sueldos y salarios reales del comercio
minorista aumentaron en julio 5,94 por ciento frente
a julio 2005. Es un gran avance, es un aumento real,
capacidad adquisitiva en el comercio minorista.
En todo el país, en toda la economía,
en los últimos 12 meses han crecido 2,94 por ciento
en términos reales. Y de agosto de 2005 a julio
de 2006, en el comercio minorista 2,20 por ciento. Aquí hay
unos registros de cómo va mejorando el ingreso
de los colombianos a pesar de todo lo que falta.
Me parece de la mayor importancia
no referirnos solamente al crecimiento del comercio
en general, que nos dio un
repaso bien ilustrativo Guillermo Botero y el Presidente
de nuestra junta, el doctor Visbal, déjenme referir
a un punto. En julio de 2006, las ventas reales de alimentos
y bebidas presentaron un incremento de 7,88 respecto
al mismo mes de 2005. Esto es: si la población
colombiana esta creciendo al 1.2, tener estos crecimientos
de alimentos es muy significativo de que empieza una
tendencia de mejoramiento de los sectores populares de
la nación.
Los sectores más pudientes viven a dieta. No
los veo que compren un sancocho más, ni que le
pongan a la sopa un trozo de ñame adicional. Este
crecimiento en la compra de alimentos es de los sectores
populares de la nación. Cuando disminuye la compra
de alimentos hay una gran crítica, cuando mejora,
como viene sostenidamente mejorando el último
año y medio, el Gobierno le tiene que contar a
los colombianos que tenemos muchos problemas, pero muchas
posibilidades.
Al oír a sus dirigentes me obligaron a contestar
estos puntos y a evitar el diálogo. Sin embargo
el tema que ustedes consideraran que yo no debería
omitir aquí, con el mayor gusto se los escucharía.
Muchas gracias.
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