PALABRAS DEL PRESIDENTE URIBE ANTE CONGRESO DE MUNICIPIOS

Barranquilla, 4 oct (CNE).- La siguiente es la intervención del presidente Alvaro Uribe Vélez ante el Congreso Nacional de Municipios que se adelanta en Barranquilla:

"(...) El otro artículo que hemos propuesto incluir en el Referendo es el artículo de penalizar la dosis personal de droga, porque definitivamente esos temas los tiene que resolver la base popular de la Nación.

Es un problema que golpea tanto la fibra de la persona de la familia, del padre de familia, de la mamá con un muchacho drogadicto, que esas decisiones no se deben delegar a un constituyente como el Congreso sino que las debe tomar el constituyente primario como es el pueblo.

En 1994 la Corte Constitucional declaró inexequible la norma que penalizaba el consumo personal. Yo tuve la fortuna de haber sido elegido Gobernador de mi departamento y empecé el ejercicio de ese cargo el 2 de enero del 95. Alcaldes, compañeros de ustedes y alcaldesas acudían a mi despacho a denunciar que se presentaba una ola creciente, impresionante, de consumo de droga.

Hacíamos un gran trabajo con entidades de rehabilitación, con la Policía, etcétera. Evaluábamos ese trabajo permanentemente y me decía la Policía: imposible actuar. Todo el mundo se vale de que tiene dosis personal y eso se está expandiendo. Hay una diáspora y en los pocos casos en que se encuentra alguien con una dosis de mayor cantidad de la personal, esa persona es menor de 18 años y no es imputable penalmente.

Entonces convergen ahí una serie de elementos perversos: no es penalizable la dosis personal y además no es penalmente imputable el menor de 18 años, de quien muchas veces se abusa para que sea distribuidor. Y me reunía con las entidades de rehabilitación y con las entidades educativas de prevención y me decían: para nosotros es más eficaz la tarea de prevención, la tarea de educación, la tarea de rehabilitación en un escenario de penalización de la droga que en un escenario que no penalice la droga.

Recuerdo que los candidatos presidenciales de 1994 y los precandidatos, todos se comprometieron ante el país a que estimularían un proyecto de reforma constitucional para que en el texto de nuestra Carta quede claro que se puede penalizar la dosis personal y eso no se cumplió. Se lo prometieron al país y el país lo reclamó.

Qué dice la sentencia, qué dicen amplios sectores de la opinión pública. Argumentos que respetamos pero vamos a discrepar de ellos y a apelar al pueblo colombiano.

Dicen que esa decisión de consumir o no droga hace parte del libre desarrollo de la personalidad. Entonces asocian el tema de las libertades de los pueblos.

Que no nos vengan a decir que un pueblo como el colombiano que ha sufrido tanto por la droga, que ha tenido en la droga un azote histórico para ser libres, tiene que mantener la sofisticación constitucional de no sancionar el consumo de droga. Yo me declaro rebelde contra eso.

Aquí hoy estamos fumigando droga en el Putumayo. Muchos campesinos se han perjudicado. Este Gobierno ha tomado la decisión inclaudicable de derrotar la droga.

¿Cuantas familias colombianas están destruidas porque sus hijos están en la cárcel o sus sepulturas prematuramente abiertas por la tragedia de la droga? ¿Cuánto hemos destruido en cultura productiva de la Nación?

Nuestro país es el segundo en el mundo en disponibilidad de agua dulce por unidad de superficie. Es uno de los primeros siete en biodiversidad y la droga ha destruido 1.400 hectáreas.

Es el gran enemigo de nuestra ecología. Los cafeteros han pasado mucho tiempo sin una remuneración adecuada para su producto, los productores de maíz lo mismo, los algodoneros lo mismo, los pequeños paneleros, lo mismo. ¿Por qué? Porque la droga ha mantenido al país inundado de dólares mal habidos que no han permitido una adecuada remuneración del trabajo honrado de nuestros campesinos y nuestros pequeños empresarios.

Vamos a derrotarla, vamos a derrotarla y vamos a ganar respetabilidad ante el mundo para las instituciones democráticas de Colombia, para las nuevas generaciones de colombianos, para el pasaporte colombiano, con una norma de referendo que sea capaz de obtener la mayoría de colombianos en favor de una propuesta: penalización de la dosis personal de droga.

Que nuestro país no sea ni productor, ni traficante, ni consumidor. Porque encuentra uno tertulias sociales de la Nación donde se dedican a criticar la corrupción, tertulias sociales de la Nación donde se dedican a hablar mal de la política, tertulias sociales de la Nación donde critican la droga, pero en esas tertulias mezclan drogas de consumo personal dando un mal ejemplo.

Y quiero decirles, alcaldesas y alcaldes de mi Patria, que la política de seguridad será transparente pero no tiene marcha atrás, porque vamos a recuperar en Colombia el imperio de la ley, el imperio del orden y la democracia.

Los secuestros masivos que se han sufrido durante este Gobierno han afectado fundamentalmente a gente pobre, líderes sindicales secuestrados en el Pacífico, estudiantes de clase media y popular secuestrados en Ocaña, humildes pasajeros de buses secuestrados en el Cesar.

Una connotación fundamental de nuestra política de seguridad territorial democrática es que su objeto sea defender a todos los colombianos: al campesino, al empresario, al finquero, al parcelero, al industrial, al que piensa de una manera, al que piensa de otra manera, al activista de derechos humanos. Vamos a defenderlos a todos. Por eso esta política de seguridad es democrática.

Ayer tomamos la decisión de empezar a llamar al personal retirado de la Policía, con la modalidad de que entre al servicio activo, mantenga la pensión de retiro más una bonificación. Eso nos va a ayudar a expandir la Policía más rápidamente y a poder proveer del servicio de seguridad a tantos municipios que hoy no lo tienen.

Las puertas del diálogo están abiertas. El tema lo manejamos con confidencialidad pero con seriedad. Quiero repetir la propuesta de los Cascos Azules a la colombiana.

En Caldono, Cauca, la ciudadanía dio un gran ejemplo de resistencia civil para oponerse a las agresiones de los violentos, pero después llegaron grupos violentos y tomaron represalias e iniciaron asesinatos selectivos.

¿Qué nos hemos imaginado? Se lo propuse al Secretario General de Naciones Unidas: que haya una delegación humanitaria internacional en algunos sitios del pueblo de Colombia, de nuestro territorio, con el propósito de defender a la gente. Y que esa delegación humanitaria internacional esté apoyada por soldados colombianos certificados por Naciones Unidas, con el exclusivo propósito de tener allí una fuerza disuasiva de protección de la gente.

El problema de los desplazados es enorme. Este Gobierno tiene obsesión por un proyecto: regresar a 30 mil familias de desplazados, con subsidio de vivienda y la condición de que se reinstalen en sus zonas de origen, con apoyo de microcrédito para un proyecto productivo a través de Finagro. Pero hay que cuidarlos.

Entonces por eso también he pedido para este caso los 'Cascos Azules a la Colombiana', delegación humanitaria internacional que proteja a esos desplazados una vez regresen a sus lugares de origen, con soldados colombianos debidamente certificados para que protejan a esos desplazados colombianos.

Yo le decía al señor Secretario General de Naciones Unidas: ayúdennos. Si esta opción no le parece válida, otra. Pero lo que no puede Colombia es seguir asistiendo a las masacres, a los secuestros, a los asesinatos selectivos, a los desplazamientos, con una comunidad internacional que critica y critica y hace experimentos sociológicos con Colombia y escribe ensayos, pero no se mueve a tomar acciones efectivas para resolver nuestro problema.

Nosotros tenemos toda la decisión de frenar los desplazamientos. Le he pedido a los soldados y a los policías de Colombia que allí donde se esté rumorando un desplazamiento, acudan a proteger a esos campesinos. Que no los dejen desplazar ni de guerrilla ni de paramilitares. Vamos a hacer un esfuerzo, todo el que podamos para regresar experimentalmente a 30 mil familias, pero necesitamos el apoyo de la comunidad internacional.

Les pido a los colombianos que exijamos ese apoyo, que si la opción que he propuesto ahora, que es la repetición de la que propuse como candidato a la Presidencia, no es la acertada, que no se quede la comunidad internacional simplemente en el rechazo, que nos muestre alternativas. Nosotros estamos dispuestos a considerarlas.

Alcaldesas y alcaldes: es la hora de derrotar la violencia. Yo le digo a la Fuerza Pública que nos eligieron por un ratico, porque estos períodos pasan muy rápidamente, pero este pueblo nuestro no puede seguir en este sufrimiento.

Apoyen a nuestros policías y soldados. Ayúdenme a crear la red de un millón de cooperantes.

Que los ciudadanos rompan los vínculos con la guerrilla, que los ciudadanos rompan los vínculos con los paramilitares, que los ciudadanos rompan la indiferencia, que los ciudadanos superen el temor y que acudan todos a apoyar la Policía, el Ejército, las instituciones democráticas.

Le he dicho a la Fuerza Pública: gánense la confianza de los ciudadanos. Eso se gana tratando bien al ciudadano, con cariño, liberándolo. Eso se gana reaccionando bien cuando hay información. Eso se gana con transparencia.

Los cooperantes todos serán voluntarios. Que nadie pueda decir que hemos coaccionado a alguien para que venga a cooperar. Esto lo vamos a manejar dentro de la Constitución y la Ley que juramos observar con toda determinación. Si le devolvemos la paz a Colombia, Colombia le devolverá la esperanza a las nuevas generaciones".

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