PALABRAS
DEL PRESIDENTE URIBE DURANTE EL CONSEJO COMUNAL DE GOBIERNO
EN SANTA MARTA
Julio 05 de 2007
(Santa Marta - Magdalena)
“Nos reunimos hoy en Santa Marta para examinar el
avance y las perspectivas de uno o quizás el reglón
más promisorio de la economía colombiana: la
producción de biocombustibles.
Hace cinco años el país no los producía.
Con la ayuda del Congreso de la República, del sector
privado, tomamos una serie de decisiones que permiten que
el país esté produciendo hoy un millón
200 mil litros de alcohol carburante, los primeros 50 mil
litros de biodiesel, y que haya cantidad de proyectos en
marcha.
Creo que es la gran oportunidad de la agricultura colombiana,
de la agroindustria, de la generación de empleo con
afiliación a la seguridad social. La gran oportunidad
para hacer el mejor uso de las praderas. La gran oportunidad
para sustituir cultivos ilícitos.
En el transcurso del día vamos a examinar el tema.
Es el tema que nos ha convocado.
Quiero hacer llegar desde aquí a todos los familiares
y amigos del doctor José Ignacio Vives Echeverría,
nuestro sentimiento de pesar por su fallecimiento. Oriundo
de esta ciudad de Santa Marta, representó al Magdalena
muchísimas veces en el Congreso de la República.
Al doctor Juan Carlos Vives, a sus hermanos y a toda la familia,
nuestra voz de condolencia.
Lo mismo a los familiares de Libardo Zapata Echeverri, fundador
del sector democrático del liberalismo de Antioquia,
quien falleciera en el día de ayer en la ciudad de
Medellín. Desde aquí le hacemos llegar a la
familia nuestra más sentida voz de condolencia.
Compatriotas: ayer fue asesinada en una carretera de la
Cordillera Occidental la alcaldesa de San José del
Palmar, Chocó, Blanca Inés Marín Osorio,
una gran líder en la lucha contra el narcotráfico,
en la lucha contra la violencia.
Esa cordillera allí ha estado muy maltratada por
los cultivos ilícitos. Estamos en una tarea de erradicación
manual, de eliminación de esos cultivos. La alcaldesa
era una líder sin temor.
Nos duele mucho, en un Gobierno que ha tenido como uno de
los principales afanes de la política de Seguridad
Democrática, la protección de los alcaldes
de la patria. Eran 400 los amenazados y 300 los que no podían
estar en su municipio hace cinco años. Ahora, cuando
todos están despachando en su municipio, nos duele
mucho este asesinato, en una carretera entre el Valle del
Cauca y el Chocó, de Blanca Inés Marín
Osorio.
Su municipio, gracias a su buena gestión, acaba de
ganarse el premio de Planeación Nacional 2007 por
el mejor recaudo tributario, por las inversiones con recursos
propios, por lo logrado en cobertura de vacunación
de salud. Una maravilla de municipio. Una maravilla de gestión.
Y nos han asesinado a la alcaldesa, a la líder de
este gran proceso.
Planeación Nacional entrega 800 millones de pesos
a ese municipio, como premio que se entrega anualmente por
la gestión administrativa, por lo eficiente.
Le pido a la directora de Planeación Nacional, a
la doctora Carolina Rentería, que hagan presencia
varios compañeros de Gobierno, cuanto antes, en San
José del Palmar, para exaltar esa administración.
Para que el país conozca que nos acaban de asesinar
a quien se había ganado el premio, con una gran eficiencia
administrativa. Un ejemplo para el Chocó y para Colombia.
El señor General Óscar Naranjo, en la mañana
de hoy, ofreció 200 millones de pesos de recompensa
a aquellos ciudadanos que con su información nos permitan
la captura de quienes han perpetrado este vil asesinato.
Quiero saludar aquí también la presencia del
honorable representante Vladimiro Cuello.
Hoy es 7 de julio, los diputados fueron asesinados el 18
de junio, y todavía los criminales de las Farc no
devuelven los cadáveres. ¡Qué infamia!
Miren el proceso: el video muestra la fiesta en que iban
esos criminales desde una cordillera hacia la ciudad de Cali
para secuestrarlos. Para secuestrarlos, degollaron al policía
que cuidaba la Asamblea. Cuando salieron con ellos secuestrados,
el video muestra ese jolgorio en que iban estos criminales.
Durante todos esos años, torturaron a las familias,
los asesinaron, mintieron. Y para consumar la mentira, no
entregan los cadáveres. Porque estos criminales, que
son entendidos y avisados, conocen muy bien que mientras
más demore la entrega de los cadáveres, más
difícil es para la ciencia médica, en el examen
pericial, decir con exactitud la causa determinante y la
modalidad el crimen.
Estos criminales los asesinaron vilmente, mienten y quieren
consumar la mentira.
Organismos internacionales están trabajando a ver
si estos criminales devuelven los cadáveres. Además
hemos pedido a la Organización de Estados Americanos
(OEA), que nos ayude a los colombianos con otros organismos
internacionales para que estos criminales entreguen los cadáveres.
Y como lo dije el 28 de junio, en la alocución ante
los compatriotas, el Gobierno, que procura decirles a los
colombianos con total franqueza todo lo que conoce sobre
estos hechos, como se dijo en la alocución del 28
de junio, el Gobierno ha pedido una comisión forense
internacional que le diga al país y al mundo la modalidad
del asesinato.
Esta semana, directamente al doctor (José Miguel)
Insulza, secretario general de la Organización de
Estados Americanos, le pedimos que integre esa comisión
forense internacional, que esté lista para el momento
en que estos criminales entreguen los cadáveres, a
fin de que esa comisión forense internacional se pueda
pronunciar sobre la modalidad, sobre las circunstancias en
que se dio el asesinato.
Cuando se ha procedido de buena fe, las circunstancias y
los hechos causan dolores, pero nunca remordimientos. Cuando
se ha procedido de buena fe, los hechos criminales causan
dolor, los hechos criminales causan amargura, atormentan,
pero no causan rendición. Cuando se ha procedido de
buena fe, los hechos criminales tratan de desorientar, pero
finalmente el pueblo se sabe orientar.
Es lo que vimos esta semana en el país. Esa inmensa
movilización de los colombianos es un golpe democrático
final contra el secuestro, contra el terrorismo. Esa inmensa
movilización es el mejor apoyo a los familiares de
las víctimas. Es la notificación a la comunidad
internacional de la dignidad del pueblo colombiano, del carácter
del pueblo colombiano, que llora a sus muertos pero no se
rinde. Y que tiene toda la decisión de derrotar el
terrorismo.
Esa inmensa movilización es una notificación
al Gobierno sobre que atrás quedaron las épocas
en que el Estado claudicaba. Esa inmensa movilización
es la expresión clara de que los colombianos tienen
hoy absoluta conciencia de que lo único que derrota
al terrorismo es la firmeza en la relación para derrotarlo
entre el pueblo, las instituciones armadas de la Nación,
la justicia y el Gobierno.
Vamos a seguir procediendo en consecuencia, apreciados compatriotas.
Esa inmensa movilización es la advertencia de que
no podemos, en esta hora de dolor, claudicar ante los criminales,
entregar zonas de despeje, dejar a los ciudadanos de Pradera
y Florida en poder de los criminales.
Una zona de despeje es una zona para que los criminales
eludan la acción de la Fuerza Pública. Una
zona de despeje es una zona para que los criminales eviten
la política de Seguridad Democrática. Una zona
de despeje es una zona para que los criminales maltraten
a la ciudadanía.
Despejado estuvo el país cuarenta años. Por
eso del país se apoderaron guerrilla y paramilitares.
Ahora, en lugar de seguirles despejando territorios a los
criminales, lo que hay que hacer es despejar todo el territorio
de la Patria de la presencia de criminales.
El pueblo habló. Ahora nos toca proceder con más
eficacia a la Fuerza Pública, a la justicia y al Gobierno.
El pueblo habló. Cada uno de los policías
de Colombia, cada uno de los soldados, cada uno de los comandantes
de Policía municipal, departamental, de los comandantes
de Brigada, de División, de los Altos Comandantes,
el Ministro de la Defensa, el Presidente de la República,
debemos esforzarnos para proceder con más eficacia.
Tenemos que estar a la altura del carácter y de la
firmeza del pueblo.
En el pasado, cuando los colombianos se volcaban a la calle
a rechazar el secuestro, había unas políticas
oficiales débiles que no derrotaban el secuestro.
Ahora, cuando los colombianos se han volcado a las calles
a derrotar el secuestro y el terrorismo, no puede ser que
esta política, que es firme, no sea más eficaz.
Llamo desde Santa Marta a cada uno de los soldados y policías,
a esos que están en la Cordillera Occidental entre
el Valle del Cauca y el Chocó, donde asesinaron a
la alcaldesa, para capturar a los criminales.
Llamo a cada uno de los policías y de los soldados
que hay en el Magdalena, para que lo que quede aquí de
guerrilla, que ya es poco, podamos reducirlo o eliminarlo.
Para que bandas reincidentes que están en zona bananera
o en algunos municipios, a sus integrantes los capturemos.
Y cuanto antes, mejor.
Llamo a cada uno de los soldados y policías para
que nuestra respuesta a la firmeza del pueblo, sea más
eficacia en nuestros resultados.
El pueblo habló. El pueblo cumplió marcando
un punto de quiebre en la vida de Colombia. El pueblo expresó el
dolor, pero expresó la firmeza en una Nación
que llora pero no se rinde. Ahora les toca es a los policías,
a los soldados, a los comandantes, a la justicia, a los ministros,
al Presidente de la República, esmerarse para tener
más eficacia en la lucha contra los criminales.
Esta mañana me decía el doctor Luis Carlos
Restrepo: “Presidente, explique qué fue Ralito,
para quitar la confusión de que Ralito fue una zona
de despeje”.
Las zonas de despeje de Colombia han sido zonas de tránsito
de los terroristas hacia la casi toma del poder. Ralito fue
una zona de tránsito de grupos armados hacia la cárcel.
En Ralito estuvieron, pero de Ralito no salieron premiados
como campeones del delito. De Ralito salieron primero para
La Ceja y después para Itagüí. Eso marca
la diferencia.
En Ralito estuvieron, concentrados, en un proceso de desarme
y de desmovilización. En Ralito no estuvieron como
campeones de una criminalidad que se les aplaudía.
En Ralito estuvieron desmovilizándose y desarmándose,
como seguramente habrá que hacer con los grupos guerrilleros
en el futuro.
En Ralito intervino la justicia cada vez que se requirió.
En Ralito y en su área del vecindario no había
policía durante los últimos 20 años.
Allí instalamos 400 policías. Allí llegó una
misión de la OEA a proteger a los ciudadanos. Cuando
se requirió la presencia de la Fuerza Pública
al interior de esa zona, el Presidente de la República,
sin vacilación, ordenó esa presencia. Y esa
presencia se hizo.
Llegó un día la noticia de que habían
secuestrado al ex senador Jorge Gnecco y que le habían
atribuido ese secuestro a unos de los presentes en Ralito.
Tan pronto se supo, el Presidente de la República
dio la orden de entrar a capturarlo. Y en horas se consiguió la
libertad del senador Jorge Gnecco.
Cuando un juez de la República vinculó al
señor Murillo Bejarano, conocido con el nombre de ‘Don
Berna’, a la investigación por el asesinato
de un diputado de Córdoba, el Presidente de la República
no vaciló. De inmediato dio la orden al comandante
de la Policía, para que él se pusiera al frente
de entrar a buscar al señor Murillo Bejarano en la
zona de Ralito. Y hoy el señor Murillo Bejarano está sometido
a la Ley de Justicia y Paz, con una extradición condicional,
y se encuentra en la cárcel de Itagüí.
Una cosa es entregar a Pradera y Florida, para que las Farc
se recuperen criminalmente, para que domine a su ciudadanía,
para que la ciudadanía quede en las fauces de los
criminales, para que pase el tiempo y se pierda la oportunidad
de avanzar con la política de Seguridad Democrática,
y otra cosa es haber tenido a Ralito para desarmar a 32 mil
personas vinculadas al crimen. Para hacer el tránsito
con sus cabecillas de la selva, pasando por Ralito, a la
cárcel de Itagüí. Para liberar al país
de 32 mil de los 60 mil armados que encontramos cuando empezó el
Gobierno.
Le pedí al doctor Luis Carlos Restrepo que le cuente
hoy y mañana en detalle al país sobre Ralito.
Claro que nosotros no estábamos en una negociación
con arcángeles. Es que nosotros encontramos 60 mil
terroristas. Y los que han negociado, han tomado la decisión
de negociar porque han sentido la presión de nuestra
Fuerza Pública.
La negociación con los paramilitares ha sido seria,
no de compinches. Mil 700 dados de baja inicialmente. De
los reincidentes han sido dados de baja más de 400.
Y han sido llevados a la cárcel más de 800.
Aquí hay un proceso serio. Unos resultados serios.
Hoy hay debate sobre paramilitarismo en Colombia, cuando
el paramilitarismo, gracias a este Gobierno, está prácticamente
exterminado.
Se habló con mucha preocupación de que reincidirían.
Han reincidido algunos. Porcentualmente pocos. Lo que pasa
es que, así 1.200, 1.600 ó 1.800 constituyan
un número bajo frente a los 32 mil desmovilizados,
1.200 ó 1.800 en armas hacen mucho daño. Pero
el país tiene hoy una certeza y una tranquilidad:
los que han tratado de reincidir no van a pelechar. Este
Gobierno no permite ‘Águilas’ negras o
blancas o amarillas o azules. Hay que acabarlos a todos.
Vengo a pedirles a los comandantes del Magdalena que a esos
grupos reincidentes que merodean por Fundación y zona
bananera, los reduzcamos. Que acabemos lo que queda de las
Farc y el Eln en la Sierra Nevada. Y que evitemos que esos
criminales de las Farc, que están siendo presionados
por nuestra operación en los Montes de María,
sigan cruzando el río Magdalena a maltratar a los
ciudadanos de Plato y los alrededores.
¡Eficacia, señores comandantes! El pueblo habló esta
semana. Y el pueblo, en lugar de pedirnos a nosotros debilidad
o claudicación, en medio del dolor nos dijo: ¡firmeza!
El pueblo no oyó a quienes querían desorientar.
El pueblo habló autónomamente. Habló como
un pueblo cansado por 40 años de terrorismo, y más
cansado por 36 años de debilidad. Y ahora nos toca
es a nosotros actuar.
Señor general Paredes, señor coronel Pacheco,
señor coronel Lara: que no quede uno solo de esos
criminales. Ni en el área de zona bananera y Fundación,
ni en la Sierra Nevada, ni en Plato. Porque la operación
que estamos adelantando en los Montes de María, que
el fin de semana anterior dio de baja a dos, capturó a
10, decomisó 10 fusiles y capturó a un criminal
conocido con el nombre de ‘Embera’, criminal
al servicio de esos escuadrones de las Farc de los Montes
de María, esa operación va bien. Pero hay que
cuidar para que la presión militar que allá ejercemos,
no traslade a esos criminales a reincidir en el Magdalena. ¡A
acabarlos a todos!
Y que no haya extorsión en el comercio o en los hoteles
de Santa Marta. En mi última visita a la ciudad, que
son muy periódicas, alguien me dijo: “Presidente,
cuidado que nos están extorsionando”. ¡A
espantar a esos extorsionistas a la cárcel!
El Congreso nos acaba de aprobar dos leyes de gran importancia.
En el último año siempre escuché en
los consejos de seguridad que se nos estaba afectando mucho
la seguridad en el hurto a personas, en el hurto a residencia,
en el hurto al comercio, en el hurto de automotores, por
la permisividad de la ley.
La ley que nos acaba de aprobar el Congreso, es una ley
que para delitos que tengan penas de cuatro años,
impide esa excarcelación que se venía dando.
Es una ley que le dice al juez: usted me va a definir la
excarcelación no por su apreciación subjetiva
sobre la peligrosidad o no peligrosidad del imputado, sino
por el delito.
Hoy, señores comandantes, gracias a la nueva ley
aprobada por el Congreso, tenemos un gran instrumento para
avanzar en favor de la seguridad.
Le he pedido al señor General Naranjo que sobre esta
ley de penas y sobre la otra, la de las pequeñas causas,
se haga un gran seminario nacional por la televisión,
por el canal institucional, que empiece desde esta semana.
Primero que las presenten el ministro Carlos Holguín
y la Secretaría Jurídica de la Presidencia.
Y segundo, que la Policía instruya a cada comando
departamental, a cada comando municipal, sobre cómo
aplicarla.
Vamos a empezar este consejo comunitario con el anuncio
de dos decretos. Un decreto que ordena que los importadores
o ensambladores de motores vehiculares en Colombia, a partir
de determinadas fechas, tengan que entregarle al país
motores flexibles, que estén adecuados para funcionar
con una alta mezcla de alcohol carburante o de biodiesel.
Ese es el primer decreto.
El segundo, una respuesta concreta a la ciudad de Santa
Marta. Llevo cinco años en el Gobierno y hemos logrado
un acuerdo, pero no hemos logrado uno segundo.
Gracias al liderazgo del Ministro de Obras, se logró el
acuerdo con los concesionarios del ferrocarril. Se cambió la
concesión. Se mejoraron sustancialmente las condiciones.
Se garantizó primero la posibilidad de pasar de 20 ó 22
millones de toneladas a 45 millones, construyendo los intercambios
del ferrocarril. Se garantizó la segunda línea.
Se permitirá que por ese ferrocarril salgan más
de 60 millones de toneladas. Se garantizó que venga
el ferrocarril de pasajeros, de turismo. Etcétera.
Eso va bien y logramos un gran acuerdo.
Pero llevamos cinco años y no hemos logrado el segundo
acuerdo. No hemos logrado el acuerdo para que el embarque
de carbón no afecte la zona turística. Entonces
hoy le entregamos a la ciudad de Santa Marta un decreto,
debidamente firmado por los ministros y por mi persona, que
pone una fecha para que todos los puertos se adecuen. Para
que tengan que tener una zona de arrume, de almacenamiento
de carbón, donde no haya riesgos de la volatilidad
del carboncillo. Donde se exige que haya embarque directo
y que el sistema de embarque sea encapsulado.
Este es un Gobierno defensor, sin timideces, no vergonzante
defensor, de la iniciativa privada.
He dicho que en el actual debate de América Latina
es muy importante decir que Colombia no ha estado en el desmantelamiento
del Estado sino en su reforma, pero que Colombia tampoco
está en el estatismo. Que aquí hay plenas libertades
para la iniciativa privada con responsabilidad social. Y
que la responsabilidad social tiene que expresarse en tres áreas.
En la transparencia de las relaciones de los inversionistas
con el Estado: transparencia en los contratos, en las concesiones,
en la tributación, en los trámites. Segundo,
en la solidaridad de los inversionistas con las comunidades.
Y tercero, en las relaciones laborales. Relaciones laborales
no salvajes de capitalismo. No marxistas de odio de clases.
Relaciones laborales fraternas, cristianas.
Ese segundo punto de la responsabilidad social, de la solidaridad
de los inversionistas con las comunidades: está bien
que se extraiga el carbón del Cesar, el carbón
de La Guajira, pero lo que no podemos permitir es que esa
extracción cause incomodidad a los habitantes de esos
municipios. Que esa extracción abuse de esos poblados,
con el tránsito de tractomulas levantando un polvorín
permanente y asfixiando a los ciudadanos.
Por eso, de cara a la comunidad, con la participación
de la comunidad, hemos hecho dos reuniones en La Jagua de
Ibirico (y haremos la tercera para evaluar), donde se exige
que los inversionistas cumplan con todos los requisitos del
medio ambiente y que hagan unas inversiones de solidaridad
necesarias.
Por ejemplo, uno de los casos que hay allí, un pequeño
poblado: antes pasaban por él dos vehículos
al día. Ahora, con la furia del carbón, pasan
600 tractomulas al día por la calle del medio de ese
pueblito, destapada. Y la ciudadanía enferma, respirando
ese polvorín, ese tierrero. Las compañías
tienen que pavimentar esa vía, inicialmente ese pedazo.
Solidaridad con la comunidad. Uno no puede explotar los
recursos de un país, siendo insolidario con la comunidad
de ese país. Eso ha generado tantos gobiernos dictatoriales
en el mundo. Para defender esta democracia con firmeza, hay
que exigir la responsabilidad social de los inversionistas.
Ellos han encontrado en este Gobierno y en este Congreso
los más grandes amigos de la inversión privada.
Tenemos hoy una tributación en Colombia que es totalmente
atractiva a la inversión.
Miren, apreciados compatriotas: a 30 de mayo, la inversión
extranjera directa registrada en Colombia ascendió a
4 mil 151 millones de dólares. En un país que
llegó a tener años en los cuales apenas había
700 millones de inversión. Y ahora en el período
de enero a mayo, 4 mil 151 millones de dólares. Eso
es muy grande.
Cuando este Gobierno empezó, la tasa de inversión
en Colombia estaba en el 12. En mayo se situó en el
27. Esto es: lo que representa la inversión en un
año como porcentaje del PIB. Eso es muy grande.
Hemos dado todas las condiciones a la inversión,
pero la inversión no puede ser antipática para
la comunidad.
Si el explotador de carbón con sus tractomulas enferma
a la comunidad, esa comunidad deslegitima esa extracción
del carbón. Si el exportador de carbón, con
sus zonas de acopio, con sus métodos de cargue, con
sus barcazas, permite que haya volatilidad del carbón
hacia las playas turísticas, esa inversión
se deslegitima ante la comunidad.
Entonces quiero decir hoy desde Santa Marta que los inversionistas
tienen todas las garantías en Colombia, pero tienen
que cumplir con todas las normas de responsabilidad social.
Le pido al Ministro (de Minas y Energía) Hernán
Martínez que nos explique el decreto de los motores
para darle reglas de juego claras a este país a futuro
sobre el tema de los biocombustibles. Y al ministro (de Transporte)
Andrés Uriel Gallego, que nos explique el decreto
sobre los puertos, tan importante para esta ciudad.
Uno lleva espinitas en su corazón. Una de las espinas
que he llevado en estos cinco años tan gratos de trabajo
con el pueblo colombiano, es no haberle podido cumplir a
Santa Marta para eliminar el polvorín del carbón
de las playas. Se ha hecho todo el esfuerzo de concertación.
Pero como la concertación no ha servido, ha habido
que proceder sensatamente, razonablemente, a hacer sentir
las funciones del Estado.
El ministro Hernán Martínez nos explica el
decreto de los motores como preámbulo de este consejo,
y el ministro Andrés Uriel el de los puertos”. |