PALABRAS
DEL PRESIDENTE URIBE EN LA ENTREGA DE LA CRUZ DEL MÉRITO
DEPORTIVO AL ONCE CALDAS
Bogotá,
3 ago (SNE).- A continuación las palabras del presidente Álvaro
Uribe Vélez durante la entrega del a Cruz del Mérito
Deportivo al Once Caldas.
“Me
alegra ver reunidos en esta casa de la democracia a los representantes
de Caldas, esa bella porción de la Patria, fértil,
laboriosa, democrática.
En
este reconocimiento que hace el Gobierno Nacional a la Corporación
Deportiva, están implícitos once mil contenidos,
enseñanzas y mensajes.
Nada
de lo que es el Once Caldas es producto del azar o de la suerte;
nada le ha sido fácil ni le ha llegado como regalo;
nada es producto de invocación a los milagros; ninguno
de sus pasos se ha contaminado por la ambición que irrespeta
el derecho ajeno, por la inmoralidad que olvida las reglas
o por la indelicadeza que se apropia de las cosas con injusticia.
En
ustedes: el equipo, su director técnico, el médico,
los directivos, los auxiliares, cada uno de los socios de la
Corporación –que son miles-, los aficionados y
el conjunto de la sociedad caldense, está encarnada
una personalidad, un talante, una idiosincrasia que exalto
como ejemplo para todos los colombianos.
La
primera condición del éxito es el trabajo en
equipo. ¡Cuánta energía se despilfarra
en la pelea menuda, en la maledicencia, en la suspicacia, en
la división!
Ustedes
aprendieron a unir esfuerzos, a estimular el compañerismo,
a ponderar el trabajo de cada uno. Los directivos son apoyados
para que puedan organizar las condiciones materiales de la
victoria, reunir a las gentes cívicas que colaboran
con el equipo, crear el escenario de participación ciudadana,
de derecho efectivo de asociación, de reunión
positiva, transparente de capitales. El Director Técnico
aporta su sabiduría y liderazgo, induce a los jóvenes
a ejercitarse en la disciplina, a renunciar al hedonismo inmediatista,
en aras de lograr metas trascendentes. El médico ayuda
a construir una exigente cultura atlética, máxima
expresión de la voluntad y de la vocación de
triunfo. Los jugadores, como el propio nombre lo pregona, parten
de reconocerse como un colectivo, como Once en Uno, en donde
Uno es Caldas, es Manizales, es cada pueblo de la arisca geografía
cafetera.
Disciplina,
tenacidad, persistencia, transparencia, amor al pueblo al que
pertenecemos, democracia, confianza: eso es lo que enseña
el Once Caldas a Colombia. Por eso, pueden tener su estadio
mayúsculo para el tamaño de la ciudad; por eso,
los directivos no buscan riqueza sino servir, aún arriesgando
su patrimonio; por eso, el equipo es tan emblemático
como el Nevado o la Catedral.
Necesitamos
muchos equipos que se parezcan a la ciudad que los fundó y
los convirtió en su referente. Equipos que representen
la alegría de la Costa, la laboriosidad paisa, el empuje
bogotano, la sinfonía del Tolima y del Huila, la fertilidad
vallecaucana, la generosidad sureña. Equipos que fomenten
las ilusiones de niños y jóvenes. Equipos que,
aún en la adversidad competitiva, sean fuente de felicidad
colectiva y ejemplo de combatividad y de nobleza.
Las
enseñanzas de los caldenses y su equipo, no son imágenes
para la contemplación sino un ejemplo que queremos que
cunda. Once Caldas nunca cayó en la falacia de que el
dinero es el único elemento que hace grande a los equipos,
garantiza los triunfos o permite ganar los campeonatos. Once
Caldas ha tenido unas arcas modestas y decentes que le permiten
cumplir con dignidad sus compromisos. Ha basado su supervivencia
y crecimiento en el esfuerzo propio, que es el de toda una
comunidad.
Once
Caldas está empeñado en la masificación
del deporte. La única cantera de jugadores, de aficionados
que compren las boletas y de cooperadores, está en la
niñez y la juventud. El Once Caldas cultiva esmeradamente
sus semilleros.
Once
Caldas democratizó su propiedad accionaria. Cuando eso
no ocurre así, los equipos se niegan a sí mismos
la dicha de contar con el entusiasmo y la energía de
las masas; se inhiben de recurrir a la mayor fuente de capitalización
moderna que es la propia afición deportiva.
Masificación
del deporte, democratización de la propiedad de los
equipos, transparencia en las operaciones de contratación,
construcción de ciudadanía a través de
la lúdica y la alegría: esa es la consigna para
el fútbol colombiano, es el mensaje que a todos nos
hace llegar el Once Caldas.
Queremos
ver unos estadios llenos; la celebración alegre de las
barras; los niños entrenando con el uniforme emblemático;
las selecciones de todas las categorías, alimentadas
por el trabajo masivo en escuelas, colegios y clubes. Ustedes
están escribiendo un manual para todos los equipos profesionales
de Colombia, en el que los valores y la confianza en el país
son la esencia y eje de todo su accionar.
Que
todos los equipos caminen los caminos de Caldas, aquellos en
los que, según el poeta, nacieron las esperanzas. Saludo
a ese bello terruño al que una mariposa verde sirvió de
mapa, y le expreso, en nombre de todos los compatriotas, gratitud
por las alegrías que nos regala y por las enseñanzas
que habrán de cambiar, de una vez y para siempre, al
fútbol de Colombia.
Compatriotas
jugadores, ustedes le han dado a la juventud de Colombia un
gran referente, un referente de valores, de transparencia,
de tenacidad. Bien por Colombia. Once mil felicitaciones
|