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PALABRAS DEL PRESIDENTE URIBE EN CHAPARRAL
Julio 05 de 2007 (Chaparral - Tolima)

“Me honra mucho visitar aChaparral esta mañana, en compañía del señor ministro de la Defensa (Juan Manuel Santos), de los Altos Mandos, el gobernador (del Tolima), Fernando Osorio, y el senador Carlos García.

Íbamos para Río Blanco, pero la circunstancia de tener que regresar a Bogota a las 11 de la mañana, nos impidió hacer esta reunión en Río Blanco y nos obligó a hacerla aquí en Chaparral, donde siempre es grata. Recuerdo ese Consejo Comunitario tan importante que aquí realizamos.

Íbamos a hacer un consejo de seguridad ahora, en las instalaciones del Ejercito en Chaparral, pero es preferible con este bello sol matinal, que nos muestra hoy totalmente despejada la cordillera, despejada de nubarrones como tendremos que despejarla de criminales, es preferible hablarles amis compatriotas de Chaparral y del Tolima, aquí en esta esquina del atrio, teniendo como cobertura esta catedral, y teniendo como punto de referencia, la historia de Chaparral.

Yo la dividiría en tres momentos. Momentos grandes, de aquí partieron a servirle a la Republica, Melo (José María),Murillo Toro (Manuel), Darío Echandía.

De aquí partieron, el uno convertido en el primer presidente popular de la Republica, el general Melo, el gran caudillo de la causa de los excluidos; el otro, uno de los artífices más importantes de la Constitución del 63, quien con Mosquera (Tomas Cipriano) aquí cerca, en 1862 en el páramo de las hermosas, definiera la creación del estado soberano del Tolima, anticipándose a la Constitución del 63 en Rionegro.

Me refiero a quien después fuera Presidente de la República, le diera brillo a las instituciones democráticas y al Tolima, el doctor Manuel Murillo Toro, a quien tanto le debe nuestra democracia, nuestro sistema de libertades y quien fue precursor de las comunicaciones de nuestra patria.

De aquí partió a servirle a la Nación el presidente Darío Echandia, majestad de la democracia, aquel que nos dejó tantos consejos y tantos ejemplos, el ejemplo de su dignidad, el ejemplo de despreciar el poder y amar el servicio.

Si a mí me preguntaran cuál es su conclusión sobre el presidente Darío Echandia, diría el ejemplo de despreciar el poder y amar el servicio, el ejemplo del desprendimiento personal y el afecto a la comunidad, el ejemplo de la evolución, nos legó aquella frase que indica que en la vida pública todos los días hay que acometer y todos los días hay que rectificar.

Qué momento ese tan importante, el de Melo, el de Murillo Toro, más cercanos en los años de la historia, más cercanos a los primeros años de vida independiente; el de Echandia, más cercano a la posmodernidad, a la consolidación pluralista de nuestra democracia.

Otro momento de Chaparral y de este sur del Tolima, el estado nacional se quedó en el discurso y fue sustituido por los criminales de las Farc, los ciudadanos acorralados, los comerciantes extorsionados, los campesinos desplazados, los cafetales tornados en rastrojeras, la Nación se quedaba en la alegoría de Melo, de Murillo Toro, y de Echandía, cundía el descuido, ampliaba su capacidad de influencia el grupo criminal de las Farc y la población de Chaparral, de Río Blanco, de Planadas, del sur del Tolima quedaba en poder de los criminales.

Y vamos a buscar el tercer momento, un momento de felicidad para las nuevas generaciones, vamos a buscar el tercer momento, un momento para recuperar la prosperidad en el verdor del campo, vamos a buscar el tercer momento, un momento en el cual la ciudadanía pueda dormir tranquila, volver a pescar de noche, como lo dijera Darío Echandia, el presidente de la dignidad en el servicio.

Vamos a buscar el tercer momento, un sur del Tolima con una economía vibrante, con una política social que avance, que supere pobreza, que construya dignidad, un sur del Tolima sin terroristas.

Hace 5 años a mi me decían: ¡Presidente, el Tolima está perdido¡ en los planes del norte el paramilitarismo, en el área adyacente al Espinal, el paramilitarismo, en la cordillera del norte, los bolcheviques de la guerrilla, otros grupos del Eln y de las Farc, el sur dominado por los terroristas de las Farc.

¿Cuál fue mi respuesta? ¡El Tolima no está perdido¡ el poder central que le canta al Tolima y que descuidó al Tolima, que le entrego el Tolima primero a la guerrilla y después a la guerrilla de los paramilitares, cree que el Tolima está perdido, pero ese poder central está equivocado, porque el Tolima tiene la gran reserva que es el carácter y el valor civil de sus gentes.

Para este consejo de seguridad es importante contar con la abnegación del Ejercito, de la Policía, de la Justicia, aquí representados por los Altos Mandos, por los representantes del CTI, pero para este consejo de seguridad es importante contar con el carácter del pueblo tolimense, del pueblo de Chaparral, del pueblo del sur del Tolima, con su heroísmo que impidió que sucumbiera ante tantos años de descuido oficial y de avance terrorista.

Este carácter que solamente respeta la democracia y que impide ser dominado por los poderes del terrorismo, es la gran esperanza para el tercer momento que buscamos para el Tolima.

Todavía hace dos años me decían: Presidente, no sueñe, el sur del Tolima está dominado para el grupo criminal de las Farc, esa cordillera es abrupta, esas estribaciones del nevado del Tolima, cerca de Ibagué, del nevado del Huila hacia el sur, ese intermedio de cordillera, esa franja entre la ladera tolimense y la ladera vallecaucana, todo eso está dominado por los terroristas de las Farc, los campos abandonados, los comerciantes extorsionados, las Farc celebra su aniversario en algunos pueblos del páramo de Las Hermosas, someten a la ciudadanía, se burlan de las instituciones. Eso nos decían, y era la realidad.

¿A qué vinimos hoy? No solamente a decir que hemos avanzado sino a prepararnos para avanzar totalmente hasta la victoria final.

Vengo a pedirle a los soldados y policías de la Patria, a los integrantes del DAS, a los “Gaulas”, al CTI, a la Fiscalía, a los jueces, que tenemos que entrar en una nueva etapa, la etapa de la victoria definitiva contra el terrorismo.

Todavía hay lunares y quiero referirme a cada uno de ellos.

En San Luis, cerca de Ibagué, aún extorsionan integrantes de las antiguas autodefensas, hay que capturarlos, cuanto antes, allá se han hecho capturas, pero faltan.

Así como tuvimos toda la generosidad con la reinserción, debemos tener toda la severidad con la reincidencia.

Esta política, para depararle felicidad a las nuevas generaciones, tiene que tiene que exterminar por igual con la guerrilla, que con los reincidentes de autodefensas, que con el narcotráfico.

Anche fui informado que no obstante los buenos avances del Ejército, comandado por el coronel Castillo, de la Sexta Brigada, por el señor general Matamoros, comandante de la División y de la Policía, comandada por el señor coronel Cartagena, comandante de la Policía del Tolima, todavía hay unos extorsionistas en Lérida, que esos extorsionistas se agrupan en un corregimiento de Lérida, de Armero, que se llama Méndez. Allá hay que perseguirlos con toda la severidad. Que esos extorsionistas están allí en motos y desafían a la ciudadanía, prenden las motos y se fugan cuando hay presencia del Ejército y de la Policía.

Señor coronel Castillo, señor coronel Cartagena, señor general Matamoros, a capturarlos a todos, que no se fugue uno solo, para que el pueblo del Tolima pueda recuperar plenamente su tranquilidad, su felicidad.

He sido informado que hemos avanzado, pero que todavía en un cañón al occidente de Ibagué, por la cordillera, se reúne un grupo de las farc, que transita entre Ibagué y el Quindío. Hace daño, en el Cocora quindiano y hace daño en el Cocora de Ibagué. Hay que capturarlos, enfrentarlos con todo rigor, porque necesitamos un Tolima totalmente libre de terroristas, un Tolima que proyecte hacia el futuro la gloria que aquí sembraron Melo, Murillo Toro y Echandía, no un Tolima que siga con las sombras que trajeron los terroristas, hijos del descuido oficial, de tantos años cuando se le cantaban himnos al Tolima, pero no se le daba la mano al Tolima para enfrentar el terrorismo.

Antes de ayer tuvimos un hecho triste: a 15 kilómetros de aquí de Chaparral, las Farc nos asesinaron 4 soldados. Rendimos tributo hoy a esos héroes de la Patria, a sus familias.

Vengo a pedirle al general Matamoros, comandante de la División, al señor coronel Castillo, comandante de la Sexta Brigada de Ibagué, al señor coronel Pineda, comandante de la Brigada Móvil número 8, que tenemos el apoyo del pueblo para derrotar la presencia de las Farc en el sur del Tolima.

Criminales como Manuel Marulanda, Jorge Briceño, a quien popularmente se conoce con el nombre de “Mono Jojoy”, a Alfonso Cano, con tantas poses intelectuales y tantas acciones criminales; Catatumbo, que mientras asesinaba y secuestraba mantenía una tertulia con ciudadanos de Cali, todos esos criminales pensaron que el sur del Tolima era del crimen y de su terrorismo. Están equivocados.

Señor general Matamoros: hemos avanzado. Hoy es distinto a hace tres años. Recuerdo la angustia del gobernador Fernando Osorio, de los alcaldes. Recuerdo que la ciudadanía me decía: Presidente, el 14 de julio, las Farc hizo un acto de celebración en San José de Las Hermosas.

Hoy es diferente a hace tres años. Vamos ganando, pero no hemos ganado todavía. Estos criminales todavía extorsionan a la gente, la extorsionan aquí en Chaparral y la extorsionan en Rioblanco, y la extorsionan en Planadas y en otros municipios y corregimientos del sur del Tolima.

Estos criminales todavía tienen la ilusión de que nuestra acción militar es pasajera y que ellos van a recobrar el dominio terrorista sobre el sur del Tolima. De ninguna manera.

Hoy, 5 de julio, tenemos que tomar un nuevo aire parar depararles la derrota definitiva en el sur del Tolima. El Gobierno, el Ejército, la Policía, el DAS, la Administración de justicia, el Ministro de la Defensa y yo, no podemos ser inferiores al valeroso carácter, a la recia personalidad de este gran pueblo del Tolima, que a pesar de haber estado tantos años abandonado del gobierno central, sometido, maltratado por el terrorismo, hoy está en pié de lucha para quitarse esa amenaza del terrorismo, para vivir libre de esa pesadilla.

No podemos ser inferiores. Los vamos a derrotar.

Señor coronel Cartagena, señor coronel Castilla, no esperen que el campesino venga a denunciar una extorsión. No esperen que el comerciante venga a denunciar una extorsión. Que el Ejército, la Policía, visiten a los campesinos y a los comerciantes, les den protección, impidan la extorsión, capturen a los extorsionistas de las Farc.

No esperemos que estos criminales vengan a asesinar a nuestros soldados, como hace dos días asesinaron cuatro soldados, aquí a 15 kilómetros de Chaparral.

Avancemos nosotros en toda esta agreste cordillera de la Patria a derrotar lo que queda del terrorismo de las Farc. A eso venimos.

Por eso, la reiteración de este compromiso la tenemos que hacer hoy, no en las instalaciones militares de Chaparral, sino ante este sol matinal, teniendo nuestros seres cubiertos por el frontón de esta catedral de Chaparral, de cara a las mentes adustas y severas de los tolimenses.

La reiteración de nuestro compromiso: de una Colombia sin criminales de la guerrilla, de una Colombia sin criminales del paramilitarismo, de una Colombia sin criminales del narcotráfico.

Solamente las acciones le dan credibilidad a este predicamento. Solamente el campesino que pueda vivir tranquilo en su vereda, es la prueba de que estamos procediendo bien.

Solamente el comerciante que pueda ejercer tranquilo su oficio es la prueba que estamos ejerciendo bien. Solamente el niño que pueda gozar los paisajes y las quebradas, sin el asedio del terrorismo, es la prueba de que estamos procediendo bien.

Solamente la recuperación de los cafetales, de los platanales, la tranquilidad de las Familias Guardabosques, es la prueba que estamos procediendo bien. Para que todos ellos vivan tranquilos, hay que quitarles la pesadilla del terrorismo, de este terrorismo que secuestra y asesina y extorsiona, de este terrorismo cínico que tiene posturas ideológicas en las que no cree, que son disfraces para su sed de sangre, este terrorismo que se creyó dueño de Colombia, dueño de la libertad de los colombianos, este terrorismo que tenemos que exterminar de toda la geografía de la Patria y de toda la geografía del Tolima.

A reiterar ese compromiso venimos esta mañana a Chaparral. Los Altos Mandos y el Ministro estarán en Neiva, ciudad tan azotada por el terrorismo.

Ayer se capturó a uno de los terroristas responsables del último carro-bomba, contra la señora Alcaldesa de Neiva. Todos los días con perseverancia, capturando al uno y al otro, vamos a conseguir la Patria que soñamos, una Patria con toda la firmeza, con toda la tranquilidad, con toda la libertad, con todas las posibilidades de felicidad.

Y hoy muchos colombianos se preparan para salir a las calles, para salir a exigirle a los terroristas de las Farc, la liberación inmediata y unilateral de los secuestrados, la devolución de los cadáveres.

¡Matones, bufones, mentirosos¡ Ese criminal de Raúl Reyes se codea con delegados europeos, apariencia de señorón en ese bandido, y mantienen por allá un respeto y un temor reverencial por ese bandido mayor de Manuel Marulanda, don Manuel, aquel a quien tantos homenajes se le rindieron en La Uribe, allá como se llamó ese sitio donde se reunían tantos blandos del país y del mundo con él, en casa verde, iban a rendirles pleitesía.

Don Manuel, el criminal mayor de El Caguán, ese bandido tomando whisky, usufructuando el dinero del narcotráfico, ordenando el asesinato de colombianos, ordenando el secuestro de colombianos, ese bandido que recibía a los visitantes internacionales más importantes. Pudieron ser muy ricos los que iban allá, pero qué pusilánimes.

¿Para qué plata con tanta pusilaminidad? ¿Para qué dinero si no tuvieron la dignidad de darle la cara a Manuel Marulanda? ¿Para qué dinero, si en lugar de ir a El Caguán a darle la cara a Manuel Marulanda, fueron a patrocinarle su terrorismo? ¿Para qué inteligencia, para qué preparación, si en lugar de ir a El Caguán a verle la cara a Manuel Marulanda, fueron a rendirle venias, a patrocinarle el terrorismo?

Eso no lo repetirá el país, por eso nosotros no vamos a crear nuevas zonas de despeje. ¡Qué tal una zona de despeje en Pradera y Florida, allá al otro lado de esta cordillera¡ ¿Para qué? Para que la guerrilla criminal y terrorista se apodere de los ciudadanos, para que la guerrilla criminal y terrorista, se refugie y eluda las acciones de la Fuerza Pública, para que tenga personalidades del país y del mundo, a rendirle tributo a rendirle tributo a los crímenes de la guerrilla. De ninguna manera.

Esta mañana amaneció esta cordillera Central despejada, con un bello sol que resplandecen los nevados, así mismo la tendremos que despejar de terroristas, pero no despejáremos de Fuerza Pública, un solo milímetro cuadrado de la Patria.

Enviamos desde aquí un saludo lleno de afecto a los ciudadanos de Pradera y de Florida, la reiteración de que a Pradera y Florida los despejaremos de terroristas, pero no vamos a permitir, que se despeje de instituciones para que el terrorismo se apodere de los ciudadanos.

¡Qué tal, Pradera y Florida en el nuevo Caguán, en el nuevo trono del crimen, don Manuel Marulanda, el criminal mayor, sentado con ese señorón del crimen Raúl Reyes, tertuliando, en poltronas recibiendo allí el homenaje de los pusilánimes¡ Nosotros tenemos que escoger entre la connivencia de los pusilánimes con el crimen, y la decisión corajuda de los colombianos de carácter en contra del crimen.

Y el carácter se contagia, todos los días en la Patria hay más y más ciudadanos con firmeza, menos y menos ciudadanos con temor. El país le ha perdido el temor al crimen, una zona de despeje en Pradera y Florida, en cualquier sitio del territorio, es para regresarle oportunidades al crimen.

¡Qué tal, que ahora que el país le ha perdido el temor a los criminales, le entreguemos a los criminales una zona de despeje, para que allí se aposenten, allí reciban el homenaje de los pusilánimes, para darle al país mal ejemplo, para que esta ola creciente de recuperación del carácter y de la dignidad de la Patria se reversen, para que en lugar de brillar la democracia, brillen de nuevo los criminales por la debilidad de los pusilánimes¡

Por eso compatriotas del Tolima, ni un milímetro, ni un milímetro a los criminales.

Por eso compatriotas del Tolima, a los que merodean todavía aquí en el sur, una notificación: ¡los vamos a destruir¡ ¡Los vamos a destruir¡ ¡Los vamos a destruir¡

Solamente este año se han desmovilizado 1.800 de las Farc, todos los que se desmovilicen, son recibidos con toda la generosidad del Gobierno. Hemos desmovilizado 43 mil en este Gobierno, 33 mil de los mal llamados paramilitares y 10 mil de las guerrillas. Y todos los días hay más desmovilizados, la consigna tiene que ser, desmovilización o exterminio.

Nosotros no podemos permitir que el pueblo colombiano sea nuevamente engañado por estos criminales, vamos a derrotarlos.

¿Y además quién puede confiar en ellos? Miren lo que pasó, asesinaron a los diputados el 18 de junio. Ese mismo día los asesinos de las Farc, que perpetraron ese crimen, estaban en diálogo con unos delegados de tres países europeos que había autorizado el Gobierno para ese diálogo. Era un diálogo para el acuerdo humanitario. ¡Qué farsa¡ ¡Qué hipocresía¡

A tiempo que con el criminal Raúl Reyes estos delegados europeos hablaban del acuerdo humanitario, otros criminales de las Farc, compinches de Raúl Reyes, asesinaban a los diputados. ¿Se puede confiar en esa hipocresía? ¿Se puede confiar en esa farsa de la sangre criminal? Por eso el camino que hay que dar es derrotar a estos criminales, a estos traficantes del dolor, a estos traficantes de la miseria y el desplazamiento, a estos traficantes del desempleo. La consigna que queda es derrotarlos.

¡Mentirosos¡

Un día le dijeron al país que no habían asesinado a unos indigenistas, que habían muerto por un combate con el Ejército. ¡Mentirosos, asesinos, ladrones, bufones y mentirosos¡ Lo que hicieron fue que los asesinaron.

Otro día le dijeron al país que Doris Gil y Helmut Bickenbach, habían muerto en un cruce de disparos entre las Farc y el Ejército. ¡Mentirosos, bufones, ladrones, asesinos, señorones de la sangre y el crimen¡ Asesinaron a Doris Gil y a Helmut Bickenbachamarrados, tirados en el suelo. El Ejército estaba a un día de camino.

Asesinaron a Gilberto Echeverri exministro de Defensa y al Gobernador de Antioquia, cuando el Ejército ni siquiera había llegado a ese sitio. Los asesinaron en el suelo, como lo demostró el examen forense, con toda la sevicia, con toda la alevosía, con toda la cobardía, no alcanzó a haber un cruce de disparos con el Ejército. Esa noche nos lo confirmó un sargento que logró sobrevivir y que estaba igualmente cautivo, en el mismo cautiverio del Gobernador y del exministro de Defensa.

¡Mentirosos estos bandidos¡ ¡Criminales que asesinan y mienten¡

Asesinaron a los diputados el 18 de junio, hoy es 5 de julio y no han entregado los cadáveres. Porque quieren torturar más a las familias, porque quieren consumar su mentira como complemento del asesinato, porque estos bandidos que son avisados e informados saben, que la ciencia médica no garantiza la exactitud de la autopsia, cuando ya ha transcurrido un tiempo desde que se produjo el asesinato.

Todo día que retrasen la entrega de los cadáveres de los diputados, es un día que dificulta la exactitud del dictamen pericial. Quieren consumar la mentira, ellos saben que el Ejército no ha mentido, ellos saben que no hubo cruce de balas, ellos saben que asesinaron a los diputados alevemente, cobardemente, con todos los agravantes del crimen, ellos saben que asesinaron a los diputados porque ellos solamente aspiran para Colombia crimen, castigo, maltrato al pueblo. ¡Mentirosos¡

El Gobierno, el 28 de junio, cuando se enteró de la noticia, dijo claramente que estamos dispuestos a que haya una comisión internacional forense que practique el examen sobre los cadáveres de los diputados, y que le diga al mundo, y que le diga a la comunidad colombiana, cuál fue la modalidad del crimen.

Y como estos criminales saben que les tenemos descubierta su capacidad de engañar, estos criminales tienen hoy la cobardía de abstenerse de entregar los cadáveres.

Estos criminales le tienen que pedir permiso al criminal mayor, al don Manuel, aquel de la poltrona de casa verde, aquel de las botellas de wisky de El Caguán, el don Manuel del crimen, el don Manuel que recibía homenaje de los ricos de Wall Street, el don Manuel que recibía homenajes de pusilánimes, le tienen que pedir permiso a don Manuel para devolver los cadáveres. Y como don Manuel tiene todas las maldades, como es un acopio de perversidad, él demora la entrega de los cadáveres para evitar que la verdad descubra plenamente el asesinato de las Farc.

Pero el pueblo colombiano está en pie de lucha contra estos bandidos, y el pueblo colombiano no va a hacer el juego a la mentira ni al asesinato.

Por eso, lo que hay que exigir hoy es que entreguen a los secuestrados, que los liberen unilateralmente.

Lo que tenemos que exigir hoy es que devuelvan los cadáveres inmediatamente, que no eludan una comisión forense internacional que practique el examen sobre los cadáveres, y que le cuente al país y al mundo la modalidad del crimen.

Lo que tenemos que exigir hoy es que el Gobierno no se ablande, que el Gobierno mantenga firmeza.

Lo que tenemos que exigir hoy es que el Gobierno despeje al país de terroristas, pero que no le despeje a Colombia a los terroristas.

Lo que tenemos que exigir hoy es que el Gobierno haga gestos humanitarios como el que se hizo con Rodrigo Granda, y con los 150 de las Farc que salen de la cárcel no para volver a delinquir, pero le tenemos que exigir al Gobierno que se niegue a liberar guerrilleros a pedido de las Farc para que vuelvan al secuestro, a la extorsión y al asesinato.

Hace años en Colombia había marchas contra el secuestro, yo recuerdo haber acompañado a País Libre, liderado por nuestro distinguido Vicepresidente, el doctor Francisco Santos Calderón, entonces en el liderazgo de País Libre.

Yo, acompañé esas marchas desde la Gobernación de Antioquia, pero no siempre tuvieron resultados porque no había firmeza contra el secuestro, ahora la hay, los resultados son elocuentes.

Hubo años durante los cuales en el primer semestre se secuestraron 1.700 colombianos, ahora se han secuestrados 100, todavía es mucho, pero mucho menos de lo que había.

Vamos ganando aunque no hemos ganado todavía, y por eso el Ministro de Defensa y los Altos Mandos me decían: Presidente, no ablande la política, no la debilite, hay que fortalecerla y perseverar, y en eso estamos.

Cuando en el pasado los ciudadanos se volcaban con fortaleza a las calles, a pedir una política firme contra el secuestro, esas voces no encontraban eco oficial porque no había una voluntad política firme contra el secuestro.

Hoy, hay un a acople entre la voluntad ciudadana y la voluntad Gobierno, hoy la voluntad ciudadana pide firmeza y fortaleza en la política contra el secuestro y el Gobierno responde con fortaleza y firmeza.

Por eso no se entendería que algunos en las marchas salieran a pedir zonas de despeje, claudicaciones ante las Farc, lo único que quiere el pueblo hoy es firmeza para quitarle de una vez por todas ese yugo que lo atropella que es el terrorismo de estos criminales encabezados por Don Manuel y por el señor Briceño, y por el filósofo Cano y por el tertuliador Catatumbo, y por el Raúl Reyes, que todos los días se codea con personalidades del mundo. Con una mano está matando y con la otra está recibiendo a personalidades del mundo. A derrotar estos criminales es que debemos destinar todas nuestras energías.

Conversando casualmente esta mañana aquí en el Parque de Chaparral, me decían algunos: Presidente, esto todavía no está bien del todo pero hemos mejorado.

Ya los campos empiezan a reverdecer, la gente a ponerle atención a las parcelas, aquí no hay un solo latifundio, acá hay un campesinado propietario, esta cordillera es una colcha de propiedad democrática, aquí la guerrilla ha maltratado al campesinado, aquí no hay grandes comerciantes, aquí hay una colcha de pequeños comerciantes, aquí hay un pueblo digno, de medianos recursos, con gran sentido de Patria, que ha sido maltratado por ese verdugo que son las Farc y tenemos que quitarles de encima ese verdugo.

Déjenme finalmente convocar a todos los colombianos para que le ayudemos a la Fuerza Pública con nuestra información oportuna, para construir más confianza con la Fuerza Pública, que la Fuerza Pública con su eficacia, con su transparencia, todos los días merezca más confianza, y que los ciudadanos, con su dignidad Patria, con su decisión de vivir libres, todos los días depositen más confianza en la Fuerza Pública.

Tres pilares: la Constitución. la Fuerza Pública y la ciudadanía, constituyen el camino para derrotar definitivamente al terrorismo.

Con terrorismo hay desplazamiento, pobreza, carencia de inversión, desempleo. Con seguridad hay todo lo contrario confianza de inversión, tranquilidad de los ciudadanos en sus parcelas, prosperidad, posibilidades de superar la pobreza.

El Tolima asiste hoy a la construcción de grandes obras. El túnel de la línea que habrá de llamarse el “Túnel del Segundo Centenario”; la construcción del distrito de riego en el Triangulo del Tolima para que salga adelante el minifundismo; la doble calzada Girardot-San Rafael. En los próximos días la adjudicación del tramo San Rafael, Chicoral, Ibagué, Cajamarca.

El Tolima queda con 86 mil Familias en Acción. Todavía está muy alto el desempleo en Ibagué, pero es que lo encontramos en el 26 y ahora ronda alrededor del 17. Con toda nuestra política social aspiramos derrotarlo, pero hay que llevar de la mano la política social, la confianza inversionista y la seguridad.

Sin seguridad, la política social se reduce al discurso demagógico, al engaño y al reparto de pobreza.

Avanzando en seguridad podremos tener una política social que le de a los colombianos bienestar y prosperidad, equidad, ilusiones, metas de felicidad. Eso es lo que buscamos.

Recuerden ustedes, casa verde y El Caguan, la sangre apoltronada, allí los héroes eran los verdugos, don Manuel Marulanda y compañía, recibiendo el homenaje de los pusilánimes. Eso no se puede repetir, ahora el héroe es el pueblo, ahora el héroe es el soldado, ahora el héroe es el policía de la Patria.

Pueblo, policías y soldados héroes de la Patria, a exterminar a los verdugos. Que el único espacio que se le de a los verdugos, sea el de someterse, sea el de entregar a los secuestrados, el de devolver los cadáveres.

Que el mundo sepa que aquí hay un pueblo firme, un pueblo digno, un pueblo que no va aceptar que nos sugieran nuevos homenajes a los criminales.

¡Que tal un despeje para que pague el crimen¡

¡Que tal un despeje de premio a los asesinos, a los asesinos de los diputados¡

¡Que tal un despeje para que instalen allí las poltrona del criminal mayor de Manuel Marulanda y vuelva la fila de los arrodillados y de los pusilánimes a darle grandeza a quien solamente ha procedido con bajeza¡

Por eso lo que tenemos que hacer es liberar todo el territorio de estos bandidos para que el pueblo colombiano pueda vivir feliz en todos los milímetros cuadrados de la extensión de la Patria.

Ese es el dilema: el homenaje al pueblo despejando al país de terrorista, la contribución a la felicidad de los colombianos despejando el país de terroristas, o entregarles una zona de despeje a los terroristas para que reciban de nuevo el homenaje de los pusilánimes y se apoderen nuevamente de la libertad del pueblo colombiano y lo esclavicen y lo torturen.

Vamos a salir hoy a la calles en una señal de vigor contra al terrorismo y de solidaridad con las familias de las victimas.

Que sepan en el Valle del Cauca, en Cali, los familiares de los diputados asesinados, que los colombianos estamos con ellos.

Que nuestra solidaridad es total, emocionalmente.

Que nuestra solidaridad es total para quitarles a los colombianos esa pesadilla.

Que vamos a buscar los mecanismos jurídicos para la compensación pecuniaria del Estado, que algo ayuda, aunque nada supere el asesinato, nada recupera la vida, vamos a buscar que esa solidaridad pecuniaria se dé sin la necesidad del litigio al cual estamos acostumbrados.

Nuestra solidaridad con las familias y nuestra firmeza en contra de los terroristas, es la consigna compatriotas.

Aspiro volver al sur del Tolima en los próximos días a Ríoblanco, para que hagamos dos consejos paralelos, un consejo de seguridad para escuchar a campesinos, comerciantes y estudiantes labriegos, para integrarlos más con la Fuerza Pública, para avanzar en la derrota de los criminales.

Doctor Fernando Osorio, quiero ir ese día con usted a San José de las Hermosas, a clavar en San José de las Hermosas la bandera de Colombia y la bandera del Tolima, a recordar a Murillo Toro y a Melo y a Echandía, y a despreciar a esta recua de criminales que han maltratado al Tolima, a recordarle a Colombia que aquí hay un pueblo con carácter que merece gobiernos de carácter.

A estos pueblos de carácter no se les puede responder con gobiernos pusilánimes, estos pueblos de carácter se desencantan cuando los gobiernos son pusilánimes. Para que el Gobierno esté medianamente a la altura del pueblo, el Gobierno tiene que proceder con toda la entereza de carácter para responderle así medianamente a la dignidad del pueblo colombiano.

Dentro de pocos días -con la ayuda de Dios-, en San José de las Hermosas, en donde los criminales de Marulanda, Reyes, el filósofo criminal Cano, el tertuliador criminal Catatumbo, esclavizaban a la gente, dentro de pocos días haremos que flamee allí, ondulante y victoriosa la bandera de la patria en señal de que hemos recuperado la libertad de las gentes del sur del Tolima.

Señor coronel Pineda Recuerdos, a cada uno de los 1.200 integrantes de la Brigada Móvil; señor coronel Castilla, a cada uno de los integrantes de la Brigada Número 6 de Ibagué; señor coronel Cartagena, a cada uno de los policías del Tolima, señor director del DAS, doctor Peñate (Andrés), a cada uno de los integrantes del DAS, nuestro llamado fraterno. En ellos, que tienen las armas de la República, reposa la ilusión del pueblo del sur del Tolima, de despejar esta zona permanentemente de criminales.

Durante cuarenta años estuvo despejado de Fuerza Pública, durante cuarenta años, el carácter del pueblo del sur del Tolima fue mancillado por la debilidad de los gobiernos centrales, durante cuarenta años se opacaron los campos y prosperó el terrorismo. Ahora queremos que regrese la libertad con la derrota del terrorismo, que haya despeje, pero despeje de terroristas, ahora queremos que regrese la prosperidad del hombre labriego del Tolima con el reverdecer de los campos y el marchitamiento de los terroristas.

Ese día, dentro de pocas semanas, mientras el ministro Santos y el general Padilla, los mandos nacionales y del Tolima, presidirán en Ríoblanco y visitarán San José de Las Hermosas, con el gobernador Osorio, con los parlamentarios del Tolima, con el doctor García Orjuela, con el doctor Gómez Gallo, ese mismo día haremos un consejo comunitario, para mirar qué está pasando con las Familias Guardabosques; con el régimen subsidiado de salud; cómo vamos con las 86 mil Familias en Acción del Tolima; cómo vamos con Banca de Oportunidades; cómo están aplicando los alcaldes, esa platica que a cada uno se le entregó este año de 140, 150, 200 millones para las vías; cómo vamos a desatrancar contratos del Plan 2500; cómo vamos a arreglar 20 kilómetros -que están en muy mal estado- en la carretera que conduce de El Espinal, El Guamo, Ortega aquí a Chaparral.

Ese día lo miraremos. Por lo pronto, que esta marcha de los colombianos, en expresión de la dignidad de este gran pueblo, empiece acá en Chaparral y que estos criminales, que osaron asesinar a los diputados del Valle del Cauca, sepan que con ese asesinato empezaron a cavar su propia sepultura.

¡Qué viva Colombia¡ ¡Qué viva el Tolima¡ ¡Un Tolima de Murillo Toro, de Melo, y Echandía va adelante¡ ¡Nunca más un Tolima con el pueblo sometido por los terroristas¡

Hoy tiene que haber una presencia vigorosa de Gobierno con carácter, para responder medianamente a la dignidad de este gran pueblo colombiano.

Que no se equivoquen los pusilánimes, que no se equivoquen en otros países, que no se equivoquen los delegados internacionales, aquí hay una decisión, solamente una decisión: el exterminio del terrorismo para recuperar la libertad y el bienestar y la prosperidad que merece la dignidad del gran pueblo colombiano.

Empecemos esta marcha aquí en el parque de Chaparral.

¡Viva Colombia¡ ¡Viva el Tolima¡ ¡Viva el sur del Tolima¡ ¡Viva este Chaparral de Melo, Murillo Toro y Echandía¡

Gracias compatriotas”.

 
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