PALABRAS DEL PRESIDENTE URIBE EN CONGRESO DE FEDEPALMA
Santa
Marta, 3 jun (SNE).- A continuación
enviamos las palabras del presidente Álvaro Uribe Vélez
durante la instalación del XXXII Congreso de Fedepalma realizado
en la capital del departamento de Magdalena.
“Acudo con mucho entusiasmo a esta reunión.
Algo me dice, pero la veo, no sé si son equivocaciones de
las gafas, pero me parece más vigorosa que la de hace tres
años, por allí en un saloncito más pequeño
en Barranquilla. ¿Algunos más vinieron por tierra
o solamente el doctor De Hart? Ese es un primer buen indicativo.
Yo quiero felicitar al doctor César por esa exposición
tan cuidadosa, tan bien estructurada. Por supuesto, yo vengo más
optimista.
Esa
intervención la tenemos que tener
siempre presente para no equivocarnos. Pero déjenme empezar
por algunas cosas generales y anecdóticas. Nosotros nos
hemos propuesto para recuperar la confianza en Colombia recuperar
la seguridad.
Yo
hago mías las palabras que en el último
capítulo de la intervención acabamos de escucharle
al doctor César: la continuidad de la política de
Seguridad Democrática. Qué bueno sembrar en el corazón
de los colombianos la necesidad de esa continuidad. Es lo único
que nos conduce a la paz, al florecimiento pleno y permanente de
la democracia. Tiene que ser de largo plazo. Mientras los terroristas
en Colombia han tenido vocación de largo plazo, el orden
establecido, el conjunto de colombianos que vivimos bajo la Constitución
y la Ley, hemos tenido una vocación de muy corto plazo.
Lo registró muy bien el doctor César cuando nos contaba
cómo el país ha pasado de intentos de seguridad a
nuevas acciones y estrategias de apaciguamiento.
En
1950, a Bertrand Russell, el filósofo
inglés, le ocurrió esto: se reunió con un
profesor asiático a intercambiar sus experiencias, sus investigaciones,
sus indagaciones y en la conversación le pregunta al profesor
asiático, ‘¿Qué opina usted de la Revolución
Francesa?’ Le dijo: ‘Es muy temprano para opinar. Y
era 1950.
Esa
perspectiva de largo plazo oriental es muy importante incorporarla
en las sociedades latinoamericanas, en
la nuestra. Es una necesidad. Con estas políticas cortoplazistas
no enfrentamos los grandes desafíos sociales de nuestros
pueblos. Quiero invitarlos que cimentemos en la conciencia de los
colombianos unas políticas de largo plazo sobre aquello
que se requiere para el bien público.
El
segundo punto para recuperar confianza es la recuperación económica. El tercero, la recuperación
social. Y en la recuperación social hay siete elementos:
la Revolución Educativa, el avance de la Protección
Social, el impulso a la economía solidaria, el manejo social
de los servicios públicos, del campo, la construcción
del país de propietarios y la calidad de vida urbana. Por
muchos de ellos pasa el cultivo al cual ustedes dedican sus esfuerzos.
Es
un cultivo que permite unos ingresos que posibilita la Revolución Educativa. Y a la vez, todas las exigencias
que ese cultivo demanda para su competitividad exige la Revolución
Educativa, como acabamos de constatarlo en la intervención
del doctor De Hart.
Es
un cultivo que permite la ampliación
de la Protección Social. Cultivo que, en la medida que reivindica
amplias masas campesinas, facilita el acceso de ellos a la Protección
Social. Es un cultivo que estimula la economía solidaria.
Yo,
que he vivido siempre como empresario en el campo colombiano,
he conocido La Palma solamente de lejos. La
primera relación formal la tuve como Secretario del Ministerio
de Trabajo hace cerca de 30 años y estaban los problemas
en San Alberto y he visto ese magnífico tránsito
en lo laboral hacia unos sistemas solidarios.
A
eso le sumaría lo que han venido realizando
ustedes, integrando comunidades campesinas. Lo de María
La Baja, lo de los alrededores de Barrancabermeja, las perspectivas
del sur de Bolívar. Allí se ha presentado una gran
integración entre grandes empresarios y pequeños
cultivadores. Son todas formas solidarias.
He
visto pues un cultivo con unas prácticas
que se acomodan a ese presupuesto del mejoramiento social. La promoción
de la economía solidaria tanto al hacer el tránsito
de las normas laborales tradicionales a unas relaciones laborales
de economía solidaria que se dan en muchas plantaciones
como al integrar el gran capital y el pequeño propietario.
Es
un cultivo que nos permite, de manera excelente, avanzar en el
sueño del país de propietarios. Si
algo amenaza el concepto de empresa privada no son las viejas tesis
derivadas del Marxismo que atentaron contra la empresa privada,
sino la falta de capacidad en el capitalismo de generar nuevas
empresas y nuevos empresarios. Y en La Palma, en Colombia, se da
todo lo contrario: una gran capacidad de generar nuevas empresas
y de generar nuevos empresarios, de construir un país de
propietarios, que es fundamental para la legitimidad de las instituciones,
que es fundamental para la solidez en la conciencia de los colombianos
del concepto de empresa privada.
El
presidente Ospina Pérez hizo una política
bien atípica para la época y para los estándares
colombianos. Uno de sus últimos discípulos en su
primera juventud, en su adolescencia, nos acompaña hoy:
el doctor Luis Alfredo Ramos Botero, distinguido Senador de la
República.
El
presidente Ospina Pérez casi llegó a
la Presidencia sin manifestaciones públicas, con un mínimo
de campaña, recorriendo a lomo de mula la zona cafetera.
Sostuvo a lo largo de su vida un gran debate a favor de que el
país no le tuviera temor a la producción de café,
de que había que producir todo el café que se pudiera,
mantener abarrotadas las bodegas de la federación.
En
los últimos años, escuchábamos
voces muy pesimistas: que Colombia no es competitiva, que la competitividad
del Vietnam, etc. Yo creo que todo eso es discutible. Una cosa
es producir un café de mala calidad que se cosecha acabando
con los arbustos y otra cosa es este café producido y recogido
con todo el esmero, con un tratamiento manual delicadísimo
que se transmite en su calidad.
Otros
han dicho: hay que eliminar la caficultura en la zona cafetera
y sembrar unas hectáreas en los llanos
para competir con el serrado del Brasil o con Vietnam. ¿Quién
traslada esas familias? ¿Qué hacemos con esas lomas?
Creo
que los errores fueron otros. El error no fue haber sembrado
bastante café. Si quiera lo hicimos.
El error fue haber acabado con el café con sombrío.
El error fue no haber entrado a tiempo a las grandes comercializadoras
internacionales de alimentos. El error fue no haber empezado a
tiempo la promoción de los cafés especiales, la promoción
del café orgánico, la recuperación del café con
sombrío y los nuevos canales de mercadeo.
Todavía hace dos años le preguntaba
yo a dirigentes nacionales e internacionales muy importantes del
grano, los cafés orgánicos, y me decían: ‘No,
no, Presidente, eso no tiene posibilidad. Eso es muy poquito.’ Pues
están creciendo al 50, 60 por ciento al año. Ya vamos
a tener alrededor de dos millones de sacos. ‘Si, hombre, ¿por
qué no hacemos alguna cosa parecido a los Starbucks?’ ‘No,
no, Presidente, ¿cómo vamos a competir con esa gente?’ Pongan
cuidado que cuando pudimos ser socios de las grandes comercializadoras
de alimentos, lo que nos habría abierto un gran espacio
para entrar a los mercados de los países industrializados
con café procesado, también desechamos la posibilidad.
Yo
creo que se va poder recuperar bastante la caficultura y proteger
500 mil familias que de ella viven directamente
trabajando básicamente tres conceptos: café orgánico
(un nuevo producto para el mercado), las tiendas (para no permitir
que se pierda la marca Juan Valdez, Café de Colombia, un
nuevo canal de mercadeo en el país y en el extranjero) y
los cultivos complementarios.
Este
año, en las zona cafeteras, en los
pedacitos de zoca, donde se ha zoqueado el café y s está esperando
la recuperación, se siembran 4º mil hectáreas
de maíz tecnificado, más las que se van a sembrar
de fríjol. El año pasado fueron 30 mil y bastante
ayudaron al ingreso del campesino cafetero.
La
verdad es que yo comparo el café con
la palma y por eso yo tengo bastante optimismo sobre las posibilidades
de este sector. Cuando nos reunimos hace dos años hablamos
de sembrar 80 mil hectáreas en este Gobierno. Debemos terminar
este Gobierno con 250 mil.
Bueno,
que terminemos con 270 ó 280 mil.
Hago una pregunta: ¿Cuántas hectáreas tiene
Colombia adecuadas, aptas para palma, sin necesidad de tumbar un
sólo metro de bosque?
Pensar
en tener 600 - 700 mil hectáreas
de palma en un país con un potencial de tres millones de
hectáreas sin tumbar bosque es una meta modesta. Sólo
le dicen: ‘Bueno, pero es que Malasia está haciendo
otras cosas.’ Sí, pero es que primero sembró 3.600.000
hectáreas de palma.
Nosotros
no podemos desperdiciar el recurso tierra ni las ventajas naturales.
A uno le dicen: ‘No, lo que hay
que hacer es lo de Irlanda del Norte.’ Sí, yo estoy
de acuerdo, los incentivos fiscales, en esa dirección hemos
venido trabajando. Pero nosotros no podemos subestimar aquí el
potencial agropecuario porque la situación es muy diferente.
Ellos no tienen sino 70 mil kilómetros cuadrados de área.
Tiene una población de escasamente cuatro millones de habitantes
y, a pesar del esfuerzo que han hecho para tener un desarrollo
basado en empresas de alta tecnología, atraídas por
una serie de beneficios fiscales, todavía mantienen algún índice
de desempleo considerable.
Nosotros
definitivamente tenemos que pensar en el agro. Hace dos días me decía el Presidente de
México que ellos están sustentando todo el crecimiento
de la economía mexicana y del empleo ahora en el agro, que
tuvieron que volver al agro. Uno sobrevuela del Piedemonte al río
Orinoco. Nosotros tenemos 300 mil hectáreas de sabanas en
la Orinoquía: 300 mil kilómetros. Son unos suelos
malos pero mejorables, sin piedra. Allí no quedan en bosque
sino los morichales con unos ríos espectaculares. Uno sobrevuela
eso y dice: ‘¿Vamos a desperdiciar eso?’
Entonces,
en una visión de Colombia a
largo plazo tenemos que ser muy ambiciosos en el agro, indudablemente.
Y uno ve todas las posibilidades que tiene la palma africana en
Colombia. Ahora, uno no puede escoger qué es lo que va a
sembrar. Uno tiene que sembrar aquello en lo cual el país
tiene ventajas potenciales que se pueden convertir en ventajas
reales.
Todo
lo que he hablado con ustedes, lo que he observado en el campo
colombiano, me indica que la palma tiene
una ventaja potencial de gran importancia. Convirtámosla
en ventaja real.
Y
esa posibilidad de combinar el grande, el pequeño,
esa posibilidad de generar empleo en todos los tamaños es
una virtud que no podemos subestimar, sobre la cual no podemos
pasar por alto en este sector.
Veamos
el tema de competitividad. El doctor César
De Hart nos dice: ‘No podemos suponer que por el incentivo
tributario vamos a derivar automáticamente mayores niveles
de competitividad.’ No hay una derivación automática,
pero yo pienso que un gremio tan serio como el que ustedes integran
sabe utilizar el incentivo tributario para poner el buen cuidado,
desarrollar los cultivos y las plantas con las mejores prácticas,
a fin de alcanzar la mayor competitividad.
Sin
embargo, yo quiero examinar este tema con ustedes. Anoche, el
Ministro de Comercio anunciaba una línea
de crédito en Bancoldex para mejorar competitividad de pequeña
empresa a 12 años. Ustedes saben las dificultades que nosotros
hemos tenido con el ICR. Afortunadamente se han podido salvar por
las utilidades de Finagro. Saben también que hemos venido
creando otra tendencia en el país, que no todo dependa de
subsidios de caja, que haya unos incentivos tributarios que no
implican subsidios de caja inmediatos y que mucho dependa del crédito.
Cuando
el país va logrando reducir su
inflación, mirar un futuro inflacionario más despejado
quiere decir que está creando las condiciones para tener
unas líneas de crédito de más largo plazo
y de mejores tasas de interés. Lo único que las posibilita
es un horizonte inflacionario despejado. Creo que el ensayo que
hicimos con maquinaria agrícola es bueno.
Cuando
nos reunimos con el gremio al inicio del Gobierno que vivíamos los problemas del ICR dijimos: ‘Bueno,
vamos a aprovechar este horizonte inflacionario y vamos a buscar
líneas de crédito para incentivar el reequipamiento
del agro. El Ministro, la junta de Finagro, definieron una línea
de crédito para maquinaria agrícola de ocho años
de plazo, tasa fija de interés de nueve por ciento.
¿Cuánto colocó el año
pasado y cuánto va a colocar este año, doctor César?
Van 60 mil millones. Entonces ha colocado 18 mil este año. ¿Cuánto
va a colocar en el resto del año? Quedan 40 mil. O sea que
al final del año tendríamos en dos años, cuatro
meses, 100 mil millones. Y agotado eso, la plata para seguir tiene
que aparecer.
Yo
les quiero proponer lo siguiente: yo les quiero proponer concertar
con los Ministros, con Finagro y con el Bancoldex
que ustedes accedan a la línea de crédito de competitividad
que se ofreció ayer para la pequeña y mediana empresa.
Entonces, todo lo que sea inversión, esfuerzo para competitividad,
tenga esa línea de crédito, que es una línea
de crédito bastante atractiva.
Creo
que podemos pensar en los ajustes que haya que hacerle a las
líneas de crédito.
Ustedes
saben que se ha hecho un esfuerzo permanente con el Banco de
la República para tener una tasa de cambio
competitiva y una tasa de interés que permita trabajar.
INTERVENCIÓN: Presidente, quisiera comentarle
para su información que el sector desde hace tres años
más o menos viene trabajando un proyecto de titularización
financiera de palma, de los cultivos. Y la mayor dificultad ha
sido que las calificadoras de riesgo califiquen bien al sector
agropecuario. Ahí tenemos una limitante. Nosotros, nuestra
historia productiva, prácticamente no ha habido ningún
tipo de desfalco en el sector financiero. O sea, nuestro riesgo
es muy bajo. Una propuesta: que el Gobierno estudiara la posibilidad
de respaldar los títulos crediticios de la titularización
de palma, similar a lo que se hizo con la titularización
inmobiliaria.
PRESIDENTE: ¿Pero el Gobierno respaldó la
titularización inmobiliaria? Se respalda con una comisión.
Yo no veo problema en eso, con una comisión razonable. Juan
Ricardo, ¿qué entidad del Estado respalda la titularización
inmobiliaria?
JUAN RICARDO ORTEGA, VICEMINISTRO DE COMERCIO:
Fogafin.
PRESIDENTE: ¿Y esta titularización?
JUAN
RICARDO ORTEGA, VICEMINISTRO DE COMERCIO: El Fondo Agropecuario
de Garantías.
PRESIDENTE:
Al Ministro y al doctor Pardo, ¿les
parece que nos comprometamos con esa idea para presentar el 20
de julio un proyecto de ley al Congreso?
INTERVENCIÓN: Hagámoslo,
Presidente.
PRESIDENTE:
Muy bien, entonces que quede como compromiso de esta reunión.
El
distinguido grupo de congresistas que nos acompañan, a mi me parece fundamental la presencia de ellos
hoy aquí, para todo lo que tiene que ser la participación
del Congreso tan necesaria a fin de dar estos pasos. Yo creo que
una concertación del gremio con el Ministerio, Finagro y
los líderes del Congreso de la República es muy importante
para presentar ese proyecto el 20 de julio.
INTERVENCIÓN: Para cultivos de tardío
rendimiento general.
PRESIDENTE:
Por ejemplo, ahora que vamos a aplicar unos recursos de capital
de riesgo de Finagro, para reforestación
los va a aplicar en Magdalena, Cesar y Huila. La idea es que eso
se titularice cuando el vuelo forestal. Entonces, la idea es titularizar
ese vuelo forestal y ahí recuperar la inversión de
Finagro. A mí me parece que esa garantía para la
titularización nos ayuda mucho en todos estos cultivos.
Bueno,
viene el otro tema, el del biodiesel. Nosotros tenemos que buscar
cuáles son los nuevos productos
y cuáles son los nuevos mercados. El doctor César
nos acaba de decir que todo lo que se ha sembrado va para la exportación.
Todo lo que se siembre va para la exportación. El país
tiene oportunidades energéticas y limitaciones energéticas.
Aquí nos acompaña el Ministro de Minas.
Desde
1992, me rectifica Ministro, la exploración
de los pozos de petróleo venía cayendo. Cayó a
siete en 2002. Se recuperó a 28 el año pasado. Este
año vamos a pasar de 30, pero todavía el país
tiene un horizonte bastante complicado en producción de
petróleo. Hay que hacer todos los esfuerzos para nuevos
hallazgos, recuperar el ritmo de exploración, recuperar
el ritmo de sísmica. Se han introducido una serie de incentivos,
el manejo fiscal, el manejo de la política específica
aplicada al sector en materia de condiciones de contratación
y el tema de la seguridad nos va a ayudar. Pero ahí hay
incertidumbres, ojalá se puedan despejar. Vamos muy bien
en carbón, se acaba de prorrogar la explotación de
gas en La Guajira, hay una producción importante de gas
en Cusiana, se acaba de asignar la exploración del Caribe
colombiano. Los exploradores están entrando con maquinaria
de alta tecnología. Ya la semana pasada presentaron en Cartagena
un buque dotado de la más moderna tecnología para
la exploración de nuestro Caribe, etc.
Pero
yo creo que, si algo necesita el país,
es tener una política energética de múltiples
fuentes y que se le dé gran peso a las fuentes vegetales.
El gran temor del mundo hoy es el impacto del déficit en
el suministro de energía sobre el desempeño de la
economía en la próxima década. El ex presidente
Cardoso dice que en cada uno de sus años en el Gobierno
del Brasil la economía dejó de crecer de uno a dos
puntos por problemas energéticos. Argentina tenía
una gran ilusión de recuperarse aceleradamente este año.
Empieza a verse restringida por problemas energéticos.
Chile,
una economía tan próspera,
tan sólida, empieza a tener serios problemas energéticos.
Se alimenta de gas de Argentina. Los bolivianos le dicen a Argentina: ‘Les
vendemos, pero si no le venden a Chile.’ Chile, se lo escuché al
señor presidente Lagos, acaba de hacer un convenio para
traer gas licuado desde Taiwán, Taiwán – Chile,
para generar energía.
La
verdad es que nosotros nos tenemos que anticipar a la crisis
energética y una de las posibilidades es ésta.
Imaginen ustedes que no hubiéramos madrugado cuando empezó este
Gobierno con el tema del alcohol carburante. Ustedes están
algunos familiarizados con el tema. Yo recuerdo que muchos en el
Ministro de Hacienda me decían: ‘No, para qué,
eso depronto no es posible, eso no está asegurado, quién
sabe si vamos a usar alcohol carburante.’ Bueno, finalmente
la logramos sacar.
Dimos
tres pasos: la exención tributaria,
el reglamento en la organización mundial del comercio y
la garantía de precio. Esta mañana decían ¿cuántos
ingenios del Valle del Cauca han ordenado ya la construcción
de la destilería?’ Cinco.
Estaba
con el doctor Aurelio Iragorri sentado en las bancas del Senado
y el Gobierno de la época, con
toda honradez, Gobierno intachable, decía: ‘No, no
hay preocupación, estamos con sobrecapacidad.’ Y a
los tres años vivimos la amarga experiencia de 1992, la
crisis energética.
Yo
creo que el país tiene que jugarle
con todo entusiasmo a las energías alternativas. En este
Gobierno, el Congreso nos aprobó una exención a la
energía eólica. Ahí se instaló la primera
planta eólica en La Guajira. Ojalá se continúe
con eso porque eso tiene una gran posibilidad. Ya vimos lo del
alcohol carburante, ya vamos por el biodiesel. Yo veía el
motorcito aquí afuera. Esta semana hablaba con algunos y
me decían: ‘Es que no hay la tecnología.’ Entonces,
empezamos a ver que sí la hay.
Vamos
a luchar para que el Congreso de la República
nos apruebe la exención tributaria, pero a eso se tiene
que aplicar gremio y Gobierno con entusiasmo porque, si nosotros
dudados, ¿qué dirá el Congreso? Si el gremio
le presenta al Congreso un sólo motivo de duda, el Congreso
va a decir: ‘Pero si el mismo gremio tiene duda.’ Entonces,
mi invitación es a que nos volquemos muy convencidos, gremio
y Gobierno, a pedirle al honorable Congreso que nos apruebe eso.
La
semana entrante se va a votar en la Comisión
Tercera de la Cámara y yo los invito a que nos propongamos
que, por lo menos, se apruebe en la Comisión Tercera de
la Cámara antes de que termine este período el 20
de junio. Es una necesidad.
Ahí aparece otro tema. ¿Qué pasa
con la volatilidad del petróleo? Yo acepto el tema de la
volatilidad del petróleo. Yo asistí a un seminario
en 1998 y nos decían los expertos en petróleo: ‘Es
gravísimo para Colombia lo que va a pasar porque a ustedes
se les va a poner el petróleo a ocho dólares.’ Y
a los seis meses estaba en 28.
Ahí hay una preocupante volatilidad pero, ¿ahora
qué ocurre? Ahora ocurre que el mundo empieza a estar de
acuerdo que en 40 años debe estar sustituido el petróleo.
Cuarenta años para un problema de este tamaño es
un período muy corto. Una cosa es la volatilidad cuando
hay un recorrido indefinido en el tiempo sobre el producto. Otra
cosa es cuando el producto empieza a tener una condena universal
a que debe desaparecer en 40 años. Yo rogaría considerar
eso.
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