CONSEJO
COMUNAL DE GOBIERNO # 18
Temático - Telecomunicaciones
Enero
27 de 2007 (Pereira – Risaralda)
Compatriotas:
Es muy grato venir
a esta tierra. Ayer emprendimos un viaje en la madrugadita
de Bogotá a San José de
Costa Rica, a la Corte Interamericana de Derechos Humanos,
a una reunión bilateral con el Presidente (Oscar)
Arias de Costa Rica y a una reunión con los ex
presidentes (Ricardo) Lagos, de Chile; (Fernando Henrique)
Cardoso, de Brasil; Felipe González de España,
(Julio Maria) Sanguinetti, de Uruguay y con el ex presidente
Belisario Betancourt; con los empresarios colombianos
que han invertido tanto en Costa Rica, que en alguna
forma fueron desplazados de Colombia por la violencia
y que ahora miran de nuevo a Colombia con mucho entusiasmo.
Y con expectativa, a este Consejo Comunitario en Pereira.
Regresamos anoche
a Pereira desde Costa Rica y tuve el privilegio de
ir a dormir a los termales de Santa
Rosa. ¡Qué privilegio! ¡Qué país
tan bello! ¡Qué cuencas tan hermosas! ¡Qué bien
protegidas!
Encontré a mis compatriotas que viven en ese
cañón de ese río, Santa Rosa hacía
arriba, felices –lo que quisiera uno poder ver
a todos los compatriotas felices- y agradecidos con el
Ejército, con la Policía, porque se ha
recuperado mucho la seguridad. Uno de esos balnearios
tenía, hace cuatro años, diez empleados,
hoy tiene 120.
Y ha llenado ese
Cañón de casas-hoteles.
Las familias están haciendo en ese cañón,
en sus casitas, dos habitaciones adicionales con buenos
servicios para albergar turistas. Viceministro Óscar
(Rueda, de Turismo) allá hay un gran dinamismo
en materia turística.
Examinábamos esta mañana con el turismo
allá, que todo ha servido. Ha servido la seguridad,
inmensa gratitud con el Ejército, con la Policía,
con todas las Fuerzas, que le falta tanto pero ahí vamos.
Ha servido muchísimo la recuperación de
confianza en Colombia, para que los turistas tengan más
confianza de llegar a nuestros destinos tan bellos.
Ha servido muchísimo el Plan 2.500. Creo que
hay que hacer un recorrido por el país porque
son 148 contratos, hay 20 contratos con serias dificultades,
pero creo que las resolvemos y se tuvo el buen cuidado
que todos estuvieran muy bien respaldados con pólizas
de seguros, los otros contratos van bien. Afortunadamente
pude ver estos –se lo decía ahora al Gobernador
(de Risaralda, Carlos Botero)-, muy buen pavimento, se
ve que la sub-base que aplicaron es una sub-base seria,
gruesa, muy buen pavimento y todas las cunetas de concreto.
Eso ayuda mucho a evitar la erosión.
Ya terminó el trayecto, por un lado, están
avanzando por el otro porque arribita de Santa Rosa hay
una ‘Y’, entonces pude ver esos trayectos
allí del Plan 2.500.
También ha servido muchísimo la reforma
tributaria y la reforma laboral. Hablaba allá con
los empleados y con el gerente y me decían: ‘gracias
a la reforma laboral van a poder tener dos y tres turnos
y gracias a la reforma laboral, ya hay menos miedo para
contratar gente de noche y menos miedo para contratar
gente de madrugada’, porque uno no le puede decir
a los turistas: ‘no, a esta hora no lleguen que
la ley laboral no deja’. Los hoteles como los hospitales
tiene que trabajar las 24 horas y con intensidad.
Y me encontré muchos muchachos y les pregunté: ¿qué hacés?
Y me dijo: ‘no, yo estoy estudiando pero me dieron
trabajito aquí el fin de semana’. Yo creo
que eso hay que impulsarlo.
Y la reforma tributaria.
Están emprendiendo unas
inversiones turísticas muy importantes, gracias
a los estímulos de nuestra legislación.
Yo creo que eso va a necesitar promoción.
Esta mañana veo que sale la primera luz del día
y me asomo por una ventana y veo una cascada de 190 metros
y por un lado cayendo agua fría y por el otro
lado cayendo agua dulce. Colombia es el cielo, lo que
pasa es que no lo estaban quitando y lo tenemos que recuperar,
pero este país es el cielo, hay que recuperarlo
y eso necesita que lo queramos y batallemos por él
con toda intensidad.
Y me gustó mucho otra cosa que hay que destacarla
ante el país: se está recuperando la industria
forestal. Allá lo vimos, vimos a las reforestadotas
haciendo infraestructura y sembrando árboles.
Nosotros introdujimos unos elementos tributarios muy
importantes de estímulo a la reforestación
en Colombia, donde hay todas las posibilidades.
Y me gustó mucho otra cosa, a la que les va a
ayudar muchísimo la Ley de Agro Ingreso Seguro
(AIS), yo no sabía y le decía Óscar
Iván Zulúaga (ministro Consejero) y Juan
Guillermo Ángel (asesor para San Andrés
y Providencia) -que venían conmigo en una buseta-:
yo no sabía que está creciendo tanto el
cultivo en vivero en la zona cafetera. Pregunté por
unos viveros de mucha área y me dijeron: ‘están
cultivando tomate, pero muchos y de áreas muy
significativas y con gran impacto en el empleo’.
O sea que en medio
de dificultades hay muchas cosas que animan. Muchas,
muchísimas y encontrar esa
energía, ese vigor de las gentes de acá,
que ante nada se achicopalan, con ese optimismo permanente. ¡Qué buena
experiencia!
Hay que invitar
a los compatriotas a que conozcan más
y más este país. Yo llamé esta mañana
a los hijos míos y les dije: siempre es bueno
que saquen raticos por ahí para andar conmigo,
que este país es muy bonito. No anden solamente
con las novias, anden también con el papá.
Este país es muy bonito. Esta mañana los
llamé a decirles eso.
Vamos a hacer este
Consejo Comunitario hoy, dedicado al tema de las comunicaciones.
Ese tema, hace algunos
años, parecía un tema para que lo trataran
dos o tres especialistas, en un recinto cerrado, pero
ese tema se ha vuelto de primera necesidad en el mundo
entero. Se ha vuelto un tema esencial para que los países
aumenten competitividad, aumenten ingreso. Se ha vuelto
un tema esencial para poder superar pobreza y construir
equidad.
Colombia tiene una
magnifica institucionalidad. Colombia tiene sector
público vigoroso y sector privado
vigoroso. Colombia tiene Comisión de Regulación
(de Telecomunicaciones), Colombia tiene Superintendencia
(de Servicios Públicos), Colombia tiene ‘Colombia
Telecomunicaciones’ reestructurada. La vieja Telecom
quebrada, no tenía con qué pagarle a los
jubilados, no tenía con qué invertir, no
tenía con qué sostener la nómina
de trabajadores activos. En medio de ese debate político,
la liquidamos y creamos a ‘Colombia Telecomunicaciones’.
‘Colombia Telecomunicaciones’ hoy, la mitad
menos una acción, es del Estado Colombiano. La
mitad más una acción de socios de Telefónica
de España. Lo que tiene el Estado colombiano en ‘Colombia
Telecomunicaciones’ vale mucho y valdrá mucho,
un patrimonio en crecimiento, en fortalecimiento. Lo
que teníamos hace cuatro años, cuando el
Estado Colombiano era dueño del ciento por ciento
de Telecom, era una quiebra, hoy una empresa próspera.
Eso es muy importante.
A mí me dijeron hace cuatro años: ‘deje
quebrar a Telecom que eso lo sustituye todo el sector
privado’. Dije: no. Si bien el sector privado
va vigoroso en telecomunicaciones en el mundo, nosotros
necesitamos que no desaparezca el Estado y eso va mostrando
un caso práctico del concepto de Estado que
tenemos en Colombia: ni neoliberalismo que destruya
al Estado ni estatismo que anula inversión privada.
Un Estado al servicio
de la comunidad, que no sea obstáculo
para la inversión privada, eficiente. Que en lugar
de estar privatizado por los privilegios sindicales y
politiqueros, le sirva a la comunidad.
El Estado tiene
que escoger a quién le sirve,
una empresa estatal tiene que escoger a quién
le sirve: si le sirve a una clientela política,
si le sirve a unos privilegios sindicales o si le sirve
a la comunidad. Esa fue la filosofía que aplicamos
en el proceso Telecom, la que estamos aplicando para
reformar todas las empresas del Estado que nos falta
por reformar.
Ahora en este momento
la gran prioridad es la reforma del Seguro Social,
de sus clínicas. Queremos entregarle
a los colombianos las clínicas del Seguro Social
de la mejor calidad, que queden clínicas de una
calidad ‘1A’ en el mundo. Ese es el reto
del momento.
Cuando los países no tienen la institucionalidad
colombiana, corren el riesgo de dejarse llevar por la
utopía de eliminar el Estado o por la utopía
de estatizarlo todo. Ninguno de los dos caminos.
América Latina ha vivido ambas: la utopía
de dejar desmontar el Estado causó más
pobreza. La utopía de estatizarlo todo, causó más
pobreza. Cuando todo se estatiza, así haya la
plata para hacerlo, esas empresas terminan obsoletas,
convertidas en chatarra, pierden la competitividad, afectan
el ingreso de los ciudadanos, no construyen equidad.
¿Por qué quisimos mantener presencia estatal
en Telecom, hoy empresa mixta? Porque el estado tiene
que garantizar la cláusula social. Las comunicaciones
allí, donde hay comunidades remotas, porque el
Estado tiene que estar presente para cuando haya fallas
de mercado. Pero un Estado presente, competitivo, transparente,
blindado contra el clientelismo, que no sea obstáculo
al sector privado.
Yo discutía con algunos trabajadores de Telecom,
cuando estábamos en toda esa discusión
de la reforma y me decían: ‘Presidente ¿pero
por qué le echan toda la culpa al sindicato?’.
Y me decían ellos: ‘es que el sindicato
pidió, pero fueron los gerentes los que aceptaron’.
Razón tienen. Y me decían: ‘no le
echen toda la culpa a los trabajadores, que aquí muchos
gobiernos mandaron sus amigos políticos, que no
sabían de la empresa, a trabajar en ella simplemente
para jubilarse o para mejorar la jubilación’.
Razón tenían.
Nosotros dimos el
primer paso que fue cambiar la vieja Telecom por la
nueva, pero nos quedamos allí:
conseguimos el socio.
¿Qué nos garantiza el socio? Nos garantiza
transferencia de conocimiento a nuestro país. ¿Qué nos
garantiza el socio? Integrarnos a un gran mercado mundial. ¿Qué nos
garantiza el socio? Recursos para inversiones.
¿Y qué garantía
surge de tener una empresa estatal con socios de la
empresa privada
o de cooperativas o de comunidades? Se blinda contra
el clientelismo.
Sabiendo que si
Telecom es mixta hoy… lo que hace
que la volvimos mixta, ya nadie va a decirme que le de
un puesto en Telecom, todo el mundo sabe que tiene que
entrar por concurso. Lo que hace que la volvimos mixta,
ya nadie dice: ‘mándeme a Telecom a mejorar
la pensión’, o que: ‘me hacen falta
seis meses para pensionarme, mándeme para Telecom’.
A mí todavía me piden puestos en ECOPETROL,
entones tengo que decir: mire, es muy difícil,
la empresa viene en una reestructuración laboral,
Colombia tiene que hacer inversión mucho más
grande en exploración de petróleo, se nos
va a acabar el petróleo, hay que poner mucho cuidado
que la empresa tenga toda la eficiencia.
El Congreso, sabiamente,
nos acaba de aprobar la ley que nos autoriza a capitalizar
a ECOPETROL en un 20 por
ciento, eso va a ser muy importante para poder, buscar
más petróleo y explorar más petróleo.
Va a valer ECOPETROL mucho más.
Petrobrás de Brasil, cuando era totalmente estatal,
tenía valor negativo. Hoy creo que es la segunda
empresa mundial de petróleos, gracias a que se
vigorizó totalmente, desde el momento en que la
convirtieron en mixta.
El dinero de la
capitalización de ECOPETROL no
es para que venga a las arcas del Gobierno, para el Gobierno
gastársela. Es para crecer la empresa. Entonces,
con esa capitalización del 20 por ciento vamos
a tener una empresa más grande, una empresa más
sólida.
Yo le pido a los
compatriotas que tengan dos o tres pesitos, que los
guarden debajo de la almohada hasta
que salga la capitalización de ECOPETROL y que
los inviertan allí en acciones de ECOPETROL porque
la participación de la comunidad colombiana allí va
a ser muy importante.
¿A quién se le va a ocurrir pretender
que ECOPETROL pueda hacer clientelismo en el momento
en que ya la comunidad sea dueña del 20 por ciento?
Esa transformación de las empresas las blinda,
les da garantías de buen Gobierno, garantía
de confianza inversionista y les da blindaje contra los
malos manejos.
Telecom – Colombia
Telecomunicaciones es un caso muy importante y por
supuesto, no obstruye el sector
privado. Colombia tiene un gran florecimiento del sector
privado en las comunicaciones.
¿Por qué la importancia de masificar este
tema en Colombia? Porque esto se necesita en todo. Gracias
a la institucionalidad colombiana tenemos un Fondo Social
de Telecomunicaciones. Por ejemplo, ese Fondo ha financiado
los Compartel. Y esos esquemas sociales hay que tenerlos
cuando hay sector privado. Eso ha faltado en muchos países
de América Latina. Cuando no se dan esos esquemas
sociales, como el Fondo Social de Telecomunicaciones
que hay en Colombia, aparecen con mucha fuerza las tentaciones
del estatismo. Aquí hay esos esquemas sociales.
Y uno se pone a
pensar: ¿por qué comunicaciones
cuando el país tiene ese gran atraso en banda
ancha, en Internet –que lo vamos a superar-? Es
que hasta hace dos años no teníamos la
plata, hoy hay una gran confianza inversionista en Colombia
y Colombia Telecomunicaciones –como lo deben decir
aquí- se va a gastar 8 billones (de pesos) en
inversión en los próximos años.
Esa es una inversión gruesa, cantuda, esa no es
menuda.
Entonces uno empieza
a verlo y encuentra la necesidad de conectar las escuelas.
Que los niños colombianos
estén conectados con la autopista mundial de telecomunicaciones.
Que rápidamente, en pocos años, de cualquier
escuela pública se pueda entrar a las bibliotecas
más importantes del mundo. Es una necesidad social.
En los hospitales.
Hay un ejemplos en el mundo donde nos muestran –ya en Colombia se está haciendo
parcialmente- que gracias a las comunicaciones pueden
tomar una radiografía en un sitio, transmitirla
por Internet a otro y facilitar que se haga la operación.
Pero lo más importante, lo que le estamos exigiendo
al Ministerio de Protección Social es que aprovechando
la bonanza de confianza inversionista en Colombia, en
telecomunicaciones avancemos para conectar usuarios,
EPS, IPS y hospitales. Todo mundo conectado, eso es garantía
de buen manejo, eso es garantía de respuesta rápida.
Que ocurra un problema en alguna parte, que haya un accidente,
alguien enfermo, con el país conectado totalmente,
hay más rápida reacción para atender
a esa persona.
Uno le empieza a
ver la necesidad social a las telecomunicaciones en
todos los aspectos. Por ejemplo, Banco de Oportunidades –que
todavía no hemos llegado a Pereira, va gradualmente
por regiones de Colombia-, uno de los instrumentos más
importante es lo que se llama Corresponsales No Bancarios
(CNB). Son pequeñas sedes. El Banco Agrario tenía
600 sedes, en un año va a montar otras 600. ¿Cómo
eran las viejas? La gran preocupación era una
oficina, un edificio, unos escritorios, un tapete, unos
cuadros, pero no había telecomunicaciones. Era
muy difícil comunicarse. ¿La nueva qué es?
Una caseta humilde y sencilla, pero con una gran plataforma
de telecomunicaciones.
Allí donde hemos estrenado estos Corresponsales
No Bancarios – yo estrené uno el 24 de diciembre
en Puerto Santander, al norte de Cúcuta, eso es
una maravilla- para que puedan llegar allí los
colombianos de esas regiones, de los sectores pobres
de las grandes ciudades, a hacer los pagos de los servicios
públicos, proveerse de una tarjeta débito,
tramitar el crédito. ¿Qué necesita
eso? Eso necesita una gran plataforma tecnológica
de comunicaciones.
El tema agrícola, lo hemos hablado mucho con
el ministro de Agricultura (Andrés Arias). El
país tiene la necesidad de conectar las regiones
agrícolas para que los agricultores puedan tener
informaciones en tiempo real sobre las condiciones meteorológicas –qué se
espera en lluvias, qué se espera en sequías-,
para que tengan información en tiempo real sobre
los mercados. “Hombre, venda la cosecha hoy que
está a buen precio, espere a ver si el precio
se mejora el año entrante”.
Por donde quiera
uno encuentra la necesidad, el imperativo de las comunicaciones.
Por eso vamos a dedicar este Consejo
Comunitario de Pereira al tema de las comunicaciones
y vamos a hacer una reunión paralela donde van
a estar los viceministros Tony Jozame y Leila Rojas en
el tema de agua potable y de vivienda.
Inclusive es muy
bueno mirar lo del barrio Tokio a ver qué ha
pasado. Denle una miradita a eso.
Y el ministro Luis
Guillermo Plata (Comercio, Industria y Turismo). Le
rogaría que le diera una miradita
con los industriales y aquí están los directivos
de la Cámara de Comercio, los directivos de análisis,
le ayuda el Luis Carlos Villegas un ratico, al tema de
la industria manufacturera, de la confección,
que aquí hay unas dificultades que nos pegan en
el empleo.
Entonces antes de
entrar de lleno a nuestro tema y escuchar inicialmente
al Gobernador y al Alcalde, déjenme
hacer una referencia a un tema final: el proceso de paz.
PROCESO DE PAZ CON LAS AUC
Hay que recordarle
al país que este proceso de
paz no es hijo de la benignidad con los terroristas,
es fruto de la Seguridad Democrática. Esto es:
muchos han tomado la decisión de hacer la paz
porque la Seguridad Democrática se los exigió.
Una reflexión para Colombia: los grupos armados
financiados por el narcotráfico, no hacen la paz
por una espontánea voluntad de rectificación,
generalmente la hacen cuando sienten la determinación
del Estado para derrotarlos. Eso es bien importante tenerlo
en cuenta.
Nosotros encontramos
hace cuatro años y medio,
alrededor de 60 mil terroristas, ricos y armados. Se
han desmovilizado alrededor de 40 mil. Algo más
de 30 mil paramilitares y casi 10 mil guerrilleros. Un
proceso de desmovilización mucho más grande
que los anteriores.
Han entregado, estos,
más de 18 mil armas. Cuando
se desmovilizó el M – 19 se desmovilizaron
900 personas, entregaron menos de 300 armas, entregaron
270. Se desmovilizaron unos del EPL y otros de la Corriente
de la Renovación Socialista, el Quintín
Lame. Todos, sumados, no llegaron a 4 mil. Solamente
ahora, casi 10 mil guerrilleros y algo más de
30 mil paramilitares. Eso es bien importante tenerlo
en cuenta, apreciados compatriotas.
Grandes retos: la
aplicación de la ley de Justicia
y Paz y la reinserción.
LA LEY
Decía ayer en la Corte Interamericana de Derechos
Humanos (CIDH) en Costa Rica que, el mundo, que tanto
ha criticado a Colombia, ahora va a tener que respetar
a Colombia, porque esta ley de Justicia y Paz –que
en este momento se aplica- es diferente a anteriores
leyes en Colombia y en el mundo.
¿Cuáles son las diferencias? Esta es una
ley de paz pero sin impunidad. Una ley de paz con reparación.
Una ley de paz con verdad.
En el mundo, todas
esas leyes de paz, han sido leyes que de perdón y olvido, que de reconciliación,
que de verdad y finalmente, todas han resultado leyes
de impunidad, sin justicia.
Ese balance entre
la paz y la justicia, no se puede perder en las leyes
ni en estos procesos. Está bien
disminuir la extensión de las sentencias, pero
no llegar a impunidad.
Al marcar esta ley,
la diferencia con otras leyes del mundo y con procesos
anteriores de Colombia, se producen
dos efectos. El primer efecto: respetabilidad a Colombia.
Y el segundo efecto: el mundo entero va a tener que mirar
esta ley en el futuro, cuando vaya a haber procesos de
paz en otros países.
Y Colombia le tiene
que anticipar ya a las guerrillas: cualquiera sea el
momento en que se haga la paz con ustedes,
aquí está el antecedente de cómo
es la paz con los paramilitares. Creo que no se le puede
aplicar diferente tratamiento. Ambos han maltratado profundamente
al pueblo colombiano.
La gran discusión ahora es la verdad, es la transmisión
por televisión.
Que se diga la verdad.
Porqué se extraña
y porqué se discute, si durante tres largos años
de controversia en el Congreso de la República,
el gran reclamo fue que tenía que ser una ley
de verdad.
Porqué nos extraña lo que aflora ahora,
si lo que se está escuchando en los estrados judiciales
se escuchó durante muchos años en las tertulias.
Es que el país había perdido la soberanía
real, amplias regiones de Colombia, en ellas ya no ejercía
el Estado su soberanía efectiva. El poder efectivo
lo habían asumido, primero guerrilleros y después
guerrilleros y paramilitares, ambos terroristas, ambos
financiados por el narcotráfico.
La circunstancia
de que el país había
perdido la soberanía real, amerita otro juicio,
el juicio al Estado. El Estado fue el que creó las
condiciones para que todos estos terroristas se apoderaran
de las regiones, porque el Estado ignoró la seguridad.
En lugar de apoyar a la Fuerza Pública durante
décadas, aquí se confundió la civilidad
con la debilidad. Mucha tertulia y la Fuerza Pública
totalmente abandonada. Y mientras eso sucedía,
avanzaban guerrilleros y avanzaban paramilitares y dominaron
las regiones y sometieron a la gente.
Entonces, ahora
que aparecen historias de tantas relaciones con los
paramilitares, es bueno decir que el país
también conozca las historias de todas las relaciones
de la política con la guerrilla, que se conozcan
todas.
Y serán los jueces de la República, quienes
en su sabiduría, juzgarán porqué se
dieron esas relaciones. Tendrán en cuenta el abandono
del Estado a esas regiones, cómo el Estado renunció a
la soberanía real, abdicó a la soberanía
real; como fue sustituido por los poderes terroristas.
Estoy seguro que eso lo van a tener en cuenta los jueces
de la República.
Tendrán que tener en cuenta, cuando se conozcan
todas esas relaciones, quiénes fueron amigos de
paramilitares y de guerrilleros por coacción insuperable,
quiénes lo fueron por estado de necesidad, quiénes
acudieron allí a buscar que liberaran un pariente
o un amigo, quiénes tuvieron que ir a pedir clemencia
para que no los asesinaran y también dirán
los jueces de la República, quiénes fueron
con el ánimo de delinquir.
Este Gobierno ha
dado ejemplo en aquello de rescatar la seguridad para
todos los colombianos a pesar de lo
que falta. Así lo demostró la elección
del referendo de 2003, la elección de alcaldes
y gobernadores de 2003, la elección del Congreso
de la República hace 10 meses y la elección
del Presidente de la República hace 8 meses.
La única coacción que se presentó aquí,
en el proceso electoral anterior, fue la coacción
contra muchos de mis seguidores en algunos departamentos
por parte de las Farc. Esa ni se denunció. ¡Ay
que hubiera sido al revés¡ ¿Y qué dije
yo? ‘Bueno, con tanta generosidad de mis compatriotas,
qué voy a hacer escándalo por eso’.
Fue la única que se presentó.
Por eso es muy importante
comparar lo que sucedió en
las últimas elecciones bajo mi Gobierno, bajo
la Seguridad Democrática, con lo que sucedió en
elecciones antes de la Seguridad Democrática.
Eso es muy importante que lo compare la opinión
pública.
Y el tema de la
verdad. Repito, muchas de las cosas que hoy se dicen
en los estrados judiciales, se conocían
en la tertulia.
LA TRANSMISIÓN POR TELEVISIÓN
Me decían esta semana: ‘es que es inconveniente’.
Pero, ¿no se pidió durante tres años,
en la discusión de la ley, la verdad? ‘Ah,
pero es que a esos tipos cuando les ponen una cámara
en televisión, abusan’. Si, pero entonces
también pueden abusar a través de un periódico.
Hacen un contacto con un periodista y le dan una chiva
y abusan, o a través de una emisora. Y es mejor
la transmisión en vivo en directo, a que no la
haya. Cuando no la hay, en un país de libertad
de prensa como éste, la prensa puede hacer las
interpretaciones que quiera. Cuando la transmisión
se hace en directo, quién hace las interpretaciones
es directamente la opinión pública. Eso
es bien interesante.
Y me decían: ‘bueno, pero el problema de
los niños, el problema de una señora que
fue violada’. Los jueces de la República
verán en qué momento, por proteger la dignidad
de una víctima, impiden la transmisión.
Yo creo que es un tema que hay que dejarlo a la discrecionalidad
del juez.
Le decía ayer a la Corte Interamericana: porqué nos
preocupa que los transmitan por televisión, si
en este país la libertad de prensa ha deteriorado
bastante la reserva del sumario.
Aquí, periódicamente, hay filtraciones
de sumarios judiciales en los periódicos. Todo
el mundo sabe que en esas etapas, los sumarios están
sometidos a una figura que se llama ‘la reserva’,
que impide la publicación; sin embargo, filtran
esos expedientes. Y eso no es excepcional, eso ocurre
casi todos los días en la vida colombiana. Y el
Gobierno, sabiendo que eso es ilegal, no protesta por
respeto a la independencia de la justicia y por respeto
a la libertad de prensa.
Esa es una reflexión bien importante. ¿Por
qué en un país, en el cual, en ejercicio
de las libertades como la libertad de prensa, se hacen
periódicas filtraciones que afectan la reserva
del sumario, por qué hay temor a que estas cosas
se digan en televisión, directamente, en vivo?
Ahora, la verdad tiene que ser general e imparcial.
General para conocer todas estas relaciones, las relaciones
con los paramilitares y las relaciones con la guerrilla.
Y la verdad tiene
que ser imparcial. Para contribuir a la verdad imparcial,
a la reflexión de los colombianos,
en la política no se puede asumir la actitud de
ser severo y condenatorio con los adversarios e indulgente
con los amigos. Hay que buscar ser imparcial. Eso es
muy fácil: ‘no, es que el amigo fue, pobrecito,
porque a él lo llevaban coaccionado pero el amigo
de Uribe fue allá por malo’.
La verdad tiene que ser imparcial. Yo creo que no le
hace bien a este proceso, si no asumimos una actitud
tranquila frente a la verdad.
Y una actitud tranquila
frente a la verdad debe evitar ese sesgo de la política que lleva a ser severo
y condenatorio con el adversario político e indulgente
y justificativo con el amigo.
Ahora, ¿para qué la
verdad? La verdad no es para crear odios ni simplemente
para revivir el
pasado.
La reconciliación se consigue más fácil
a partir de la verdad. Sin verdad, la reconciliación
es como una cicatrización en falso, la piel se
ve sana pero la infección queda por debajo. Sin
verdad, no se desprevienen los corazones. Sin verdad
el perdón no es sincero, se mantiene por allá,
anidada una semilla de venganza.
Pero la verdad no
es solamente para revivir el pasado, más importante que eso, la verdad es para que
Colombia proyecte su futuro, para que Colombia haga la
reflexión necesaria, aquella reflexión
sobre la tragedia vivida, sobre sus causas, sobre la
incapacidad y la falta de decisión política
de darle seguridad a los colombianos, que permitió ese
dominio terrorista. Para que Colombia proyecte su futuro.
Yo tengo la confianza,
la patriótica intuición,
de que el conocimiento por toda la ciudadanía
de estos fenómenos, va a ayudar a crear la más
sólida conciencia ciudadana para que el futuro
del país sea un país sin guerrilla, sin
paramilitares, sin narcotráfico, sin corrupción.
Un país exclusivamente de institucionalidad democrática.
La reflexión
de los colombianos sobre todos estos terribles hechos,
nos debe llevar a pensar: no queremos
que esto se repita.
La Nacióndel futuro, desde ya, tiene que ser
una Nación sin bandidos, tiene que ser una Nación
transparente, una Nación de institucionalidad
democrática.
Por eso, miremos tranquilamente este proceso.
Ahora ¿qué es bueno?: que la ley ya se
está aplicando. Primero fue tortuoso el trámite
de la ley, la suspicacia frente a la ley, la controversia
frente al proyecto y después de aprobada y de
ajustada a la sentencia de la Corte Constitucional, fue
tortuosa la demora para que empezara la aplicación
de la ley y ya se está aplicando. Miremos eso
tranquilamente.
Y en un país de opinión, que los colombianos
puedan ver todas esas audiencias, creo que eso no debería
ser problema, apreciados compatriotas.
Bueno al agradecer
inmensamente la hospitalidad de Pereira y su acompañamiento
para este tema tan importante de las comunicaciones,
le ofrecemos la palabra al Gobernador
y al Alcalde.
Muchas gracias.