PALABRAS
DEL PRESIDENTE ÁLVARO URIBE
VÉLEZ, EN EL LANZAMIENTO DEL LIBRO PARTICIPACIÓN
CIUDADANA: UNA PROMESA INCUMPLIDA
Bogotá, 19 may (SNE).- A continuación las palabras del presdiente Álvaro
Uribe Vélez durante el lanzamiento del libro Participación Ciudadana:
Una promesa incumplida, escrito por el senador José Renán Trujillo.
Bogotá D.
C., 19 de mayo de 2004
La
Promesa Incumplida, monografía escrita por el ilustre
Constituyente, hoy congresista, José Renán Trujillo,
servirá a los colombianos estudiosos de la ciencia política,
a los cultores del derecho público y a los ciudadanos
inquietos por conocer nuestras posibilidades y condiciones para
participar en la vida colectiva, por la seriedad, capacidad analítica
y esfuerzo de documentación de su autor.
En La Promesa Incumplida, el doctor Trujillo hace un juicioso
y completo inventario de las instituciones de democracia directa
y semidirecta, entronizadas, en buena hora, por la Carta de 1991.
Creo
que esta edición que hoy se lanza es un acontecimiento
bibliográfico. Lo valoro como una ganancia académica
y lo celebro como un eslabón importante en la formación
de cultura cívica, virtud ésta sin la cual la democracia
muere de anemia.
Hay un rico y variado conjunto de instrumentos que conforman
nuestro modelo de democracia participativa, que fue concebido
por los Constituyentes del 91 como remedio eficaz para dinamizar
la cansada, decadente y desprestigiada democracia representativa;
para corregir sus desviaciones, superar sus inercias y, en fin,
para devolver el poder usurpado por las elites decadentes a su
originario titular: el ciudadano raso.
Sin
embargo, aunque tales mecanismos han recibido desarrollo a
través de leyes estatutarias, la soberanía directamente
ejercida por el pueblo estuvo prácticamente inédita,
durante muchas décadas, hasta el 25 de octubre de 2003,
cuando estrenamos los canales del Referendo.
En
este sentido, la más bella y esperanzadora promesa
de nuestra Carta Magna había sido rotundamente incumplida.
El pueblo colombiano participó con entusiasmo para decir
sí o no a cada una de las reformas propuestas. La existencia
de un exigente umbral electoral y las falencias técnicas
que falsean el censo electoral -por la presencia en él
de los fallecidos y de los integrantes de la Fuerza Pública,
porque no tenemos una política electoral frente a los
millones de colombianos inmigrantes o porque no se descuentan
a tiempo las cédulas de los difuntos, o se cuentan las
cédulas que no se han entregado-, impidieron que muchas
de las preguntas se definieran por la voluntad positiva o negativa.
Se definieron por la simple ausencia de la cantidad necesaria
de votos válidos de un censo imperfecto.
La
obra del senador Trujillo demuestra y avanza en la explicación
del porqué de nuestras dificultades para acceder a las
formas participativas. Norberto Bobbio, en El Futuro de la Democracia,
advierte que hay unas siete "falsas promesas" o "promesas
incumplidas" por la democracia real del mundo de hoy. Siguiendo
esa línea crítica, la investigación del
estudioso senador, José Renán Trujillo, pone ante
los ojos de los colombianos el calvario de nuestras instituciones
participativas y cómo, bajo la Carta del 91, ese déficit
constitucional se ha traducido en la crisis total de la representación.
Quiero celebrar la fortuna de que el libro vea la luz, en el
preciso momento en que evaluamos los resultados de la primera
convocatoria al pueblo a Referendo.
El
pueblo fue convocado -¡por fin!- a la prometida soberanía
en forma directa para decidir su destino él mismo, sin
intermediarios que falseen su voluntad.
Y
lo más atractivo: fue un acontecimiento encaminado
a que el propio soberano introdujera los correctivos inaplazables
al sistema de democracia representativa de nuestro país.
Un referendo para devolverle legitimidad, transparencia y credibilidad
a nuestro sistema de gobierno, para erradicar vicios de corrupción
y clientelismo, otra forma que ha servido para privatizar el
poder público y los recursos colectivos.
Con
las formas participativas tenemos que contribuir a ese modelo
que Bobbio
llama democracia integral. Para que como él
dijera: "la democracia representativa y la directa no sean
dos sistemas alternativos, en el sentido de que allí donde
existe uno no puede existir el otro", ya que, "en un
sistema de democracia integral las dos formas de democracia son
necesarias, pero no son, consideradas en sí mismas, suficientes."
En
el gran debate nacional que habremos de tener a mediano plazo
sobre
un régimen parlamentario para Colombia, llamo la
atención sobre las particulares condiciones de los sistemas
de participación ciudadana en tales regímenes.
En
la obra del senador Trujillo se vislumbra el problema, cuando
dice
que en tales sistemas "la implementación de
mecanismos de participación encuentra graves obstáculos".
Pero, y también lo demuestra el autor, no hay necesaria
incompatibilidad entre representación y participación
ciudadana. En la obra se recuerda cómo los ciudadanos
del Reino Unido fueron convocados a Referendo consultivo en 1975.
Dice el senador Trujillo que ese fue "ejemplo de coordinación
entre democracia participativa y la representativa, en la medida
que el Parlamento fue el que decidió la convocatoria y
sus reglas".
La
obra del Doctor José Renán Trujillo aporta
su luz al gran debate jurídico y político en el
que estamos inmersos y contribuye a elevar el nivel conceptual
y a enriquecer la información comparada, para elevar su
tono de racionalidad.
Quiero
saludar la presencia de todos ustedes en este acto en el cual,
un ilustre
colombiano, ha dado una demostración
extraordinaria que, la dedicación al ejercicio de la política,
en lugar de eliminar los esfuerzos intelectuales, los tiene que
provocar.
Quiero
agradecer inmensamente la enaltecedora presencia del señor Ex presidente Julio Cesar Turbay Ayala, quien siempre,
con su patriotismo, con su sentido común, con su sabiduría
para el análisis de los problemas nacionales, con el conocimiento
de nuestra historia, de los grandes y de los pequeños
acontecimientos, es un buen consejero movido exclusivamente por
los intereses superiores de la Patria.
Hace
poco, estuvo presentándome la idea, también
estimulada por el señor Ex presidente Alfonso López
Michelsen, de estudiar para Colombia el sistema parlamentario.
Qué importante para ese estudio, presidente Turbay Ayala,
las inquietudes intelectuales del senador José Renán
Trujillo porque una de las preocupaciones que se proponen al
sistema parlamentario, es que consulta, muy de vez en cuando,
la opinión directa, que si bien se puede combinar con
formas de democracia participativa, hay que ser muy cuidados
para que esas formas no se expresen excepcionalmente.
La
Constitución del 91 -como lo ha dejado muy claramente
el autor, el doctor José Renán Trujillo- fue un
gran avance en la incorporación de instrumentos de democracia
directa. Cualquier nuevo avance institucional de Colombia debe
partir de esa ganancia. Si el país, por ejemplo, fuera
a considerar la alternativa del régimen parlamentario
como una alternativa de mayor estabilidad institucional, de mayor
gobernabilidad, tendría que combinarla sabia y acertadamente
con las formas de democracia directa.
Este
acto recuerda a uno de los grandes tribunos de nuestra política, aquel que combinó el duro ejercicio de
la práctica política cotidiana con el esfuerzo
intelectual permanente y que le dio brillo al foro colombiano:
su padre, Senador. Cuando fui elegido Senador de la República
una de las personas a quien admiraba en ese hemiciclo, era a
su padre.
El
país recuerda, con emoción, intervenciones
tan importantes que en tantos momentos le escuchamos. Cómo
no recordar la intervención en la Convención del
Liberalismo de 1982, cómo no recordar esa importantísima
trayectoria en el foro, en el Parlamento, en la política.
Qué bueno, qué bueno Senador, que su juventud sea
un aporte a la Patria de ejercicio político cotidiano,
de lucha en la dura refriega, pero siempre conducida por las
más nobles motivaciones intelectuales.
El
mundo contemporáneo tiene muchas deficiencias, la
más preocupante, la del liderazgo. Un liderazgo joven,
entusiasta, comprometido como el suyo, con los intereses superiores
de la Patria, nos ayuda a superar esas falencias.
Muchas
gracias por esta contribución al desarrollo institucional
de esta gran Nación, y muchas felicitaciones".