PALABRAS
DEL PRESIDENTE URIBE EN CONSEJO COMUNAL DE VILLA DE LEYVA
Junio 23 de 2007 (Villa
de Leyva - Boyacá)
“La verdad es que esta Patria es una emoción
de todos los días. No hay remedio igual para cualquier
vestigio de cansancio, que reunirse con los compatriotas.
Ayer tuvimos en varias ciudades del país reuniones
con los compatriotas. En Cali, con la industria confitera,
por el problema de la revaluación y el empleo. En
El Cerrito, Valle, en la entrega de un gran proyecto de vivienda,
liderado por el Ministro (de Ambiente, Vivienda y Desarrollo
Territorial), Juan Lozano.
Después en el sector más pobre de Cartagena,
El Pozón, con Banca de Oportunidades, donde hemos
avanzado mucho en Familias en Acción.
Después con la Convención Bancaria. Y alguien
me comentaba a la 1:00 de la mañana, cuando regresé a
Bogotá: “Presidente, ¿usted está cansado?”.
Dije: “Un poquito”. “¿Hasta qué hora
le dura?”. “Hasta que me monte en un helicóptero
para irme para el Altar de la Patria mañana, a Boyacá.
Reencontrarse con esta tierra, con la historia, con el presente,
con el futuro de la Patria, aquí en el Altar de la
Libertad, es una inyección de energía que no
se consigue en ninguna farmacia del planeta.
Los saludo con todo afecto.
Boyacá no necesita que la promovamos. Ella se promueve
con su historia, su belleza, sus atractivos, la hospitalidad
de sus ciudadanos. Pero es que no podemos estar conformes.
Que ha crecido el turismo, sí. Pero lo que tenemos
que lograr es que se inunde de turistas a toda hora. Entonces
vamos a promoverla todo el día.
Quiero registrar con tristeza los hechos de Buenaventura.
Recientemente en el reforzamiento de los operativos militares
allí, se dio de baja a un señor JJ, el comandante
de las Farc del área. Se ha capturado muchísimo
a las milicias. Todavía tienen capacidad estos terroristas
de estallar bombas, como lo hicieron anoche. Para allá está saliendo
el señor general Freddy Padilla, comandante general
de las Fuerzas Militares. Yo aspiro a estar esta semana.
Y haremos los ajustes que tengamos que hacer hasta que derrotemos
esos bandidos en Buenaventura”.
A uno le da tristeza que cuando se está definiendo
el programa de vivienda más grande de la historia
para Buenaventura, el terrorismo siga allí haciendo
daño.
En Buenaventura hay mucha pobreza. Uno ver esa parte de
bajamar en Buenaventura, eso causa una impresión muy
dolorosa. Pero el Gobierno está haciendo un trabajo
sin precedentes allí. Y todo el mundo lo sabe.
Entonces alguien me decía: “¿Será que
esa pobreza es la que genera el terrorismo?”. Es al
contrario: son esos bandidos los que generan pobreza, porque
son los que espantan la inversión. Y uno puede convertir
a Buenaventura en un cielo. Pero si no acabamos con esos
bandidos, seguirán tirando bombas. Esos bandidos no
entienden sino el lenguaje de la autoridad.
Yo por eso no acepto zonas de despeje. Que les quede muy
claro. Al país lo mantuvieron despejado muchos años
y por eso se llenó de guerrilla y paramilitares. Lo
que necesitamos es que la Fuerza Pública nos lo acabe
de despejar, para que le quede el país enterito a
los colombianos de bien y no les quede ni un milímetro
a esos bandidos, señores comandantes.
Déjenme referir al tema del crecimiento económico,
al tema de la agenda legislativa que acaba de aprobar el
honorable Congreso y al tema de la parapolítica.
Nosotros tenemos tres objetivos en el Gobierno: seguridad
democrática, confianza inversionista y consolidar
las metas sociales detrás de las cuales vamos. Un
Estado que le dé todas las garantía al sector
privado, pero que le exija responsabilidad social. Un país
en pleno debate, pero cuidando valores, como el valor de
las garantías de inversión, de la confianza
inversionista, el valor de la seguridad democrática,
sin los cuales es imposible cumplir metas sociales.
Si no hay confianza inversionista, no hay recursos para
hacer política social. En ausencia de confianza inversionista,
la única política social posible es la política
de distribución de pobreza: discurso con distribución
de miseria. Para poder distribuir prosperidad tiene que haber
confianza inversionista.
Por eso en el debate colombiano he venido diciendo a mis
compañeros, a quienes me acompañan en las bancadas
de Primero Colombia, que en ese debate tenemos que poner
mucho cuidado para no alterar el proceso de seguridad democrática
y para no afectar la consolidación de la confianza
inversionista.
Y vamos mejorando, como decía hace dos semanas en
Nueva York el Presidente Clinton: Colombia no está en
un punto ideal pero ha mejorado muchísimo, mirándola
de dónde viene.
Cuando este Gobierno empezó, ese año invirtieron
aquí en la actividad petrolera 700 millones de dólares.
Enero – mayo de este año en diferentes actividades:
han invertido 3 mil 748 millones de dólares, después
de restar lo que empresas colombianas sacan al extranjero.
Cuando este Gobierno empezó, en el país el
flujo de inversión medido por productos (esto es:
cuánto produce Colombia y cuánto invirtió ese
año), de cada 100 pesos que se producían invertía
12. Ahora de cada 100 pesos que se producen, invierte 26.
El sector privado: de cada 100 pesos que se producía,
invertía 6 y medio. Ahora invierte 19.
Nosotros tuvimos un tiempo la economía estancada.
En este Gobierno empezó a crecer 1,9 – 3,25 – 3,75 – 4,25 – 6,8
y este trimestre 8 por ciento. Se hace todo el esfuerzo para
sostenerlo.
Nosotros no vemos en el crecimiento económico un
fin en sí mismo, sino un medio para poder generar
empleos de buena calidad y para poder superar pobreza. Y
eso se consigue con confianza inversionista en el país.
Una cosa buena que veo es que están creciendo todos
los sectores. Está creciendo la construcción,
la industria, el turismo. La agricultura comienza a recuperarse,
a mostrar una gran recuperación. Todos los sectores
están creciendo. Gran crecimiento de la pequeña
empresa. El país este año está construyendo
más de cinco mil habitaciones turísticas.
El Congreso nos aprobó unos incentivos tributarios
que nos hacen muy competitivos. Esa exención a nuevos
hoteles, a la remodelación de los viejos hoteles,
la devolución del 40 por ciento. Un colombiano que
invierte hoy 100 pesos, puede deducir 40 de sus ingresos
gravables. Y eso equivale a que de cada 100 pesos que invierte,
el Estado le regala 12,8. Incentivos introducidos por este
Gobierno y aprobados por nuestras bancadas en el Congreso.
Eso ayuda mucho.
Tenemos un problema: el tema de tasa de cambio. En parte
ese problema ha sido generado por el éxito. Porque
hace cuatro años teníamos que ir a Nueva York
con una ponchera, casi a pedir limosna. Hoy Colombia está de
moda. Hoy es un chorro de dólares el que viene a Colombia.
La gente quiere invertir en el país. Y la gente que
se había llevado la platica, la está regresando
al país. Y por eso hay que cuidarlo.
Esta semana tomamos unas medidas. Hombre, a mí me
dicen: bueno, Presidente, pero no se preocupe tanto por la
reevaluación. ¿Cómo no me voy a preocupar
si nos afecta a los exportadores y el empleo? Me dicen: pero
es que el país gana mucho porque se abarata la maquinaria,
se abaratan los créditos. Dije. Bueno, entonces si
gana tanto gastémonos una platica para poyar a los
exportadores.
Esta semana el Gobierno expidió el decreto de estímulo
a los exportadores, para actividades intensivas en generación
de empleo. Exportaciones que hayan tenido lugar entre enero
y junio, intensivas en generación de empleo, van a
recibir un estímulo gubernamental del 4 por ciento.
Si exportó una empresa 100 dólares, tiene 4,
en el período de enero-junio.
Adicionalmente hay unos créditos subsidiados de Bancoldex,
de gran importancia. El Ministro de Agricultura, por su lado,
ha hecho un gran esfuerzo con sectores muy afectados. Y lo
vamos a seguir haciéndolo.
Entonces reconocemos que hay una gran dinámica de
inversión en el país. Los resultados de ayer
de crecimiento económico muestran cosas buenas. La
inversión está creciendo al 31 por ciento.
El consumo privado (que incluye alimentos) 7,8.
Y cuando crece el consumo de alimentos es porque la gente
pobre ha mejorado en algo su capacidad adquisitiva. No son
los riquitos los que aumentan el consumo de alimentos. Los
riquitos viven a dieta. No le echan una yuca más al
sancocho. Son los sectores pobres de la Nación los
que pueden incidir en que se aumente el consumo de alimentos.
Pero tenemos ese problema de revaluación. Y no vamos
a abandonar a los exportadores con empresas intensivas en
generación de empleo.
Una cosa buena: esta es economía lícita. Algo
bien importante. Cuando uno mira las cifras, la economía
lícita crece y la ilícita decrece.
Esos hoteles que ahora se están construyendo, los
están construyendo gente honorable. Los edificios
en una ciudad, en la otra, gente honorable. Las industrias,
gente honorable. Yo voy mucho a todas las zonas agropecuarias
y pregunto a gente seria y a las autoridades: ¿el
narcotráfico está comprando las tierras? Me
dicen: Presidente, esa tendencia parece haberse parado, por
temor a la extinción de dominio.
Yo veo que en el país hay un debilitamiento de la
narcoeconomía y un fortalecimiento correlativo de
la economía lícita, que es bien importante.
La agenda del Congreso ha contribuido a eso.
Apreciados congresistas de Boyacá, encabezados por
el Vicepresidente del Senado: quiero agradecerles inmensamente
la agenda que han aprobado. Es muy importante para el país.
Me voy a referir a algunos puntos.
Algunos dicen: bueno, ¿y lo que faltó? Sí.
Faltaron dos cosas: no se alcanzó a aprobar en la
conciliación el proyecto para las parejas homosexuales.
Un tema muy delicado, que si no se maneja delicadamente polariza
a la sociedad colombiana.
A ese tipo iniciativas confluye la manera como la gente
se aproxima al tema. Aquí hay que respetar la individualidad,
pero también la ética social. Hay creencias
religiosas que hay que respetar. Valores morales. Es un tema
muy polarizante y hay que manejarlo con delicadeza.
Independientemente de lo que uno piense, he creído
que para buscar allí unos puntos de equilibrio y evitar
mayores polarizaciones de la sociedad colombiana, se le debe
decir no al matrimonio y no a la adopción, pero sí permitir
los derechos patrimoniales y la afiliación a la seguridad
social.
Alguien me decía: Presidente, muy peligroso, porque
usted dice que ese es el punto de equilibrio para no polarizar
a la sociedad colombiana sobre el tema. Entonces si se aprueba
eso, después van a pedir más. Creo que hay
que crear conciencia de que este puede ser un punto de equilibrio
que tranquilice todos los espíritus, que cree unidad
en la sociedad colombiana alrededor de respetar la individualidad,
de respetar la individualidad de cada individuo, pero que
cada individuo respete los compromisos de ética con
la comunidad.
El otro tema que no se alcanzó a aprobar es la reforma
política. Tiene dos puntos muy importantes: primero,
que cuando un congresista sea condenado, no pueda entrar
el reemplazo sino que el partido pierda la curul. Esto para
obligar a los partidos a ser más cuidadosos en la
selección de las listas.
El segundo: si un congresista es condenado, que en las elecciones
inmediatamente siguientes a la condena no pueda ser elegida
una persona cercanamente familiar a él. Por lo menos
en una ocasión.
El Gobierno va a volver a presentar el proyecto el 20 de
julio. Eso sí, en el balance de esta semana, los que
reclamaron lo que faltó se les olvidó una cosita.
Los que tanto reclamaron por lo que faltó (y lo digo
al oído de los que escriben en Bogotá), faltó una
cosita: faltó aprobar la sanción a la dosis
personal de droga.
Ese es un reclamo de la base del pueblo colombiano, que
no ha tenido eco por allá en ciertos sectores. Nosotros
hemos tenido que extraditar en este Gobierno a 600 compatriotas.
Todos los días hay fumigaciones, erradicación
manual de droga, confiscaciones. ¿Y por qué esa
permisividad con el consumo?
Entonces a uno le dicen: no, es que hay que respetar la
individualidad. ¡Por Dios! En aras de la dosis personal,
involucran muchachitos a distribuir cocaína, a distribuir
marihuana. Y de ahí esos muchachitos llegan a cualquier
clase de delitos. La dosis personal es un camino que conduce
a que la juventud se convierta en juventud criminal.
Uno tiene que ser consecuente. Si se está en contra
del narcotráfico, ¿por qué hay que estar
a favor de la dosis personal? Ese es el otro puntico que
nos quedó faltando. Y lo vamos a tener que reclamar
en todo el país. Vamos a pedirles a los medios de
comunicación de Boyacá que nos ayuden. Y a
los de todas las regiones.
Pero la agenda es muy buena. Este Congreso aprobó:
TLC, Transferencias, Tributaria, Reforma al Turismo, todos
los proyectos de justicia, la oralidad en materia laboral,
Agro Ingreso Seguro, Reforma a la Contratación, capitalización
de Ecopetrol, Plan de Desarrollo, Habeas Datas (para ayudarle
a la gente que fue reportada en los datacrédito a
tener un alivio más rápido), Código
de Infancia, Ley de Desarrollo Rural. Es un gran avance.
Déjenme referir a las transferencias: se aumentaron. ¿Quiénes
son profesores aquí? Levanten la mano. ¿O rectores?
Este mensaje va para ustedes y es con todo cariño.
Las transferencias se aumentan. No tanto como diría
la Constitución del 91, pero hay un gran aumento.
Miren, profesores: solamente para el año entrante
el aumento para educación es de un billón.
Las transferencias van a pasar de 17 billones a 31 billones.
Y las de educación van a pasar de 9 a 17.
Y me dirán ustedes: Presidente, ¿y por qué no
se volvió a la fórmula de de la Constitución
del 91? Porque no podemos con ella, porque arruinamos el
país.
Y me dirán ustedes: Presidente, ¿y por qué se
aplazó hasta el 2016 y solamente a partir de ese año
la fórmula de aumento será igual al crecimiento
de los Ingresos Corrientes de la Nación? Hubo que
aplazarlo por el problema pensional.
Alguien me dijo a mí: “Presidente, por Dios,
mire esa manifestación en la Plaza de Bolívar.
No insista en las transferencias. Usted sale en el 2010.
Quédese agachadito”.
Dije: “No, no. Hay que mirar el futuro. Yo no le puedo
dejar a mi sucesor un problema que sea inmanejable en contra
de la economía colombiana”.
Esa fórmula facilista de “yo resuelvo mi problema,
pero le dejo este problema al Estado y el que venga detrás
que arree”, le ha hecho mucho daño a Colombia.
Por eso este Gobierno no se ha preocupado solamente por
su cuatrienio, sino por lo que venga en el futuro. Solamente
en el 2014, en el 2016, empieza a nivelarse la carga pensional,
que es muy alta.
Les doy estos daticos de pensiones: al Seguro Social se
le acabaron las reservas y el Gobierno le tiene que trasladar
al Seguro Social este año 5 billones 200 mil millones
para pagar a los pensionados. Y eso sale del presupuesto
nacional.
Profesores: ¿saben cuánto valen las pensiones
de ustedes? 37 billones. Y esas las tiene que pagar el Gobierno
Nacional. Y en ese cálculo todavía no está todo
incluido.
Además de las transferencias de educación
básica, ¿ustedes saben cuánto se les
transfiere a las universidades públicas? Un billón
800.
Las solas pensiones de la Universidad Nacional pueden valer
4 billones. Y el Gobierno tiene que financiar entre el 92
y el 98 por ciento.
En el Gobierno anterior, primer Gobierno nuestro, el presupuesto
nacional tuvo que aportar 737 mil millones para desatrasar
las cesantías que se debían a los profesores.
Y ahora hemos hecho un acuerdo con el Congreso para que en
cada uno de los tres presupuestos que tiene que aprobar este
Gobierno, haya una partida por encima de transferencias adicional
para educación.
Y está Ley 21. Ley 21 que ayuda a construir aulas
escolares. Y está el Fondo de Comunicaciones para
dotar de conectividad escuelas, etcétera.
Y me hacen otra pregunta: oiga, Presidente, ¿si es
cierto que se retrocede en descentralización? No.
De ninguna manera. Se avanza. Este país es muy descentralizado.
Miren este dato: República Federativa del Brasil.
Su nombre hace suponer que es un gran Estado federal. Y lo
es. Las regiones gastan el 30 por ciento del total que gasta
el Estado. En Colombia las regiones gastan el 51. Es más
descentralizada Colombia que el resto de América Latina.
Y les agrego esto: en ese 51 que gastan las regiones, no
hay otros temas, no se incluye todo.
Alcaldes, ¿ustedes ya firmaron con Invías
un acuerdo para vías municipales este año? ¿Cuánto
le dieron a la alcaldesa? A Guachetá 150.
El Congreso se ha esmerado mucho en eso. Aplaudamos estos
congresistas que se han preocupado por las vías municipales.
A cada municipio este año se le da en promedio 140
millones. ¿Quién ejecuta esa plata? Los alcaldes.
Eso es descentralización.
¿Quién ejecuta la platica de subsidios de
viviendas, gobernadores y alcaldes? Donde se hacen los Transmilenios, ¿quién
ejecuta eso? El Gobierno aporta el 70, pero la ejecución
es local. Este país es muy descentralizado.
Ahora, yo valoro esta bancada, la valoro mucho. Porque en
medio de una gran oposición y sacándolos por
ahí en afiches, señalándolos mal, se
atrevieron a aprobar esta reforma. Lo hicieron con responsabilidad.
Para hacer demagogia habría sido mejor hacer lo contrario.
Pero esta bancada procedió con toda responsabilidad.
Por eso le voy a explicar al país esta reforma en
todos los rincones de Colombia. Porque sería injusto
que siguieran maltratando esta bancada.
Alguno de la bancada me decía: Presidente, pero es
que nosotros votar eso ahora, cómo nos están
fustigando en las regiones para las elecciones de octubre.
Les dije: esto es muy explicable. Creo que lo explicamos
y lo van a entender todos, empezando por los profesores.
Porque cómo les parece que por allá en una
escuela de Bogotá me llamaron a mí unos alumnos
y me dijeron: oiga, Presidente, es que ayer a las 5:00 de
la tarde nos dijeron que usted va a cerrar la escuela, que
porque se lleva esa platica para la guerra. Eso decían
a los niños.
Les dije: muchachos, esta reforma garantiza todo lo contrario:
plena cobertura en educación básica.
Profes, cuenten con esto, cuenten con esto: año 2009,
aumento salarial para los profesores de nuevo escalafón.
Cuenten con eso.
Y alcaldesa, alcaldes y gobernador, cuenten con esto: hay
un compromiso con el Congreso para que en cada uno de los
tres años que vienen, mantengamos a los municipios
y a los departamentos, en pesos reales, la misma cifra apropiada
este año para vías municipales. Cuenten con
eso. Y eso está firmado y, con la ayuda de Dios, lo
vamos a cumplir.
Creo que el Congreso ha hecho una gran tarea que hay que
aplaudírsela.
Hablemos de narcopolítica. Lo primero que quiero
decir es esto, al oído de mis compatriotas: ¿qué es
mejor para el país: que estuviéramos hablando
de asamblea constituyente, de revocatoria del Congreso, de
nuevas elecciones, o lo que ha pasado: que la justicia cumpla
su tarea e individualice responsabilidades y que el Congreso
cumpla su deber y apruebe la agenda legislativa y se consolide
como institución?
Creo que para tener confianza en el país, lo mejor
es lo que ha pasado. Mientras la justicia cumple su tarea,
que apoyamos y respetamos, el Congreso se consolida como
institución.
Para la inversión en Colombia, para la seguridad
democrática, para la confianza en el país,
lo mejor es lo que ha ocurrido.
Miren: hay una manera de medir si lo que ha ocurrido es
bueno o no: el costo de la deuda internacional. El Estado
colombiano salía a contratar deuda y hace unos años
le cobraban lo que le cobraban a Estados Unidos más
mil puntos.
¿Cuando nosotros llegamos en cuanto estaba esa diferencia,
el spread. Casi en mil puntos. Esta semana estaba en 95.
Hoy es muy posible que la cuidad de Bogotá consiga
dinero en el mercado internacional a la misma tasa o muy
cerquitica de la tasa de los Estados Unidos. Eso es un gran
beneficio para todo el país. Y un gran beneficio para
los departamentos. Un endeudamiento mucho más razonable
para los municipios. Y eso porque hay confianza en el país.
No podemos afectar la confianza en el país.
Segundo, este es el Gobierno que ha desmontado el paramilitarismo.
A mí que no me vengan con cuentos. Hace cuatro años
el 30 por ciento del país estaba en manos de guerrillas
y/o paramilitares. Y el resto muerto de miedo. ¿Que
en Bogotá no pasaba nada? Eso estaba apoderado una
parte por las milicias Antonio Nariño de las Farc,
y otra parte por grupos de paramilitares.
Yo creo que el país se ha mejorado mucho. Hoy la
mayoría de los paramilitares están desmovilizados
o en la cárcel. Y los que no quisieron someterse a
la ley, perseguidos con todo el rigor de las autoridades.
Es el Gobierno que ha desmontado el paramilitarismo.
Hace cinco años al único que le decía
paramilitar era a mí, por razones políticas.
Pero por miedo a los paramilitares, no les decían
paramilitares. Hablaban de ellos por ahí en cócteles,
pero ay que se atrevieran a hablar de los paramilitares en
público. Hoy no hay que temerles. Y hoy por eso se
habla de ellos, porque están en la cárcel.
Hablar de los presos es fácil.
Entonces lo que nosotros tenemos para oponer a este debate,
es lo que hemos hecho. Faltando mucho por el país,
pero creo que sin estar en un paraíso, hemos avanzado
mucho. Hoy no hay violencia paramilitar, pero hay debate
paramilitar.
Entonces sale un individuo a hacer unas acusaciones. Primero,
ese individuo está clandestino en México. Segundo,
fue este Gobierno el que lo descubrió. El doctor Luis
Carlos Restrepo se enteró de que ese individuo existía
y que delinquía permanentemente, y en el 2005 este
Gobierno lo incluyó en la lista de los delincuentes
más buscados.
Y ahora dice que en la campaña de Córdoba
de 2002 entregaron unas platas a la campaña de Uribe,
que en Córdoba en 2002 los paramilitares entregaron
unas platas a mi campaña. Él dice que no sabe
si entraron a la campaña o no. Que al campamento de
Mancuso llegaron dos individuos, uno de 48 años y
otro de 45, paisas, y que se vinieron para Bogotá a
toda carrera con unas maletas de dólares. Que él
no sabe si eso llegó a no.
El Gobierno no interfiere la verdad, pero el Gobierno sí tiene
que estar dando el debate permanentemente. Y a eso quiero
decirles, apreciados compatriotas, esto: yo he tenido en
mi carrera política rigor en todas las campañas.
Las dos campañas presidenciales las manejó el
doctor Fabio Echeverri Correa, con todo el rigor y con toda
la transparencia. Mis campañas al Senado las manejó el
doctor José Roberto Arango, con todo el rigor. Y una
de ellas en Bogotá el doctor Roberto Arenas Bonilla,
con todo el rigor.
Y recuerdo esto en mi campaña a la Gobernación
de Antioquia: era 1994 y faltando pocos días para
las elecciones de gobernadores, me abordaron los dos gerentes
de mi campaña en Antioquia, Luis Esteban Echavarría
y Guillermo Gómez del Barco, y me dijeron: “Álvaro,
hay un cheque de 30 millones y queremos hablar con usted
sobre él”. Mucha plata, porque era una campaña
de 150 – 200 millones. En 1994. Les dije: “¿Hay
pruebas de que sea ilegítimo?”. Me dijeron: “No
tenemos pruebas sino dudas”. Les dije: “En la
duda abstente, como dijera Santo Tomás”. Les
dije. “Eso sí, yo prefiero perder la Gobernación
de Antioquia que ganarla con dineros ilegales. Devuelvan
ese cheque, pero pongan cuidado: las elecciones son el domingo.
Devuélvanlo sábado por la noche, para que no
tengan tiempo de dárselo a un contradictor mío,
porque van y me derrotan con esa plata”. Y lo dije
claramente a los dos gerentes de la campaña.
Aquí ha habido una trayectoria honorable en el manejo
de la vida pública. A mí me encuentran errores,
pero no crímenes. Y he dicho a mis compatriotas, y
lo dije en un debate en la televisión con un periodista
en Semana Santa del año pasado: no conozco a los paramilitares,
no he sido cómplice de ellos, no he tenido reuniones
con ellos.
Es que en este país hay que hacerle es un juicio
al Estado, que fue el que dejó que esto se llenara
de guerrilla y paramilitares. Aquí a las gentes de
las regiones las dejaron abandonadas. ¿Cuándo
iba a pensar yo que se podía afectar Boyacá?
Y Boyacá se había afectado muchísimo
en su turismo, en sus actividades económicas, por
descuido del Estado. Por descuido del Estado.
Recuerden que esos descuidos llevaron a que en un tiempo
el narcotráfico se impusiera sobre sectores de la
política. Y hubo políticos a los que los llevaron
a desfilar a pedirle permiso al narcotráfico. Allá no
estuve yo.
Y después el crecimiento de las Farc, del Eln, el
crecimiento del Epl, por falta de Estado, hizo que mucha
gente en las regiones, vulnerable, tuviera que pedirles permiso
a esos bandidos.
Hace un mes, en San Agustín, cuando iba a abordar
un helicóptero, al salir de un consejo comunitario,
me dijeron unos compatriotas: “Vea, en ese morrito,
hasta hace tres años, venía las Farc, y hacía
subir a los políticos y a los comerciantes a allá a
dales cuota y a darles órdenes”. Eso se acabó ahora,
gracias a la Seguridad Democrática.
Nosotros ahora hemos exigido la verdad a los paramilitares,
que no se les exigió a la guerrilla. Nos quedamos
sin saber quiénes eran los amigotes de la guerrilla
en la política. Pero esos bandidos avanzaron tanto
no porque estuvieran solitos en el monte, sino porque tenían
quien les ayudara en las ciudades y en la política
y en muchos escenarios de la vida nacional.
Pusieron a la gente en las regiones a depender de la guerrilla.
Y después llegaron los paramilitares a hacer lo mismo.
Yo no les pedí permiso a la guerrilla ni a los paramilitares.
Con esos bandidos de la guerrilla lo que he hecho es enfrentarlos
toda mi vida, y por eso llevo 17 atentados, en los cuales
ellos han procurado ponerle fin a mi vida. Gracias a Dios,
he podido superarlos. Y he sido muy cuidadoso para separar
la política de Seguridad Democrática del paramilitarismo,
para que no la vulneren.
Lo que pasa es que muchos de los que no se atreven a defender
a las Farc en público, la manera de defenderla es
decir que el Gobierno que ataca a las Farc es paramilitar.
Pero están equivocados. Vamos a recorrer el país,
cuadra a cuadra, municipio a municipio, vereda a vereda,
para pedirles a los colombianos: ¡adelante con la Seguridad
Democrática! Esto tiene que quedar sin bandidos, cualquiera
sea su pelambre, cualquiera sea su origen.
Y hacen otra acusación. Dicen: es que en Córdoba
le dieron dos millones de dólares a la campaña
de Uribe. ¿Sí? ¿Y por qué no
aparecieron en esa época?
Recuerden ustedes todas las calumnias contra esa campaña. ¿Qué tal
que hubiera habido una evidencia? Un dólar o dos millones
de dólares en Córdoba habrían sido inocultables.
Eso lo habría conocido ahí mismo la oposición
para maltratar a nuestra campaña. Es más fácil
ocultar una culebra de resorte en un tarro, que ocultar dos
millones de dólares en Córdoba.
Y entonces la periodista le pregunta: “Bueno, pero
si Uribe perdió en Córdoba”. Y dice él: “No,
lo que pasa es que para que eso no fuera muy evidente, se
llevaron los votos a Antioquia”. Qué facilito
trastear 80 – 100 mil votos de un departamento a otro.
Y para acabar de ajustar, las únicas dos zonas de
Antioquia donde yo perdí, en mi departamento, en el
año 2002, eran las zonas donde había influencia
paramilitar, limítrofes de Córdoba: el Bajo
Cauca y Urabá.
Entonces todo esto hay que explicárselo a los colombianos
detalladamente. Y entonces por ahí aparece un video
en la plaza de Puerto Berrío, yo saludando a un poco
de gente. Y ahora aparece que una persona de esas se desmovilizó como
paramilitar, que nadie la conocía. En una reunión
pública, donde se ve que hay filmadoras, etcétera,
como lo muestra ese video. Que Barranca.
Esta semana llegué a Barrancabermeja, que por cierto
ha mejorado mucho, pero ha mejorado muchísimo Barrancabermeja,
y me encontré allá a dos líderes populares.
A mí me gusta estrecharles la mano a mis compatriotas.
Yo creo que ayer, entre Cali, El Cerrito, la Asociación
Bancaria y El Pozón de Cartagena, les di la mano a
no menos de 500 ó 600 compatriotas.
Barranca ha mejorado mucho. Y me da tristeza, porque no
salen sino las noticias malas. Pero en Barranca hay un gran ánimo,
un actitud muy positiva, ha mejorado mucho.
Se vinieron dos líderes populares, que me han acompañado
muchísimo, a saludarme: John Jairo y Raúl Rubio.
Y le dije: “John, cuidado. Si estás de ‘para’,
no me vas a dar la mano, porque te filman y me aparece otro
video”.
Enseguida le dije: “¿cuéntenme cómo
fue eso de Puerto Berrío?”.
Y me dijeron: “Vea, Presidente, nosotros nos fuimos
en el 2001, unos líderes populares de aquí a
la manifestación con usted. Usted nos saludó a
todos. Y después aparece que un líder popular
de aquí se desmovilizó como paramilitar”.
Es que este país no tenía sino 60 mil terroristas
hace cuatro años. Hemos desmovilizado 43 mil. ¿Para
dónde iba esta patria? Yo recuerdo cuando el acuerdo
de paz en Irlanda del Norte. Pregunté: ¿cuántos
terroristas hay en el IRA? Y me dijeron: 118. Colombia: 60
mil.
Pregunté: ¿cuántos asesinatos ha cometido
el IRA? Y me dijeron: entre 1923 y 1998, tres mil 200. Solamente
en ese año 1998 en mi ciudad de Medellín, 5
mil asesinatos.
ETA de España: 200 – 300 terroristas. Colombia
60 mil.
Entonces no podemos decaer. Aquí lo que hay que seguir
es trabajando y luchando por esta patria. Y llenos de amor
por Colombia. Y afrontar cualquier debate y cualquier dificultad.
¿Dónde está el doctor Asael, que me
dirigió la campaña aquí? ¿Cuántos
votos saqué yo en Boyacá en el 2002? 187 mil. ¿Qué porcentaje?
63 por ciento. ¿Y en el 2006? 260 mil. ¿Qué porcentaje?
67 por ciento. ¿Y hubo plata por ahí de ‘paras’?
Eso es bueno decírselo al país, Asael querido.
Es muy bueno decírselo al país, porque es que
siempre les duelen esas votaciones de los colombianos y entonces
ahora las quieren maltratar.
Bueno, vamos para adelante, apreciados compatriotas, sin
aflojarla un minuto, que con amor a Colombia la sacamos adelante.
Vamos a escuchar a nuestro Gobernador, a nuestro Alcalde,
y vamos a tratar Banca de Oportunidades, vías y turismo.
A todos, muchas gracias, y complacidos de estar con ustedes
en el Altar de la Patria”. |