Palabras
del Presidente en el Aniversario 84 de la Fuerza Aérea
"¡LIMPIEZA Y VOLUNTAD POLÍTICA SON LAS CONSIGNAS
DE LA HORA!": URIBE
Villavicencio,
nov. 07 (CNE).- Transparencia para hacer valer la democracia,
para no tener declives ante los violadores de
la ley y para hacer respetar los derechos humanos pidió hoy
el presidente de la República, Álvaro Uribe Vélez.
"¡Limpieza y voluntad política son las consignas
de la hora! Limpieza para que no se altere la democracia. Limpieza
para que se reconozca. Limpieza para no tener declives frente
a los violadores de la ley. Limpieza para no tener tentaciones
de la vía fácil, de la violación de los
derechos humanos. Limpieza en la mente y en la acción
para servir bien a nuestros compatriotas. Limpieza para manejar
con pura convicción los recursos del Estado. Limpieza
para querer, sin nubarrones, esta Nación, para quererla
infinitamente", dijo.
El
Mandatario indicó que el país necesita voluntad
total de los miembros del Estado para manejar los recursos y
para redoblar, la voluntad para derrotar a los terroristas: "En
esta hora: manos puras, sin tembleque. Puras para manejar los
recursos del Estado, mente pura para pensar en el bien de nuestros
compatriotas y manos sin tembleque para redoblar a cada momento
la voluntad política hasta que derrotemos al último
de los terroristas", agregó Uribe Vélez durante
el aniversario número 84 de la Fuerza Aérea Colombiana
en la base de Apiay.
Las siguientes fueron sus palabras:
"Nos reunimos esta noche, aquí donde se confunden
la cordillera y la llanura, en Apiay, en este corazón
de la Patria, de la historia, del presente y del futuro, para
celebrar un nuevo aniversario de la Fuerza Aérea Colombiana.
Quiero
saludar a todos sus integrantes, desde el señor
general Edgar Lesmes Abad, su comandante, hasta el más
joven de los alfereces. Quiero agradecer a todos su inmenso sacrificio,
su recia voluntad para derrotar el terrorismo, su infinito amor
a Colombia.
Nos
congregamos esta noche para que, en esta celebración,
entreguemos, en nombre de la Patria, condecoraciones fundamentales
a quienes la han servido bien. La 'Orden de Boyacá en
nuevo grado' a los señores generales Carlos Alberto Ospina,
comandante del Ejército; Edgar Lesmes Abad, comandante
de la Fuerza Aérea y al señor brigadier general
Ricardo Rubianogroot Roman; a ellos, a sus familias, nuestro
saludo de gratitud. Este escalafón de la Orden de Boyacá,
es el sentimiento de la Nación heredado del Libertador
para premiar sus esfuerzos.
En
quienes llevan las armas de la República, estas medallas
constituyen la única prueba material del honor. El honor
en su conjunto es un inmaterial, es un intangible, queda en el
corazón, en la gratitud que se grava en el alma de cada
colombiano.
Y
entregamos la 'Orden al Mérito Militar Antonio Nariño'
a los señores brigadieres generales Jorge Luis Castro
Martinez y Jorge Enrique Parga Parga; y la Cruz de la Fuerza
Aérea Colombiana al Mérito Aeronáutico,
en categoría de Gran Oficial al Mayor General Luis Eduardo
Barbosa Hernández, al Vicealmirante Manuel Guillermo Rincón
Bolívar, al Mayor General Luis Alfredo Rodríguez
Pérez, al Contraalmirante Edgar Augusto Cely Núñez,
al Contraalmirante Juan Pablo Vergara Loboguerrero y al Brigadier
General Alonso Arango Salazar y a la Patrulla Aérea Civil
de Bogotá.
Y
esa misma 'Cruz al Mérito Aeronáutico', en categoría
de Comendador al Coronel del Ejército de los Estados Unidos,
William Graves; al coronel de la Fuerza Aérea de los Estados
Unidos, Robert Silvestri Col; al coronel de la Fuerza Aérea
Española, Jose Ruíz Befane; y a los doctores Alfonso Ávila
Velandia y Álvaro Cote Hernández.
Entregamos
la condecoración 'Servicios Distinguidos en
Orden Público' a los capitanes Diego Hernán Ospina
Mora, Fernando Correa Duque, Ricardo Hernán Cortés
Torres; y a los tenientes Robert Santiago Quiroga Cruz, Luis
Miguel Díaz Ríos, Giovanni Alejandro Duque Jiménez
y Luis Fernando Escobar Nieto.
Y
la medalla militar 'Marco Fidel Suárez' en recuerdo
del Ex Presidente a quien formalmente se le reconoce la fundación
de la Fuerza Aérea Colombiana, la entregamos al comandante
de las Fuerzas Militares, al señor general Jorge Enrique
Mora Rangel, a Stephan Milliken de la Misión de los Estados
Unidos que tanto nos ha ayudado, al científico Jorge Reynolds;
la entregamos de manera póstuma al coronel Álvaro
González, en las manos de su señora María
Clara. El Coronel González, el creador del himno de la
Fuerza Aérea y al doctor Said Calmes. Y entregamos la
'Medalla Militar Al Valor' al Mayor Miguel Angel Cabrera Albornoz,
y al Teniente Subjefe, Rafael Emilio Londoño Sánchez.
Como
me siento de honrado, como Presidente de la República,
de poner en el pecho de los servidores de la Nación estas
condecoraciones. A aquellos que de países amigos han venido
a ayudarnos, nuestra infinita gratitud. Su ayuda significa su
comprensión que esta amenaza terrorista hoy afecta a Colombia,
mañana a cualquiera de las naciones democráticas.
La ayuda de ellos y su presencia es la prueba de que las democracias
del mundo están con nosotros en esta batalla. Su valor,
su generosidad para hacernos sentir a los colombianos que han
escogido a Colombia como su segunda patria, nos fortalece más
la determinación de derrotar el terrorismo.
Quiero
destacar todas estas condecoraciones y expresarles a ustedes
una sensación que cruzó por mi alma. Cuando
entregaba las condecoraciones 'Servicios Distinguidos en Orden
Público' y 'Medalla al Valor', al estrechar las manos
de los condecorados veía allí la esperanza de la
Patria, una juventud comprometida sin reservas a derrotar el
terrorismo, dije a cada uno de ellos: 'con ciudadanos como usted,
derrotamos el terrorismo, usted es una esperanza de la patria';
al estrechar esas manos sentía el valor de la democracia,
sentía la firmeza de acero, sentía la pureza del
oro, sentía la razón de la ilusión de la
Patria.
No
hay terrorista que pueda sobrevivir cuando tenemos colombianos
como aquellos que hemos condecorado esta noche por su arrojo,
por su valor, por su exposición al sacrificio, por su
determinación para derrotar el terrorismo. ¡Qué bueno
constatar que tenemos compatriotas de esta dimensión en
el seno de nuestra Fuerza!
Hoy
tuvimos la oportunidad de conversar con ciudadanos del mundo
y de nuestras democracias como el maestro, escritor, vigía
de la democracia universal, Mario Vargas Llosa; y deliberábamos
sobre la manera como estamos en Colombia enfrentando el terrorismo.
Las palabras con que sellamos aquella conversación fueron
dos: aquí hay toda la voluntad política de derrotarlo
y de toda la voluntad política para proceder con limpieza
para honra del pueblo colombiano ante la faz del mundo.
¡Limpieza y voluntad política son las consignas
de la hora! Limpieza para que no se altere la democracia. Limpieza
para que se reconozca. Limpieza para no tener declives frente
a los violadores de la ley. Limpieza para no tener tentaciones
de la vía fácil, de la violación de los
derechos humanos. Limpieza en la mente y en la acción
para servir bien a nuestros compatriotas. Limpieza para manejar
con pura convicción los recursos del Estado. Limpieza
para querer, sin nubarrones, esta Nación, para quererla
infinitamente.
Voluntad
política para vencer todas las dificultades
y los obstáculos, para cancelar en el calendario de las
personas nuestras la noción de festivos y de nocturnos,
la noción de horas extras y de dominicales, la noción
de vacaciones.
¡Aquí compatriotas no puede haber, queda suspendido
en el calendario, esa noción hasta que derrotemos al último
de los terroristas.
Los
integrantes de la Fuerza Pública, los más
humildes policías, alfereces y soldados, suboficiales,
sus oficiales de alta graduación, sus comandantes, la
señora ministra y yo, que siento el orgullo de tener alma
de soldado, hemos declarado que borramos de nuestro calendario
cualquier noción de dominical o de festivo, cualquier
vestigio de horas extras, cualquier ilusión de vacaciones;
y que ese calendario sólo se recuperará cuando
Colombia haya recuperado plenamente la paz, cuando hayamos derrotado
del territorio de la Patria al último de los terroristas!
Compatriotas,
hoy la Nación entera está despierta
como un león enfurecido y se mantendrá en vigilia
hasta derrotar el terrorismo. Cuando vengo al Llano, o a la Costa
Caribe, o al Pacífico, o a la región Andina, o
a la Amazonía y estrecho la mano de mis compatriotas y
miro a sus ojos y a su frente, ausculto en el alma de todos ellos
una voluntad política de la cual nunca se careció,
pero que necesitaba la motivación adecuada para que se
expresara a fin de derrotar el terrorismo.
Esta
noche desde Apiay, en este aniversario de la Fuerza Aérea,
le digo a mis compatriotas que la tarea es demorada, que no se
consiguen milagros de medianoche para el día, que con
500 mil kilómetros de selva, tantos años de contemplación
al terrorismo, tantas horas de dubitación, no vamos a
lograr milagros pero que vamos por el camino correcto. Que cuando
hay reveses, la sola circunstancia de que Dios nos conserve la
vida es suficiente para notificar o para fortalecer nuestra voluntad,
para notificar nuestra determinación y reemprender el
camino de la lucha en el segundo siguiente.
¡Con determinación,
con voluntad, con amor a Colombia, con limpieza y con tanta
honradez como entrega, lo vamos a lograr!
Colombia
nunca había podido hacer unas elecciones en
las últimas décadas con la relativa tranquilidad
de estas últimas. Colombia nunca había podido dar
tantas garantías a los opositores al Gobierno de turno,
como en estas últimas elecciones; y eso se deriva de nuestra
voluntad de derrotar el terrorismo.
El
resultado de las últimas elecciones tiene que hacer
pensar a las grandes mayorías que nos han acompañado
y a aquellos que todavía mantienen reservas frente a esta
política de Seguridad Democrática, que es hora
de que todos las rodeen porque el debate electoral demostró ante
el mundo que esta política de Seguridad no es caprichosa,
que no tiene sesgos, que carece de parcialidades, que es una
política universal para proteger por igual a los colombianos
afectos al Gobierno y a aquellos que enarbolan las banderas críticas.
¡Política de Seguridad férrea,
firme, no para anular la democracia, sino para que florezca
la democracia!
Una
Fuerza Pública por encima de la contienda de las
ideas, pero en la contienda contra el terrorismo. Una Fuerza
Pública para proteger la democracia, no para determinar
sus resultados. Una Fuerza Pública, no para deliberar
alrededor de las opciones de la democracia, sino para proteger
todas las opciones de la democracia.
Señor General Lesmes, con la ayuda de ciudadanos como
el Fiscal General de la Nación, con la ayuda de tantos
compatriotas como el señor Gobernador del Meta, con la
ayuda de miles de colombianos que se han volcado a apoyar la
Fuerza Pública y que entienden que esta tarea tiene que
ser el producto de una alianza irrompible entre la constitución,
la Fuerza Pública, el sistema democrático y el
pueblo, vamos a lograr aquello por lo que muchos no batallaron,
porque pensaron que no era lograble: la derrota del terrorismo
y de su funesto patrocinador, el narcotráfico.
Que
dentro de unos meses, gracias a la circunstancia de que se
ha reiniciado el programa de interdicción aérea,
en esta llanura de la Patria, el cielo este proscrito para el
bandidaje, para el tráfico de drogas, que este proscrito
para el tráfico de armas, que este proscrito para el narcotráfico,
que el cielo este libre para las esperanzas de una Patria que
quiere libertad, progreso y paz.
Con
la ayuda de todos ustedes, con una Fiscalía que respetando
su autonomía, tiene todo el compromiso para ayudar a la
restauración del imperio institucional la nueva generación,
aquella que apenas empieza a adquirir uso de razón, podrá ejercer
el derecho de vivir feliz en su Patria.
Cuando
yo condecoraba ahora a estos jóvenes valerosos
por sus acciones de riesgo, pensaba que ellos están cumpliendo
la más bella tarea, sacrificando y exponiendo su juventud
a todos riesgos para construir la felicidad a los que han de
venir. Me parecía allí, ver la definición
de Patria, del pensador inglés, ese pacto que se repite
permanentemente entre los que nos acompañan desde la historia,
los presentes y los que han de venir.
¡En esta hora: cero declives, voluntad total. En esta
hora: manos puras, sin tembleque! Puras para manejar los recursos
del Estado, mente pura para pensar en el bien de nuestros compatriotas
y manos sin tembleque para redoblar a cada momento la voluntad
política hasta que derrotemos al último de los
terroristas, hasta que este suelo de la Patria, que en esta llanura
construyó su independencia, recobre su nueva independencia.
Que dentro de poco tiempo la euforia de los terroristas, derivada
del dinero, de su narcotráfico, de su capacidad militar
no, a las cuales no se les hizo la oposición requerida,
que dentro de nosotros, esa euforia, ese desdén, esa arrogancia,
se convierta en una sicología resquebrajada, en una seguridad
para ellos perdida, en una reflexión para que se tengan
que someter a la democracia y que eso sea el producto de nuestra
lucha.
General
Lesmes: cuéntele al país todos los días
un éxito, en aviones del narcotráfico derribados.
Cuéntele al país todos los días un éxito,
en positivos contra el terrorismo. Haga que sus compatriotas
vibren con los triunfos de la Fuerza Aérea, que serán
los triunfos del rescate de la paz.
¡Que
viva Colombia y que viva este inmenso llano que reclama la
felicidad de su tranquilidad!"