LANZAMIENTO
NUEVA FASE DE FAMILIAS EN ACCIÓN
Febrero 14 de 2007 (Bogotá – Cundinamarca)
Compatriotas:
Qué bueno que nos reunamos hoy para ver ya,
más cerca, una meta. La meta de que Colombia
tenga millón y medio de Familias en Acción,
que tenemos toda la motivación para poderla
cumplir, y este año, sin más demoras.
Quiero agradecer el esfuerzo
que ha venido haciendo Luis Alfonso Hoyos, todo su
equipo, en Acción
Social, para responderle al país con un programa
tan importante como éste, con un programa tan
importante como Familias Guardabosques, que son programas
en los cuales Colombia está dando un gran ejemplo.
Quiero agradecerle al Congreso
de la República
habernos ayudado con la partida presupuestal para poder
cumplir la meta este año. Es muy significativa.
A los alcaldes, su compromiso,
su colaboración,
para que podamos llegar a los 1.098 municipios de Colombia.
Nosotros estamos construyendo
un concepto de democracia, una democracia más profunda, una democracia
solidaria, una democracia humanizante. Por eso, para
lo que llamamos el modelo colombiano, trabajamos la
seguridad con alcance democrático, el respeto
a las libertades, la construcción de cohesión
social, la búsqueda de la transparencia y el
respeto a la independencia de las diferentes instituciones
que concurren al Estado.
En la discusión colombiana de estos últimos
años, algunos de mis críticos dicen:
bueno, pero es que Uribe es la guerra y con Uribe no
hay política social. Y empezamos a ver un gran
avance en régimen subsidiado de salud, en educación,
el Sena, Bienestar Familiar, Familias en Acción,
microcrédito.
Yo creo que los hechos nos
van a demostrar algo que le propusimos al país hace cinco años:
la seguridad tiene una relación de mutua dependencia
con la política social. Si hay seguridad, hay
confianza inversionista. Si hay confianza inversionista,
hay recursos. Si hay recursos, hay manera de financiar
lo social. Y si hay avance en lo social, el pueblo
colombiano legitima, apoya la política de seguridad.
Tenemos que hacer una gran
pedagogía a lo largo
de estos meses en el país, para mostrar no solamente
estos programas de política social, sino la
relación entre la política social y la
política de Seguridad Democrática, en
una democracia humanizante, como la que queremos profundizar
en nuestra Patria. Ese es el primer punto.
Viene allí otro punto muy importante: ¿cómo
relacionamos nosotros el crecimiento de la economía
con la política social? No estamos en ninguno
de los extremos en los cuales se movió América
Latina.
Primero, en América Latina, por allá en
la década de los 60 –lo recuerdo– se
hablaba del desarrollismo. Se le asignaba toda la importancia
al crecimiento de la economía, no se hablaba
de lo social, se tenía la idea que lo social
llegaría automáticamente como consecuencia
implícita del crecimiento de la economía.
No llegó.
El Brasil de los años 60 mostró períodos
anuales en los cuales la economía crecía
al 14 por ciento y se aumentaba la pobreza. Después
en América Latina se habló simplemente
de la distribución, del mejoramiento social,
pero se le dio la espalda al crecimiento. Entonces
muchos países terminaron con un discurso social
muy efectista en época electoral y con unos
resultados sociales muy pobres, porque solamente, en
ausencia del crecimiento, se alcanzaba a redistribuir
la pobreza.
Nosotros no estamos ni en un
extremo ni en el otro. Nosotros creemos que lo importante
es llevar de la
mano crecimiento de la economía con política
social. Y además se van acompañando,
se acompasan mutuamente.
El crecimiento de la economía con política
social, ayuda. Cuando la gente percibe que el crecimiento
de la economía está derramando, de inmediato,
externalidades positivas, que llaman los economistas,
en el universo social del país, ese crecimiento
se legitima. La ciudadanía dice: vale la pena
estimular este crecimiento.
Y a su vez, una política social bien conducida
va incorporando las grandes masas excluidas, las grandes
masas pobres, a las corrientes dinámicas de
la economía. Esa incorporación les permite
mejorar capacidad adquisitiva, y esa capacidad adquisitiva
le da sostenibilidad, en un horizonte de largo plazo,
a unas metas vigorosas de crecimiento de la economía,
año tras año.
Entonces esa es otra relación
muy importante que tenemos que explicarles a nuestros
compatriotas,
en todos los foros posibles, a lo largo de estos meses.
Y viene el tema de la política del Gobierno
para reducir la pobreza. En la Visión Colombia
Segundo Centenario, para el 7 de agosto de 2019, que
fija una serie de metas que el país debe cumplir,
para ese momento en el cual celebraremos los 200 años
de la Batalla de Boyacá, se proponen unas metas
muy rigurosas.
Una de ellas, que la pobreza en ese momento no supere
el 15 por ciento. Venimos del 60, hemos estado entre
el 45 y 52, tenemos que llegar en el 2010 al 35. Esa
es una meta bien exigente, para que quienes nos sucedan
en el Gobierno puedan entregar la meta, en el 7 de
agosto de 2019, de una pobreza no superior al 15 por
ciento.
Por eso Acción Social, aquí representada
por el doctor Luis Alfonso Hoyos, Planeación
Nacional, aquí representada por su directora,
la doctora Carolina Rentería, se han propuesto
un programa social para que en este Gobierno podamos
eliminar, reducir sustancialmente la pobreza absoluta,
y producir un bajón muy sustancial en la pobreza
general. Y eso queremos acompañarlo y ejecutarlo
con todo el entusiasmo.
Luis Alfonso Hoyos ha explicado
por qué hay
que acelerar esta meta de Familias en Acción:
porque un millón y medio de Familias en Acción
se convierte en un universo necesario de la población
colombiana, alrededor del cual hay que poner en marcha
todas las otras herramientas sociales, para demostrar
que con un programa sostenido en el tiempo, con un
programa que permita que a un universo poblacional
se le beneficie con todas las herramientas sociales,
para demostrar que ese grupo, bien atendido, puede
superar la pobreza absoluta. Esa es la razón.
Una meta: que millón y medio de familias colombianas
superen la pobreza absoluta. Un mecanismo de ingreso:
vincularlas a Familias en Acción. ¿Qué sigue?
Cumplirles con Familias en Acción y hacerlas
beneficiarias de los otros programas sociales del Gobierno.
Se discuten dos temas: ¿Es este programa un
programa asistencialista o un programa de inversión
social estructural? Y se discute otro tema: ¿Cuáles
son los otros beneficios que deben tener estas familias?
Sobre la primera discusión, este es un programa
de efectos sociales estructurales. ¿Cuál
es, en concepto de muchos estudiosos de las ciencias
sociales, lo que distingue una estrategia social asistencialista
de una estrategia social estructural? Lo siguiente:
la estrategia social asistencialista atiende problemas
de personas, pero no transforma la distribución
del ingreso en una sociedad.
La estrategia social de efectos
estructurales tiene impacto sobre eliminación de pobreza absoluta,
reducción de pobreza general y mejoramiento
de la estructura de distribución del ingreso.
¿Por qué decimos nosotros que Familias
en Acción no es un programa asistencialista
sino un programa de inversión social estructural?
Porque es un programa que está llamado a mejorar
la distribución del ingreso en Colombia.
¿Cómo puede una de las familias aquí presentes,
en el futuro, ser beneficiaria del mejoramiento de
la distribución del ingreso en Colombia?
Las ciencias sociales han demostrado
que el camino más eficaz para mejorar en un país la
distribución del ingreso, es el camino educativo.
Y lo estamos viendo.
El Dane ha cambiado la encuesta
de empleo. Nos ha dicho que la anterior encuesta
ocultaba desempleo y
ocultaba pobreza. Por eso aparece que en el último
año, no obstante que 550 mil colombianos nuevos
llegaron a la seguridad social, aparece como que hubiéramos
tenido un punto adicional de desempleo. Lo que no es
así. Lo que pasa es que la anterior encuesta
ocultaba desempleo.
Y lo que nos está demostrando la encuesta es
que las personas más afectadas en materia de
desempleo e ingreso, son las personas con menor nivel
educativo.
Lo que nos está demostrando la encuesta es
que esos 550 mil colombianos que el año pasado
ingresaron como nuevos afiliados a la seguridad social,
en su inmensa mayoría son colombianos que ya
empiezan a tener niveles importantes de educación.
Entonces: a mayor educación, mejores posibilidades
de ingreso, con afiliación a la seguridad social,
y mejores posibilidades de mayor ingreso.
A mayor educación, la gente puede competir
con más éxito en lo que se llama el espiral
de movilidad social.
Sin educación la gente queda estancada, condenada
a reproducir condiciones de pobreza. Con educación
las personas pueden avanzar por el espiral de movilidad
social y ser beneficiarias de una sociedad en la cual
la educación da movilidad social. La movilidad
social es nuevas oportunidades, es mejor ingreso, es
superación de la pobreza, es construcción
de equidad.
¿Cómo juega Familias en Acción
allí? En la medida que les permite a estas familias
colombianas garantizar la educación de sus hijos,
acompañada de nutrición y de salud, pues
entonces esa nueva generación de colombianos,
los hijos de estas familias que se van a educar, van
a tener mejores oportunidades de empleo, con afiliación
a la seguridad social, y van a tener mejores oportunidades
de movilidad social ascendente en la sociedad colombiana.
Por eso nosotros decimos que
esta es una herramienta fundamental en una política
social no paternalista, no asistencialista, sino
que puede tener profundos
efectos estructurales.
Y algunos críticos han dicho: bueno, pero es
que el Gobierno sí tiene herramientas sociales
asistencialistas. Claro que las tiene. Yo no niego
que los 600 mil ancianos que estamos atendiendo con
los almuerzos calientes, Programa Juan Luis Londoño,
y con los subsidios monetarios mensuales, ese es un
programa asistencialista, a diferencia de este programa
de Familias en Acción.
Nosotros encontramos 60 mil
ancianos, hoy tenemos 600 mil y vamos para un millón. Pero una sociedad
que quiera labrarse el futuro no puede darle la espalda
a los ancianos. Esos ancianos fueron productos de la
exclusión, su pobreza es producto de la exclusión
de la sociedad colombiana. Y por eso tenemos que atenderlos
y no nos puede dar vergüenza decir que es un programa
asistencialista, necesario. Es que lo que este país
no puede es estar tranquilo con 600 mil ancianos muriéndose
de hambre en las calles y sin atenderlos. Por eso nosotros
vamos a cumplir la meta de un millón de ancianos.
Reconozco que ese programa
sí es asistencialista,
pero hay todas las razones para demostrar que Familias
en Acción es un gran programa estructural.
Y puede haber algunas diferencias
entre Familias en Acción en la ruralidad y Familias en Acción
en la vida urbana de Colombia. Pero yo creo que esas
diferencias son marginales. Porque uno ve en las grandes
ciudades colombianas que muchas familias pobres tienen
que renunciar a la educación de sus hijos y
mandarlos a vender, prematuramente, chicles a las calles,
porque los muchachitos no pueden asistir al colegio,
porque la familia no tiene con qué darles la
alimentación para garantizar que ellos asistan
a colegio, etcétera.
Ese problema es visible en
las grandes ciudades colombianas, como visible en
muchas zonas rurales de Colombia. Yo
por eso creo que este impacto que va a tener en las
grandes ciudades colombianas Familias en Acción,
es muy bueno.
El segundo elemento de discusión: ¿cuáles
son los otros beneficios?
Miren: nosotros nos hemos propuesto
en este Gobierno varias metas sociales: millón y medio de Familias
en Acción, cinco millones de créditos
en el Banco de Oportunidades, plena cobertura en régimen
subsidiado de salud, plena cobertura en educación
básica y soluciones de vivienda 800 mil. Si
sumamos viviendas nuevas, más remodelación
o mejoramiento de viviendas viejas, más legalización
de títulos, eso nos debe dar 800 mil casos de
solución de vivienda. Para hablarles de algunas
de las metas sociales que nos hemos propuesto para
este Gobierno.
El Sena debe crecer por encima
de cuatro millones de colombianos que se forman al
año, que ya
lo logramos. Hace cuatro años eran un millón,
el año pasado cuatro millones.
Pero ahora el Sena debe empezar
a introducirle más
calidad a la formación. Por eso la nueva meta
que le hemos propuesto es llegar a 250 mil estudiantes
en la modalidad de técnicas y tecnologías,
que puedan después vincularse a las universidades,
completar allí los créditos y acceder
al grado de educación superior y tener el apoyo
del Icetex.
Porque le hemos propuesto al
Icetex una meta de cartera de dos billones y medio
de pesos. Cuando nosotros empezamos,
la cartera de crédito del Icetex era de 500
mil millones, en agosto del año pasado era de
800 mil y la meta para julio de 2010 es de 2,4 billones.
Y que debe apoyar a mucho egresado de técnicas
y de tecnologías del Sena, para que entre a
las universidades a completar los estudios para acceder
al grado de educación superior.
Debemos tener en el Sena millón
y medio de estudiantes en ambiente virtual. Esa es
otra meta muy,
muy grande. Para no hablarles de las metas de acueductos
y alcantarillados.
El país para resolver el problema de acueductos
y alcantarillados al año 2019, tiene que invertir
30 billones de pesos de hoy. Es una meta colosal, muy
importante. Confío que en el Gobierno nuestro,
en estos tres años y medio que nos faltan, podamos
avanzar en esa meta.
Bueno, entonces, ¿cómo vamos a relacionar
Familias en Acción con estas metas? Todos los
compatriotas de Familias en Acción deben estar
vinculados al régimen subsidiado de salud. Se
debe garantizar, como condición de Familias
en Acción, que todos los compatriotas de Familias
en Acción tengan plena cobertura en educación
básica para sus hijos. Debemos avanzar con el
Sena para darles capacitación técnica
a las mamás y a los papás de Familias
en Acción. Es bien importante.
Entonces ahí vamos viendo cómo van llegando
esas diferentes herramientas sociales a beneficiar
a este grupo de millón y medio de familias colombianas,
para sustraerlos de la pobreza absoluta, para reivindicarlos.
Estas familias deben ser beneficiarias
del programa de vivienda, que no va a alcanzar para
todos, porque
son 800 mil soluciones en los cuatro años, y
aquí hay millón y medio de familias.
Y muy importante: en la medida de lo posible deben
ser beneficiarias del programa de Banca de Oportunidades.
En el anterior Gobierno nosotros
pudimos movilizar en el país crédito para millón
800 mil microempresarios. No fue fácil. La cartera
de microempresas en el anterior Gobierno pasó de
730 mil millones (de pesos) a casi tres billones. Un
esfuerzo enorme.
Pero, miren: la meta ahora
es grande. La meta que nos propusimos para cumplirla
entre 7 de agosto de
2006 y el 7 de agosto de 2010, es cinco millones de
créditos a los sectores populares de la Nación.
Fue difícil en el cuatrienio anterior lograr
millón 800 mil créditos, ahora sí que
vamos a tener que trabajar, aplicarnos las espuelas,
para lograr cinco millones de créditos en este
cuatrienio.
Y por eso estamos trabajando
con el sistema Banca de Oportunidades. La Banca de
Oportunidades no es un
nuevo banco. ¿Por qué no es un nuevo
banco? Nada haríamos. El Banco Cafetero, que
acabamos de vender, tenía 280 oficinas. Eso
no alcanza para nada en este país con 1.098
cabeceras municipales principales. Este país
necesita una gran cobertura. La Caja Agraria, el Banco
Agrario, todo lo grande que es y tiene menos de 700
oficinas.
Entonces si nosotros hubiéramos creado un nuevo
banco para Banca de Oportunidades, sería un
banquito, con una cobertura muy reducida en el país.
¿Entonces qué es la Banca de Oportunidades?
Es un sistema de colocación de crédito
popular que procura vincular todas las instituciones
de asignación de crédito, todas las instituciones
de capacitación, todas las instituciones de
garantía y todas las instituciones de acompañamiento,
públicas y privadas.
¿Cómo funciona? Puede darse de la siguiente
manera: debe beneficiar a grupos socialmente vulnerables
o que no tengan acceso al crédito.
Ejemplo de lo uno y de lo otro.
Socialmente vulnerables: Familias en Acción. Ejemplo de grupos que no
tengan acceso al crédito: tenderos, no son tan
pobres, no son los más vulnerables en la escala
social, pero generalmente no tienen acceso al crédito,
como lo vimos en Barranquilla la semana pasada en Banca
de Oportunidades. Dependen de la usura, del gota a
gota. El egresado universitario no es el más
vulnerable socialmente, pero por joven, por falta de
historia financiera, no tiene acceso al crédito.
Entonces hacia esos grupos debe orientarse la Banca
de las Oportunidades.
Uno de los objetivos que tiene es ayudar a que los
colombianos puedan tener oportunidad de emprender,
que los colombianos para emprender no tengan que depender
del gota a gota.
En la medida en que los colombianos
emprendan, vamos a ir modificando la estructura social.
El emprendimiento
exitoso redistribuye el ingreso. Eso es bien importante
para una sociedad democrática que quiere estimular
los canales de movilidad social ascendente.
Un microempresario que tiene éxito garantiza
la educación de su familia, el ascenso de su
familia. Garantiza la estabilidad de su hogar. Cuando
se arruina, entonces el cónyuge o la cónyuge
tiene que salir a buscar empleo. Los hijitos se desesperan,
se aburren en el colegio, no pueden ir, y se van de
venteros ambulantes a las calles.
Cuando se estabiliza, ocurre
todo lo contrario. Por eso vemos una relación necesaria entre Banca
de Oportunidades y el éxito en el pequeño
emprendimiento en Colombia, para contribuir al ascenso
social de los colombianos.
Nosotros tenemos toda la vocación de que las
Familias en Acción sean grandes beneficiarias
de Banca de Oportunidades. Y todos los días
debemos estar midiendo cuántas Familias en Acción
están entrando a Banca de Oportunidades.
Celebro, pues, que estemos
acelerando el programa. (Luis, ojalá podamos hacer los pagos rápidamente).
La idea es tener en esta ciudad de Bogotá 100
mil Familias en Acción. Tiene que cambiar la
estructura social de Bogotá. Eso se tiene que
sentir. Es que eso pesa.
Miren: Quibdó con 9 – 11 mil Familias
en Acción, eso pesa. Si en Buenaventura logramos
las 40 mil, eso pesa, eso se siente. Eso tiene que
empezar a cambiar la estructura social del país.
Yo tengo mucha fe. Y que rápidamente tengamos
inscritas estas 100 mil Familias en Acción en
Bogotá, este millón y medio en todo el
país y que rápidamente empiecen a recibir
el pago.
Nuestra política social es democrática
y transparente. Nosotros no escogemos caprichosamente
las Familias en Acción, no les preguntamos por
la filiación política.
¿Quiénes son el millón y medio
de Familias en Acción que completaremos este
año? Un millón 200 mil familias del Sisbén
1 y 300 mil familias de desplazados. O sea que no es
el Gobierno el que caprichosamente dice. Porque es
que algunos dicen, antes decían: no, aquí no
hay política social. Y ahora dicen: sí,
pero es que ese gasto social lo hace Uribe.
No. La verdad es que estos
son recursos de todos los colombianos y es un gasto
social que va en beneficio
de unas familias seleccionadas objetivamente. Aquí no
hay politiquería para nada. Las familias se
escogen con los criterios objetivos de su pertenencia
al Sisbén 1 o al grupo de desplazados, que está cerificado
por organismos nacionales e internacionales de la mayor
solvencia profesional y de toda la imparcialidad.
Yo tengo fe en que todo esto
contribuya a crear una unidad colombiana alrededor
de la solidaridad. Ojalá Luis
Alfonso Hoyos, Carolina Rentería, con el doctor
Carlos Moya, director de la Banca de Oportunidades,
avancemos muchísimo en la vinculación
de Familias en Acción a Banca de Oportunidades,
masivamente.
Una de las señoras que subió ahora aquí me
dijo que ya tenía el crédito en Banca
de Oportunidades. Lo único que no me gustó es
el negocio que tiene. ¿Cuál es el negocio
que tienes? (Belleza). ¿Y para qué? Las
colombianas no necesitan eso, son muy bonitas. A ese
negocio yo no le auguro éxito.
Todas ustedes vieron que todas
pidieron capacitación.
Qué bueno. Las veo motivadas.
Quiero agradecer que, como
decía Luis Alfonso,
teníamos ese problema: yo llegaba a Medellín
y me decía la alcaldesa de Alejandría:
me niegan Familias en Acción que porque no hay
banco. En muchas partes del país recuerdo a
alcaldesas y alcaldes diciendo eso. Se esté revolviendo
ese problema.
Y le quiero agradecer al Banco
Popular, aquí está el
doctor Sergio Restrepo, porque con los corresponsales
no bancarios que ustedes van a abrir, lo mismo en Bancafé,
que les agradezco inmensamente, lo mismo en Banco de
Occidente, nos van a ayudar mucho en esto.
Estamos comprometiendo a toda
la banca colombiana para abrir corresponsales no
bancarios. ¿Qué es
un corresponsal no bancario? Es una oficinita bancaria
moderna. ¿Cómo se distingue de la antigua?
La oficina bancaria antigua había que comprar
un edificio o construirlo en algún municipio,
comprar los tapetes, los muebles, los cuadros, y vaya
a ver pues la dificultad de comunicarse con ellos.
Era una oficina de mucha mampostería y muy mal
soporte de comunicaciones.
¿Cuál es la oficina bancaria nueva?
Es una caseta humilde, pero con un gran soporte de
telecomunicaciones. Vale mucho menos. Al Banco Agrario
instalar una oficina antigua le costaba 200 millones
de pesos, instalarla, más el sostenimiento.
Una nueva la cuesta 20 – 27 millones. Instalarla.
Y el sostenimiento cuesta una décima parte al
año.
Por eso el Banco Agrario va
a montar 600 corresponsales no bancarios. El 24 de
diciembre asistí a uno
en Puerto Santander, en el río La Grita, al
norte de Cúcuta, en la frontera con Venezuela.
Lo montaron en una farmacia. Una maravilla. Una casetica
sencillita, pero con un gran soporte en comunicaciones.
Allá me preguntaban ese día: bueno,
pero, Presidente, usted nos dice que abramos la cuenta
de ahorros en estos corresponsales no bancarios. ¿Y
el 4 Por Mil?
Va a haber que hablar de eso,
porque esta política
social va a haber que presentarla integralmente y en
todas partes.
El Congreso acaba de tomar dos decisiones muy buenas
en el 4 Por Mil: aquellos riquitos que declaran y pagan
impuestos, van a poder deducir un punto de los 4 que
pagan en el 4 Por Mil.
Y los colombianos que no pagan impuestos pueden hacer
lo siguiente, unos y otros: abren una cuentica de ahorro,
y los movimientos mensuales hasta 7 millones de esos,
en esa cuentica de ahorros no pagan el 4 Por Mil.
Eso hay que decirlo, porque
la gente tenía
mucho miedo de entrar a Banca de Oportunidades, por
el 4 Por Mil. Entonces lo que sean movimientos mensuales
hasta 7 millones, no pagan 4 Por Mil.
Quitémosles el miedo a los colombianos difundiendo,
profusamente, esa decisión que en buena hora
han tomado el Congreso de la República y el
Ministerio de Hacienda.
Y yo recuerdo el 24 de diciembre
la emoción
de la gente allá en Puerto Santander, la gente
recibiendo su tarjeta débito.
En las grandes ciudades hay
que abrir esos corresponsales no bancarios para facilitarle
a la gente que pague
los servicios públicos, no solamente crédito.
Es que uno se pone a ver en
algunas ciudades tan grandes lo que le cuesta a la
gente, en tiempo y en plata,
venir de su lugar de residencia a una zona bancaria
a pagar los servicios públicos.
Si les abrimos los corresponsales
no bancarios allá,
en sus zonas, la gente se ahorra mucho y los estimulamos
al crédito. Entonces manos a la obra con eso.
¿Cuántas Familias en Acción vamos
a tener en Soacha? ¿Van a pasar de 11 mil a
cuántas? Qué maravilla. Muchas gracias.
Eso.
¿Y en los otros municipios aquí presentes? ¿En
Ubaté? ¿En Agua de Dios?
Ustedes ven: ahora nos parece
muy grande llegar a millón y medio de Familias en Acción
y, por lo que veo, va a quedar chiquito. O sea que
hay que hacer crecer esta economía sin miedo.
Esto lo conecto yo hasta con el TLC. Les voy a decir
por qué.
Porque el TLC le da a Colombia
confianza inversionista. Si ustedes me preguntaran
qué es lo que más
necesita Colombia en su economía para poder
financiar estos programas, un ritmo sostenido de inversión,
crecimiento de la inversión. Y el acceso a los
mercados internacionales nos trae inversión
a los colombianos. Eso es lo que finalmente nos puede
garantizar los recursos para que financiemos millón
y medio de Familias en Acción. Y ya veo que
se va a quedar chiquito.
He de ver a estos tres alcaldes
en octubre diciéndome:
sí, Presidente, bien, se hizo la ampliación
pero, pero, pero. Quedamos chiquitos.
Entonces, por ahora, manos
a la obra: millón
y medio de Familias en Acción. Y vamos a ver
si esta economía trabaja para pagar ese millón
y medio de Familias en Acción y empezar a buscar
la platica para otro tanto.
A todos muchas gracias.