PALABRAS
DEL PRESIDENTE URIBE SOBRE SU COMPROMISO CON CUNDINAMARCA
Bogotá
1 nov (CNE). La siguiente es la intervención del presidente
Álvaro Uribe Vélez durante la entrega oficial de
los Grupos de Reacción Inmediata para el departamento de
Cundinamarca.
Cómo
me alegra que podamos dar hoy un paso en la dirección de
devolverle la seguridad a Cundinamarca. Esta tierra, epicentro
de los momentos más importantes a lo largo de la historia
del país, exige demanda de nosotros y merece toda la atención
para recuperar su paz y su tranquilidad.
El
señor Gobernador ha hecho un examen cuidadoso de muchos
temas de gran importancia para Cundinamarca. Con él, con
su equipo, con los distinguidos parlamentarios, que representan
los anteriores intereses de esta gran comarca de la Patria, hemos
venido examinando los asuntos cruciales en los cuales debe ayudar
el Gobierno Nacional.
Por
supuesto, el tema de las vías es de gran importancia. Cundinamarca
tiene aproximadamente 19.500 kilómetros de carretera y
apenas 2.500 están pavimentados. Hay que avanzar en eso.
Los problemas son por toda parte. El Gobernador y los parlamentarios
lo expresan. Falta una gran cantidad de kilómetros por
pavimentar en toda esa orilla cundinamarquesa del Río Magdalena,
desde Girardot hasta Cambao, a Puerto Bogotá y a Puerto
Salgar.
En
el oriente del departamento también hace falta avanzar
muchísimo en el pavimento de vías. En el noroccidente
hay vías sin seguridad. Qué importante poder dar
hoy este paso en materia de seguridad y prepararnos para dar los
que hacen falta.
El
Gobierno Nacional tiene una situación fiscal muy complicada.
El país ha tenido momentos en el pasado con un déficit
fiscal tan agudo como el de hoy, pero nunca se había combinado
este profundo déficit fiscal con un endeudamiento tan alto,
con un desempleo tan alto, con una pobreza tan severa y con las
dificultades económicas de América Latina.
El
desafío es grande pero lo vamos a superar. Estamos trabajando
con la ayuda y la comprensión del Congreso en varios temas
para enfrentar esta difícil situación de la economía:
el severo control del gasto, el aumento de los ingresos, la derrota
de la corrupción y de la politiquería, la reforma
administrativa, la reactivación de la economía y
el tema social.
Confío
en que a pesar de las dificultades del momento que en muchas horas
hacen sentir al Gobierno Nacional como si estuviera maniatado,
podamos superar estos grandes retos y entrar a responderle a Cundinamarca.
Las
necesidades son inmensas. En infraestructura está la aspiración
de los cundinamarqueses de tener otras carreteras, la aspiración
de la mejor dotación de servicios públicos para
sus municipios, para poder superar esta aberrante contradicción
entre la buena cobertura de Bogotá y las dificultades de
cobertura en calidad de los municipios cundinamarqueses.
Las
dificultades en el orden educativo. Todavía no hemos podido
concretar los recursos para poderle a ayudar desde el Gobierno
Nacional a atender debidamente la Universidad de Cundinamarca.
La
falta de una adecuada cobertura del régimen subsidiado
en salud y su extensión a amplios grupos de Cundinamarca
que todavía no tienen ese beneficio.
Somos
conscientes de todo eso. Con persistencia y con la introducción
de todas estas reformas, confío en que salgamos adelante.
Fue
grato ayer llamar al señor Gobernador y decirle: bueno,
Gobernador, ya hemos encontrado la manera de entregarle las vigencias
futuras del presupuesto, para que se emprenda la construcción
de la vía de Transmilenio, que habrá de comunicar
a Bogotá, Bosa y Soacha.
Esta
semana le decía yo a los funcionarios del Ministerio de
Hacienda: ahora que están escasos los recursos es cuando
tenemos que generar opciones para construir obras.
Don
Pepe Sierra, un coterráneo mío que joven abandonó
Antioquia y se vino a residir a la Sabana, decía que cuando
la panela está barata es que hay que sembrar caña.
Ahora
que hay tanto desempleo y tanta pobreza y tantas dificultades
es que tenemos que trabajar para hacer estas obras, como el Transmilenio
de Soacha que demanda la comunidad.
Hacer
obras en tiempos tranquilos y cuando no hay problemas en el presupuesto,
no tiene gracia. Lo importante es que busquemos cómo hacer
estas obras que requiere la comunidad, a pesar de que los recursos
son escasos, la chequera está delgadita y la angustia de
la crisis es muy honda. Pero lo vamos a hacer y con toda determinación
vamos a buscar todas las opciones.
Confío,
Gobernador, que dentro de pocos días le podamos entregar
a usted esas vigencias futuras y que se abran las frustraciones
y que empiece la obra que durante su ejecución tonifica
la economía y genera empleo.
Pero
sin seguridad, nada produce esos buenos resultados. El pueblo
cundinamarqués es un pueblo ejemplarmente laborioso. Lo
ha sido a lo largo de la historia de la Nación. Desde todo
los rincones de la Patria hemos admirado el espíritu de
trabajo de los cundinamarqueses. Hemos admirado su pujanza, hemos
admirado su sentido común, su talento, su agudeza. Hoy
en muchas regiones del departamento todas esas virtudes innatas
de este gran pueblo están en alguna forma marchitadas por
la violencia. Por eso estamos aplicados a recuperarle la seguridad
a Cundinamarca.
En
el día de hoy, la Policía Nacional ha entregado
nuevos agentes al señor Alcalde de Bogotá. Esos
nuevos policías tienen la misión de dedicarse a
su noble tarea de devolverle la seguridad a los bogotanos. Cuando
encuentro nuevos contingentes de las generaciones frescas que
se enrolan en la Policía y se aprestan a dar su entrega
total para recuperar la seguridad ciudadana, ellos nos devuelven
toda la fe en esta Patria. Como nos la tienen que devolver ustedes,
integrantes de este grupo de carabineros que desde hoy entra a
reforzar la seguridad en las carreteras de Cundinamarca.
Confío,
señor Gobernador, que en el curso de los próximos
meses podamos ampliar este plan para que no solamente tengamos
la guía de 10 de las 15 provincias, sino que en un plazo
no muy largo estemos atendiendo las 15. General, no me haga quedar
mal en eso. Tenemos que hacer todos los esfuerzos, para que yo
pueda mirar a los cundinamarqueses a la frente y decirles: ya
los llenamos de recursos para proveerles de seguridad a las 15
provincias de esta tierra. En eso no podemos fallar. Lo voy a
anotar por ahí en una libretica para recordarme tres veces
al día que todavía nos falta la protección
en cinco de las carreteras de las 15 provincias de Cundinamarca.
Ojalá vengamos aquí, señor Gobernador, a
entregar los contingentes para ese cometido.
¿Y
por qué la seguridad? Sin seguridad no hay confianza de
los inversionistas. Nosotros vamos a proteger la leche y la papa.
Tomamos
recientemente una medida para evitar que se construya o que opere
el Ingenio Castilla en la zona páez. Pensando en los paneleros
de Nariño, del Cauca, de la ladera cundinamarquesa, vamos
a hacer todos estos esfuerzos. Pero si no hay seguridad la gente
no puede trabajar.
Este
departamento tiene todas las posibilidades turísticas,
tiene los destinos, tiene los paisajes, tiene la diversidad, el
clima, la ciudadanía. Está integrado con Boyacá
a lo largo de esa meseta tan bella que los colombianos conocemos
con el nombre del altiplano cundiboyacense. Allí no más
está el Llano. Los cundinamarqueses han anhelado esa carretera,
en la que gobiernos anteriores hicieron un gran esfuerzo. Ya una
de ellas está muy buena, pero la falta de confianza en
el tema de la seguridad no permite el uso, ni para que los cundinamarqueses
se desplacen al Llano, ni para que los llaneros reciban esa gran
corriente de turismo que, en beneficio de esa región, se
puede originar acá, en nuestra capital de la República.
Estamos
comprometidos con el tema de la seguridad. Por eso les traigo
un reto: Cundinamarca necesita 50 mil ciudadanos en la red de
ciudadanía que coopere con la Fuerza Pública. Los
frentes locales de seguridad, las redes de cooperantes, nos tienen
que ayudar a cumplir ese cometido.
Dentro
de pocos días, en un Consejo de Seguridad en el departamento,
vamos a ver dónde vamos. Miren: por más que crezcamos
el cuerpo de carabineros, por más vehículos con
que los dotemos, aún en el evento de que superemos los
problemas de falta de señal de celular o de avantel, aún
en el evento de que se cumpla el programa de cobertura de radio
que ha venido impulsando el señor Gobernador, si no hay
cooperación ciudadana con la Fuerza Pública esos
esfuerzos son estériles.
La
Fuerza Pública tiene que buscar la cooperación ciudadana
y la ciudadanía tiene que dar esa cooperación.
¿Cómo
la busca la Fuerza Pública? Transparentemente. Cada oficial,
cada suboficial, cada carabinero, cada policía, cada soldado,
tiene que ser un pedagogo para invitar a la ciudadanía
a que lo apoye. Que los campesinos de Cundinamarca sientan en
cada uno de ustedes, apreciados integrantes de la Fuerza Pública,
un amigo que halla en toda parte. Una esperanza y un alivio cuando
haga presencia la Fuerza Pública.
Cada
uno de ustedes, como pedagogo, tiene que convencer al ciudadano
que los apoye. Así vamos a completar 50 mil ciudadanos
apoyando la Fuerza Pública en Cundinamarca. Y ese apoyo
hay que mantenerlo. ¿Cómo? Con transparencia y con
reacción.
Si
el ciudadano que se resuelve apoyar, viene y nos da información
y nosotros no reaccionamos, ese ciudadano se cansa y se aburre
y renuncia a cooperar.
Depende
más de quienes tenemos responsabilidades de Gobierno, de
la Fuerza Pública, que de la ciudadanía, la meta
de que todos los ciudadanos de Colombia apoyen a la Fuerza Pública.
En
todo el país la ciudadanía está ansiosa.
Yo recibo muchas llamadas de ciudadanos que dicen: queremos cooperar,
queremos ayudar. Esa ciudadanía dispuesta y resuelta con
toda la determinación, lo que requiere es que nosotros
la incorporemos todos los días más y más
a apoyar la Fuerza Pública.
Cada
uno de ustedes va a ser un pedagogo, para atraer a esa ciudadanía,
para recibirla y para responderle bien, como presupuesto para
mantener y acrecentar esa confianza. Y así, vamos a ir
señoreando la paz en este departamento.
Este
fin de semana es importante y el cuidado que tengamos sobre las
carreteras es esencial para que los cundinamarqueses se puedan
desplazar tranquilamente por sus vías, para que los bogotanos
puedan ir a los diferentes destinos turísticos, para que
se sienta en la superior intensidad la comunicación de
Cundinamarca con el Llano, de Cundinamarca con Boyacá.
Si
la gente puede volver a las carreteras, se aumenta la actividad
de las empresas privadas, se incrementa el ritmo de la economía,
se genera empleo, se resuelven problemas fiscales.
Ayer
teníamos una dificultad que subsiste. Los concesionarios
de vías nos están reclamando 74 mil millones porque
no ha habido por las vías el tráfico suficiente
y eso nos puede costar 160 mil millones el año entrante.
La Nación quebrada, sin un peso para pagar esas deudas,
y las carreteras desocupadas. Hay que recuperar ese tránsito.
En
el último mes se ha registrado un incremento del volumen
del tráfico en las carreteras del orden del 20 por ciento.
Hay que seguir hacia arriba porque así le devolvemos viabilidad
a las concesiones y ritmo a la construcción de carreteras.
En
un país con 44 millones de habitantes, con una voluntad
creciente, con una Cundinamarca con 2 millones y medio de habitantes,
con esta belleza de paisajes, una gente hospitalaria y querida,
el turismo interno es una gran posibilidad para la reactivación
de la economía y la generación de empleo.
En
buena hora pues, en la víspera de este puente, el Plan
Meteoro entrega este nuevo esfuerzo en Cundinamarca.
Muy
apreciados dirigentes de Cundinamarca: reitero hoy el compromiso
del Gobierno Nacional de trabajar con todo afecto por esta tierra
fecunda la Patria. En los próximos días tendré
una buena reunión con el señor Alcalde Mayor de
Bogotá y el señor Gobernador de Cundinamarca, para
avanzar en el tema de la concepción regional y para entrar
a determinar los aportes que para esa concepción regional
de desarrollo tendrá que hacer la Nación colombiana.
Tomo
con autonomía la tarea de velar todos los días por
la seguridad de Cundinamarca. No dormiré una noche con
tranquilidad, mientras no estemos viendo resultados para la seguridad
de las gentes de Cundinamarca.
Díganle
a los campesinos del oriente, del occidente, de los municipios
más cercanos y de los más lejanos: lleven ustedes,
señores alcaldes, el mensaje de nuestro compromiso. Sabemos
que están muy agobiados por la violencia, pero aquí
hay una determinación total para derrotar la violencia
que ha maltratado tanto a nuestra Patria y para derrotarla en
Cundinamarca.
Su
presencia en las carreteras de Cundinamarca, queridos carabineros,
le va dar a esta tierra esperanza. Sabemos que con su abnegación
no vamos a frustrar esa esperanza del gran pueblo cundinamarqués.
A
todos, muchas gracias.