LUCHA
POR LA LIBERTAD DE PRENSA ES PREOCUPACIÓN
DEL GOBIERNO
Bogotá, 6 oct (SNE). El presidente Álvaro
Uribe Vélez sostuvo que una de las preocupaciones de su
Gobierno es asumir, con gran responsabilidad, la lucha por el respeto
de las libertades públicas, la libertad de prensa y el Estado
de Opinión.
Consideró que
el orden es necesario para construir un pluralismo de verdad
y dijo que hay dos cosas que
limitan enormemente pluralismo: la violencia y el fundamentalismo.
“Por eso –dijo– lo que nosotros
queremos contribuir a crear en Colombia, es un amplio pluralismo,
pero fraterno. La fraternidad permite que a partir de la contradicción
se construya la síntesis, el acuerdo, la opción que
le resuelva problemas a la Patria”.
El
Presidente de la República habló durante
la condecoración Orden Nacional al Mérito en el grado “Cruz
de Plata” a Luis Hernán Linares Ángel, fundador
y presidente de la Escuela Superior Profesional (Inpahu), durante
la celebración de los 30 años de este centro educativo.
En dicho acto dijo:
“He conocido la formidable obra de Inpahu,
a través de uno de sus más distinguidos egresados,
Ricardo Galán. Quien me ha acompañado en un tramo
esencial de mi carrera pública, con patriotismo, con carácter,
con verticalidad, con absoluta transparencia, y que refleja el
sello que imprime esta Universidad.
Acudo
hoy a la Fundación, doctor Linares,
a rendir un homenaje a este inmenso esfuerzo de ustedes, tan oportuno
para que la Patria salga adelante.
Cuando
fui informado que acudiríamos hoy,
que hoy era la fecha de Inpahu, pasaron por mi mente dolores y
preocupaciones.
No
hace muchos meses me correspondió asistir,
en la Plaza de Armas de la Escuela José María Córdova,
a la graduación de unos jóvenes de la Patria, como
subtenientes del Ejército. Ese día, fue distinguido
como el mejor de su promoción, Diego Alejandro Barrero Guinand,
hijo del consejero que nos acompaña hoy, que es Fernando
Barrero.
Ese
día, cuando los graduábamos,
cruzaron sentimientos en mi ser. El de Presidente comprometido
con la recuperación institucional, que veían en esos
jóvenes todo el compromiso con la recuperación institucional
de la Patria. El de padre de familia que miraba las caras de esos
muchachitos, adolescentes prácticamente, y las responsabilidades
que asumían, los riesgos que enfrentaban.
Y
hace pocos días, tuve que levantar el
teléfono para llamar a Fernando Barrero, ante la noticia
de que Diego Alejandro, en cumplimiento de su deber patriótico,
había sido asesinado por los terroristas. Qué momento
tan difícil.
Pero
quiero rendirle un homenaje a Fernando y a su Familia, a Diego
Alejandro, por esa vocación de servicio
a Colombia, por esa lealtad con las instituciones y con la democracia,
por ese patriotismo.
Nuestros
héroes no pueden seguir en el
anonimato. Nuestros héroes no pueden seguir en el recuerdo
de unas horas. Nuestros héroes tienen que estar grabados
permanentemente, en la mente, en el alma de todos los colombianos,
en los lugares visibles de la Patria. Para que nuestro comportamiento
no sea inferior al sacrificio de nuestros héroes.
Y
al saber de este compromiso en Inpahu y de que coincidiría con el homenaje a don Roberto García-Peña,
surgió otra preocupación: un Gobierno de orden, de
mano dura –como muchos dicen y yo no lo niego–, tiene
que asumir gran responsabilidad frente a la lucha de Roberto García-Peña
y tantos compatriotas como él, por las libertades públicas,
por la libertad de prensa, por los Estados de Opinión, por
el respeto de los gobiernos a las normas superiores, que son el
consenso de la comunidad.
Doctor
Roberto Posada García-Peña,
reitero hoy, ante esta concurrencia de compatriotas en Inpahu,
todo el compromiso con las libertades públicas.
La
Seguridad Democrática, es democrática
por su compromiso por las libertades públicas. Es democrática,
por su compromiso para que en Colombia no prevalezca alguno de
los actores terroristas. Es democrática, por su compromiso
para que Colombia recupere plenamente el imperio de las instituciones.
Es democrática, para que las instituciones protejan por
igual a aquel cercano a las ideas del Gobierno y al crítico
a las ideas del Gobierno.
El
orden, por el que estamos luchando, necesita sustentarse en la
eficacia, en la iniciativa del Presidente y de
la Fuerza Pública y en el cumplimiento de los derechos humanos.
Es lo que finalmente recupera la reconciliación, es lo que
finalmente la logra.
Orden
para el disenso. Orden para que en Colombia construyamos pluralismo
de verdad. El pluralismo se inhibe, es
limitado por la violencia, venga de donde venga. Y el pluralismo
también es limitado por los fundamentalistas.
Por
eso lo que nosotros queremos contribuir a crear en Colombia,
es un amplio pluralismo, pero fraterno. La fraternidad
permite que a partir de la contradicción se construya la
síntesis, el acuerdo, la opción que le resuelva problemas
a la Patria.
Hemos
querido ser muy cuidadosos para que nuestro proyecto de orden
respete el pluralismo, respete los derechos humanos,
respeten plenamente las libertades públicas para que la
protesta quepa dentro del orden. Para que el orden no excluya el
perdón, para que el orden no se fundamente en la arrogancia
del poder.
Yo
no estuve de acuerdo con los motivos de las comunidades indígenas del Cauca, pero hicimos todos los
esfuerzos. Yo me involucré personalmente en ese diálogo,
explicándoles una razón y la otra. Finalmente hicieron
la marcha. Ellos cumplieron: no obstruyeron las carreteras, no
afectaron la tranquilidad de los ciudadanos. Y el Gobierno les
respetó, hasta en el más mínimo detalle, su
protesta.
Esos
son ejemplos que van poniendo de presente cómo el tranquilo
discurrir de nuestra democracia puede sustentarse en un orden
en el que cabe el disenso y en el que cabe
la protesta.
Qué bueno las reflexiones sobre la protestas,
de acuerdo con el orden comunitario. Acaba de terminar un paro
de camioneros. El Gobierno ha hecho todos los esfuerzos por resolver
esos problemas, no tuvimos espacio de negociación. Estamos
limitados por el precio internacional del petróleo a 51
dólares, en un país donde declina la producción.
Estamos limitados por el severo déficit fiscal, porque estamos
limitados por el atraso en infraestructura.
No obtuvimos espacio para negociar, pero fuimos
muy cuidados en no dejarnos jalonar de la arrogancia. Fue una experiencia
para combinar la firmeza con el esfuerzo de que la firmeza no incurra
en un exceso que es la arrogancia.
Por
ahí vienen los muchachos de Santander
marchando. Hay que protegerlos totalmente en esa carretera. Yo
estuviera en la edad de ellos, seguramente me vincularía
alborozado a esa marcha, y mientras tanto lo que tiene que hacer
el Gobierno es buscar cómo avanzamos en la solución
de la crisis hospitalaria. Que no puede ser simplemente ‘entregue
plata’. Tiene que ser: ‘hagamos esfuerzos presupuestales,
pero garanticen que esos hospitales los vamos a salvar’.
Nada ganamos en ayudarles para que a los tres meses estén
otra vez quebrados.
La
defensa de lo público, que es de superior
interés comunitario, exige garantizar la sostenibilidad
de lo público. Por eso el Gobierno ha pedido que llevemos
de la mano mayores esfuerzos presupuestales por salud, por los
hospitales públicos, y esfuerzos de los hospitales para
ser sostenibles. Con 37 nóminas al año, es insostenible
un hospital público.
Todos
estos casos, nos van permitiendo hacer el traslado de lo general
a lo específico, a lo particular,
deductivamente, y después una retroalimentación inductiva.
Que cada caso nos enseñe a construir orden, recuperación
institucional, con el buen cuidado de no afectar las libertades.
Era
muy difícil en Colombia entender un
proyecto de orden, dentro de la tradición civilista de la
Nación, garante plenamente de las libertades públicas.
Nuestro compromiso es demostrar en la práctica que se puede.
Es
mi homenaje, el que quiero rendir, con la preocupación de todos los días sobre estas materias,
a los vigías insomnes de las libertades públicas,
como lo fue Roberto García-Peña, desde la tribuna
de El Tiempo, en esos 50 años.
Y
acudo a Inpahu, a rendir un homenaje a ustedes, en esta tarea,
señor doctor Linares, señor doctor
Rodríguez Pulido.
Una
tarea que ha coincidido con momentos tan difíciles de la vida colombiana. Con oportunidades tan cerradas
a los sectores medios y populares, con economías declinantes
que produjeron fenómenos de contracción de la matrícula
tecnológica y universitaria y de masivas deserciones.
Cuatro
temas son esenciales para recuperar la credibilidad en las instituciones:
la Seguridad Democrática,
la transparencia, la recuperación de la economía
y la construcción de equidad social.
Y
en la construcción de equidad social
son fundamentales las Siete Herramientas de Equidad, la primera
de las cuales es la Revolución Educativa.
Esa
Revolución Educativa la hemos venido
trabajando en cinco grandes aspectos: cobertura, calidad, pertinencia,
capacitación técnica y el tema de ciencia y tecnología.
No
voy a abrumarlos a ustedes con cifras, la señora Ministra de Educación Nacional, el señor
Ministro de la Protección Social, diariamente las repiten,
pero voy a tomar algunos minutos para algunos comentarios.
Por
ejemplo, en el tema de cobertura en primaria y secundaria, ¿qué venía ocurriendo? A medida
que crecía la cobertura oficial, decrecía la cobertura
privada. Entonces en el neto no había ampliación.
Lo
importante de estos 25 meses es que hemos logrado más de 750 mil cupos de ampliación en el
sector público y frenamos la deserción en el privado
y se empieza a recuperar la matrícula privada. Eso nos va
ayudar a cumplir la meta de millón 500 mil de cupos.
Y
a eso están contribuyendo esfuerzos
muy grandes, por ejemplo como el de Familias en Acción,
donde 340 mil familias pobres reciben un subsidio del Estado a
condición de que garanticen la matrícula de sus niñitos.
Eso está favoreciendo a casi 900 mil niñitos.
Hemos hecho un gran esfuerzo en productividad
de profesores. Hoy ya estamos casi en 30 estudiantes por profesor.
Yo
recibo cartas. El domingo, respondiendo llamadas de compatriotas,
me decía una señora: ‘Presidente,
ayúdenos con los salones de clase, porque es que ya con
tanto muchacho en el salón de clase, hay unos que no alcanzan
a ver el tablero’. Le dije: ‘hija, estamos haciendo
el esfuerzo que hicieron los asiáticos, después de
la Segunda Guerra: en lugar de empezar con lujosos edificios, nosotros
tenemos que empezar con la cobertura’.
Aquí hay que llegar a plena cobertura,
así tengamos que estudiar incómodos. Funcionen en
iglesias en salones comunales, en oficinas. Pongan los edificios
a trabajar día y noche. Los dominicales hay que excluirlos,
para muchos de nosotros los humanos, hay que excluirlos también
para las construcciones. Esos edificios tienen que estar a toda
hora funcionando, pero vamos a dar el primer esfuerzo, porque si
condicionamos la cobertura a la construcción de edificios
nunca la vamos a ampliar.
Mientras
uno financia la construcción
de un colegio, mientras se cumple con todo el trámite presupuestal,
mientras se ejecuta la obra, y los muchachos sin posibilidades
de asistencia escolar.
En
educación universitaria nos propusimos
una meta de 400 mil. Creo que hemos resuelto un gran problema:
la contradicción entre la universidad pública y la
privada.
En
la campaña como candidato a la Presidencia,
me llamaban mucho en esos debates públicos: ‘es que
usted va acabar la universidad pública’. Ni riesgos,
yo soy hijo de la universidad pública. Lo que tenemos que
hacer es que la universidad pública sea eficiente, tenga
la mejor productividad, la mejor aplicación de los recursos,
superemos esta contradicción, este ácido debate a
favor de la universidad pública o privada. Nosotros necesitamos
ambas.
Y
creo que nos ha respondido en la universidad pública. Con el mismo presupuesto, en la universidad pública
este Gobierno ha creado alrededor de 107 mil cupos, 75 mil en la
universidad pública y 32 mil en la privada.
Pero
hay una cosa importante: la reducción
de la matrícula y la deserción en la privada era
muy alta. Creemos que eso se ha frenado y que ya empezó a
recuperarse la matrícula en la privada.
Eso
lo estamos apoyando, también, con
otras estrategias, como Icetex. El crecimiento de Icetex es formidable
y la reforma administrativa de Icetex lleva a cerrar una serie
de oficinas burocráticas, a permitir el acceso de los muchachos
a Icetex por internet y a que Icetex tenga convenios con las universidades
para que las universidades los representen.
En
Barranquilla, en lugar de tener una pomposa oficina de Icetex
y de que los muchachos tengan que llegar con
una recomendación política para el crédito,
que puedan acceder a través de internet, o a través
de la misma universidad, que la universidad sea la que haga los
convenios con Icetex para facilitar el acceso de sus estudiantes
a esos créditos.
Y
hay un tema todavía muy bien percibido
por la opinión, porque empieza, pero de gran importancia,
que es el tema de los centros universitarios regionales.
Hasta
el momento hemos creado 15. La aspiración
del Gobierno eran 30, pero ya las solicitudes son para 70. Eso
responde a la preocupación del doctor Linares, ese desequilibrio
regional en materia de oferta de educación superior.
Ya,
por ejemplo, está funcionando uno
de esos centros en Aracataca. Confiamos que eso, con la idea de
tener una educación superior básica, a partir de
la cual la gente se vaya especializando, nos va permitir resolver
problemas en regiones bastante remotas.
Doctor
Javier Botero, ¿cuántos
estudiantes debemos tener hoy en esos 15 centros regionales de
educación superior?
- Javier
Botero. Viceministro de Educación
Superior: 1.240.
- Presidente
de la República: en
el momento en que tengamos los 70, usted cree que ¿cuántos
cupos van a tener?
- Javier Botero: 40
mil jóvenes.
- Presidente
de la República: eso
es bien importante, 40 mil muchachos y ahí concurre la administración
privada.
Nosotros con alcaldes y gobernadores cofinanciamos
el centro y se le puede entregar a una universidad privada como
concesionario, para que la universidad privada adelante los programas.
Y
creo que va ayudar muchísimo, también,
el avance en telecomunicaciones. Porque ahí necesitamos
programas a distancia pero con la ayuda del computador, con la
ayuda del internet. Y eso está avanzando bastante.
Y
quiero referirme al tema de las tecnologías.
Yo no puedo estar más de acuerdo con el doctor Linares,
hay que impulsarlas.
Hace
pocos días asistía a una discusión
con estudiantes en Mosquera, Cundinamarca, sobre el Sena.
Este
Gobierno ha tomado una serie de decisiones administrativas en
el Sena: supresión de nóminas
burocráticas. Yo les he dicho: gasten en instructores, no
en burocracia administrativa.
Supresión de construcciones de edificios:
hace dos semanas visité Ciudad Bolívar. Cuando el
Gobierno empezó me dijeron: ‘Presidente, necesitamos
25 mil millones para construir un edificio para el Sena en Ciudad
Bolívar’. Les dije: ‘¿en Bogotá?’.
Sí, en Bogota. Les dije: ‘hombre, en Bogotá sobran
edificios, busquen uno allá’. Y se encontraron un
magnífico edificio del hogar Don Bosco y el Hogar Don Bosco
quebrado. El edifico estaba sin estudiantes y lleno de maleza,
y los salesianos que manejan el Don Juan Bosco nos dijeron: ‘no,
fue que tuvimos que cerrar la formación por falta de recursos’. ¿Qué hicimos?
Contratamos con Don Juan Bosco en Ciudad Bolívar, le estamos
pagando por cada muchacho que forme, el Sena vigila y homologa
los títulos.
Hasta
hace 15 días ya habíamos
formado allá 4.800: 800 de los reinsertados. Nos ahorramos
25 mil millones de un edificio, le dimos buen uso a un edificio,
el de Don Juan Bosco, contratamos con una comunidad sobre la cual
el país tiene el mejor concepto, la Comunidad Salesiana.
Los muchachos están recibiendo una magnífica formación.
Una
serie de medidas nos han permitido que el Sena, más que duplique este año las horas de formación.
Y nos ha permitido que el Sena pase de tener un millón 100
mil estudiantes del 2002, a tener este año dos millones
600 mil. Entonces apareció un punto de debate con los muchachos
en Mosquera, me decían: ‘Presidente, pero es que ya
no nos gradúan, nosotros queremos entrar aquí a que
nos gradúen de tecnólogos en administración’.
Les
dije: ‘¿para qué? No
encuentran empleo. El que quiera ser ahora administrador de escritorio
está tragado de la tierra. Entiendan la reforma del Sena,
que es el ejemplo de lo que queremos llevar, una educación
piramidal: ustedes entran y en la primera etapa les estimulan las
competencias laborales básicas, el aprendizaje de un oficio
que los conecte con la evolución de la economía.
Eso les facilita a ustedes empezar a trabajar. Y esos créditos
se los valen para que después se gradúen como tecnólogos,
pero es mejor graduarse como tecnólogos a partir de haberse
graduado en oficio básico. Y una vez terminen la tecnología,
estamos buscando los acuerdos con las universidades, para que esos
créditos les valgan para obtener grado de educación
superior’.
Yo
creo muchísimo en eso y creo que el
Gobierno tiene que masificar esos acuerdos. Esa formación
piramidal, creo que va ayudar mucho.
Ahora,
voy a decir una cosa bien atrevida: el mundo contemporáneo, más
como una sociedad como la colombiana, exige el esfuerzo de trabajar
y estudiar.
Entonces,
por eso, nosotros tenemos que diseñar
todos estos programas, de tal manera que los estudiantes puedan
empezar desde el estímulo a las competencias laborales básicas
y llegar hasta los doctorados, en las más especializadas
ciencias. Que puede ser en un proceso largo, siempre combinado
con el trabajo.
Me
parece que en la sociedad colombiana de hoy, todos los días va a ser más difícil,
estudiante de tiempo completo en estos niveles.
¿Galán, usted cuando estaba estudiando
aquí trabajaba?
- Ricardo
Galán. Secretario
de Prensa: sí, señor.
- Presidente
de la República: ¿qué porcentaje
de los estudiantes de Inpahu trabaja al mismo tiempo?
- Rector del Inpahu. Yo creo
que los de la nocturna trabaja el 90 por ciento.
- Presidente
de la República: a
esos colombianos sí que hay que rendirles un homenaje. Porque
hoy es bien complicado: trabajar todo el día por ahí con
una cámara buscando al Presidente de la República
para que no les dé una declaración. La única
manera que tengo ahora para defenderme de estos muchachos comunicadores… Allí abrimos
el ascensor y ahí mismo estaban esperándome, sobre
el debatico aquel, pero nombré de abogado al Espíritu
Santo y dije: ‘muchachos, antes de enfrentarme a las cámara
de ustedes, le voy a decir al Espíritu Santo que me dé prudencia’.
Imagínese los estudiantes de Inpahu todo
el día en ese trabajo y estudiar de noche, ese es un gran
ejemplo. Es una muestra de una disciplina que tiene que sacar adelante
este país.
Avancemos
en la Revolución Educativa.
Yo no veo más camino para construir la igualdad de oportunidades.
Me parece que la equidad contemporánea se refleja en la
igualdad de oportunidades, y lo que finalmente la garantiza es
la Revolución Educativa.
Muchas
felicitaciones a la comunidad Inpahu, por este esfuerzo. A ustedes
les ha correspondido un período
muy difícil de la vida colombiana.
Deseo que este esfuerzo de ustedes contribuya
a que las nuevas generaciones de colombianos puedan vivir felices
en esta Patria.
Muchos
más éxitos, doctor Linares,
por el bien de la juventud colombiana.
A
todos, muchas gracias”.
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