CONSEJO COMUNAL DE GOBIERNO # 27
Temático – Cumplimiento de las Metas Sociales
del Milenio
Abril 21 de 2007 (Bogotá – Cundinamarca)
Compatriotas:
Es muy grato reunirnos en este Consejo Comunitario
aquí, en el norte de Bogotá, en Suba,
en esta escuela del Departamento Administrativo de
Seguridad (DAS), para examinar el tema de las Metas
Sociales del Milenio y, hacer este Consejo, en paralelo,
con una feria de crédito de Banca de Oportunidades.
Yo demoré algo el ingreso al salón porque
estaba saludando a cada una de las personas que están
en los diferentes stands de feria de Banca de Oportunidades.
Enmarquemos esto, apreciados compatriotas, en algunas
ideas que viene dirigiendo a nuestro Gobierno: el concepto
de Estado que nosotros impulsamos en Colombia, el concepto
de sociedad y los tres objetivos principales de Gobierno.
CONCEPTO DE ESTADO
América Latina, en algún momento, fue
muy atraída por la idea de desmantelar al Estado.
En esa crítica de Stiglitz a los procesos económicos
y sociales de las últimas décadas, dice él,
que primero se pensó que lo que se necesitaba
era el flujo de capitales, se crearon las agencias
multilaterales, que eso no resolvió los problemas
sociales de América Latina. Después se
dijo que el problema era el gobierno y entonces se
inició la tarea de desmantelar el Estado. Y
después se ha insistido en la apertura de mercados.
Colombia no ha participado en ese extremo de desmantelar
el Estado. Es bien importante.
Pero después, el péndulo de América
Latina se fue a otro extremo –y de manera recurrente,
no por primera vez-. En algunas partes resurge, con
mucha fuerza, la idea de estatizarlo todo, la idea
de eliminar –más veloz o más lentamente-
la iniciativa empresarial privada. Allí tampoco
está Colombia.
En Colombia tenemos un concepto –creo que es
bien importante afianzarlo en la conciencia de cada
compatriota, afianzarlo en la comunidad latinoamericana
y en la comunidad internacional en general- de que
aquí hay un Estado vigoroso, en proceso de reformarse
todos los días, que le da todas las garantías
a la inversión privada, no la obstruye, pero
le exige toda al responsabilidad social. Diría
que ese es un fundamento muy importante de nuestro
concepto de Estado.
Y me preguntan: ‘bueno está bien, se
le dan todas las garantías a la empresa privada
y ¿cómo se le exige responsabilidad social?’ Entendemos
esa responsabilidad social expresada en tres áreas:
en las relaciones de la empresa privada con el Estado.
Tienen que ser transparentes. Transparentes en la contratación
con el Estado, transparentes en la adjudicación
de concesiones mineras, de hidrocarburos, de licencias
de funcionamiento. Transparentes en la tributación.
Transparencia en las relaciones de al empresa privada
con el Estado, es un punto fundamental en el tema de
la responsabilidad social.
Segunda expresión de la responsabilidad social:
las relaciones de la empresa privada con la comunidad.
Por ejemplo, en la medida en que las empresas mineras
del Cesar resuelvan –como se han comprometido
con nosotros- los temas de carreteras que, con su polvareda
dado el alto tráfico de tractomulas, afectan
tanto a la comunidad, en esa medida cumplirán
una responsabilidad social con la comunidad del vecindario.
Creo que lo estamos haciendo en Banca de Oportunidades
empieza a mostrar una responsabilidad social del sector
financiero colombiano con los microempresarios.
Las relaciones de la empresa privada con las comunidades,
son un punto esencial de la responsabilidad social.
Tercer punto de la responsabilidad social: la relación
de la empresa privada con los trabajadores.
En Colombia queremos que no sea una relación
de capitalismo salvaje, tampoco una relación
de odio de clases; queremos unas relaciones laborales
fraternas, cristianas.
Estos son puntos esenciales en nuestro concepto de
Estado.
CONCEPTO DE SOCIEDAD
En nuestro concepto de sociedad, una sociedad pluralista,
democrática en permanente debate, pero en debate
creador, con la predisposición no de fomentar
antagonismos insuperables sino de crear condiciones
para la búsqueda de adopciones que todos los
días estén contribuyendo en un movimiento
permanente de la sociedad al mejoramiento de la comunidad.
¿Cuáles son los tres principales objetivos
de Gobierno?: consolidar la Seguridad Democrática –eso
si que es importante subrayar, democrática-,
consolidar confianza inversionista en Colombia, altas
tasas de inversión en Colombia. Y, cumplir nuestra
política social, que tiene unos referentes muy
importantes: las Metas Sociales del Milenio –que
hoy vamos a mirar cómo va Colombia en ello y
que queremos que Colombia se anticipe en su cumplimiento-.
El otro tema bien importante, como referente, son
las metas de la Visión Colombia 2019. Visión
que empezáramos a construir con el entonces
Director de Planeación, Santiago Montenegro,
que se ha construido en el debate con los compatriotas
y que tiene unas metas muy exigentes que nuestro país
debe tener cumplidas el 7 de agosto de 2019, cuando
estaremos cumpliendo dos siglos de vida independiente.
Y el tercer referente son –en relación
con los dos anteriores-, las metas que este Gobierno
está obligado a cumplir en materia social al
2010, cuando habrá de terminar su periodo.
Esto lo vamos a examinar hoy. Es fundamental en nuestra
política social.
Y ustedes me harán dos preguntas. Primero: ¿por
qué la insistencia en tazas de inversión?
Segundo: ¿cómo se relacionan entre si
los tres objetivos de Gobierno: Seguridad Democrática,
altas tasa de interés y política social?
¿Por qué la insistencia en altas tasas
de inversión? Porque es lo único que
garantiza un crecimiento económico sostenido
y sólido en el largo plazo. Porque es lo único
que garantiza la financiación permanente de
la Seguridad Democrática. Y porque es lo único
que garantiza la construcción de una sociedad
que elimine la pobreza y construya equidad.
Pensado mucho en la relación entre altas tazas
de inversión y el crecimiento de la economía
y pensado mucho qué debe ser lo prioritario,
estoy convencido que lo prioritario son tasas de inversión. ¿Por
qué?: porque puede darse que un año,
por un descubrimiento petrolero, haya crecimiento de
la economía; que al siguiente año, por
una fuerte inversión pública, haya crecimiento
de la economía; que al siguiente año
una bonanza cafetera, genere crecimiento de la economía;
pero son crecimientos furtivos, derivados de loterías,
muchas veces de casos fortuitos que no garantizan que
esos crecimientos se proyecten en el tiempo.
En cambio, cuando hay altas tasas sostenidas de inversión,
se garantizan crecimientos de la economía sólidos,
sostenidos en el tiempo.
El gran revolucionario chino finalmente es DenXiao
Ping cuando dice: “la dialéctica China
nos tiene que mantener en permanente movimiento”.
No puede ser una dialéctica para haber hecho
el transito del feudalismo al socialismo; se necesita
un nuevo paso dialéctico, no nos podemos quedar
en un socialismo de pobres, tenemos que llegar a un
socialismo con prosperidad. Y ese paso dialéctico
nos obliga a ser compatibles la economía, centralmente
planificada, con la economía social de mercado.
Y en el debate él contesta con gran sentido
común: “no importa que el gato sea pardo
o blanco, lo que importa es que cace ratones”.
Llevan casi 17, 20 años en China recibiendo
flujos de inversión de 67 mil, 55 mil, 60 mil
millones de dólares al año.
Qué iba a pensar mi generación, cuando
estábamos en las bancas de la universidad pública,
en el debate ideológico de Colombia, de la Colombia
de los años 70, que nos iba a tocar ver la caída
del muro de Berlín, la desintegración
de la Unión Soviética, ésta revolución
en China.
Qué iba a pensar mi generación en aquella época,
que China se iba a convertir en el gran captador de
inversión privada en el mundo: 67 mil millones,
55 mil millones, año tras año. Eso les
ha posibilitado un gran crecimiento de la economía,
sostenido y han podido, de los 1.200 millones de habitantes,
reivindicar de la pobreza 400 millones.
Por eso, para nosotros es fundamental la confianza
inversionista y esa confianza la estamos consiguiendo
con estos mecanismos. Primero, nuestro concepto de
Estado para algunos era irrelevante. Hoy, en el debate
político latinoamericano, es fundamental decir
cuál es el concepto de Estado como prerrequisito
para la confianza inversionista.
Segundo, la seguridad democrática. Tercero,
la salud fiscal de la Nación. Cuarto, las políticas
como las tributarias, orientadas a estimular la inversión.
Quinto, la estabilidad en las reglas de juego.
En el tema de la salud fiscal de la Nación
es de gran importancia la aprobación del proyecto
de transferencias. Mientras más lo explicamos,
mejor raciocinio hay en la base del pueblo colombiano.
Esta semana tuve la grata experiencia –en la
compañía de Alicia Arango (Secretaria
Privada de la Presidencia de la República) y
el Subdirector de Planeación (Andres Escobar)-
de asistir a un debate ya, muy constructivo, en la
Universidad tecnológica de Cartagena.
Creo, apreciados parlamentarios y compañeros
de Gobierno, que el proyecto que está aprobando
el Congreso de la República es defensable en
todas partes. Se puede, sobre él, hacer la más
constructiva pedagogía y los compatriotas nos
acompañan. Es equilibrado, estimula la descentralización
pero no arruina la Nación.
Es que una irresponsabilidad en esa materia, de pronto
nos gana unos aplausos en las regiones, pero unos aplausos
efímeros porque puede conducirnos a unas tasas
tan elevadas de interés que arruinan a las mismas
regiones, que le causen más graves problemas
fiscales a la Nación y que no permitan endeudamientos
razonables del sector privado para crecer y construir
valor en Colombia.
Yo creo que la tarea que, con el liderazgo en el Gobierno
de la Directora de Planeación (Carolina Rentería),
del Ministro y de la viceministra de Hacienda (Oscar
Iván Zuluaga y Gloria Inés Cortés)
y con el apoyo de las bancadas del Congreso para sacar
adelante la nueva reforma constitucional de transferencias,
es fundamental en este momento. El mundo está a
la expectativa de qué va a hacer Colombia en
esa materia.
Y como hay que hablar en todos los escenarios del
tema, permítanme compartir con ustedes una experiencia, ¿saben
ustedes cuánto gastan los estados brasileros
del total del gasto del Brasil?: el 30 por ciento.
El Gobierno central del Brasil gasta el 70, los estados
brasileros no alcanzan al 30. ¿Saben ustedes
cuánto gastan las regiones colombianas del total
del recaudo del Estado colombiano? El 51 por ciento. ¿Saben
ustedes cuánto recaudan los Estados Mexicanos
del total del recaudo de la Nación mexicana?
El 4 por ciento. ¿Saben ustedes cuanto recaudan
las regiones colombianas del total del recaudo del
Estado colombiano? El 21 por ciento.
Y cuando nosotros hacemos el cálculo que nos
lleva al 51 por ciento como porcentaje de lo que gastan
las regiones en relación con lo que gasta todo
el Estado, no sumamos los gastos extraordinarios. A
eso no le sumamos los transmilenios porque no todos
los días se hacen los transmilenios, le sumamos
solamente lo recurrente, lo ordinario, lo de todos
los años. Pero el transmilenios, el 70 por ciento
lo paga la Nación.
Y a ese 51 por ciento no le estamos sumando los aportes
extraordinarios para acueductos, hay unos aportes ordinarios,
los que van en transferencias. Pero esos aportes extraordinarios
de los planes de desarrollo no los sumamos. Y a eso
no le sumamos, los aportes de la nación para
vivienda social.
Y a eso no le sumamos los aportes de la Nación
a las universidades públicas. Por ejemplo, el
gran financiador de la universidad pública colombiana
es la Nación. Pero empiezo por mi departamento,
la universidad de Antioquia: la preside el gobernador
del Departamento –yo la presidí los tres
años de la gobernación que tuve el honor
de ejercer allá- y el gran aportante era la
Nación. ¿Quién es el gran aportante
para reestructurar la universidad del Atlántico,
para recuperarla?: la Nación.
Y a eso no le estamos sumando los aportes extraordinarios,
por ejemplo, para vías municipales.
¿Y saben una cosa?: en los transmilenios, en
la vivienda, en las vías municipales, etcétera,
el gran aporte lo hace en la Nación, pero la
inversión la hacen las regiones. Es otra manera
de mirar la descentralización: ¿quién
aporta el dinero, pero quién ejecuta la obra?:
la región.
Es un país que ha avanzado mucho en descentralización
y vamos a seguir avanzando, pero el peor riesgo que
le haríamos correr a la descentralización
es quebrar a la Nación.
El doctor Holguín (Carlos, hoy Ministro del
Interior y Justicia) y yo fuimos gobernadores en un
momento muy diferente de tasas de interés en
Colombia. Qué difícil era para nuestros
departamentos pagar las tasas de interés de
la época y cómo se han venido corrigiendo.
Seamos muy cuidados en lo que vamos a aprobar en el
Congreso, para que no afectemos esta tendencia de tasas
de interés pagables, que ha sido tan sana para
Colombia.
La salud fiscal de la Nación es muy importante
para la confianza inversionista.
Y es muy importante pata la confianza inversionista,
lo que el Congreso y nuestro equipo económico
han definido en materia tributaria: los estímulos
para que es invierta en Colombia.
La idea en Colombia no es, rebajarle los impuestos
a los ricos para que gasten más dinero, la idea
en Colombia es estimular las inversiones que expandan
la economía para generar empleos de buena calidad,
con afiliación a la seguridad social.
Por eso lo que hay hoy en Colombia aprobado por nuestro
Congreso es la deducción del 40 por ciento a
quien haga inversión que equivale a decirle: ‘si
usted hace una inversión para que Colombia tenga
más empleo, más seguridad social, más
calidad de vida, con esa deducción del 40 por
ciento el Estado le aporta a usted 12.8 centavos por
cada peso que usted aporte’.
Y sí que es importante, por ejemplo, los estímulos
hacia el turismo, los estímulos a la agricultura
de largo plazo de rendimiento, los estímulos
a los biocombustibles.
Este año, gracias a los estímulos al
turismo y a la Seguridad Democrática, el país
está construyendo 5 mil habitaciones hoteleras.
Hace cuatro años a Colombia llegaban 536 mil
visitantes internacionales por año, vía
aérea; el año pasado llegaron 1.050.
¡Fue emocionante, emocionante, esta semana recibir
el regreso de los cruceros de Royal Caribean! Van a
llegar en el año, Dios mediante, a Cartagena,
Santa Marta y San Andrés, 108 cruceros, 200
mil pasajeros. ¡Y estaban felices los turistas!
Y esos dólares que ellos se gastan quedan en
los taxistas de nuestras ciudades y en los restaurantes
de nuestras ciudades y de los venteros callejeros de
nuestras ciudades y quedan en las pequeñas joyerías
de nuestras ciudades y de los artesanos de nuestras
ciudades. ¡Qué importantes esos estímulos
al turismo!
Y qué bueno poder decir que Colombia, en corto
tiempo, se ha convertido después de Brasil,
en el segundo país en combustibles alternativos
en el Continente y que va a tener un gran crecimiento
en los próximos años. Porque hoy ya estamos
produciendo –creo que vamos a completar en los
próximos días, con la entrada de otros
150 mil litros-, millón 200 mil litros de etanol
al día, pero hay ya 10 proyectos en instalación.
¡Qué buena visión la del equipo
económico y la del Congreso de aprobar estos
estímulos! Cómo va a ser esto de útil,
para que los 12 millones de colombianos que viven en
el campo, encuentren mejores alternativas de empleo.
Y qué importante sumarle a esa visión
de utilizar la tributación, no para que haya
a través de la rebaja de impuestos, más
utilidades llevadas a los bolsillos y al consumo, sino
más inversiones relacionadas con el empleo,
sumarle la reglamentación de las nuevas zonas
francas. Ese ha sido un paso trascendental en Colombia.
El nuevo concepto de zonas francas tiene para las
zonas francas una tasa de renta del 15 por ciento,
pero miren lo nuevo: concepto mono usuario. Quien quiera
instalar una empresa hoy en Colombia para exportar,
ya no necesita irse a buscar un espacio dentro de los
perímetros de una zona franca, puede pedir que
a su empresa la declaren zona franca. Tiene que cumplir
con unos requisitos.
-Esta semana vinieron, después de muchos años
de no venir al país, los inversionistas japoneses
y el Ministro (de Comercio, Industria y turismo, Luis
Guillermo Plata) les refirió un discurso y dije
yo que esa era otra garantía de inversión
que tenía Colombia, porque es el único
Ministro de Comercio, Industria y Turismo en el occidente
del planeta, que es capaz de referirle un discurso
en japonés a los industriales japoneses. Y lo
hizo y con mucha fluidez-.
Y qué importante sumarle a todo esto la regla
de estabilidad que nos aprobó el Congreso. El
Gobierno colombiano está suscribiendo pactos
de estabilidad en las reglas de juego con el sector
privado gracias a la ley que nos aprobó el congreso.
Entonces: Seguridad Democrática, altas tasas
de inversión y la política social que
vamos a ver hoy. ¿Y cómo se relacionan?:
se relacionan en una relación recíproca
entre cada una de las dos variables y transitiva entre
las tres.
Si hay Seguridad Democrática, hay confianza
inversionista. Si hay confianza inversionista, hay
con qué financiar la Seguridad Democrática.
Si hay Seguridad Democrática, hay con qué financiar
la política social. Y si hay política
social, la política social legitima la Seguridad
Democrática. La gente colombiana que siente
que la política social empieza a reivindicarla
dice: ‘se ha justificado la Seguridad Democrática’.
Y si hay inversión, hay política social.
Y si hay política social, la gente colombiana
que se reivindica con la política social dice: ‘qué bueno
que lleguen altos flujos de inversión a Colombia.
Esa relación es muy importante, por eso tenemos
que trabajar con esos tres pilares: Seguridad Democrática,
tasas de inversión elevadas y sostenidas y política
social.
Y vamos hoy a introducir el tema social con Banca
de Oportunidades. Por eso le doy la palabra a Carlos
Moya director de la Banca de Oportunidades para que
nos explique como va este sistema que busca reivindicar
a nuestros compatriotas que hoy le deben al gota – gota.
Promovamos esto que es de gran importancia, porque
la tarea no es fácil, es: entregar cinco millones
de microcréditos en Banca de Oportunidades en
este Gobierno.
Muchas gracias.
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