RUEDA DE PRENSA DE LOS
PRESIDENTES DE COLOMBIA Y ALEMANIA
Marzo 13 de 2007 (Bogotá – Cundinamarca)
PREGUNTA: Ustedes han tenido algunas conversaciones
con el Presidente Uribe en temas como las Familias
Guardabosques, proyectos sociales. Me gustaría
saber: ¿el Gobierno de Alemania, desde la ayuda
política, económica, cómo ayudaría
al país a mejorar esos proyectos sociales que
se están dando, referentes al tema de la integración?
PRESIDENTE DE ALEMANIA, HORST KÖHLER: Pues estamos
acá. Alemania está representada con toda
una serie de organizaciones de desarrollo, por ejemplo
la GTZ, las fundaciones políticas, con las ayudas
a la niñez y muchas otras instituciones. Y pienso
que después de esta visita se puede trabajar
y hacer muy buen trabajo en muchos proyectos.
Uno de los representantes de los expertos alemanes
de la GTZ me ha dicho que haces pocos días,
en una parte muy lejana, es decir, límite con
Venezuela, allá vio lo difícil que son
las condiciones, pero también vio dónde
se puede empezar a ayudar por ejemplo con Familias
de Guardabosques y con alternativas.
Nosotros en Alemania seguimos con las instituciones
muy activas en este país.
PREGUNTA: ¿Cuál es la contribución
deseable, según su juicio, de Europa y Alemania
al proceso de paz en Colombia, o lo ven ellos más
bien como un tema interno colombiano?
PRESIDENTE DE COLOMBIA, ÁLVARO URIBE VÉLEZ: La contribución es necesaria. Imagínese
usted lo que es reinsertar a 40 mil personas que se
han desmovilizado. Eso demuestra la dimensión
del problema que tenía Colombia, y que está superando.
Cuando usted compara este número con los integrantes
de la organización ETA en España, o con
los integrantes de la organización IRA en Irlanda,
verá que mientras en Europa esas organizaciones
tienen pocas docenas, en Colombia son miles.
La ayuda en ese proceso de reinserción es muy
importante. Pero no solamente la ayuda económica:
la comprensión que siempre hemos tenido de Alemania,
y la orientación.
Este país ha adelantado su política de
Seguridad Democrática, abierto al mundo. Otros
países del continente, cuando adelantaban políticas
de seguridad cerraban sus fronteras. Se ocultaban ante
el mundo. El mundo no podía saber qué estaba
pasando allí. Intuía. Aquí el
mundo sabe, en tiempo real, como ahora se dice en el
lenguaje de la sistematización, todo lo que
ocurre en Colombia.
En algunos países del continente, las violaciones
de derechos humanos tardaron 20 años, después
de cometidas, en conocerse. Colombia es un país
totalmente abierto al mundo.
Lo bueno y lo malo que pasa en Colombia, el mundo lo
conoce automáticamente. Un proceso de paz de
esta magnitud, una política de seguridad de
esta magnitud, abiertos al mundo, es una gran garantía
para la democracia. Eso es lo que ofrecemos en retribución
a la ayuda que pedimos.
Hemos recibido generosa ayuda de Alemania.
Necesitamos, como lo expresábamos al Presidente
Köhler, que nos ayuden muy especialmente en ese
tema de la erradicación manual para acabar con
la droga. En ese tema de las alternativas a los colombianos
pobres que han estado enganchados en la droga, como
el tema guardabosques, tan importante para preservar
la selva y evitar que siga siendo destruida por la
droga.
Necesitamos la inversión alemana en Colombia.
Necesitamos poder acceder de manera permanente al mercado
europeo. Las preferencias europeas, como toda preferencia
unilateral, son precarias. No generan confianza inversionista.
El inversionista dice: ¿Yo para qué voy
a Colombia, si hay acceso al mercado europeo pero por
preferencias, limitadas en el tiempo? Por eso es necesaria
la ayuda de Alemania para transformar las preferencias,
en el acuerdo de asociación entre la Comunidad
Andina y la Unión Europea.
Estos son algunos de los campos en que nos puede ayudar
Alemania. Y creo que debemos explorar, ojala rápidamente,
la posibilidad de eliminar la doble tributación,
a ver cómo fluye más la inversión.
Le decía esta mañana al señor
Presidente Köhler que la principal alternativa
a los cultivos ilícitos, es el crecimiento general
y sostenido de la economía.
Son muy importantes proyectos específicos, pero
más importante que eso, es el crecimiento general
y sostenido de la economía, que depende de nuestra
Seguridad Democrática, que depende de nuestro
buen manejo económico, y que depende de los
aciertos que pueda tener nuestra política social.
No me pregunte en qué nos puede ayudar Alemania,
porque la respuesta es: en todo.
Aquí donde hay tantos problemas, es muy difícil
tener rigurosas prioridades. El apoyo alemán
se puede dar y se ha dado en amplísimas áreas
de la vida nacional.
PREGUNTA: Quiero preguntar sobre el tema de la
paz. Quiero contarle que hace quince días las Farc
hizo explotar un carro-bomba en Neiva, una población
que queda a unas cinco horas de Bogotá. Querían
asesinar a la alcaldesa, una mujer que fue elegida
democráticamente. El señor Canciller,
que está ahí sentado, fue liberado por
las Fuerzas Militares hace dos meses. Estuvo seis años
secuestrado por Farc. ¿Cómo puede Alemania
entender y ayudar a entender a Europa que aquí lo
que hay es un problema de terrorismo y no de conflicto
social y armado, como se pretende? ¿Y cómo
evitar que algunas organizaciones no gubernamentales
de Europa sigan apoyando a las guerrillas colombianas?
PRESIDENTE DE ALEMANIA: Europa está informada
sobre el desarrollo y la evolución en Colombia.
Y el Presidente, además de eso, hoy, de manera
muy extensa, nos ha dado sus informaciones. Además
me di cuenta, y el señor Presidente aquí mismo
lo ilustró, que los actos violentos han descendido
drásticamente, pero que no han cesado. Y que
naturalmente siempre hay que saber cuáles son
los motivos de estos actos violentos. Hay que pensar
sobre ello y hay que mirar por qué vienen.
Yo personalmente sí pienso que no se pueden
dejar a un lado los asuntos sociales en Colombia. Esa
también es la estrategia del Presidente sobre
el crecimiento sostenible de la economía y crecimiento
de puestos de trabajo e ingreso sostenible.
Aquellos que toman actos terroristas, hay que quitarles
el piso, en el sentido de que no tengan apoyo en la
población. Pienso que eso sigue siendo el vehículo
estratégico más importante para que esta
violencia en Colombia sea erradicada.
Personalmente pienso que, además de eso, siempre
hay que decir de manera muy clara: el Estado, en cuanto
al monopolio del poder, tiene que imponerlo.
Eso es parte de Derecho de Estado, para que en Europa
se entienda que el Estado no solamente está y
existe en Bogotá y en las grandes ciudades,
sino que esa estatalidad se impone a nivel nacional.
Y esto exige también una capacidad de enfrentarse
a estos actos violentos, con todos los recursos de
un Estado de Derecho y con el monopolio del poder en
manos del Estado.
Pienso que esta estrategia, como se está dando,
la debemos ver con respeto en Europa. Y al mismo tiempo,
organizaciones no gubernamentales y expertos que están
aquí, que son testigos de estos actos violentos,
que sus informes no sean ignorados.
Pienso que una ventaja de este país es la transparencia
existente. Una transparencia que se está dando
también en cuanto a los anteriormente paramilitares.
Ahora hay un debate. El Presidente ha dicho: “Actos
violentos que mucho tiempo antes de su período,
se estaban dando”.
Y este debate naturalmente va a emanar y a plantear
otras preguntas. Es decir, sin duda alguna esto no
es un proceso blando. Naturalmente que siempre va a
traer tensiones. Pero la transparencia, ese escucharse
recíprocamente, y con ello el diálogo
de los diversos que actúan en este escenario,
llevarán este proceso de paz adelante”.
PREGUNTA: El problema del narcotráfico tiene
dos lados. Por un lado la producción que se
hace en su país, y lo otro es el consumo que
también en Europa se está realizando.
Vale decir, sin consumo no hay producción. ¿Qué es
lo que exige usted de los europeos en general y de
su invitado en especial para que se enfoque el tema
de consumo y se resuelva en Europa?
PRESIDENTE DE COLOMBIA: La corresponsabilidad no puede
ser solamente de un lado. Tiene que ser de todos. Nosotros
no le pedimos a Europa que se dedique a eliminar el
consumo. No le pedimos solamente eso. Nosotros también
le pedimos ayuda para que nos ayude a erradicar la
producción. Y nosotros también ofrecemos
nuestros esfuerzos para erradicar la corrupción
y el consumo.
Le voy a contar este proceso en Colombia. Hace 40 años
aquí había tráfico de drogas,
pero no había producción y el consumo
era mínimo. Después apareció la
producción en pequeña escala: cinco mil
hectáreas. En el año 2000 llegamos a
tener 200 mil hectáreas. Se dijo que no había
consumo. Hoy tenemos más de un millón
de consumidores.
Entonces a nosotros también nos afecta el consumo,
muchísimo. Europa y los países industrializados
tienen que hacer, como todos tenemos que hacer, mayores
esfuerzos contra el consumo.
Aquí vamos a presentar el 16 de marzo al Congreso
nuevamente el proyecto de reforma constitucional para
penalizar, con pena no privativa de la libertad, pero
para sancionar, la dosis personal, que estimula mucho
la producción, el tráfico y la criminalidad
asociada.
Le pedimos a Europa que nos ayude en la erradicación,
le pedimos a Europa que nos ayude en las alternativas
económicas, le pedimos a Europa que nos ayude
para aplicar las estrategias que se derivan de una
visión general del problema.
Muchas gracias, distinguidos periodistas. Y muchas
gracias, señor Presidente Köhler