PALABRAS
DEL PRESIDENTE EN PREMIO COMPARTIR AL MAESTRO
Bogotá, 29 ago (CNE).- Las siguientes son las palabras
del presidente Alvaro Uribe Vélez durante la entrega del
Premio Compartir al Maestro.
"Mi
reconocimiento entusiasta a la Fundación Compartir por
sus 23 años dedicados a construir Nación y tejido
social. Por comprender, mejor que nadie, que el maestro es la
pieza clave de esa tarea patriótica.
Con
el premio Compartir, el país le reconoce al maestro el
puesto central que en toda sociedad bien ordenada y progresista
ocupan quienes se dedican a enseñar.
Colombia
no podrá llegar a recuperar su vocación de sociedad
pacífica y justa, mientras no se reivindique la condición
social y profesional del docente. Ello supone dos retos:
1)
Recuperar el modelo de maestro abnegado, éticamente comprometido
con su función social de formador de buenos ciudadanos
y portador de valores de paz.
2)
Dignificar la condición social, estimular su creatividad.
El
buen maestro es quien esculpe en el alma temprano del niño
los principios axiales de la convivencia: respeto por el otro
y por la diferencia, nunca querer causar daño a los demás
ni al colectivo como principio elemental de la ética, solidaridad
hacia los semejantes, armonía con la naturaleza.
Un
buen maestro estimula el amor por la transparencia en el obrar
privado y público, y suscita en el niño el disfrute
del conocimiento y el goce estético. Pero también
moldea en el la disciplina y la lealtad a la norma, como presupuesto
del orden para la libertad.
Simón
Rodríguez, el maestro de Bolívar debiera ser el
paradigma para los maestros de Colombia. La huella profunda que
imprimió en la mente de nuestro fundador, hizo el Libertado
se propusiera la ambiciosa meta, consagrada como norma constitucional
en 1821, de desterrar el analfabetismo para el año de 1840.
Nuestros
maestros tienen hoy la responsabilidad de imprimir en el corazón
de los colombianos los referentes éticos de la Nación.
Tienen en sus manos la semilla de una comunidad nacional unida
y sin fracturas. Para ello necesitamos un maestro abnegado, capaz
de realizar el milagro educativo en medio de condiciones adversas
y de escasez de recursos, dispuesto a enseñar en la sede
de la Acción comunal, en el salón parroquial, en
el alero del templo, o en la selva, si fuere necesario.
La
suerte de Colombia depende de una gran revolución educativa,
que supere las actitudes de confrontación y nos ponga a
todos de un mismo lado: que convierta a cada maestro en un multiplicador
de la solución pacífica de los conflictos y de la
cultura de la transparencia, que haga de los maestros unos guías
de la lectura y de la tertulia que alimentan el conocimiento.
En fin, soñemos con que los maestros se conviertan en cruzados
de una política educativa y que los enaltezca más
y más, dignifique más y más.
¿Por
qué no concertamos con ellos formas de colaboración,
tales como la contratación de servicios educativos con
las asociaciones sindicales y civiles de los docentes? Para dar
el tránsito de un sindicalismo en el magisterio reivindicativo,
confrontacional con los gobiernos. No un sindicalismo participativo
con mayores responsabilidades con la comunidad y mayores responsabilidades
con la Nación.
Los
veinte maestros nominados por sus creativas propuestas de solución
a problemas de aula de clase, representan a la rica diversidad
de nuestra Nación multiétnica y pluricultural.
Ustedes
queridas maestras y queridos maestros, personifican el paradigma
del docente que descubre en su labor cotidiana el cumplimiento
de una sagrada misión: construir un ser humano mejor, un
colombiano de paz.
Que
bueno que dentro de pocos meses, la señora Ministra de
Educación pueda empezar con ustedes un programa que tendrá
que llevarnos en este cuatrenio a avanzar sustancialmente en cobertura
y en calidad.
Añoro
que dentro de pocos meses, la señora Ministra de Educación
pueda anunciar a los colombianos que ya se dieron los pasos fundamentales
de reorganización y de dotación de recursos para
la revolución del Icetex, y que parte de ese crecimiento
se dedique a capacitar a las maestras y a los maestros de la Patria
en matemáticas, en ciencias básicas, en español,
en historia.
Cuando
veía -los que tenemos el privilegio de asistir esta noche-
los vídeos de ustedes decía: que bueno con esta
creatividad los maestros de la Patria poder disponer de esos recursos.
La
Patria tiene que aprender a valorar todos los días más
a sus maestros, a quererlos más, a respetarlos más,
a protegerlos más.
La
Fundación Compartir, liderada por su presidente, el ciudadano
ejemplar y empresario altruista, Pedro Gómez Barrero, les
ofrece esta noche el aliciente para seguir siendo maestros ejemplares.
Con ello, don Simón Rodríguez, el mentor del libertador
Simón Bolívar, estará orgulloso de todos
ustedes.
Irma
María, con usted esta noche nace una esperanza. Esa esperanza
se le anticipó al nacimiento de su criatura. Nace otra
gran esperanza para todos sus compatriotas. Usted esta noche representa
a todos aquellos que con usted fueron nominados y a esos miles
y miles de maestros de la patria. Por su conducto y exaltando
todo lo que usted representa y lo que representa Compartir, un
saludo de afecto, de esperanza, de compromiso a quienes tienen
la mejor manera de hacer patria, ustedes los maestros".