PALABRAS DEL PRESIDENTE URIBE EN CENTENARIO
DE PABLO NERUDA
Bogotá, 8 jul (SNE). Las siguientes
son las palabras pronunciadas por el presidente de la República, Álvaro
Uribe Vélez, durante la apertura de la conmemoración
en Colombia del Centenario de Pablo Neruda.
El
acto se realizó este jueves en la
Casa de Nariño y contó con la participación,
además del Jefe de Estado y la señora Lina María
Moreno de Uribe, del ex presidente Belisario Betancur, el embajador
de Chile en Colombia, Augusto Bermúdez Arancibia, la ministra
de Cultura, María Consuelo Araújo, y el agregado
de prensa y cultura de la embajada chilena, Marcelo Dalmazzo.
Varios
poemas de Pablo Neruda fueron leídos
por las actrices Fanny Mickey y Laura García y los actores
Humberto Dorado y Jairo Camargo.
PRESIDENTE
URIBE: "Quiero agradecer a
todos inmensamente este esfuerzo. Al presidente Betancur, que
ha asumido la Presidencia, la coordinación de esta tarea.
A quienes lo han acompañado. Al señor Embajador.
Al maestro Dalmazzo, quien tan generosamente nos conectó con
todo lo que había programado Chile para este centenario
y ha facilitado esta integración.
Unos
raciocinios elementales. La violencia quiso arrebatarle a esta
Nación su sensibilidad artística
en múltiples expresiones. No lo logró. Hoy para
librar a esta Nación de la violencia necesitamos aprovechar
esa gran sensibilidad por el arte, por las letras. Eso, que recordaba
el presidente Betancur: que no se olviden los labios del pueblo.
Esta
gran Nación necesita recuperar
el imperio de sus instituciones. En la sensibilidad de los colombianos
por el arte, por todas sus expresiones, por la poesía,
reposa una altísima dosis de capital social para recuperar
el imperio de las instituciones.
Esta
gran Nación necesita resolver grandes
problemas de inequidad, de miseria, de desempleo. Eso se resuelve
más fácil con la actitud dulcemente crítica
inspirada en la sensibilidad por el arte, por la cultura, que
en la amargura al desconsiderar el arte y la cultura.
Yo
veo una gran conexión entre la posibilidad
de aprovechar ese capital social fundado en la sensibilidad por
el arte de todos mis compatriotas y la necesidad de recuperar
el imperio de las instituciones.
La
necesidad de construir un sendero de crecimiento acelerado
de la economía. De construir un marco de equidad.
De construir una Nación solidaria. Una Nación en
permanente debate. Pero no en debate ácido. En debate
fraterno. No el debate de antagonismo insuperable. El debate
constructor de consenso. Una Nación sin exclusiones. Una
Nación sin odios.
Qué bueno, presidente Betancur, este
aporte que ustedes le hacen a la Patria entera. Qué bueno
que lo que acabamos de escuchar esta mañana lo puedan
escuchar en todos los confines de la Patria. Porque la Patria
toda se reencuentra. Toda se une alrededor de esta sensibilidad.
Es
más fácil unir lo desunido
a partir de lo que ya nos ha unido. Esta sensibilidad nos ha
unido. Y a partir de esta sensibilidad podemos avanzar más
para unir a Colombia.
Le
iba a pedir a Fanny o a Laura que leyeran este autorretrato,
que mantengo allí en frente del escritorio
donde trabajo. Pero el presidente Betancur lo ha traído
hoy de manera bien oportuna. Claro: ya lo leyó el presidente
Betancur en su papel.
Entonces
a ustedes les ahorro un trabajito y nosotros nos ahorramos
un placer. Porque ya el presidente Betancur
nos lo anticipó.
¿Cómo se llama la casa de Neruda
en Santiago? ¿La Chascona? Allá en las paredes
hay algo que no sé si esté en los libros. Léalo,
Laura. Yo no sé si entiende estos garabatos de un visitante
que fue allá y los copió".
LAURA: "Sí se entiende, creo: 'Pido
silencio. Ahora me dejen tranquilo. Ahora se acostumbren sin
mí. Yo voy a cerrar los ojos y sólo quiero cinco
cosas. Cinco raíces preferidas. Una es el amor sin fin.
Lo segundo es ver el otoño. No puedo ser sin que las hojas
vuelen y vuelvan a la tierra. Lo tercero es el grave invierno.
La lluvia que amé. La caricia del fuego en el frío
silvestre. En cuarto lugar el verano redondo como una sandía.
La quinta cosa son tus ojos. Matilde mía, bienamada. No
quiero dormir sin tus ojos. No quiero ser sin que me mires. Yo
cambio la primavera porque tú me sigas mirando. Amigos:
eso es cuanto quiero. Es casi nada. Y casi todo. Ahora si quieren,
se vayan. He vivido tanto que un día tendrán que
olvidarme por fuerza. Borrándome de la pizarra. Mi corazón
fue interminable. Pero porque pido silencio, no crean que voy
a morirme. Me pasa todo lo contrario. Sucede que voy a vivir.
Sucede que soy y que sigo. No será pues sino que adentro
de mí crecerán cereales. Primero los granos que
rompen la tierra para ver la luz. Pero la madre tierra es oscura
y dentro de mí soy oscuro. Soy como un pozo en cuyas aguas
la noche deja sus estrellas y sigue solo por el campo. Se trata
de que tánto he vivido que quiero vivir otro tanto. Nunca
me sentí tan sonoro. Nunca he tenido tantos besos. Ahora
como siempre es temprano. Vuela la luz con sus abejas. Déjenme
solo con el día. Pido permiso para nacer".
PRESIDENTE
URIBE: "Qué interesante
todas estas cositas que unen a Colombia. La semana pasada sentimos
un país totalmente unido alrededor del Once Caldas. Que
todas estas celebraciones hagan que el país se reencuentre
en algo que lo ha unido, que va a ayudar a unirlo. Su sensibilidad
por el arte. Por tantas expresiones de la cultura. Por las letras.
Por Neruda.
Decía el presidente Betancur: cómo
lo avivaban los poetas de izquierda. Y también los heterodoxos
de derecha. Creo que hoy nadie lo denostaría. Hoy su letra,
su legado, es un factor de unidad para los pueblos. Para el hermano
pueblo de Chile. Para este gran pueblo colombiano. Gracias, presidente
Betancur. Gracias, señor Embajador. A todos, muchas gracias.
Denle un recorridito al país con esta letrica que siempre
construye tanto, tanto, Fanny. Muchas gracias a todos".