PROCESOS DE INTEGRACIÓN DEBEN IR DE LA MANO DE COHESIÓN SOCIAL.

Bogotá, 2 jun. (SNE).- El presidente Álvaro Uribe Vélez manifestó este miércoles que los procesos de integración deben estar ligados a procesos de cohesión social.

Así lo manifestó al abrir el foro “TLC: consecuencias económicas y políticas”, en el que participó el ex presidente mexicano, Carlos Salinas de Gortari, quien condujo el proceso de TLC con Estados Unidos y Canadá hace 10 años.

“Es bien importante también entender que la legitimación de los procesos de integración depende de la cohesión social, que esos procesos salven y ayuden a consolidar; de lo contrario, podemos ver –especialmente en América Latina- unas explosiones populares incontenibles para frenar los procesos de integración”, dijo el presidente.

A continuación las palabras del presidente Uribe en ese evento:

A ver la pregunta del doctor Mauricio Vargas, quisiera responderla de la siguiente manera: la integración es una necesidad, pero tiene que tener legitimación, apoyo popular. Por eso hay que llevarlo de la mano de unas definiciones: la integración la vamos a buscar a través de un bilateralismo, de unos bloques excluyentes, o vamos hacia el multilateralismo. Colombia lo tiene muy claro: son pasos hacia el multilateralismo, no son esfuerzos aislados para eludir los compromisos del multilateralismo para hacerlos a un lado.

Segundo, es bien importante también entender que la legitimación de los procesos de integración depende de la cohesión social, que esos procesos salven y ayuden a consolidar; de lo contrario, podemos ver –especialmente en América Latina- unas explosiones populares incontenibles para frenar los procesos de integración. Tienen que tener la variable social.

Quiero en primer lugar, felicitar a la Fundación Buen Gobierno, a su director, el señor y ex Ministro Juan Manuel Santos, por esta oportuna convocatoria que nos permite avanzar en el proceso de construcción de consenso sobre un tema tan importante, como es este capitulo de la inserción de la economía colombiana a la economía a la economía mundial: la negociación del TLC entre la Comunidad Andina y los Estados Unidos.

Y qué bueno contar en nuestro medio, con personalidades tan ilustres, tan legitimadas en el tema como el señor Presidente Salinas de Gortari y el señor Ministro Kuczyinski.

A ver la pregunta del doctor Mauricio Vargas, quisiera responderla de la siguiente manera: la integración es una necesidad, pero tiene que tener legitimación, apoyo popular. Por eso hay que llevarlo de la mano de unas definiciones: la integración la vamos a buscar a través de un bilateralismo, de unos bloques excluyentes, o vamos hacia el multilateralismo. Colombia lo tiene muy claro: son pasos hacia el multilateralismo, no son esfuerzos aislados para eludir los compromisos del multilateralismo para hacerlos a un lado.

Segundo, es bien importante también entender que la legitimación de los procesos de integración depende de la cohesión social, que esos procesos salven y ayuden a consolidar; de lo contrario, podemos ver –especialmente en América Latina- unas explosiones populares incontenibles para frenar los procesos de integración. Tienen que tener la variable social.

Creo que son dos puntos fundamentales: siempre tener la visión del multilateralismo y tener la visión de la variable social.

En ese sentido, ¿cuáles son los puntos que ha venido presentando Colombia en su estrategia?

Primero, no fue fácil para la administración presidencial anterior obtener de los Estados Unidos la aprobación a la extensión del ATPA, ahora conocido como ATPDEA. Segundo, no fue fácil para esta administración presidencial que, una vez aprobado el ATPDEA el 6 de agosto del año 2002 en los Estados Unidos, se proclamara. Encontramos una serie de obstáculos como, los obstáculos de los contenciosos y obstáculos que Colombia ha venido superando y que nos van a ayudar a avanzar bastante y con menos dificultad en este tramo del TLC como son los derivados de las normas de protección a la propiedad intelectual.

Los contenciosos. Los contenciosos paran la economía, los contenciosos paralizan la inversión extranjera, los contenciosos crean una serie de dificultades en la economía interna y en las relaciones económicas internacionales. Es muy difícil con nueve contenciosos en el sector de las comunicaciones, con las concesiones viales en contenciosos, con litigios en las concesiones ferroviarias, etcétera.

¿Qué ha hecho este Gobierno? Procurar superar contenciosos con tres requisitos: primero, con ajuste total al ordenamiento jurídico. Segundo, con equidad. Y tercer requisito, con transparencia; y una de las normas de transparencia para resolver los contenciosos es que la ciudadanía conozca plenamente esos acuerdos.

Por ejemplo, en el caso de los arreglos de Telecom, en el caso de los arreglos de las concesiones viales, antes de suscribir el acuerdo –de llegar a su perfeccionamiento-, los hemos venido publicando ampliamente.

Los contenciosos se nos han convertido en un obstáculo para los procesos de integración y de inversión extranjera en Colombia.

Creo que los decretos que firmamos en el segundo semestre de 2002, en un proceso de concertación entre los Ministerios de Comercio, Agricultura y Protección Social, con la participación muy activa del doctor Juan Luis Londoño que nos acompaña desde el cielo, son decretos que nos ayudaron a avanzar bastante en el tema de la propiedad intelectual –tema esencial en este proceso-.

En la búsqueda del multilateralismo es importantísimo el tema de nuestra América Latina y de nuestra América del Sur.

Nosotros nos dimos a la tarea de fortalecer la Comunidad Andina. Hoy tenemos menos dificultades en el comercio con Ecuador, con el Perú no las encontramos, hoy tenemos menos dificultades comerciales con Bolivia, hemos venido resolviendo casos de azúcar, casos de aceites, casos de arroz, etcétera, con ambos países.

Con Venezuela nos preocupa porque, si bien vemos que hay una recuperación del flujo de comercio en estos primeros meses del año, todavía no para los niveles de 2001, pero hay una recuperación importante, no hay una recuperación sobre la base de solidez institucional que requieren todos estos procesos. Es una recuperación que se ha dado por oferta y demanda, pero no hay absoluta claridad institucional como se requiere para garantizar que estos procesos sean unos procesos sostenidos en el largo plazo.

Entonces, yo quiero reiterar hoy toda la voluntad del fortalecimiento de la Comunidad Andina. Es decisión absoluta del Gobierno nuestro.

Una de las preocupaciones que había para avanzar en este TLC era que, le íbamos a dar la espalda a América del Sur. Nosotros emprendimos tranquila, silenciosa, pero eficazmente el proceso de la negociación entre la CAN y MERCOSUR. Prácticamente, resuelto. Falta por terminar unos detalles técnicos, que confiamos culminen en el próximo mes.

Allí se construyó un alto grado de consenso. Encontré sectores de la producción en Colombia -unos temerosos y otros indiferentes para el tratado CAN – MERCOSUR y avanzamos construyendo un alto grado de consenso y pudimos llegar a ese acuerdo. Eso tiene dos lecciones: primero, que nuestro propósito es estar integrado con todas las Américas y segundo, que en estos procesos es posible conseguir altos niveles de consenso.

El tema Europa. Yo creo que lo que acaba de expresarse, la semana pasada en Guadalajara, es bien importante. Los mandatarios europeos y el equipo técnico de la Comisión Europea expresaron ya –primero en reuniones bilaterales con nosotros y ya públicamente-, su decisión de extenderle a la Comunidad Andina, por 10 años, el Sistema General de Preferencias menos regulado. Fue el punto importante acordado con el comisionado Chris Patten y con el Presidente de la Unión Europea, Romano Prodi. Eso nos facilita muchísimo el acceso al mercado europeo y por 10 años.

Pero, así como a uno lo preocupa la precariedad de un ATPA, de un ATPDEA, también lo preocupa la precariedad de Europa, del Sistema General de Preferencias. Renovaciones anuales nos mantienen en permanente drama, nos mantienen en ‘ascuas’, y una renovación por 10 años tampoco es del todo tranquilizante.

El paso importante que se dio con ellos es que empezaríamos a examinar el acuerdo de asociación y por supuesto el capítulo de comercio. El objetivo es, primero, que ser formalice en el mes de octubre la decisión de la Unión Europea de darnos ese acceso por 10 años al mercado, y segundo, que se exprese su voluntad de que empecemos rápidamente a negociar el capítulo de comercio dentro del Acuerdo General de Asociación para que al concluir esos 10 años inmediatamente ese proceso de ingreso al mercado europeo se suceda con la fase del tratado del libre comercio.

Porque, aquí hay un punto bien importante, muchos compatriotas me han dicho: ‘bueno, pero para qué insisten en tratado con los Estados Unidos, para qué insisten en tratado con la Unión Europea, si el mejor mundo es aquel en el cual nos dan preferencias unilaterales’. Son precarias, de periodos relativamente cortos y entonces eso da una señal de mucha incertidumbre a los inversionistas, entonces los inversionistas dicen: ‘si, pero ¿cómo voy a invertir, si apenas voy a tener la seguridad de tranquilidad, la seguridad, de entrar a ese mercado por dos o tres años, o lo sumo por 10?’. De ahí la importancia para dar esa señal a los inversionistas, de que nosotros hagamos todo el esfuerzo para reemplazar las concesiones unilaterales de uno y otro, con estos acuerdos de comercio.

Y, hay que entrar allí a mirar dos puntos: Centroamérica y el ALCA.

Centroamérica: su principal interés es culminar el acuerdo con los Estados Unidos. Hay mucha preocupación de sectores empresariales nuestros porque han visto en el mercado centroamericano un buen mercado, un mercado creciendo vigorosamente, pero por supuesto, con restricciones arancelarias para nuestros productos.

Yo creo que tenemos que avanzar en un proceso de conversaciones con todos los países centroamericanos para que, de no llegar el ALCA dentro de un tiempo oportuno, entonces también la Comunidad Andina haga el acuerdo con los países centroamericanos.

Acabamos de dar un paso importante: ayer los presidentes centroamericanos, todos, y el domingo el señor Presidente Fox, dieron el visto bueno para que Colombia haga parte de ese proceso de integración que es el Plan Panamá – Puebla. Definimos entrar en el capítulo de infraestructura, especialmente con tres proyectos: el proyecto de la construcción de la línea de transmisión de energía entre Colombia y Panamá.

(Lo que puede afectar profundamente el desempeño de la economía mundial en la próxima década, es la crisis energética. De ahí que nosotros necesitamos una política energética muy, muy atrevida no solo en el país, sino en el Continente)

El segundo proyecto, el gasoducto que está pendiente de que nos dé un visto bueno el Ministerio de Minas de Venezuela, para poder construir el gasoducto Venezuela – Colombia – Panamá.

Y el tercer proyecto, la carretera. Para no hablar más de romper el Tapón del Darién, a fin de no despertar toda la oposición ambientalista, la primera decisión es construirla por la línea costanera. Atravesaríamos nosotros el Atrato, por el trazado original y de ahí tomaríamos hacia Unguía, Acandí, Capurganá, Zapzurro, todos municipios chocoanos, y buscaríamos un acuerdo con el gobierno de Panamá para conectar las dos carreteras. Entonces, uniríamos las Américas por la línea costanera entre Panamá y Colombia sin tener que volver a plantear el tema, que encuentra tan serias objeciones ambientalistas como es el Tapón del Darién.

Me parece que ese primer paso nos aproxima mucho a Centroamérica y que tenemos que buscar el tratado de libre comercio con ellos. Todo esto es confluyente con el ALCA. Todos estos son pasos importantes al ALCA y eso nos va mostrando que queremos avanzar por todos estos caminos para la consolidación del multilateralismo.

El bien importante que seamos capaces, en este TLC con los Estados Unidos, de resolver temas como el de los subsidios a la producción y a la exportación de productos. Por ejemplo, en el caso agrícola -que afectan sensiblemente los precios, que crean distorsiones, que crean ventajas artificiales en favor de un país-, resolverlo en nuestro tratado bilateral.

Yo soy partidario de que no sigamos difiriendo eso a la Ronda de Doha, que en lo posible lo resolvamos nosotros ahora y que, esto, lo que definamos aquí, le pueda dar luces a la Ronda de Doha.

Y por supuesto viene unas preguntas que yo quisiera dejar a los distinguidos expositores: en el supuesto de que este tratado se apruebe, para aprobar este tratado ¿cómo defendemos la pequeña empresa? Eso es de gran importancia.

En mi época universitaria, ¿el atentado del capitalismo venía de dónde? De Stalin, de Lenin, de Mao Tse Tung, de Marx, etcétera. Hoy, esas no son las tesis que atacan el capitalismo, creo que lo que ataca el capitalismo en nuestro medio son dos circunstancias: la falta de construcción de equidad y la falta de posibilidades para que genere nuevas empresas y nuevos empresarios.

Un capitalismo con equidad y con dinamismo para generar nuevas empresas y nuevos empresarios es inderrotable, de lo contrario pierde muchísima legitimidad y nos conduce al caos. Es bien importante ¿cómo vamos a defender la pequeña empresa?

Segundo, el tema agrícola. Cuando comparo Colombia con Irlanda del Norte, por ejemplo, allá hicieron un gran esfuerzo y nosotros tenemos que tomar muchas ideas en el campo de la preparación, en el campo de los incentivos fiscales, etcétera, pero también hay unas diferencias muy marcadas. Son 70 mil kilómetros contra 1’200.000, son cuatro millones de habitantes contra 44. Allá tienen desempleo a pesar de ese gran desarrollo de una industria de alta tecnología.

Nosotros aquí, con la ilusión de la industria de alta tecnología, no podemos olvidar el sector agropecuario, hay que agregarle valor, irlo llevando hacia la alta tecnología, tener una gran visión de la agroindustria. Pero, por ejemplo, ¿cómo lo vamos a abandonar cuando una de las grandes posibilidades de Colombia es sembrar 4 millones de hectáreas de la Orinoquía, donde hay agua, suelos planos –no fértiles pero mejorables-, no hay piedra y no hay que destruir selva? Porque ustedes saben que esos 600 mil kilómetros del Oriente del país están casi que divididos en dos partecitas iguales: la selva, que hay que preservarla como selva y sacarle lo que le han metido de droga, y la parte de la llanura de la Orinoquía.

Al sector agropecuario hay que cuidarlo muy bien en este proceso.

Y viene el tema de la sensibilización del país para que nos preparemos para la competitividad. Entonces, una pregunta para el doctor Salinas de Gortari, una de las quejas que uno les escucha a los políticos mexicanos es que el NAFTA ha producido efectos muy diferentes de una región a otra, ¿cómo logramos que para estos países andinos y para Colombia, el tratado traiga efectos que se sientan positivamente en todas la regiones?

En México se quejan de que se perdió buena parte del periodo de transición hacia la desgravación porque no se avanzó en infraestructura, por ejemplo, para darle mayor competitividad al sector agropecuario. Eso es una lección para que nosotros nos preparemos a trabajar en los distritos de riego, en las vías, etcétera. Esto sí que nos obliga a la revolución educativa.

En fin, son temas, todos, que tiene que ver con la competitividad sobre los cuales hay que crear una gran sensibilización en el país.

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