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PALABRAS DEL PRESIDENTE URIBE EN LA FIRMA DEL CONVENIO DE COOPERACIÓN “ETANOL CARIBE COLOMBIANO”
Julio 10 de 2007 (Cartagena)

“Me parece que estamos asistiendo a un sueño, porque era muy difícil pensar que se podían dar estas realidades. Aquí estamos hablando de grandes ligas: una siembra de caña en 45 mil hectáreas. La instalación de tres plantas, destilerías, para destilar 900 mil litros de alcohol. El país hoy produce millón 200.

Esto es un principio de la transformación definitiva del Caribe colombiano. Este es un aporte sustancial a la renovación del campo colombiano, a la reconversión. Un aporte sustancial al empleo, no sólo de los reinsertados. Al empleo de toda la población Caribe, porque esto tiene un impacto multiplicador muy grande en la región.

Es que 900 mil litros de alcohol al día, a cinco mil pesos, ¿cuánto da eso? 45 mil millones diarios. Aquí estamos hablando de grandes ligas, apreciados compatriotas.

Colombia es un país, como lo decía esta mañana en el Foro del Latinfinance en Bogotá, que da todas las garantías a la inversión, y que la necesita. Y es muy importante repetirlo en el contexto político de América Latina, donde en algunas partes se rechaza la inversión privada. Aquí necesitamos la inversión privada con responsabilidad social y le damos todas las garantías.

A mí me parece, sinceramente, que estamos asistiendo con prodigio. Yo lo único que deseo es que veamos rápidamente esto en ejecución. Esto es una maravilla.

Quiero decirles lo siguiente: este país tiene, en sus problemas grandes, posibilidades. Reinsertar 43 mil personas (que, al ritmo como van las cosas, al final de año pueden ser 50 mil), es muy difícil, pero es una gran posibilidad.

Es muy difícil sembrar toda esta tierra. Pero siquiera hay qué sembrar. Colombia tiene todas las posibilidades para los biocombustibles. Su clima, sus horas de sol, su localización, su gente. Con dos circunstancias muy favorables: no tiene que afectar tierra de producción de alimentos, no afecta la seguridad alimentaria, y no tiene que tumbar la selva.

Nos hemos puesto a mirar la región. Tal vez Colombia y Venezuela son los dos países de la región que pueden crecer inmensamente la frontera agrícola, sin afectar la seguridad alimentaria y sin tumbar la selva.

Esta mañana veíamos con lo señores de Monsanto la situación en los Estados Unidos. Estados Unidos no puede crecer la frontera agrícola, como no la puede crecer Europa. La tienen que reconvertir.

Por ejemplo, este año siembran en Estados Unidos 40 millones de hectáreas de maíz. Con eso producen 400 millones de toneladas. Aquí en Colombia debemos sembrar este año unas 600 mil hectáreas de maíz, entre el tecnificado y el campesino. Debemos producir más o menos millón y medio de toneladas. El resto lo importamos.

¿Pero en Estados Unidos qué pasa? Ese crecimiento del maíz para atender etanol, para dedicar un 20 por ciento al etanol, lo hacen al costo de sacrificar área de otros alimentos. Canadá siembra dos millones de hectáreas en maíz. Si quiere crecer eso para producir etanol, tiene que afectar otros alimentos.

Esto es: todos estos países, en el conjunto de la frontera agrícola no pueden crecer. Lo mismo pasa en el sur del continente: Argentina, Uruguay, Brasil. Brasil tendría que tumbar la selva. Y el mundo dice hoy: etanol sí, pero mientras no se afecte la seguridad alimentaria y no se tumbe la selva.

Nosotros tenemos 43 millones de hectáreas de sabanas. El Mnistro de Minas muchas veces ha hecho esta cuenta. No necesitamos para la ganadería más de 20 – 26 millones de hectáreas. Tenemos cuatro millones de hectáreas en agricultura comercial. Ahí hay 30. Nos quedan 13 millones de hectáreas, sin tocar la selva, que están en sabanas, para producirle al mundo biocombustibles. El país tiene todas las posibilidades.

Y hemos diseñado un marco tributario muy útil. Por ejemplo, en este caso del etanol, no pagan IVA, ni impuesto global al combustible. Eso les da toda la competitividad frente a la gasolina, porque la gasolina sí la paga.

Segundo: esta inversión vale 342 millones de dólares. ¿Quién tiene por ahí una calculadora, mejor de las que funcionan aquí? ¿Cuánto es el 40 por ciento de 342 millones de dólares? El Gobierno colombiano les regala 42 millones de dólares. Porque pueden deducir el 40 por ciento de la inversión que, a una tasa del 32 por ciento de impuesto de renta, ¿es más o menos 42 millones de dólares? Eso lo aporta el Gobierno colombiano.

Esa deducción no la tienen que hacer el primer año ni el segundo. Uno de los puntos más importantes de nuestra reforma tributaria el año pasado, es que la pueden diferir, como un crédito fiscal, tantos años como se requiera.

Y aquí viene otro punto. Nosotros aprobamos recientemente la Ley de zonas especiales. Esa ley es para actividades estratégicas de gran beneficio social. Esta es una de ellas: estratégica, porque es la gran posibilidad de generar empleo en Colombia. Social, por la generación de empleo y por el impacto sobre la reinserción y por el impacto para superar la pobreza en la región.

Ustedes pueden pedir al Gobierno (y ojalá lo pidieran desde ya), que se les reconozca esta empresa como zona franca especial. Vi en el proyecto que estaban pidiéndolo solamente para el puerto. No, para toda la empresa.

Los dos requisitos de número son: una inversión de 26 millones de dólares, están sobrados, van a invertir 342. Y generar 600 empleos. Sumados entre las plantas industriales, que serán tres, y los campos agrícolas, están sobrados. Con eso ustedes no pagan sino el 15 por ciento de impuesto a la renta, después de la deducción del 40 por ciento. Lo que les quiero es pedir que lo tramiten rápidamente. ¿Ya presentaron la solicitud?

Entonces creo que eso es muy favorable. El otro tema es que es muy importante poder asegurar rápidamente el TLC, porque nos permite entrar a Estados Unidos sin arancel. Es que creo que para allá va Estados Unidos. Lo necesitan para el propósito de, en diez años, sustituir el 20 por ciento de los combustibles fósiles.

Y ya empezamos las negociaciones con la Unión Europea y la Comunidad Andina. Creo que la Unión Europea también lo necesita.

Quiero agradecerles a todos esta confianza en Colombia y este proyecto. A mí me parece, veía estas cifras y los oía a ustedes, y decía: Estoy en un sueño amable. Esto indica que a Colombia la podemos transformar. Este es el mejor ejemplo, amigos periodistas, de que podemos transformar a Colombia”.

 
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