PALABRAS
DEL PRESIDENTE ÁLVARO URIBE EN LA INAUGURACIÓN DE
LA FERIA LIBRO
Bogotá,
22 abr (CNE). El siguiente es el texto del discurso del presidente
Álvaro Uribe Vélez durante la inauguración
de la Feria Internacional del Libro en Bogotá.
"Colombia
será un país mucho más grande, cuando sea un
país de lectores. Avanzar para que nuestra Patria sea un
país de lectores es un sueño en el cual queremos trabajar.
La
lectura genera cambios profundos y perdurables en la sociedad. Si
los colombianos tuviésemos más y mejores oportunidades
de acceso al libro y a las bibliotecas, habría mejores ciudadanos,
seres humanos más críticos, más justos, más
solidarios y más respetuosos de la diversidad.
La
lectura tiene el poder de transformar y mejorar. Despierta la creatividad
y nos hace transitar entre la memoria y la imaginación. La
lectura es invitación a descubrir nuestra propia identidad.
Y, lo que es más importante para Colombia: la lectura nos
hace tolerantes.
Hemos
vivido una historia difícil. En los últimos lustros,
hubo un desbordado incremento de la violencia; déficit de
credibilidad en las instituciones representativas; acelerado empobrecimiento
de nuestra población; agudización de las contradicciones
sociales y reducción de oportunidades para la mayoría.
Como
un signo de nuestros tiempos, las economías se estancan y
las soluciones no aparecen. Las academias fecundan dogmas y categorías
analíticas abstractas, mientras los entusiastas ensayan soluciones
empíricas de corto plazo. Un reto se alza, entonces, para
el esfuerzo intelectual: el Espíritu creador. En los momentos
de mayor dificultad, más se necesita de ese espíritu
creador.
En
la búsqueda de aportes para remediar los males que nos aquejan,
la academia se debate entre dos opciones aparentemente irreconciliables:
o se hace gala de una extraordinaria coherencia teórica,
fruto de profundas reflexiones intelectuales, o se exhibe una llamativa
imaginación pragmática.
Quienes
nos preocupamos por los problemas sociales, nos movemos entre la
abstracción alejada de la realidad, y el empirismo carente
de visión de largo plazo. ¡Falsa disyuntiva! Los unos,
sólo nos ofrecen interpretaciones teóricas -utilizando
rigurosas fórmulas para problemas estructurales-. Los otros,
con habilidad, apenas proponen paños de agua tibia para los
problemas de coyuntura.
Tenemos que invitar a superar esta contradicción: que las
fórmulas teóricas de los estudiosos tengan soportes
prácticos viables, y que las soluciones prácticas
no carezcan de la solidez conceptual que asegura su validez a largo
plazo.
Los
colombianos debemos hacer un esfuerzo por construir aquella clase
de verdad, tan cara al pensamiento democrático, que llamamos
la verdad relativa.
No
tiene sentido potenciar la investigación como un proceso
productor de dogmas, sino como camino para hallar una verdad con
validez provisional, susceptible de ser cambiada por otra que encontremos
más justa.
La
democracia estimula esa verdad relativa, y confina la verdad absoluta
a sólo dos campos: al de las convicciones religiosas, y a
la adhesión a la Democracia como único procedimiento
válido para resolver diferencias. Todo lo demás puede
y debe ser objeto de duda racional, debe estar sometido al escrutinio
de la razón y puesto a prueba en el debate y la experimentación.
Esa
labor intelectual de búsqueda incesante de la verdad relativa,
reclama una sola condición: disfrutar de un garantizado marco
de libertades democráticas.
Los
intelectuales colombianos están invitados a reflexionar sobre
ese espacio garante al que me refiero, no ha estado amenazado en
Colombia por obra del Estado, sino por ausencia de éste.
Hemos creído tener un gran Estado protector, pero lo que
en realidad hemos padecido, es tener un gran fantasma; costoso espantapájaros
para asustar e ilusionar al ciudadano bondadoso, pero que no produce
ni cosquillas a los criminales. Hemos tenido un Estado carente de
todo poder disuasorio.
He aquí el gran reto nacional: construir un Estado de veras;
sencillo en su estructura, asequible al ciudadano raso, pronto y
eficaz en respuestas. Es nuestro sueño y la razón
de la acción de gobierno. Colombia debe avanzar hacia la
seguridad democrática, que no es otra cosa que el imperio
del intelecto sobre la barbarie, del estudio fecundo sobre los fusiles.
Estas
reflexiones ante los representantes del pensamiento y de la cultura
colombiana tienen singular importancia. El que ustedes las procesen
nos permita un diálogo fluido, sin tropiezos ni malentendidos
que se derivan de los prejuicios.
La
señora Ministra de la Cultura, doctora María Consuelo
Araujo Castro, oportunamente presentará, en este escenario
de la Feria, los lineamientos básicos de nuestra política
para el desarrollo de la producción del libro, del impulso
a la lectura y de la multiplicación de las bibliotecas en
Colombia.
Comenzamos
por sacar adelante algo que comprometimos con Ustedes en este mismo
lugar hace casi un año. Recuerdo como aquí tuve la
oportunidad de mantener un extenso diálogo, casi toda una
tarde con ustedes. Y a ese diálogo también acudieron
los ilustres compatriotas que emulaban conmigo para alcanzar la
Presidencia de la República. Ese día en un país
lleno de dificultades para lanzar promesas, en una Patria con el
antecedente de tantas promesas incumplidas, cuyo incumplimiento
ha deslegitimado la democracia, nos comprometimos con ustedes para
luchar contra las teorías fiscalistas y a pesar de la profunda
escasez de los recursos públicos para mantener las exenciones
tributarias que estimulen el libro en Colombia y lo logramos.
Por
supuesto hasta hay la buena noticia. La mala es que todos vamos
a tener que hacer un esfuercito. Por eso a partir del primero de
enero del 2005 vamos a pagar un poquito. No el 16 ni el 17 sino
el dos por ciento.
Y eso
se va a generalizar. Se va a generalizar y yo creo que va a ayudar
mucho a crear sentido de pertenencia de cada ciudadano por su Patria.
Sobre ese dos por ciento una maestra del Chocó me hacía
un reclamo y yo le contestaba: ¿Esta biblioteca que te van
a traer cómo la recibes? Y me decía: como una gran
donación del Estado, como un gesto muy generoso del Ministerio
de la Cultura. Le repliqué: Así no la debería
recibir. En el año 2005, cuando estés pagando el dos
por ciento, la vas a recibir como la manera efectiva a través
de la cual el país, el Estado debe honrar tu derecho. Nos
va a ayudar mucho ese pequeño sacrificio.
Ustedes
van a tener en el marco de esta feria la oportunidad de examinar
con la señora Ministra de la Cultura nuestro plan de bibliotecas
para construir un país de lectores.
Anoche,
justamente para poder traerles la buena nueva, el Consejo Nacional
de Política Económica y Social, aprobó un plan
de inversiones de 65 mil millones, con una gran ayuda del Banco
de la República, a fin de poder dotar más de 340 municipios
del módulo básico de biblioteca pública que
hoy no tienen. Y a fin de mejorar un número de bibliotecas
bastante importante.
Ese
programa también se propone capacitar seis mil promotores
de lectura para que funcione debidamente esa red de bibliotecas
con ese programa financiaremos la capacitación de varios
centenares de bibliotecólogos a lo largo y ancho de la Patria.
Que
bueno ver a Telecom profundamente comprometido con esta feria porque
vamos a necesitar que se recupere de todos sus quebrantos de salud
para que nos ayuda a conectar debidamente la red nacional de bibliotecas,
que hace parte del plan que les expondrá la señora
Ministra de la Cultura.
Bogotá
ha sido un ejemplo en la materia. Lo que han hecho las últimas
administraciones, el señor alcalde Antanas Mockus, el señor
alcalde Enrique Peñalosa, quien fuera su secretario de educación,
hoy Ministra de Educación, la doctora Cecilia María
Vélez, su sucesora, la directora del Instituto Cultural,
han logrado que esta ciudad realice una obra para estimular la lectura
que es ejemplo para la Nación y para el continente. Vamos
a buscar despertar envidia de la buena en muchos municipios colombianos,
y allí con esos recursos bien manejados, la señora
Ministra de la Cultura va a poner los primeros módulos para
que logremos un país de lectores.
Quiero
felicitar al doctor Tito Olivio Caldas, por el reconocimiento que
se le hace esta noche por la Cámara Colombiana del Libro.
Lo que nos contó el doctor Gonzáles, que la larga
trayectoria del doctor Tito Olivio al servicio de las publicaciones,
al servicio del libro en Colombia nos llena de orgullo al saber
que hay compatriotas como él.
Tenemos
mucha fe en la industria editorial en Colombia. Es altamente competitiva.
Lo que ha pasado en los últimos meses al lograr una tasa
de cambio real y una de las propuestas de la política macroeconómica
es mantenerla estable en términos reales y competitivos,
ayuda mucho a que esta industria siga saliendo adelante para bien
de Colombia.
Esperamos
tener muchos éxitos en una gran política forestal
en Colombia para incorporarla a la cadena del libro. Desde la pulpa
de papel, la industria editorial, la gran producción intelectual
y la avidez de los colombianos por el libro que tenemos que despertar,
aquí tendremos una gran cadena de la tolerancia.
Qué
bueno este marco de la feria del libro para que los colombianos
pongamos un horizonte y avancemos hacia él. Construir un
país de lectores. A todos ustedes muchas felicitaciones.
Honran a nuestra Patria con este gran evento".
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