DISCURSO DEL PRESIDENTE EN EL CONSEJO COMUNAL SOBRE EMPRESAS REESTRUCTURADAS

Bogotá, 4 dic (SNE). El siguiente es el discurso del presidente de la República, Álvaro Uribe Vélez, durante el Consejo Comunal de Gobierno número 84 sobre empresas del estado reestructuradas:

“Anoto que el tema no es en sí reducción de gastos del Estado, sino corregir un problema de un Estado que ha sido derrochón, ineficiente en la aplicación de sus recursos, ha gastado en exceso, en burocracia y en funcionamiento y que ha sido enano y descuidado en inversión social.

Lo que se busca es tener un Estado que ahorre en el frente administrativo para que el país esté en mejores condiciones de aumentar la inversión en el frente social.

Quiero agradecer inmensamente la presencia de ustedes para este Consejo Comunitario que se convierte en una evaluación sobre la política de reforma de la administración pública.

Como lo ha dicho Ricardo Galán, para recuperar confianza en Colombia nos propusimos una tarea de seguridad, una tarea de transparencia y de construcción de competitividad y de equidad social.

En la tarea de transparencia y de saneamiento fiscal del Estado, es fundamental la reforma de la administración pública.

Nada ganamos con aumentarles los impuestos a los colombianos, si no reformamos la administración pública para posibilitar la inversión.

Nada ganamos si competimos a ver quién pronuncia un discurso social más agresivo y más ambicioso y no reformamos el Estado para poder disponer de los recursos que nos permitan hacer esa inversión social.

Nosotros no participamos ni del Estado burocrático ni clientelista ni de la ola privatizadora.

Creemos en un Estado sostenible, un Estado que sea capaz de expresarse y de traducirse en resultados sociales, en resultados de bienestar, que no sea obstáculo al sector privado, que proceda sin dogmas, con una amplia participación de la comunidad.

El destinatario en la comunidad, para llegarle a la comunidad, tiene que llegar con una variable que se llama: construcción de equidad. Y para hacer posible eso, debe haber mayor participación de la comunidad en la toma de decisiones, en la ejecución de decisiones y en la vigilancia.

Esa es la razón de los Consejos Comunitarios, esa es la razón de un Gobierno que ha estado permanentemente en un diálogo muy activo con el pueblo colombiano. Para posibilitar esa participación, para que quienes estamos en el Gobierno todos los días seamos concientes de nuestros atrasos, de nuestras dificultades, de nuestras limitaciones y procuremos corregirlas a través del diálogo popular.

Vamos a ver hoy una reforma que lleva puntos importantes, que le faltan otros puntos. Una reforma que en muchos aspectos es aplaudida, en otros criticada. Aquí mismo, al interior de esta sala, de este Salón Bolívar de la Casa de Nariño, hay compatriotas que están de acuerdo con esta reforma, hay compatriotas que tienen desacuerdos con esta reforma.

Nosotros hemos querido, que de manera muy ordenada, todos se puedan expresar, para contribuir a lo que tiene que hacer la Patria, que es la construcción de un debate permanente pero fraterno.

Porque cuando el debate se vuelve un debate de antagonismos insuperables, el debate no se traduce en construcción, no se traduce en síntesis creativa.

La verdad es que, esta reforma ayuda mucho a sanear las finanzas del Estado y va ayudar muchísimo –en sus efectos futuros- a que este Estado pueda llevar de la mano una inversión en seguridad. ¡Hoy sí que se demanda!

Ahora que se están desmovilizando los paramilitares del Catatumbo, alcaldes, concejales y ciudadanía de Norte de Santander llama y dice: ‘¿y quién nos va a cuidar?, aquí nunca hemos tenido la protección del Estado’.

¡Qué tristeza, qué tristeza! Durante años, en mano de la guerrilla y después la solución fue tan grave como la enfermedad: el paramilitarismo. Ambos financiados por el narcotráfico.

Lo del Catatumbo hoy, en este proceso de desmovilización, es una muestra clara del esfuerzo que tenemos que hacer en seguridad para poder recuperar la protección institucional de los colombianos. Para poder recuperar una Patria en la cual la ciudadanía no tenga que vivir humillada en la guerrilla, ni buscar la defensa a través de la humillación al paramilitarismo. Una Patria que no tenga que vivir cofinanciada por el narcotráfico.

Eso pone de presente que tenemos que seguir haciendo un gran esfuerzo en seguridad y tenemos que hacer un gran esfuerzo en infraestructura, en servicios públicos y un gran esfuerzo en política social. No son excluyentes, van de la mano.

Y para poder llevar estos esfuerzos de la mano, la economía tiene que crecer y tenemos que racionalizar los recursos. Esta reforma administrativa hace parte de la racionalización de los recursos.

Dentro de la idea del Estado sostenible muchas de estas reformas han desembocado en unas, la eliminación de una entidad, de un servicio a cargo del Estado, sino en que se liquiden la entidad, que era insostenible por sus costos y que sea sustituida por una nueva entidad estatal que sea sostenible en sus costos: el Estado sostenible, que es totalmente diferente de la ola privatizadora.

¿Qué le habría pasado al Estado colombiano, si no hacemos la reforma de Telecom?, ¿qué le habría pasado a los pensionados de Telecom si no hubiéramos hecho esa reforma, perdiendo $500 mil millones al año?

Por ejemplo, en las cuentas nacionales lo que habría pasado no aparece, porque en las cuentas nacionales aparecen simplemente cómo van las tendencias de gastos de funcionamiento, de inversión, servicio de deuda pero no aparece qué habría pasado si no se reforma Telecom y el país tiene que ser muy conciente de eso.

Porque, estábamos perdiendo $500 mil millones, entonces iba a llegar el presidente de Telecom a decirle al Ministro de Hacienda y al Congreso: ‘préstenme un chequecito de $500 mil millones para pagarle a mis jubilados’. Gracias a Dios la nueva Telecom –como lo vamos a ver- está arrojando unas cifras buenas.

Esas cifras le han permitido hacerle las transferencias a la vieja Telecom para pagarle a sus jubilados, para honrar sus obligaciones y reiniciar un proceso de inversión pública.

Vamos a ver casos como el de Paz del Río, al que ha ayudado la coyuntura del precio del hierro y del acero, pero que ha ayudado fundamentalmente un proceso, concertado con sus trabajadores.

¿Quién hay aquí de Paz del Río?, ¿cuánto tenían ustedes de propiedad cuando empezó este Gobierno, 9 por ciento?, ¿cuánto tienen hoy?

RESPUESTA: 43 por ciento.

PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA: Ya les quieren comprar. Cuando este Gobierno llegó muchos me aconsejaban a mi: ‘eso hay que cerrarlo’. Yo dije: ‘pare, pare, de allá vive medio Boyacá.

¿Cuántos boyacenses derivan su sustento de Paz del Río?

RESPUESTA: 80 mil, 90 mil boyacenses

PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA: 80 mil boyacenses, sumando trabajadores activos, jubilados, sus familias. Se salvó con un gran sacrificio de los trabajadores, de los pensionados.

Allí pasamos –y lo quiero citar como ejemplo- del sindicato meramente de reivindicación, a los trabajadores participativos. Y eso Colombia lo tiene que asimilar.

Yo rogaría que nuestra dirección de Planeación, el ministerio de Hacienda, la doctora Claudia (Jiménez) hiciera un caso de Paz del Río para que se examine en todas nuestras universidades como un caso ejemplar del tránsito de sindicalismo de reivindicación a la organización participativa de los trabajadores.

Hoy les quieren comprar, ¡no la vayan a vender, no la vayan a vender! El que quiera invertir plata allá, que invierta con máquinas de out sourcing o con posibilidades para agrandar la compañía, pero ustedes no se vayan a dejar rebajar de ahí.

Manejen eso bien manejado, como se ha estado manejando, que eso es reductor para Boyacá, un gran apoyo para el país y un gran ejemplo de avance de la organización de trabajadores en participación.

Va a haber mucha crítica en el día, yo se las dificultades que tenemos, apenas estamos empezando la reforma de los hospitales públicos, nos falta por reformar las clínicas del seguro social, se las dificultades que hay con Inravisión, va a haber mucha crítica y vamos a manejar esto en debate, con sinceridad, pero en debate fraterno.

Por ejemplo, los compatriotas del distrito de adecuación de tierras de la Florestas, Asofloresta, han traído una carta. En el Consejo Comunitario de Neiva ellos reclamaron porque no se había atendido un mandato legal para subsidiarle la energía a ese distrito.

–Gracias a la reforma de las electrificadoras, donde hay un gran resultado… Una cosa es un país con las electrificadoras quebradas, otra cosa es un país con las electrificadoras recuperándose-.

Mandan una carta agradeciéndole al Ministro de Minas, que gracias a esta reforma de esas electrificadoras, ya les empezaron a reconocer el subsidio.

Creo que Emcali es un gran ejemplo. ¿Qué tal esa empresa quebrada? Creo que se muestra un resultado de avance de esa empresa cumpliéndole a Cali: la rescatamos a un alto costo para el Gobierno Nacional, manteniéndola como empresa industrial y comercial del Estado, pero con un esfuerzo también de los trabajadores y de los empleados.

Y con una cosa muy importante: que todo el mundo va a aportar, todos los ciudadanos de Cali va a ser socios, del fondo de capitalización con un poquito.

Que cuando alguien prenda la lamparita de su alcoba sepa que esa energía, que le está llegando a su alcoba, esa luz, proviene de una empresa de la cual él es socio indirecto, a través de ser partícipe del fondo de capitalización.

Que cuando alguien abra la llavecita del agua sienta que no utiliza esa agua, solamente como usuario sino como proveedor.

¡Eso es de una gran importancia para limar contradicciones en el futuro de esta Patria!

Y yo le quiero agradecer al Congreso de la República que se atrevió a aprobarnos la ley, facultado al Gobierno para esta reforma.

Con el Congreso incorporamos unos elementos buenos como el retén social que incluye la protección a madres cabeza de familia, a discapacitados y a personas próximas a jubilarse.

Hemos tenido, lo que llamamos, ese buen cuidad social, ese retén social en esta reforma que implica sacrificios, mucha gente han salido pero se han garantizado pagos de pensiones, indemnizaciones, sostenibilidad en las empresas.

Y hemos avanzado en la meritocracia. Aquí tenemos 2.269 cargos que hemos sacado a concurso, que eso quedó dispuesto en uno de los decretos iniciales de este Gobierno y así se ha cumplido.

Concursos en las Corporaciones Ambientales, en Invias, en el Sena, en ICBF, los ministerios de Transporte y Protección Social, en el Seguro Social, Instituto Geográfico Agustín Codazzi, Incoder, Findeter, Esap, Parques Nacionales, Departamento de la Administración Pública, Telecom, Ictex, etc.

Es importante la reforma de la Cancillería, hemos eliminado una serie de embajadas, de consulados.

Es importante la nueva ley de Carrera, aprobada recientemente por el Congreso, ya sancionada y en práctica, esa ley, doctor Grillo, ¿cuántos cargos estaban sometidos a concurso antes de esa ley y cuántos ha agregado esa ley para concurso?

FERNANDO GRILLO. DIRECTOR DEL DEPARTAMENTO DE LA FUNCIÓN PÚBLICA: Presidente, hay 300 mil cargos que están sometidos a la Ley de Carrera Administrativa pero en Colombia existía una interinidad y tenemos 120 mil empleados provisionales que están esperando, desde hace cinco años, porque se regularice esa situación.

PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA. Creo que hemos tenido otro avance bien importante en educación.

La señora Ministra está estudiando bien el alcance de la sentencia de la Corte, está procediendo con todo el cuidado, pero en la esencia ese es un gran paso.

Es un paso de convocar a un concurso para nombrar 50 mil maestros de la Patria. ¡Ese es un gran paso! Los maestros no se pueden seguir nombrando por señalamiento, por discrecionalidad, por capricho, sabemos que hay 200 mil inscritos y eso, de suyo, expresa la conveniencia de ese proceso.

Una de las reformas importantes es la del IPSE. Creo que tener hoy a Puerto Carreño interconectado, la posibilidad de la planta de generación en Mitú y los ejemplos que próximamente le vamos a entregar al país, de hacer cosas con recetas menos caras.

El país necesita consultorías, pero la consultoría tiene que ser de recetas al alcance del país. Uno lleno de consultorías caras y de recetas caras a ninguna parte va.

¿Qué hace uno? Vea Mitú. La solución valía 70 mil millones y la rebajamos a la mitad, a 35 mil. Íbamos a Cupica, la solución valía 15 mil millones. Barbacoas, la solución 15 mil millones. Hoy esa microcentral que llevaba abandonada 25 años y no había sino obra civil. Comunidad que nunca había tendido energía eléctrica en ese momento. Nos vale 268 millones de pesos, ya incluso tiene instalados medidores.

El caso del Chocó es el ejemplo. ¿Para qué necesitamos la platica de las electrificadoras?, ¿para derrochar esa platica en funcionamiento, en electrificadoras burocráticas o para instalar el servicio y sostenerle un buen servicio a la ciudadanía.

Miren el tránsito que se hizo: pasar de una electrificadora del Chocó que perdía $18 mil millones a una electrificadora que este año se va a ganar 900. Pero haberle dado al Chocó, este año, la electrificación Virginia – Certegüi y Chaucheras – Río Sucio.

Será muy importante la inauguración de la Central de Cupica, que nos permitirá decirle al país: había una receta de 15 mil millones, se da una solución de 1.600 y de buena calidad aprovechando que el Chocó tiene cerca de la línea costanera -cordilleritas como el Baudó-, alta precipitación pluvial y caídas de agua dulce que facilitan en todo parte, instalar estas pequeñas centrales.

Bueno, demos entonces paso a este Consejo.

Muchas gracias”.

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