FORO ‘LÍDERES
MUNDIALES’
Marzo 19 de 2007 (Cartagena
de Indias – Bolívar)
Señoras y señores:
Esta es la primera ocasión en que este foro se
desarrolla fuera de los Estados Unidos. Y qué bueno
que hayan escogido a Colombia y a esta ciudad de Cartagena.
Quería destacarlo, agradecer a los organizadores
la selección de Cartagena y agradecer a todos ustedes
su asistencia.
Justamente hoy hace 25 años el entonces presidente
de la República, Julio César Turbay Ayala,
padre del actual Contralor, inauguró este Centro
de Convenciones, como una gran visión para contribuir
a la competitividad del país.
Quiero referirme a dos temas: primero
contarles a ustedes algunas características del modelo de Estado de
sociedad que estamos impulsando en Colombia, y después
referirme a algunos temas de la revolución de las
comunicaciones en que vamos bien, otros en los que tenemos
atrasos con buenos prospectos, y otros en los que todavía
a pesar de los atrasos no tenemos definidos buenos prospectos.
Nosotros no hemos entrado en la
moda de desmantelar el Estado ni tampoco en la moda del
estatismo. Hemos hecho
un gran esfuerzo para reestructurar más de 300 entidades
del Estado con la idea del Estado comunitario: más
participación de la ciudadanía en la toma
de decisiones, más participación de la ciudadanía
en la ejecución de decisiones, más participación
de la ciudadanía en la vigilancia de las decisiones
públicas, lo cual garantiza la transparencia y a
lo cual ayuda mucho la revolución de las comunicaciones.
Tenemos un modelo de Estado que
garantiza la inversión
privada, pero que al mismo tiempo tiene todos los suficientes
elementos de intervención para garantizar la responsabilidad
social de esa inversión.
Nosotros creemos que la división entre izquierda
y derecha en América Latina es cosa del pasado,
obsoleta. Estuvo vigente cuando América Latina en
muchos países tenía que controvertir a las
dictaduras. Hoy cuando todo el mundo asume responsabilidades
alrededor de la regla democrática, esa división
parece una división del pasado. Además difícil
de sustentar desde el punto de vista práctico y
bastante polarizante en las relaciones entre los países.
Nosotros buscamos una sociedad
que tenga confianza en las instituciones colombianas:
confianza de parte de la
comunidad internacional y confianza de parte de la comunidad
nacional. Por eso trabajamos alrededor de cinco valores:
Seguridad Democrática –esto es, seguridad
para todos–, libertades, cohesión social,
transparencia e instituciones independientes que conforman
el Estado de Derecho. La transparencia que da confianza,
y la independencia de instituciones en la formación
y operación del Estado de Derecho, que evitan excesos.
Hemos venido trabajando tres propósitos:
Consolidar la seguridad: no hemos
ganado todavía
pero vamos ganando, la prueba es que hace cuatro años
difícilmente habríamos podido tener este
foro en Cartagena y hoy lo tenemos. La seguridad que viene
ganando el país ha hecho que renazca la confianza
de los colombianos y de la comunidad internacional.
Hace cuatro años por vía aérea llegaban
a Colombia 530 mil personas al año. El año
pasado llegaron un millón 50 mil. Aspiramos que
en el 2010, cuando terminará nuestra administración,
estén llegando 2 millones de visitantes internacionales
a nuestro país por vía aérea.
Otro propósito de nuestro Gobierno es el fortalecimiento
de la economía y el tercero, en igual nivel de importancia,
la inversión social.
Para el fortalecimiento de la economía, nuestro
punto fundamental son las tasas de inversión. Cuando
se logran altas y sostenidas tasas de inversión,
los países demuestran que están siendo competitivos,
la competitividad es factor esencial de atracción,
y los países logran mantenerse en una ruta muy dinámica
de crecimiento económico y al mismo tiempo resolver
los más acuciantes problemas sociales.
Hace cuatro años la tasa de inversión de
Colombia estaba en el 12 por ciento. El año pasado
fue del 26.
Hace cuatro años la tasa de inversión del
sector privado estaba en el 6,5. El año pasado se
situó en el 19.
Colombia se ha convertido en la
segunda economía
de la región latinoamericana en inversión
extranjera directa per cápita. Por supuesto, inversión
extranjera directa con transparencia, con equidad, con
responsabilidad social.
Nosotros creemos que América
Latina ha tenido dos fallas: una frente al Estado y otra
frente al crecimiento.
En algún momento quiso desmantelar es Estado y
se quedó sin instrumentos para garantizar la equidad.
En otro momento quiso estatizarlo todo y anuló la
confianza de la inversión privada. En esas fallas
no podemos recaer.
En algún momento América Latina pensó que
lo que importaba era el crecimiento de economía
y que la equidad social se generaría como consecuencia
espontánea. No llegó.
En esa década de los sesenta algún país
mostró tasas de crecimiento del 14 por ciento y
al mismo tiempo mayor empobrecimiento.
Pero también en décadas posteriores se pensó equivocadamente
que lo importante era repartir, se le restó toda
la importancia al crecimiento, a la inversión, y
se culminó repartiendo pobreza.
Nosotros creemos que hay que llevar
las tasas inversión
como expresión de la confianza, que soporten simultáneamente
el crecimiento y la inversión social.
Colombia hace cuatro años tenía una pobreza
cercana al 60 por ciento. Allá nos condujeron cuatro
décadas de terrorismo, el que todavía no
hemos podido derrotar, pero que estamos derrotando. Hoy
está en el 45 por ciento.
Confiamos al final de nuestra administración dejarla
en el 35 por ciento, para que los gobiernos que nos sucedan
puedan cumplir la visión de largo plazo del país
y el 7 de agosto de 2019, cuando completaremos 20 años
de la Batalla de Boyacá, que nos dio la Independencia,
esa pobreza no este por encima del 15 por ciento.
Por primera vez los indicadores
de equidad distributiva muestran ya un punto de inflexión y dan las primeras
luces de mejoramiento en nuestro país.
Nos hemos propuesto trabajar el
capital social y el capital físico. Por ejemplo, en el tema educativo, sobre
el cual a lo largo del día ha sido muy constructivo
escuchar de Bill Gates el gran énfasis que le asigna.
Esta mañana nos decía: ¿Para qué estímulos
tributarios, para qué financiación de computadores,
para qué inversiones en banda ancha, sino se logra
la excelencia en las universidades? Recomendación
que el Gobierno ha asimilado con todo el entusiasmo.
La que llamamos nosotros una continuada
revolución
educativa es el eje alrededor del cual tiene que girar
toda nuestra política social, y el soporte para
alcanzar altos niveles de competitividad.
Nos proponemos a lograr en los
próximos tres años
plena cobertura en educación básica en Colombia.
En nuestro primer Gobierno creamos cerca de millón
y medio de cupos, y los que faltan, otro tanto, aspiramos
crearlos en esta administración.
En cobertura universitaria empezó nuestra administración
hace cuatro años con tasas del 22 por ciento. Hoy
están en el 29. Aspiramos en el 2010 lograr el 35.
Hemos hecho un gran esfuerzo en
la formación técnica.
Nuestro instituto estatal de formación técnica,
una de las entidades reestructuradas a la luz del Estado
Comunitario, depurada. Porque el Estado Comunitario nos
exige eliminar la politiquería, eliminar los excesos
sindicales, poner las instituciones estatales al servicio
de la comunidad. Se formaban hace cuatro años allí un
millón de colombianos por año. El año
pasado cuatro millones de colombianos.
Esa institución daba cinco millones de horas de
enseñanza al año. El año pasado quince
millones de horas de enseñanza.
Tenía una tasa de empleabilidad del 40 por ciento.
Hoy la tiene en el 70 por ciento, y está bien aprestigiada
con el sector privado.
Hemos encontrado que uno de los
grandes obstáculos
en las objeciones comunitarias sobre educación,
obstáculos a la competitividad, es que la juventud
no quiere estudiar técnicas, no quiere estudiar
tecnología. Mientras observamos que en los países
desarrollados hay un profesional por cada 10 técnicos
o tecnólogos, nosotros hemos tenido lo contrario.
La Ministra de Educación ha creado lo que se llama
en Colombia la educación por fases: que quien se
gradúe como bachiller esté listo para entrar
a trabajar, para emprender y para seguir estudiando. Que
haya un gran estímulo para escoger técnicas
o tecnologías, sobre la base que al culminarlas
el graduado en ellas estará listo para emprender,
para trabajar o para ingresar a la universidad.
Se han promovido ya centenares
de acuerdos entre instituciones de formación técnica y tecnológica
con las universidades, para que los créditos que
tiene que cumplir alguien que se gradúa de técnico
o tecnólogo, les sean validados al momento de ingresar
a una universidad y se le tengan en cuenta, de tal manera
que complete los estudios en esa universidad y acceda al
grado de educación superior.
Estamos haciendo un gran esfuerzo
en materia de financiación
de la universidad pública, reestructurándola.
Hoy en Colombia hay un indicador bien importante: muchos
programas de excelencia en la evaluación son de
universidades públicas.
Los esfuerzos de reestructuración de universidades
públicas han dado muy buenos resultados.
Hemos reestructurado una entidad
que se llama Icetex (Instituto Colombiano de Financiación de la Educación
Superior). Cuando nuestro Gobierno empezó ese instituto
tenía una cartera de 200 millones de dólares.
En la actualidad esa cartera es de 400 millones de dólares
y aspiramos dejarla en más de mil millones de dólares
para el final de nuestro Gobierno.
Cuando nuestro Gobierno empezó, ese Instituto tenía
60 mil estudiantes beneficiarios de crédito, hoy
tiene 150 mil, y aspiramos llegar en el año 2010
a 350 mil.
Hemos avanzado muchísimo en educación virtual,
programas universitarios, programas de postgrado a través
de la formación virtual. Y nuestro instituto de
capacitación técnica en año y medio
debe completar millón 200 mil estudiantes en ambiente
virtual.
Para apoyar más la calidad de la educación,
hoy los profesores públicos de Colombia son seleccionados
por meritocracia. Antes se les nombrar discrecionalmente
y la recomendación política incluía
mucho.
Hoy los profesores públicos se tienen que someter
a pruebas que evalúan su calidad.
Tenemos pruebas para los estudiantes
que culminan bachillerato. Y hemos introducido pruebas
para los estudiantes que culminan
la universidad, para orientar a los estudiantes y a las
familias. A fin de que ellos conozcan mejor las posibilidades
entre los programas educativos que se ofrecen y las necesidades
de la sociedad, tenemos lo que se llama el observatorio
laboral de los egresados universitarios y de los egresados
de tecnologías.
Les cuenta de estudiantes, a padres
de familia y a comunidades en general cómo va recibiendo la sociedad, cómo
va recibiendo la economía, los egresados de los
diferentes programas.
La Revolución Educativa
para nosotros es fundamental, a fin de construir una
sociedad con movilidad, que es la
esencia de la democracia.
No me voy a referir a otros temas
de nuestra política
social, porque les tomaría mucho tiempo.
Déjenme pasar al segundo punto: ¿En que
tenemos avances, retrocesos, todavía retrasos y
posibilidades en este revolucionario tema de las comunicaciones?
Hace cuatro años Colombia tenía cuatro millones
de teléfonos celulares. Hoy tiene casi 30 millones.
Hemos avanzado muchísimo para que los dos millones
de contribuyentes colombianos, que pagan impuestos directos
y que son retenedores de impuestos indirectos, hagan sus
declaraciones y sus pagos al Estado a través del
procedimiento electrónico.
Confiamos que en poco tiempo, la
totalidad de las declaraciones y de los pagos de esos
contribuyentes se den por vía
electrónica.
Colombia tiene 400 mil contribuyentes
a la seguridad social: empleadores que tienen que pagar
las contribuciones a la
seguridad social y tres parafiscalidades que cobra el país
para el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, para
unas organizaciones sociales dirigidas por empleadores
y trabajadores que son las cajas de compensación,
y para el Servicio Nacional de Aprendizaje (Sena), al cual
ya me he referido.
Hemos tomado la decisión desde hace tres años
y se viene implementando, para que en lugar de que existan
tantos pagos cuantas instituciones beneficiarias de esos
pagos, haya una sola declaración y un pago electrónico.
En el mes de mayo lograremos que
esos 400 mil contribuyentes de la seguridad social ya
estén haciendo solamente
una declaración, y esperamos meses más tarde
lograr que todos estén realizando el pago a través
del sistema electrónico.
Creemos que eso va a simplificar
muchísimo el manejo
de los impuestos de nómina y que va a ayudar a evitar
la evasión.
Me preguntarán ustedes: ¿por qué tantos
impuestos de nómina en Colombia? Porque esas instituciones
son responsables de programas esenciales de nuestra política
social. Y en lugar de desmontar impuestos de nómina,
hemos preferido para estimular la inversión, crear
estímulos concretos a la inversión.
La nueva legislación tributaria de Colombia es
altamente estimulante de la inversión. Estímulos
concretos, específicos, por ejemplo a la industria
hotelera, por ejemplo a los software que tengan valor agregado
nacional, por ejemplo a los combustibles alternativos,
biológicos, por ejemplo al ecoturismo, por ejemplo
a la sísmica en la minería y en la búsqueda
de hidrocarburos, y estímulos generales.
Aquí no tenemos la tendencia de reducir tasas de
impuesto para permitir mayor apropiación de utilidades,
sino la tendencia de estimular la inversión, que
es lo que finalmente nos traerá empleos de buena
calidad con afiliación a la seguridad social y con
remuneración digna.
Por eso en Colombia hoy toda inversión tiene una
deducción del 40 por ciento, y toda nueva empresa
que se crea tiene una deducción del 40 por ciento
del capital inicialmente apropiado.
Eso equivale a un apoyo que da el Estado a las inversiones
generadoras de renta, un apoyo que da el Estado del 12,8
por ciento de nuevas inversiones.
Vamos bien también en la conectividad de todas
las oficinas públicas. Un elemento fundamental en
la búsqueda de transparencia es la participación
ciudadana.
Colombia, como todo Estado de Derecho,
tiene controles judiciales, tiene controles administrativos,
tiene controles
disciplinarios, tiene controles fiscales, tiene controles
políticos. Para nosotros el más fundamental
es el control de opinión.
Así como la participación de opinión
es la regla característica, diferencial, del Estado
de Derecho, el control de opinión es el instrumento
más eficaz para garantizar transparencia.
Y para facilitar ese control de
opinión, se ha
venido avanzando muchísimo en la publicación
de todas las compras del Estado a través de Internet,
en la publicación de todos los contratos del Estado
a través de Internet, y estamos avanzando en la
publicación de todos los beneficiarios de los programas
sociales del Estado a través de Internet.
Y hemos avanzado muchísimo también en algunos
aspectos de los programas de contratación. Por ejemplo:
antes de empezar a distribuir los pliegos de una licitación
pública hay una etapa de prepliegos, introducida
en esta administración en los programas de contratación,
que exige que la respectiva entidad pública publique
el prepliego, lo difunda ampliamente a través de
Internet, recoja los comentarios de la opinión y
modifique, los analice, para sacar un pliego de condiciones
finalmente garante de la transparencia.
Nosotros encontramos muchas disputas
legales con inversionistas particulares en Colombia:
21 pleitos, 21 litigios en la
empresa de comunicaciones, las concesiones viales en pleito,
era muy difícil resolver esos pleitos por dos razones:
una tendencia general de desconfianza en la opinión,
y una tendencia general de pánico en los funcionarios.
Para vender ambas, nos propusimos
crear mecanismos de participación de opinión a través
de Internet. Antes de perfeccionar una transacción
que le ponga fin a una disputa legal entre el Estado y
un particular en Colombia, los términos de esa transacción
se deben publicar en Internet, mantener esa publicación
un tiempo para permitir el análisis público.
Eso ha ayudado mucho a crear confianza en la opinión
y a crear confianza en los funcionarios.
Pero nos falta mucho en el camino
de que todas las compras públicas y todos los contratos públicos,
los podamos lograr a través de la revolución
de las comunicaciones.
Uno de los elementos más importantes de nuestra
política social es el que llamamos Banca de Oportunidades.
En nuestro primer Gobierno, asociados todos, sector privado,
ONG’s, cajas de compensación, fondos de garantías,
Estado, logramos entregar un millón 800 mil microcréditos.
La meta del nuevo Gobierno es entregar cinco millones de
microcréditos, con mucho énfasis en personas
que nunca han accedido a la economía formal.
Pues bien, en el compromiso con
todos los bancos está la
necesidad de cubrimiento de toda la geografía nacional,
de cubrir todas las áreas pobres de las grandes
ciudades y cubrir todas las comunidades rurales.
Para eso se ha adoptado el sistema
de corresponsales no bancarios. Pequeñas sedes
bancarias que funcionan al interior de cualquier establecimiento
de comercio, con
una infraestructura modesta pero con un gran soporte en
telecomunicaciones.
El Citi Group vino a Colombia hace
tres semanas. Me dijeron: es la primera vez que el presidente
mundial del Citi Group
visita a Colombia después de que la entidad ha estado
79 años en el país. Me empezó a hablar
de todas las inversiones que se proponían hacer
en Colombia y le dije: a mí me parece muy bien.
Pero para que Stiglitz no pueda decir de Colombia que la
banca internacional viene aquí y abandona a los
criollos y sólo les da crédito a las transnacionales,
usted me tiene que ayudar con la Banca de Oportunidades
para cumplir la meta de llegarles a cinco millones de familias
pobres. Antes de salir de mi oficina se comprometió a
abrir mil corresponsales no bancarios con todo el soporte
de telecomunicaciones.
Sí ustedes me dijeran: qué ha encontrado
un político que es Presidente de Colombia, que le
fascine, en el mundo de las telecomunicaciones, para hacer
política social: la posibilidad de inundar este
país de corresponsales no bancarios para poder lograr
la revolución del crédito. El acceso de las
grandes mayorías excluidas al crédito.
En la institucionalidad de este
país hay elementos
bien importantes. Por ejemplo, todos los servicios de telecomunicaciones
tienen una tarifa que va a un fondo especial que se llama
el Fondo Social de Telecomunicación, que en estos
cuatro años debe invertir no menos de 600 millones
de dólares. Ese Fondo ha logrado instalar unos centros
con muy buen soporte tecnológico en muchísimos
sitios del país.
Bueno. Nos faltan muchas cosas.
Hemos tenido muy baja penetración de la banda ancha, pero estamos contentos
porque encontramos grandes prospectos en el sector privado
y en la empresa mixta. Del Estado colombiano y de Telefónica,
reestructurada en este gobierno, que es Colombia Telecomunicaciones.
Solamente esa empresa va a invertir 3 billones de dólares
en los años que vienen.
Y vemos mucha confianza inversionista
en el sector privado. Hemos tenido mucho atraso en la
penetración de Internet.
Pero tenemos muy buenos prospectos sobre las mismas bases.
Hemos tenido mucho atraso en la relación habitantes-computadores.
El Congreso de la República acaba de aprobar en
una Ley la eliminación al impuesto al valor agregado
(IVA), que en Colombia es del 16 por ciento, para los computadores
con valor inferior a 770 dólares. Además
dentro del sistema de Banca de Oportunidades, en las próximas
semanas lanzaremos la línea de crédito para
financiarles en muy buenas condiciones la adquisición
de computadores a estudiantes y profesores.
Si ustedes me preguntaran qué le preocupa o dónde
nota grandes ausencias de la revolución de las telecomunicaciones
en Colombia, en lo cual todavía no tienen buenos
prospectos, yo les diría que en salud y en el manejo
de la infraestructura de carreteras en Colombia.
En salud. Nosotros proponemos que
Colombia tenga plena cobertura para el año 2009. Ha avanzado muchísimo
la telemedicina. ¿Pero de qué me quejo? Todavía
no hemos desarrollado a través de la conectividad
la integración entre los afiliados, usuarios o pacientes,
los hospitales y los aseguradores. Cuando se leen los casos
que trae Prahalat, se encuentra que allí hay un
gran camino para garantizar atención a tiempo y
de muy buena calidad. Es uno de los desafíos que
tenemos en frente.
El otro. Colombia todavía tiene un gran atraso
en infraestructura, en todo. Aquí lo que tenemos
es una gente muy buena con mucha gana de salir adelante.
Y cualquier cosa que les diga de cifras sociales es pequeña
frente a las necesidades del país. Pero ahí vamos.
Ahí vamos con todo el entusiasmo. Todavía
tenemos una gran falta de utilización de las telecomunicaciones
para poder avanzar más en la construcción
de infraestructura, como la infraestructura de carreteras,
que tanto necesita el país.
Agradezco inmensamente la presencia
de todos ustedes en Colombia. Y ya que se atrevieron
a hacer este foro en Cartagena,
y que creo que no se van a ir aburridos con los éxitos
de este Foro, de una vez permítanme pedirles que
el del año entrante lo hagan en la ciudad de Medellín.
Acá está el Alcalde.
Bill, muchas gracias por su presencia
en Colombia, la primera. Y me ha prometido que volverá rápidamente.
Lo están esperando las escuelas, las librerías,
las oficinas públicas, donde queremos llevar toda
esa revolución de las comunicaciones y usted nos
da muchas luces y muchas energías.
A todos, muchas gracias.
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