PALABRAS
DEL PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA EN GRANADA, ANTIOQUIA
Granada
(Antioquia) ago 17 (CNE).- Las siguientes son las palabras del
presidente de la República, Álvaro Uribe Vélez,
durante la entrega de 110 viviendas a las familias afectadas por
la toma guerrillera al municipio de Granada, Antioquia, el 7 de
diciembre de 2002:
Querida
comunidad de Granada. Esta mañana cuando se dirigían
a cumplir su deber acá, en un accidente en la carretera,
fallecieron los patrulleros de la Policía, Carlos Chaverra
y Norbey Narváez Gutiérrez. Les rendimos nuestro
tributo de gratitud y de admiración.
Señor
general Leonardo Gallego, le ruego tramitar con mi concurso en
la Presidencia que las nuevas normas de seguridad social, en especial
la pensión de sobrevivencia para las familias de estos
patrulleros, se apliquen a fin de no dejarlas desprotegidas.
Y
que a eso se le sume el seguro para que los hijos de ellos puedan
estudiar, que lanzamos hace dos semanas con La Previsora y que
en el primer año debe beneficiar las familias, debe beneficiar
ocho mil huérfanos de la Policía y el Ejército.
Porque
a esta Fuerza Pública que le estamos exigiendo superiores
sacrificios, no la vamos a abandonar, ni a ellos, ni cuando sean
víctimas de las minas quiebrapatas, que les reduce su capacidad
laboral, ni cuando en el infortunio de la muerte queden huérfanas
y viudas sus señoras y huérfanos sus hijos.
Hay
un compromiso superior para acompañar a los hombres que
trabajan en la Fuerza Pública y a sus abnegadas familias
y lo vamos a honrar con los patrulleros muertos esta mañana.
Y desde acá hacemos votos porque se recupere la salud del
patrullero Luis González, herido.
Señor
Alcalde, Usted hizo esta mañana una conmovedora relación
de los hechos de violencia que han afectado a Granada. En aquella
Gobernación de Antioquia que yo gané por escasos
4.700 votos, y que tanta gratitud debo a Granada, me acompañó
como alcalde de Granada, un líder cívico, su amigo,
comparable con usted en la estatura de servidores públicos:
honestos y cívicos.
Después,
en los inicios de mi campaña presidencial, lo vi en Cali,
hablamos de todo lo que se había podido hacer por Granada
en aquel trienio, me contó sus esfuerzos para ayudar al
alcalde y a la comunidad en la reconstrucción de Granada.
Estaba convocando la solidaridad de los granadinos que viven Cali
para la reconstrucción y al siguiente día, aquí,
lo mató la Farc. A su memoria, a su ejemplo de liderazgo
cívico, a su honradez como servidor público, quiero
rendir un homenaje a Jorge Alberto Gómez, quien nos ayuda
desde el cielo y saludar con todo afecto a su señora Magdalena
Cuervo, heredera de esas virtudes y afecto por la comunidad.
Vengo
a felicitarlos. Vengo a felicitarlos por lo que han hecho, vengo
a felicitarlo a Usted señor alcalde, a ponerlo como ejemplo
ante los colombianos por haber recogido estas ruinas y haber conducido
a su pueblo, no solamente a la recuperación física
que en el oriente antioqueño siempre se puede, sino y por
sobre todas las cosas a la recuperación de la fibra espiritual
de los granadinos que ha demostrado que es indestructible.
Vengo
a agradecer a Usted señor Gobernador por su permanente
apoyo al pueblo granadino en esta recuperación. Agradecer
a la memoria de Guillermo Gaviria Correa y de Gilberto Echeverri,
agradecer a todos los que concurrieron con su esfuerzo, a Josué
Gastelbondo que hoy nos acompaña como viceministro de la
Vivienda, ayudándole a la señora ministra, Cecilia
Rodríguez, a que encontremos los recursos para hacer una
gran obra de vivienda en toda Colombia.
Al
Ministro de Obras, que no tiene con Granada responsabilidades
administrativas, él siente por esta tierra afecto, profundo
afecto.
A
mi me duelen los muertos y el dolor de los vivos. Vengo a Granada
a rendirle un homenaje a las víctimas de aquellas masacres
y de aquel carro bomba. Vengo a Granada a rendirle un homenaje
a los campesinos asesinados en sus veredas, vengo a Granada a
rendir un homenaje a los desplazados, a reafirmar mi compromiso
con ellos, de que no ahorraremos esfuerzos para que puedan volver
a sus veredas a trabajar tranquilamente, que les vamos a quitar
del cuello esa pesadilla que es el fusil guerrillero o que es
el fusil paramilitar.
Ustedes
lo lograron, porque como decía muy bien en sus palabras
la representante de la Universidad de Antioquia, ustedes tienen
solidaridad, confianza, capital social, que es lo que hay que
construir en Colombia.
Estos
dineros que manejaron con la transparencia propia de las administraciones
públicas de Granada, con unas manos virtuosas, con unas
manos pulcras, con unas manos transparentes, las manos del señor
Alcalde municipal. Ustedes han dado un ejemplo de honradez. Es
la hora de que Colombia derrote la corrupción, la manera
como Ustedes han aplicado los recursos es un ejemplo contra la
corrupción.
Vengo
a Granada a traer un mensaje de miles de millones de colombianos,
solidarios con Ustedes, vengo a Granada también con un
ensaje muy particular.
Cuando
estando sobrevolando el municipio esta mañana, el señor
General Urueña me daba cuenta en el helicóptero
de un nuevo acto de desespero de las Farc. Lo que hicimos fue
recomponer el operativo, regresamos a Rionegro, le dije a mi señora
que por primera vez en 24 años de casado iba a ejercer
autoridad de marido y que le pedía que se quedara en Rionegro
porque ella tenía el deber de cuidarme los hijos.
Quería
también que allá se quedará la señora
Ministra del Medio Ambiente y ella me dijo: ¿Presidente,
es que Usted se va a quedar?. No, no señora Ministra,
no se han ido los granadinos que han sufrido tanto, me voy a quedar
yo sin ir a Granada, no tiene riesgo. Y ella y el señor
Ministro de Obras y el Gobernador dijeron vamos es para
Granada a acompañar a la comunidad.
Señora
Primera Dama, mi señora, le manda un saludo lleno de afecto,
de admiración por su contribución a este ejercicio
democrático de reconstrucción.
Mi
señora estuvo acá con el Vicepresidente Santos y
quedaron muy, muy, positivamente impresionados de este manejo
tan transparente y tan eficaz que Ustedes están adelantando.
Yo
vengo a rendirles un homenaje a ustedes, no vengo a hacerles promesas,
pero tengan la certeza que el Gobierno Nacional en medio de las
dificultades ahí irá buscando uno u otro recurso
para estar siempre presente en este gran pueblo granadino.
Nuestra
decisión: de aquí no nos vamos a ir, aquí
lo que tengamos que hacer para fortalecer el Ejército y
la Policía, lo hacemos. De aquí se tiene que ir
es la Farc, como se tiene que ir de toda Colombia. Que Raúl
Reyes siga buscando periódicos en el extranjero, porque
de Colombia se tiene que ir.
Déjenme
llamar la atención sobre dos temas: ¿hay conflicto,
hay guerra? Ni lo uno ni lo otro.
Señor
Alcalde, usted nos hizo una narración muy bella de los
acuerdos cívicos en Granada, de cómo acaban de concluir
exitosamente una concertación para aproximarse con todo
el civismo, con un acuerdo enraizado en la base comunitaria de
la cual surgió, para acudir al certamen electoral del 26
de octubre.
Aquí
no hay conflicto, aquí hay una comunidad en plena ebullición
buscando salir adelante. Aquí lo que hay es una amenaza
de terrorismo contra la comunidad y esa amenaza es la que tenemos
que superar.
General
(Mario Montoya), en la formación de ustedes se habla de
guerra, aquí no hay guerra. Aquí hay la disposición
de una Fuerza Pública de derrotar el terrorismo, no para
que Granada vuelva al Estado, no para que el oriente vuelva al
Estado, sino para que la gente de bien de Granada y del oriente
pueda tener confianza para vivir en su terruño, para invertir
en su terruño, para generar empleo en su terruño,
para construir familia en su terruño, para aplicar las
energías de su laboriosidad en su terruño.
Una
anotación: del siete de agosto del año pasado a
la fecha se han reinsertado casi 1.900 integrantes de grupos violentos.
Nosotros a esos reinsertados solamente los queremos tratar con
patriotismo, con decencia, con afecto. Así como mi interés
es derrotar al terrorismo, mis convicciones de demócrata
me proponen otro interés, es de ayudar a la reinserción
de todos aquellos que quieran abandonar el fusil, el carro bomba
terrorista y abrazarse con el resto de su comunidad.
Esos
casi 1.900 reinsertados que están siendo atendidos por
el Gobierno con cariño. Hay problemas, de pronto hay limitaciones,
no funciona bien un albergue, una parte del programa o la otra,
pero no hay sino una voluntad: es atenderlos bien.
No
es el interés del Gobierno tenerlos en cárceles
subterráneas, de piyamas de rayas enjaulados para exhibirlos.
El interés del Gobierno es, ayudarlos a que vean el camino
de la paz que ellos vislumbraron cuando tomaron la decisión
de abandonar los grupos violentos. El interés del Gobierno
es reencontrarlos con la sociedad colombiana, con el estudio,
con la dignidad de la vida, con la alegría de la familia.
A los muchachos que quedan en los grupos violentos del oriente
antioqueño nuestro llamado para que se reinserten y la
garantía ante todo este pueblo que tiene palabra de oro,
de que no les vamos a quedar mal. Y a jefes terroristas, la garantía
de que los vamos a perseguir hasta el último momento, hasta
que le devolvamos plenamente la paz al pueblo.
Se
reunió en la Universidad de Antioquia un grupo de científicos
para deliberar con motivo de los 200 años de la Universidad.
Se recibió en la inauguración de aquel simposio
una bellísima carta de Gabriel García Márquez,
nuestro premio Nóbel, en la cual citaba al Quijote, aquel
pasaje de don Miguel de Unamuno que dice, letra más, letra
menos, que se ha sufrido mucho pero que llegarán muchos,
muchos días de felicidad, es lo que deseamos para el pueblo
granadino, para el pueblo colombiano que ha sufrido tanto. Infinitos
días de felicidad, por eso estamos empeñados en
esta tarea.
Apreciados
alcaldes del oriente: yo comprendo que afán de ustedes
por el laboratorio de paz.
A
ustedes les ha tocado dirigir unos municipios muy asediados por
la violencia. El Gobierno Nacional los comprende y los apoya.
Todo lo que podamos hacer por el laboratorio de paz de ustedes
los vamos a ayudar, con la Unión Europea, con recursos
locales y los propio la gobernación de Antioquia y tengan
en cuenta esto: el Gobierno Nacional tiene que cumplir la tarea
de que aquí no haya paraestados para grupos violentos.
Para
que su laboratorio de paz avance la Fuerza Pública y yo
tenemos que cumplir una misión, que es la de derrotar a
los violentos. Yo comprendo apreciados alcaldes su afán
por el diálogo, lo fundamental es el diálogo en
la comunidad, como el que se ha surtido Granada en este proceso.
Mientras
haya un guerrillero con la arrogancia que se deriva del fusil,
el carro bomba y la plata de la coca, con ese guerrillero no hay
diálogo posible, ellos tienen que sentir que el Estado
los va a derrotar. Hablar con alcaldes vulnerables, alcaldes tienen
que correr tanto riesgo como ustedes, con grupos violentos jactanciosos,
sobradores y arrogantes es imposible, es imposible. Para que ese
diálogo en el algún momento se dé, la Fuerza
Pública y yo tenemos que cumplir una tarea de derrotar
esos grupos violentos.
Cumplamos
pues bien nuestras misiones, sigan administrando ustedes honradamente
estos municipios, hagan rendir la platica, pongan los cívico
por encima de todo y déjenme a los generales de la República,
a los soldados y a los policías de la Patria, a la Ministra
de la Defensa y a mí, la tarea de enfrentar sin tregua
y sin desmayo, de día y de noche a los violentos para que
la tarea de ustedes alcance y fructifique.
¿Y
cómo lo hacemos nosotros?, con los derechos humanos. En
esa oficina donde yo laboro la hemos enmarcado con cuatro retratos.
En
aquella pared enfrene del escritorio, desde el General Nariño,
los derechos humanos, como condición para el ejercicio
del Gobierno y para el desarrollo del Estado. En un costado, el
retrato del General Santander, la ley para que el ejercicio del
poder no sea arbitrario ni caprichoso. En otro costado el General
Rafael Uribe Uribe, la virtud en la carne y en los huesos para
poder merecer la confianza del pueblo. Y en la pared, junto al
escritorio de la presidencia de la República, el General
Bolívar, la espada desenvainada permanentemente para que
la autoridad sea la fuente de la virtud en la vía del Estado
y de la comunidad.
En
1828, cuando el Libertador no pudo llegar a Ocaña, desde
Bucaramanga envió una bella carta y en uno de sus pasajes
expresaba cómo la energía de la Fuerza Pública
es lo único que protege al débil y la confianza
a la comunidad es lo único que somete al delincuente, es
lo único que crea un equilibrio en la sociedad. Energía
de la Fuerza Pública y tiene que ser permanente.
Granadinos:
esta plaza, estas calles, no podemos permitir que sean maltratadas
de nuevo por los carro bombas y por las masacres. Tiene que hacer
casas, calles y parques para el bienestar colectivo, para la convivencia,
para ustedes que constituyen un buen pueblo.
Esta
mañana al reencontrarme con ustedes me lleno de mayor ímpetu
y energía para servirle bien a Colombia en el propósito
de que derrotemos la corrupción y la violencia, y el clientelismo
y el Estado derrochador.
Quiero
adherir a las palabras del señor Alcalde, yo tengo que
defender un Referendo que propuse, que si bien el honorable Congreso
le introdujo variaciones, son variaciones respetables, que si
bien no va a resolver todos los problemas colombianos es un paso
en la dirección correcta.
La
invitación del señor Alcalde es la correcta. Estudien
el Referendo, voten por el Referendo. Quienes nos puedan acompañar
con el sí, magnífico; quienes no nos puedan acompañar
con el sí y voten el no, lo importante es que voten, que
cumplan con ese deber de participación democrática.
El
Gobierno no tiene sino una consigna: explicar el Referendo y respetar
a los opositores.
Yo
soy intolerante con el terrorismo, como tiene que ser, pero hoy
reafirmo mi vocación de tolerancia con el libre examen,
con el análisis, con la dialéctica, con el pluralismo,
con la opinión que se exprese de manera coincidente o contraria
frente al pensamiento del Gobierno.
Así
queremos derrotar el terrorismo, no para maltratar las libertades
de los colombianos, sino para recuperar plenamente el ejercicio
de los colombianos a expresar lo que quieran sin que los moleste
el terrorismo, a adherir a los que quieran sin que los moleste
el terrorismo, a expresarse libremente sin que los moleste el
terrorismo.
Nuestra
decisión de autoridad está fundada en una convicción
de libertad y de democracia y con ese sentido vamos a explicar
el Referendo que habrá de disminuir el Congreso para tener
un Estado austero, que habrá de desmontar los privilegios
pensionales, porque no hay derecho que mientras en el Seguro Social
no hay dinero para pagar a los pensionados pobres, el Presidente
y los congresistas tengamos regímenes privilegiados de
pensiones, que el Referendo va a eliminar.
Para
que al eliminar las contralorías, esa platica se dedique
a la educación, para que corruptos no puedan volver ni
a contratar con el Estado ni a ser elegidos, ni a ser nombrados;
porque en el manejo de los interese públicos, Colombia
necesita que en esta hora se imponga autoridad, se imponga la
transparencia. Esta campaña por el Referendo contra la
corrupción y contra la politiquería, coincide con
una nueva campaña para elegir diputados, concejales, gobernadores
y alcaldes.
El
efecto del Referendo en la mentalidad de los colombianos, es crear
un país con plena conciencia de que hay que derrotar la
politiquería y la corrupción y va ayudar en el futuro
y en lo inmediato para que Colombia derrote también esas
plagas. Y va a ayudar en lo inmediato, porque ahora no se puede
aspirar a ganar el poder con las elecciones sino someterse al
poder del pueblo para servir bien al poder.
Vamos
a redefinir en estos dos meses el concepto de poder. Nosotros
queremos que en Colombia no haya un significado de poder como
ambición para la corrupción, no queremos que en
Colombia no haya un significado de poder como aspiración
del clientelismo, nosotros queremos que en Colombia no haya un
significado de poder como aspiración de prebendas personales.
Nosotros
queremos que en Colombia no haya posibilidad de poder para el
ejercicio arbitrario de las prerrogativas del Gobernante. Nosotros
queremos una expresión diferente del poder, nosotros queremos
que todos los que ambicionen a puestos de elección popular
tengan un concepto solidario de poder.
Que
entiendan que el poder al primero que somete es al gobernante,
que se entienda que el poder lo primero que impone es que el gobernante
tenga un alto concepto de la ética, que el poder lo primero
que manda es que el gobernante de ejemplo en el respeto a la Ley.
Que el poder lo primer que exige es que el gobernante de ejemplo
de respeto a la moral. Que el poder, lo primero que nos impone
es que los gobernantes estemos sin paréntesis de pereza
ni de ocio al servicio permanente, con afecto y civismo por nuestra
Patria colombiana para poder merecer la confianza del pueblo.
Generales,
hasta que se apague, hasta que se apague el último orgullo
del terrorismo, nuestra vocación de sacrificio. Soldados
y policías de mi Patria, no puede haber contemplación
con el terrorismo. Ustedes que aportan las armas de la República,
tienen hoy le mandato de un pueblo que los quiere y que los acompaña
para que derrotemos el terrorismo.
Señor
alcalde, siga con este ejemplo de civismo, siga con este ejemplo
de convocatoria. Granadinos, para que estas montañas sientan
de nuevo la plenitud de sus frescos aires de libertad, recuperemos
el imperio de la autoridad. Carlos Castro solía decir:
paz hasta que se arruguen los cuchillos y hasta que muera
el odio, paz y paz.
Yo
digo hoy, para que haya paz: autoridad, orden y firmeza hasta
que se arruguen los cuchillos y hasta que muera el odio, autoridad,
orden y firmeza.
¡Granadinos,
que viva Colombia!, ¡granadinos que viva Antioquia¡,
¡granadinos que viva el oriente antioqueño!, ¡granadinos
que viva Granada!, ¡comunidad, adelante!, ¡comunidad,
ni un paso atrás, porque no nos vamos a dejar quitar ni
nuestro pueblo, ni nuestras libertades y las esperanzas de los
que están creciendo!.
A
todos, muchas gracias