VISITA
AL HOSPITAL UNIVERSITARIO “FERNANDO
TRONCONIS”
Marzo 07 de 2007 (Santa Marta – Magdalena)
Compatriotas:
Hoy ha sido un día bueno para la salud. Esta
mañana certificamos en Cartagena la Clínica
Henrique de La Vega (hoy San Juan de Dios) del Seguro
Social. Era una catástrofe. Hoy es una maravilla,
debido a la reforma liderada por el ministro (de la
Protección Social) Diego Palacio. Después
asistimos a ver el proceso de recuperación del
Hospital Universitario. No era un hospital. Era un
sitio de mugre y de desgreño para producir lamentos.
Hoy es una esperanza.
Acabamos de ver este proceso
de recuperación
del Hospital Universitario de Santa Marta. Hay que
saber lo que era: no provocaba a los funcionarios emprender
la tarea de revivirlo, emprender la construcción
del esfuerzo de reconstruirlo. Y vamos a presenciar
también la reapertura de la Clínica Campo
Serrano del Seguro Social, en buena hora entregada
por la Nación en administración a la
Fundación Cardiovascular de Bucaramanga. Clínica
que se convierte en la segunda reformada del Seguro
Social y que abre el camino para llegar a reformar
las 39 como es el propósito del Gobierno.
Quiero felicitar muy de verdad
al ministro Diego Palacio, a su equipo, al Gobernador
del Magdalena, a los alcaldes.
La verdad es que el Gobernador Trino (Luna) conversa
y exige, pero tiene derecho porque trabaja y produce
resultados. Nada de lo que vimos aquí es cuento.
Eso se ha venido forjando con mucho tesón a
lo largo de estos años. Esa doble calzada está adjudicada
y próxima a empezar.
O sea que son realidades más avanzadas unas,
engendradas otras. Criaturas en pleno desarrollo. Unas
visibles, otras todavía no. Es la vida pública,
apreciados compatriotas.
La vida pública es una sucesión de esfuerzos
ininterrumpidos. Es una sucesión de esfuerzos
para recorrer la milla adicional, ininterrumpidos.
Y de vez en cuando trae la gratificación de
ver que sale adelante una obra por la cual se ha trabajado
muchísimo.
Nuestro Gobierno busca fundamentalmente
profundizar la confianza en Colombia. Para eso buscamos
el desarrollo
de la Seguridad Democrática. Mi inmensamente
gratitud, repetida de todas las horas, a los soldados
y policías de la Patria, y a quienes los han
acompañado en las regiones, como el gobernador
Trino Luna.
Mi inmensa gratitud por este
esfuerzo que si bien todavía no ha tenido plenos éxitos, vamos
por el camino correcto para tener una Colombia sin
terrorismo, una Colombia sin terrorismo guerrillero,
una Colombia sin terrorismo paramilitar, una Colombia
sin narcotráfico, una Colombia realizadora,
sin corrupción.
Buscamos, además de la seguridad, para crear
esa confianza en Colombia, poner las bases para que
la economía crezca sin antecedentes, sostenidamente.
Y buscamos, para consolidar la confianza entre los
colombianos, una política social agresiva que
nos lleve a superar la pobreza.
En el tema de la recuperación económica
hay tres aspectos fundamentales: la seguridad (sin
ella no se recupera la economía), las normas
de manejo de la economía y el modelo de Estado.
En las normas de manejo de
la economía, nosotros
hemos venido buscando superar los crónicos problemas
de endeudamiento, de déficit fiscal de la Nación:
un problema cultural. Un país que ha tenido
mucho discurso social y poco resultado social. Un país
que ha tenido buena teoría macroeconómica,
pero crecimientos económicos mediocres, tibios.
Nosotros nos hemos propuesto
que esta Patria crezca a no menos del cinco o del
seis por ciento y sostenidamente.
Ello no es difícil en una economía petrolera
o gasífera. Es muy difícil en una economía
como la nuestra, que tiene que competir con productos
industriales bastantes ofrecidos en el mercado mundial,
con una agricultura bastante protegida por los países
industrializados y bastante competida en el mercado
mundial.
Pero ya vamos logrando pasos
muy importantes de nuestra economía. Antes de ayer una de las firmas calificadoras
más importantes del mundo, le dio ya una gran
calificación a Colombia: quedamos cerquitica
de recuperar el grado de inversión. Si seguimos
por ese camino, lo vamos a recuperar.
Creo, sin ser economista, en
una batalla por la recuperación
económica de todos los días, que lo más
importante para el país en materia económica
es lograr altas tasas de inversión. Con altas
tasas de inversión se hacen las grandes obras,
con altas tasas de inversión se sostiene la
Seguridad Democrática, con altas tasas de inversión
se financia lo social.
Hace cuatro años la inversión como porcentaje
del producto era del 12 por ciento. El año pasado
del 26.
Hace cuatro años la inversión privada
como porcentaje del Producto era del seis y medio.
El año pasado del 19.
¿Qué necesitamos? Sostener esas altas
tasas de inversión. Es lo único que hace
la diferencia en la economía, que da el salto
al desarrollo.
Y no lo enseña así la economía
clásica. Lo han enseñado los chinos.
Se propusieron desde que empezó la era de Deng
Xiao Ping, lograr captar la mayor inversión
del mundo en China. Dieciséis años con
inversiones entre 54 mil millones de dólares
al año y 67 mil año tras año.
Eso ha logrado sacar 400 millones de chinos de la pobreza.
Ha logrado convertir a China en la tercera economía
del mundo y avanza para ser la segunda. Y en la totalidad
del Producto puede llegar a ser la primera.
Nosotros ya empezamos a tener
el año antepasado
5.400 millones de dólares de inversión
extranjera neta. El que acaba de pasar otro tanto.
Y eso hay que cuidarlo.
Y el tercer punto es el concepto
del Estado, para ir aterrizando en estas reformas
a la salud. Nosotros
no estamos ni en el neoliberalismo que desmonta el
Estado, ni en el estatismo que impone la primacía
y obstaculiza la inversión privada.
Nosotros tenemos un concepto
de Estado al servicio de la comunidad. No de las
clientelas políticas
ni de los excesos sindicales. Por eso lo llamamos Estado
Comunitario. Nosotros tenemos un concepto de Estado
que no obstruya la iniciativa privada, que le dé confianza,
pero que tampoco permita el capitalismo salvaje. Un
concepto de Estado que estimule la iniciativa privada
y que exija la responsabilidad social de la inversión
particular. Ese es nuestro concepto de Estado.
Creo que las normas aprobadas
van a ser muy útiles
para el departamento del Magdalena.
Por ejemplo, los nuevos hoteles
que se construyan en Colombia tienen 30 años de exención
tributaria. Eso hace al país totalmente competitivo.
Treinta años de exención tributaria.
Por eso deseo que todos estos proyectos que nos acaba
de contar el Gobernador (unos de pura iniciativa particular
en el área del Irotama, Pozos Colorados, otro
aquí en el centro de la ciudad, en el viejo
edificio de la Gobernación), que esos hoteles
en esos edificios rápidamente los sienta la
ciudad, para generar empleo. Empleo con afiliación
a la seguridad social.
Por eso deseamos que prosperen
las empresas de turismo ecológico. Hoy las empresas de turismo ecológico
tienen una exención tributaria permanente. Las
empresas de turismo ecológico, por ejemplo las
de aquí que están promoviendo el turismo
en el Parque Tayrona, paso tan afortunado que pudimos
dar y en el cual intervinieron tanto el Alcalde y el
Gobernador, son empresas con exención tributaria.
Yo estoy asombrado por la evolución de las cifras
de llegada de turistas al Parque Tayrona.
En la vida colombiana uno no
ve los avances porque los problemas son tantos. Ayer,
por ejemplo, me llamó mi
señora, a las seis de la tarde, y me dijo: “Acabo
de regresar del municipio de Bolívar Hatillo
de Loba”. Y me dijo: “Vengo horrorizada
de ver la pobreza, de ver la cantidad de niños
en condiciones de pobreza”. Y le dije: “¿Preguntaste
por Familias en Acción, preguntaste por Bienestar
Familiar, preguntaste por el Sena, preguntaste por
el avance de régimen subsidiado?”. Y me
dijo con toda razón: “Sí, en todo
eso hay avances, pero la pobreza es tanta que todavía
no se ven”.
Eso le pasa a Colombia: cualquier
avance todavía
no se ve. Por eso, con toda paciencia pero con toda
tenacidad, hay que luchar todos los días.
Y déjenme decir otras cosas para impulsar la
inversión en este departamento. Un hotel viejo
que se quiera remodelar, la parte correspondiente a
la inversión, genera una exención tributaria
proporcional por 30 años. Si un hotel vale 100
millones de pesos y le hicieron una inversión
en remodelación que lo puso a valer 150 millones,
la parte de las utilidades que corresponda a 50 es
exenta tributariamente durante 30 años. Eso
ayuda muchísimo.
Y déjenme decir otras cosas. En todo esto nos
estamos jugando para hacer este país competitivo.
La inversión que en otra parte se desacomode,
que aquí encuentre acomodo. Que venga todo el
mundo a invertir. Es lo que necesitamos para que nuestra
gente encuentre oportunidades. Una empresa nueva que
nazca en Colombia, el Estado le deduce el 40 por ciento.
Ya les explico cómo opera la fórmula.
Una empresa establecida en
Colombia que haga una inversión,
el Estado le deduce el 40 por ciento.
Imaginen ustedes una empresa
de helados en Santa Marta, que ganó 100 pesos, pero en el mismo año
hizo una inversión de 200. El Estado le deduce
el 40 por ciento. Entonces el 40 de 200 que invirtió equivale
a 80 pesos. Se ganó 100. Ya no va a pagar impuestos
por 100, sino por 100 menos el 40 por ciento de lo
que invirtió. Por 100 menos 80. Paga impuestos
por 20. En lugar de pagar una tasa de impuestos sobre
100 de utilidades, va a pagar sobre 20. La diferencia
la regala el Estado para estimular la inversión.
Pero miren la diferencia con
lo que se critica en los Estados Unidos. En los Estados
Unidos problema
del Gobierno actual, dice mucho crítico norteamericano,
es que le rebajó los impuestos a la gente. Aquí no.
Aquí le decimos a la gente: nosotros le damos
un estímulo si usted invierte. Que van a rebajarse
los impuestos para que la gente se meta más
utilidades al bolsillo, no. Son unas deducciones tributarias
condicionadas a que se hagan inversiones, para que
esta economía crezca y genere empleo.
Por ejemplo, las dos fábricas de biocombustible
que se están haciendo en Santa Marta tienen
esos estímulos. Lo que cuesten esas inversiones,
tienen un 40 por ciento de deducción tributaria.
Además unos biocombustibles, en lo cual tiene
tanta oportunidad el país, no pagarán
IVA ni impuesto global al combustible.
Y hemos producido una legislación de zonas
francas, la mejor del mundo, comparable con la mejor
del mundo. Yo deseo que todo eso ayude a que esta Patria
vaya marcando sus diferencias con el pasado, a través
de unas altas tasas de inversión que las transforme.
Y llegamos al tercer tema,
el de la confianza. El primero la seguridad, el segundo
el manejo de la economía
con el modelo de Estado, y el tercero lo social. Y
aquí caemos en el tema de la salud.
Nuestro propósito es que este país logre
plena cobertura en régimen subsidiado de salud,
con buena calidad. Con el liderazgo del Ministro, de
su equipo, hemos contribuido a la transformación
de 190 hospitales de Colombia. Hemos invertido en ello
casi 700 mil millones de pesos. Hemos encontrado buenos
coequiperos: el Gobernador de Santander, aquí presente.
El Gobernador del Magdalena. Los alcaldes aquí presentes.
En Santander había otro caso gravísimo:
el hospital González Valencia era un cadáver
insepulto. Hoy es un gran hospital, un ejemplo de hospital,
porque se liquidó, se reestructuró y
es una maravilla.
Yo creo que los dineros que
hemos gastado en la reestructuración
hospitalaria son muy bien gastados. ¿Qué hay
que hacer? Hay que hacer lo siguiente: hay que darles
a estos hospitales reestructurados un esquema de manejo,
que evite que recaigan en la enfermedad. Un esquema
de manejo que garantice la eficiencia continuada.
Yo me atrevo a solicitarle
al Gobernador, al Director y a la Junta del hospital
que contraten para este hospital
la administración con una organización
especializada. Porque es la única manera de
garantizar en el largo plazo una eficiencia continuada.
De lo contrario todo este esfuerzo se puede perder.
De lo contrario este esfuerzo, a la vuelta de unos
años, puede estar de nuevo en líos de
politiquería, en líos de excesos sindicales,
etcétera. Es mi respetuosa solicitud.
¿Para qué son? ¿Para qué son
las clínicas, los hospitales? Para servirle
a la comunidad. No puede seguir siendo para excesos
sindicales ni para abusos de la politiquería.
Por eso estas reformas. Por eso estamos reformando
todo el Estado. Por eso más de 300 empresas
reformadas. Y ahora vamos a reformar todas las clínicas
del Seguro Social.
Hoy le asigno toda la importancia
a esta visita a Cartagena y a Santa Marta, para pedirles
a mis compatriotas,
sobre la base de que observen los dos hospitales universitarios
(Cartagena y Santa Marta), las dos clínicas
del Seguro Social (Cartagena y Santa Marta), para pedirles
a mis compatriotas que nos apoyen en la tarea de reformar
toda la red hospitalaria del país, de transformar
todas las clínicas del Seguro Social.
Esta tarea de reformar el Estado
es difícil,
pero finalmente la peor reforma es la que dejemos de
hacer, la que no hagamos.
Cuando yo llegué a la Presidencia empezamos
a reformar Telecom. Sí, decían que ideológicamente
era muy importante porque era de propiedad del Estado
colombiano. ¿Pero para qué? No tenía
con qué pagarles a los pensionados. El gerente
de Telecom tenía que ir donde el ministro de
Hacienda a pedirle 500 mil millones al año,
para pagarles a los pensionados. Estaba a riesgo de
quedarles mal a los trabajadores activos.
Y no tenía con qué invertir. En un país
pidiendo internet para las escuelas, para los hospitales,
para la telemedicina. En un país pidiendo banda
ancha, en un país donde cada escuela quiere
estar comunicada con todas las bibliotecas del mundo.
Y Telecom no tenía con qué invertir.
La liquidamos. Nació la nueva Telecom y hoy
hay un socio. Miren los resultados: primero, la empresa
genera con qué pagarles a los pensionados. Segundo,
está al día con los trabajadores. Tercero,
tiene ocho billones de pesos en caja para invertir
en los próximos años. Cuarto, tiene valor
positivo. Antes tenía un valor negativo. Hoy
el Estado colombiano no es dueño del ciento
por ciento sino el 50 por ciento menos una acción.
Y tiene valor positivo. Y otra cosa muy buena: ya nadie
pide puestos allá.
¿Qué pasaba antes? Cuando yo estaba
en las discusiones de las reformas de Telecom, el sindicato
me dijo cosas en las cuales les tuve que dar la razón.
Me dijeron: “Presidente, no todo fue el sindicato.
Nosotros pedíamos pero los gerentes eran los
que nos entregaban las convenciones”. Razón
tienen.
También me dijeron: “Presidente, es que
los gobiernos de turno mandaban a sus amigos a jubilarse
o a mejorar la jubilación en Telecom”.
Razón tienen. Hoy, gracias a que es una empresa
con un socio, ya nadie piensa en ella como empresa
para politiquería.
A mí todavía me piden puestos en Ecopetrol.
Yo confío que este año cuando apliquemos
la ley que nos dio el Congreso, capitalicemos, ojalá con
dinero de los colombianos, el 20 por ciento de Ecopetrol.
Por eso en todas partes les
digo a mis compatriotas: el que tenga dos pesitos,
guárdelos debajo de
la almohada hasta finales de año, que salga
la capitalización de Ecopetrol. Para que pongan
la plática allí.
Eso va a ser muy importante
para este país:
para buscar más petróleo, para ponerles
capital a los combustibles alternativos, al biodiesel,
para producir más petróleo, para tener
más patrimonio en materia de combustibles.
Y va a ser muy importante,
porque con la participación
de los colombianos como accionistas, allí se
va a cerrar cualquier posibilidad de politiquería.
A mí me decían: “Presidente, no
toque el Seguro Social”. Dije: no, los colombianos
me dieron a mí la oportunidad de estar en la
Presidencia de la República ocho años,
y yo tengo que hacer reformas por el bien de esta Patria
hasta el último día.
Hace cuatro años empezamos la primera reforma
del Seguro. Desprendimos las clínicas de la
estructura central. Los críticos dicen: “Eso
para nada sirvió”.
Es que esa no era una reforma
fin, sino una reforma media. Eso era la reforma andamio
para poder hacer
la construcción. Eso es lo único que
ha posibilitado que ahora reformemos las clínicas.
Si no hubiéramos dividido ese Seguro Social,
con 30 mil empleados que tenía hace cuatro años,
habría sido imposible hacer las reformas que
hoy estamos haciendo. Esa reforma fue muy útil.
¿Qué sigue? La EPS del Seguro Social.
La reforma el ministro Diego Palacio. Una nueva EPS
social. Socios: el Estado y las Cajas de Compensación.
Sin politiquerías, sin excesos sindicales. ¿Cuándo
la vamos a tener lista, Ministro? ¿Más
o menos? Muy lejos. Eso va a ser muy importante. Ojalá podamos
hacer una reforma parecida, allí, en pensiones
y en riesgos profesionales.
Y las clínicas. Tuvimos que liquidar la ESE
del Caribe colombiano. Y empezamos a salvar sus clínicas,
con un esfuerzo muy grande. La liquidación de
la ESE del Caribe nos valió 149 mil millones
de pesos. Y hemos sido muy cumplidos para pagarle a
la gente todas sus prestaciones, a tiempo.
Y ahora estamos recuperando
estas clínicas.
Miren: era una vergüenza la clínica de
Cartagena. Hoy es motivo de orgullo nacional.
Cuando yo llegué esta mañana allá,
me entraron por la puerta de atrás y empecé a
ver las enfermeras y dije: “Están bravas
conmigo por este cambio”. Pensé: “¿Qué reclamos
me irán a hacer?”. Y yo las saludaba lleno
de cariño pero como a distancia, por temor de
lo que me fueran a decir. Mentiras. Me saludaron con
cariño, contentas. Me dijeron: “Presidente,
siquiera se hizo esta reforma, estamos muy contentas,
la clínica está funcionando muy bien,
han regresado los pacientes, los afiliados”.
La gente no aceptaba la calidad
de servicios de esa clínica. Hoy tiene un 84 por ciento de aprobación,
y apenas está empezando. Vamos para el 95.
¿Quién la maneja? Una comunidad religiosa,
a la que se le entregó el manejo. La Orden Religiosa
San Juan de Dios. Les decía esta mañana
a los trabajadores: “Vamos a buscarles estabilidad
laboral”. Aquí no se van a regir las relaciones
laborales ni por la politiquería ni por los
excesos sindicales. Aquí se van a regir las
relaciones laborales por principios cristianos, con
esta fundación cristiana de los hermanos de
San Juan de Dios.
Y han hecho una gran inversión en equipos.
Y la gente muy contenta por la prontitud, por la solicitud
de la atención.
Yo tengo mucha fe de lo que
veamos esta tarde aquí en
la clínica Campo Serrano. Esta tarde cuando
la reabrimos, administrada por la Fundación
Cardiovascular de Bucaramanga. Y desde ya les digo:
vamos a buscar con el señor Ministro la manera
de extenderles esos contratos de administración,
para que sean unos contratos que si no se pueden hacer
a término indefinido, por lo menos que sean
a término largo. Para que esos los estimule
a hacer todas las inversiones que requiere.
Y a reformar las clínicas de Seguro. Yo hago
esta comparación y la hago por mi ciudad de
Medellín, porque me da pena hablar de las otras
ciudades, porque no es una comparación buena:
Medellín tiene clínicas excelentes y
tiene clínicas del Seguro Social. A las excelentes
hoy todo el mundo puede ir. Fue la gran revolución
de la Ley 100. En Colombia antes había clínicas
para los ricos y clínicas para los pobres. Hoy
todo el mundo puede llegar a cualquier clínica.
Tiene Medellín clínicas excelentes y
las clínicas del Seguro Social. Uno entra a
ellas: los pacientes arrumados en los pasillos. Una
vergüenza. Ya las estamos reformando. Confío
en que dentro de pocas semanas, con el acuerdo que
hemos hecho de entregar eso a la Universidad de Antioquia,
a la Gobernación, y que deben tener un operador
especializado, eso se va a transformar para bien, como
en Cartagena o aquí en santa Marta.
Y queremos con los hermanos
de San Juan de Dios, con la Fundación Cardiovascular de Bucaramanga,
buscar más acuerdos, porque nos quedan unos
grandes desafíos: la reforma de las clínicas
del Seguro Social en Bogotá, en Cali, en otras
ciudades colombianas.
Pero hay que hacerlo, Ministro,
hay que hacerlos. Y por eso es muy importante que
la Presidencia de la
República, con su Director de Comunicaciones
aquí presente, César Mauricio Velásquez,
les muestre a los colombianos estos ejemplos de reestructuración
de clínicas. Para que eso nos ayude a crear
una gran base de opinión, que nos facilite las
reformas de las clínicas del Seguro Social en
Bogotá. Que nos permita vencer la resistencia.
Porque si este país quiere salir adelante en
educación, en salud, etcétera, lo que
no puede tener es instituciones mediocres. Lo que no
puede tener es instituciones que presten malos servicios.
Nosotros tendríamos que salir muy tristes del
Gobierno, si no fuésemos capaces de reformar
todas las clínicas de Seguro Social. Por eso
le repito mi felicitación al Ministro, al Gobernador,
por esta reforma del Hospital Universitario de Santa
Marta.
Me mostraba el Gobernador que
han empezado de los pisos altos hacia abajo, que
todavía faltan
unas obras que deben estar terminadas en tres meses,
pero que todo avanza muy bien y se va a garantizar
eficiencia continuada cuando se le entregue a un operador
especializado.
Y quiero destacar ante el país estas dos reformas:
en la clínica del Seguro Social Henrique de
la Vega en Cartagena y en la clínica Campo Serrano
del Seguro Social aquí en Santa Marta.
Uno de mis profesores de liderazgo
solía decir: “En
los procesos de liderazgo de reestructuraciones hay
que mostrar metas parciales para que la gente crea”.
Creo que la meta parcial de
la reforma de la clínica
de Santa Marta y la meta parcial de la reforma de la
clínica de Cartagena, nos permiten que el país
crea en que podemos transformar para bien las clínicas
del Seguro Social.
Con criterio social. Es que
aquí no hay procesos
de privatización neoliberales. Aquí hay
unos procesos sociales a partir de la tesis nuestra:
no desmonte el Estado, pero tampoco lo tenga al servicio
de las clientelas políticas o de los sindicatos.
Tenga el Estado al servicio de la comunidad. Aquí no
hay desmonte del Estado. Aquí no hay privatización
neoliberal. Aquí lo que hay es una reforma del
Estado para que le sirva bien a la comunidad.
Muchas gracias a todos. Aspiro poder hacer un Consejo
Comunitario en Santa Marta dentro de unas semanas para
mirar el tema del agua.