PALABRAS
DEL PRESIDENTE URIBE AL LANZAR LA CAMPAÑA “VOTO
LIMPIO” EN COVEÑAS
Junio 29 de 2007 (Coveñas
- Sucre)
“Una corta visita para acompañarlos a ustedes
en este esfuerzo, liderado por el Ministro del Interior,
para que este bello paraje de la patria, este rincón
del Golfo de Morrosquillo, este departamento, le diga a Colombia:
presente en la tarea de Voto Limpio, en la tarea de que la
democracia refleje solamente el libre querer de la gente,
en la tarea de que en la democracia no haya interferencias
de la corrupción.
Colombia ha sufrido mucho. Y ese sufrimiento hay que superarlo.
Hoy tenemos ese sufrimiento por el asesinato que las Farc
han hecho de los diputados vallecaucanos. El dolor que nos
destroza por dentro, dolor que nos tiene que llevar a afirmar
nuestro propósito de derrotar a los terroristas.
El país tuvo durante mucho tiempo una gran interferencia
del narcotráfico en la política. Cómo
alteró la política, cómo la corrompió,
cómo la penetró.
Las guerrillas hicieron lo propio. Las guerrillas marxistas
inauguraron en Colombia la era de combinar las diferentes
formas de lucha: mataban, penetraban la política,
secuestraban, penetraban el movimiento obrero, el movimiento
estudiantil.
Y después, por descuido de los gobiernos, porque
el Estado nos dio la espalda en las regiones, llegaron los
paramilitares a competir con la guerrilla en atrocidad.
La gente en la región estaba vulnerable, desprotegida.
Un día intimidada por el narcotráfico, intimidada
por la guerrilla, intimidada por los paramilitares.
La seguridad nuestra es democrática. Está al
servicio de la tranquilidad de los colombianos, de su felicidad,
del avance de la democracia.
Me parece muy significativo que este departamento, sufrido,
que ese Golfo de Morrosquillo, tantas veces cuestionado,
con tanta belleza, con tanto porvenir, le diga este día
a Colombia: presente, para garantizar unas elecciones totalmente
limpias.
Que pueda venir a mirarlas quien quiera. Que quien quiera
que las observe, pueda decir: unas elecciones ejemplarmente
transparentes. A eso los invitamos. Y si cada uno de nosotros
se propone, lo lograremos.
Este Gobierno creo que puede mostrar un récord bien
importante en avance de transparencia electoral. La mayoría
de los delitos que hoy se investigan, fueron cometidos antes
de este Gobierno. Las elecciones de 2003 fueron unas elecciones
en donde ya se sintió la seguridad democrática.
Ya fueron muchos menos los casos de interferencia.
Las del 2006 fueron todavía más transparentes.
En el 2006 todos los partidos pudieron recorrer todo el país,
sin interferencias de grupos violentos, protegidos de la
seguridad democrática.
El único candidato que se puede quejar, soy yo, por
lo que ocurrió en Nariño, en una parte de Nariño,
donde no pudimos superar con la fuerza pública un
paro armado que montaron las Farc para exigirle a la comunidad
que no podía votar por esta candidatura.
Y como vamos para delante, estas elecciones de 2007 tienen
que estar a la altura de lo que ha sido la tradición
democrática de Colombia. Vamos a lograrlo.
Inviten ustedes en toda esquina de Sucre al voto limpio,
a la transparencia. Hagan sentir su voz en todo Sucre y en
todo territorio de la patria. Que aquí no haya fusiles
de criminales, interfiriendo las elecciones. Que no haya
plata de criminales, interfiriendo las elecciones. Que no
haya contratación corrupta, alterando la voluntad
política. Que no haya compromisos de destinar platas
del Estado a pago corrupto de favores políticos. Que
primen las ideas, la honradez, el compromiso de los candidatos
de servirle bien a la comunidad.
Y los visito en un día triste. Muy triste. Anoche,
cuando yo regresaba a Bogotá, me decía Lina,
mi señora: “Venimos de Cali, tú vienes
aquí a darle la bendición a estos hijos tuyos”.
Cuando logro que estén en la casa cuando llego, porque
son bastante andariegos de noche, les doy la bendición,
a pesar de que son unos tatabros ya grandes y viejos. Y me
decía Lina anoche y me hacía conmover mucho: “Los
que acabamos de dejar en Cali perdieron el papá, o
papás perdieron el hijo”.
Muy doloroso eso. El dolor es para solidarizarnos con las
víctimas. El Ministro Holguín va a liderar
el proceso para que las víctimas no tengan que demandar
al Estado. Para buscar una solución jurídica,
a fin de que las víctimas puedan tener por lo menos
un apoyo oportuno del Estado y no consecuencia de un litigio.
Va a buscarlo el ministro Holguín.
El dolor es para solidarizarnos con las víctimas,
emocionalmente. Para buscar que el Estado dé apoyos
que necesitan familias allí. Pero el dolor no es para
que claudique el Estado. De ninguna manera.
Desde este Golfo de Morrosquillo, quiero llamar a los colombianos
a decirles: no vamos a dejar que ahora algunos se valgan
del dolor para exigirnos una zona de despeje que le permita
a los criminales de las Farc poderse refugiar de la acción
de la fuerza pública, que va en el camino de derrotarlos.
Encontré a Sucre en el Golfo de Morrosquillo muy
controlado por paramilitares y dinero de narcotráfico.
En los Montes de María y de ahí al sur, muy
controlado por las Farc, siempre con dineros del narcotráfico.
Hoy hay inundaciones que nos duelen, que se están
enfrentando, un problema y otro. Pero, por fortuna, esos
criminales han venido desapareciendo o debilitándose,
gracias a la acción de la fuerza pública.
El camino que nos queda es un camino de fortaleza para consolidar
la seguridad democrática. Estos criminales de las
Farc han demostrado una vez más su capacidad criminal,
su insaciable sed de sangre. Estos criminales de las Farc
han mostrado una vez más su capacidad de engañar.
Pero en esta ocasión no han engañado, porque
el pueblo colombiano ya les conoce el juego.
Cuando mataron cobardemente a Helmut Bickenbach y a su señora
Doris Gil, dijeron que había sido el fuego cruzado
en una operación rescate. Mentiras. El mundo supo
que eso fue mentiras. Así han asesinado a muchos colombianos
y a muchos extranjeros. Pretendieron que ahora el pueblo
les iba a creer la mentira. Pero el pueblo colombiano está hastiado
de los grupos violentos, y el pueblo colombiano está lleno
de deseos de consolidar la seguridad democrática.
Vamos a pedirles a los colombianos en todas las regiones
que nos acompañen. Hemos hecho esfuerzos enormes.
Acabo de contestar un correo. Me dice el senador Armando
Benedetti, preocupado: “Presidente, ¿cómo
le ayudo? Porque hay voces de sirena hablando de despeje”.
Le dije: “Hay que recordarle al mundo que este es
el Gobierno de la seguridad democrática”. Aquí había
más de 35 mil asesinatos y hemos reducido eso a la
mitad. Anoche me decía el señor general Naranjo,
a la 1:00 de la mañana en Bogotá: “Presidente,
no afloje”. Tuvimos semestres en los cuales hubo 1.700
secuestros extorsivos. El semestre que termina mañana
ha tenido 95. Todavía mucho, pero venimos de semestres
de 1.700.
Y le decía ahora, por un correo aquí, al senador
Benedetti: “Recuérdele al país que si
les entregamos a las Farc una zona de despeje, es poner a
los habitantes de esa zona en las fauces de las fieras. Recuérdele
al país que si les entregamos a las Farc una zona
de despeje, es mostrar un Gobierno y un pueblo arrodillados
ante los criminales. Recuérdele al país que
si les entregamos a las Farc una zona de despeje, es decirle
a la fuerza pública: no entre allí, deje que
esos criminales recuperen su fortaleza allá en ese
territorio de la patria, del cual la patria se desprendió”.
Nosotros liberamos a 150 de las Farc hace pocos días.
Liberamos a Rodrigo Granda. Hemos autorizado a todos los
que han querido ser facilitadores. Y miren las frustraciones:
el 18 de junio, el día del asesinato de los diputados
a manos de las Farc, unos delegados europeos, autorizados
por el Gobierno de Colombia, estaban hablando con Raúl
Reyes sobre el acuerdo humanitario.
Miren esta farsa de los criminales: mientras uno de esos
criminales hablaba con los delegados europeos del acuerdo
humanitario, otros de los mismos criminales, de la misma
ralea, estaban asesinando a los diputados vallecaucanos.
Vamos a dar esta batalla, con dolor, con dolor, pero con
ganas de derrotar a estos terroristas. Y la vamos a dar en
todos los frentes. La vamos a dar en el frente nacional e
internacional. Vamos a pedirle al pueblo, que ha sido el
gran pilar de la seguridad democrática, que apoyemos
esa seguridad democrática ahora con más fortaleza.
Vamos a pedirle a la comunidad internacional que apoye esta
democracia de Colombia, que es respetable. A la comunidad
internacional, que le quite el miedo a esos terroristas de
las Farc. Que hay es que acabarlos, porque o si no, ¿para
dónde iban ellos con su capacidad criminal? A acabar
con Colombia.
Y vamos a dar la batalla en el frente militar y policivo.
La Armada, las Fuerzas Militares, la Policía, nos
tienen que ayudar a que Colombia haga un despeje. ¿Cuál
despeje? A que Colombia finalmente quede despejada de terroristas.
Aquí, en lugar de pensar en entregarles una zona
a los terroristas, en lugar de hacer un despeje de Palmira
o Pradera para que los terroristas avancen, lo que hay que
hacer es fortalecer nuestro accionar para que Colombia quede
despejada de terroristas.
Y vamos a hacer esta competencia democrática de octubre,
con toda transparencia, con todo el afecto por la patria.
Que esa competencia democrática de octubre, le diga
al mundo por qué este país reclama respeto,
como la gran democracia de América Latina.
Veo que hay algunos alcaldes que han venido desde muy lejos.
El ministro Holguín, mis compañeros y yo tenemos
que ir a San Pelayo, donde hay una inundación, y aprestarnos
a un consejo comunitario de Buenaventura, mañana.
Con el mayor gusto, escucharía a algunos de ustedes
que tengan alguna pregunta, alguna preocupación, sobre
los diferentes temas de interés. Así que les
ofrezco la palabra”. |