'COLOMBIA HA TENIDO UNA DEMOCRACIA PROFUNDA, PERO AMENAZADA POR
LA DICTADURA DEL TERRORISMO'
Cali,
24 jun. (SNE).- Las siguientes fueron las palabras pronunciadas
por el
presidente Álvaro Uribe Vélez durante el lanzamiento
de la Política de Seguridad en Santiago de Cali:
"Señor Alcalde, queremos felicitarlo, reiterarle nuestra
decisión de apoyo en todo lo que esté a nuestro alcance.
Déjeme hacer esta reflexión: superada la época
de la Guerra Fría, atrás la experiencia de las dictaduras
de América Latina, hay que preguntarse qué dará sostenibilidad
a la democracia. Por supuesto, la primera respuesta es la cohesión
social, la construcción de equidad. Eso nadie lo discute.
Todos lo tenemos que trabajar. Hay diferentes visiones ideológicas,
pero el objetivo es el mismo.
En
el caso particular de Colombia, hemos tenido experiencias dictatoriales
en muy pocas ocasiones. Ha sido la nuestra una democracia permanente,
profunda, pero hemos tenido la dictadura del terrorismo. Aquí,
el desafío institucional lo ha provocado la violencia. El
sometimiento de los colombianos por un Estado incapaz de protegerlos,
un día el narcotráfico; otro día, la guerrilla;
otro día, los mal llamados paramilitares, ha creado un proceso
de desinstitucionalización de la Nación que amenaza
a nuestra sostenibilidad democrática.
La
verdad es que el país tiene que recobrar el imperio
institucional. Yo veía discurrir la situación colombiana
de la siguiente manera: visitaba como candidato unas regiones y
allí había pleno dominio de la guerrilla. Visitaba
otras regiones y allí pleno dominio de los paramilitares.
Visitaba unas ciudades y había pleno dominio de bandas armadas
urbanas. Y en todas partes, un elemento en común denominador:
la financiación del narcotráfico.
Me
pregunté: ¿Es esto un Estado unitario? Me pregunté: ¿Es
esto una democracia? Me pregunté: ¿Garantiza esto
la sostenibilidad de la democracia? Y me contesté: Aquí,
el Estado no es el que toma las decisiones y puede hacerlas cumplir.
Son los delincuentes. Tenemos Estado en la forma, pero no Estado
en la realidad material. Y me dije: Además todos estos poderes
de hecho convirtiendo a la República en una colcha de retazos
están acabando con el concepto de unidad nacional.
Una
democracia así no se sostiene. Una democracia así no
genera confianza para que haya inversión, empleo, recursos
para la inversión social. La inversión social necesita
sostenibilidad. Uno puede que se consiga unos pesitos para hacer
inversión social un día, pero si no hay una economía
en crecimiento, no hay una economía en crecimiento, no hay
manera de darle sostenibilidad a esa inversión social. Y
la inversión social sin sostenibilidad se convierte en inversión
social, flor de un día, en inversión social sin credibilidad.
Entonces,
ahí empezamos a conectar todo. Necesitamos recuperar
el imperio institucional para que los colombianos sientan que son
ciudadanos de la Patria que quieren, de la Patria colombiana, que
son ciudadanos del Estado de sus afectos, del Estado colombiano
y no del Estado contra institucional de la delincuencia, para que
haya confianza, para que haya inversión, para que se posibilite
la inversión social, para que podamos construir equidad.
Miren,
la seguridad hay que entenderla como un valor democrático,
como una fuente de recursos. Yo llegué a España hace
algunos años, venía de la Gobernación de Antioquia.
Bastantes compatriotas y medios de comunicación no comprendían
esa política. Uribe, paramilitar; Uribe, derecha; Uribe,
dictador. Y estaba convencido de que aquí la dictadura la
había impuesto el terrorismo y que las garantías
del Estado habían pasado a ser unas garantías formales
y de papel. Habían dejado de ser garantías selectivas.
Y allá en una entrevista con Felipe González y cuando
me aprestaba esa entrevista, sentí complejo. Qué pensará,
qué irá a decir de mí, cuál será la
apreciación que tiene de mis ideas.
Cuál sorpresa cuando me dijo: 'Hombre, Álvaro, insista.
Para Colombia, recuperar el imperio de las instituciones es tan
importante como en su momento fue para España, tras el tránsito
de la dictadura franquista a la democracia postmoderna.'
Esa
comparación surgió en esa conversación.
Escuché en esa conversación disquisiciones de gran
importancia. Una alrededor de los valores democráticos.
Entonces, ciertas escuelas de izquierda, de las que uno no se puede
dejar sacar, quieren negar la seguridad como valor democrático.
Cuál mi grata sorpresa cuando Felipe González encabeza
el enunciado de los valores democráticos con la seguridad.
Y me decía: 'Es una fuente de recursos.' La seguridad es
una fuente de recursos.
Al
Gobernador del Valle del Cauca ahora yo le decía que
me he entendido bien con él y con Lula. Me dijo: '¿Cómo
le fue con Lula?' Bien, bien. Me he entendido muy bien con él,
como con usted. Cuando llego al Valle del Cauca, cuando yo llego
a Cali, me dicen: 'Presidente, vamos bien en aquel problema y en
aquel otro, pero mire, se está reduciendo el desempleo.'
Yo
conversaba esta tarde con el senador Carlos Holguín
y me decía: 'Yo estoy sorprendido por lo que, en medio de
esta tragedia de desempleo, todo lo que va mostrando Cali y el
Valle del Cauca. En las capitales, en Cali tenemos el menor desempleo.
Está en el 12 por ciento.'
Es
muy alto, pero de donde venimos, ¡por Dios! Y golpeando
al narcotráfico. Y golpeando al narcotráfico. Y la
ciudad en plan de desempeño. Y el departamento en plan de
desempeño. Y la Nación en cuarentena de gastos por
el déficit. La sensación de seguridad es muy importante.
Es muy importante. Es una fuente de recursos. Es un camino para
derrotar el desempleo. Es un camino para garantizar la equidad,
la golpeando al narcotráfico sostenible, no la golpeando
al narcotráfico de un día.
Miren,
yo creo en un modelo para Colombia, un modo elemental. La sostenibilidad
democrática en lo política, a mi
juicio, depende del respeto al pluralismo. Pero el pluralismo no
lo tiene que respetar solamente el Gobierno de turno, sino todos
los actores del debate. Una condición necesaria para la
sostenibilidad del pluralismo es que el debate sea transparente,
con la menor subjetividad, con la menor subjetividad, y que el
debate no sea un debate ácido de contradicciones insuperables.
El debate tiene que ser fraterno. Y a eso contribuye la seguridad.
Si
Alexander López tiene diferencias con la manera de pensar
del Presidente de la República, pero que encuentra que el
Gobierno lo rodea de garantías, que tiene seguridad, que
la institución armada lo protege a él de la misma
manera como tiene que proteger a alguno de los distinguidos senadores
o representantes que han apoyado el Gobierno, él tiene que
confiar en las instituciones.
Una
cosa bonita de Colombia en este momento: enfrentando este desafío terrorista y la Fuerza Pública protegiendo
por igual a aquellos que tienen más posiciones que aquellos
que tienen posiciones más cercanas. Y eso hay que profundizarlo
porque eso da confianza en las instituciones y eso nos ayuda a
que el debate sea menos ácido, a que el debate sea sin antagonismos
insuperables, a que el debate busque sintetizar contradicciones.
Eso es fundamental en la concepción política de la
Colombia de hoy y del futuro: un pluralismo de debate fraterno.
Porque el debate irreconciliable conduce a las crisis de los pueblos,
conduce a largas estaciones sin progreso. Y a todo eso nos ayuda
la seguridad.
Yo
le voy a proponer al Congreso de la República el 20
de julio la tesis que relaciona la seguridad con la reconciliación.
En la medida en que haya una seguridad democrática, una
recuperación del imperio institucional, eso tiene que ir
desarmando los espíritus, los armados de fusiles y los armados
de rabia. Y en la medida en que se desarmen esos espíritus
se va posibilitando la reconciliación.
Vamos
a insistir en esa tesis en la instalación de sesiones
del honorable Congreso de la República el 20 de julio. Creo
pues que, para Colombia, para su desarrollo democrático,
es de gran importancia la seguridad.
Me
gusta mucho como hemos venido enfrentando esta delicadísima
situación de Cali. Sin marrullas, sin cartas escondidas,
trabajando armónicamente las instituciones armadas, la Fiscalía,
los organismos de control, el señor Alcalde, el señor
Gobernador. Y eso tiene que dar confianza, ayudar a construir consenso.
Alcalde,
yo lo felicito. Cuenten con todo el apoyo que pueda dar el Gobierno
Nacional. Todo caleño que se sienta con seguridad
es un caleño que contribuye a superar el fraccionamiento
de la ciudad. Esta ciudad, infortunadamente, como tantas de Colombia,
ha vivido una época de fractura social que hay que superar.
La seguridad para todos ayuda a superarla.
Ustedes
mencionaron el tema del menor delincuente, del menor infractor.
En el Código del Menor, el señor ministro Sabas Pretelt
se propone presentar unas alternativas. Yo he creído que
hay que dar la posibilidad de que el Estado tenga unas familias
tutoras, seleccionadas por los fiscales y jueces de menores y que
haya la posibilidad de que un menor infractor se ponga bajo la
tutoría de una de esas. Porque si todo lo remitimos a los
centros tradicionales de recuperación del menor infractor,
de rehabilitación, el costo es inmenso. Cuesta menos un
muchacho enviado a la Universidad de Harvard un año que
en uno de los centros colombianos habilitados para rehabilitar
al menor infractor. Entonces, hay que buscar alternativas. Creo
que esa es una de las alternativas.
Yo
no soy partidario de reducir la edad del menor infractor haciendo
tabla rasa. Yo
creo que hay que darle la oportunidad al Fiscal
y al juez de apreciar el grado de peligrosidad para definir cómo
trata a ese menor infractor. La edad no puede ser en todos los
casos superior al grado de peligrosidad.
Entonces,
uno ve a las autoridades competentes para estudiar los casos
del
menor infractor en este problema. Este muchacho ha matado
a quince personas, pero es menor. Son casos donde tiene que apreciarse
más el riesgo de la peligrosidad que la edad cronológica.
Allí hay otros elementos para estimar si es imputable o
no. Yo los invito a un debate constructivo sobre esa materia ahora
que se va a discutir el Código del Menor.
Me
parece de gran importancia el tema de los centros de conciliación.
Qué bueno, Alcalde. El señor Ministro del Interior
quiere apoyarlo en eso. Qué bueno que ustedes pudieran cumplir
la meta de que tuvieran al final de los Gobiernos actuales del
departamento y municipios, una presencia de esos centros de conciliación
en todo el departamento.
Sin
abundancia de recursos. Ustedes saben cómo estamos
de limitados. Cuenten con todo el apoyo, cuenten con todo el apoyo.
Ahí tienen un interlocutor en el señor Ministro del
Interior, que también se propone presentar ahora a consideración
del Congreso, en la reforma a la justicia, que con la ayuda de
Dios se va a presentar el 20 de julio, el proyecto de justicia
alternativa como uno de los proyectos para agilizar la justicia
en Colombia y como uno de los proyectos descongestionar la justicia,
para llevar, por ejemplo, todos los pequeños pleitos a procesos
arbitrales. Yo creo que eso nos va a ayudar mucho y espero que
el Congreso reciba este proyecto el 20 de julio."
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