PALABRAS
DEL PRESIDENTE EN LOS 20 AÑOS
DE LA UNIVERSIDAD SERGIO ARBOLEDA
Bogotá, 27 jul. (SNE).- El siguiente es el discurso del
presidente de la República, Álvaro Uribe Vélez,
durante la conmemoración de los 20 años de la Universidad
Sergio Arboleda:
"Quienes conocen la Universidad Sergio Arboleda, bien podrían,
parodiando al Presidente Aznar, decir que es una Institución
liberal. Una institución de raigambre conservadora, de ánimo
deliberante y vocación científica. Una institución
que predica que vivir en un mundo regido por la libertad, es la
forma más perfecta de la relación humana.
La Universidad
lleva el nombre de Sergio Arboleda, el caudillo militar que intercaló levantamientos partidistas con el
ejercicio de la docencia, la escritura de páginas editoriales
y la acción parlamentaria. Pero ese nombre del siglo XIX,
ha quedado asociado en forma indisoluble con dos de los protagonistas
de la historia colombiana del siglo XX: Rodrigo Noguera Laborde
y Álvaro Gómez Hurtado.
El doctor Rodrigo
Noguera fue el genio intelectual que vivió por
y para la cultura. El doctor Gómez Hurtado, su compañero
de tertulia, lecturas e investigaciones, quien en ese permanente
ajetreo de la política cultivó todas las expresiones
del espíritu, desde el estudio de la filosofía, la
práctica del arte pictórico y el ejercicio de la
política entendido como un servicio a la sociedad.
Hace 20 años, en medio de difíciles circunstancias
de la sociedad colombiana, los fundadores de la Universidad se
propusieron crear una Escuela de pensamiento y de cultura, una
escuela humanista. Descreían de la idea de que la universidad
no necesitaba de los idiomas en los que se escribió la cultura
antigua, o de la astronomía, de la teología, de la
gramática.
Querían una escuela que combinara los conocimientos modernos,
con el cultivo de la lectura de los clásicos y la exploración
filosófica.
En la primera
facultad, que ellos llamaron Escuela de derecho, el doctor Noguera
tomó para sí la cátedra
de Introducción al Derecho y el doctor Gómez Hurtado
la de Cultura Colombiana. Así nació, en una pequeña
casa y como una aventura intelectual, la que ahora está convertida
en recinto de la excelencia académica y centro de atracción
de los intelectuales más connotados, reunidos alrededor
de una tertulia matutina que, en vida, encabezó siempre
el fundador doctor Rodrigo Noguera Laborde.
Al examinar
la evolución de la universidad privada en los últimos
años en Colombia, al examinar la evolución de la
universidad pública, tenemos que destacar que a diferencia
de muchas, la Universidad Sergio Arboleda nació para enseñar,
para estimular la creatividad y no simplemente para cumplir con
la forma legal de entregar diplomas.
Felicito a
la Universidad en este cumpleaños. A sus directivos,
encabezados por el señor rector Rodrigo Noguera Calderón,
por el Presidente del Consejo, el doctor Raimundo Emiliani Román,
a cada uno de sus docentes, de sus funcionarios, de sus estudiantes.
Que esa visión solidaria del pensamiento y de la ciencia,
siga siendo el eje formativo de los millares de estudiantes que
concurren hoy a sus aulas. Que la cultura siga siendo contextualizada,
que se avance en la investigación, que el comportamiento ético,
guíe la práctica laboral de los egresados.
Esta universidad
desde su nacimiento ha representado una gran esperanza para la
Patria porque es una universidad con una simbiosis
poco común. Aquí hay orientación ideológica
y estímulo del debate libre.
He conocido
muchos centros universitarios donde el estímulo
del debate libre no anima a la profundización en la investigación
porque no hay orientación ideológica. Y he conocido
otros, donde la orientación ideológica al no estimular
el debate libre, impide el avance científico. He aquí la
formidable simbiosis de la Universidad Sergio Arboleda: la orientación
ideológica y el estímulo al libre debate.
Esta Universidad
debe seguir cultivando la ciencia, estar abierta a la libre cátedra, no dogmática, ser crítica
con espontaneidad, batalladora en las ideas y ejemplar en la convivencia.
Destaco ante
la comunidad universitaria nacional el inmenso esfuerzo que hacen
los profesores de la Universidad Sergio Arboleda para
procesar los problemas de la sociedad, escribir sus conocimientos
y entregar la larga lista de libros con su sello editorial. Es
un ejemplo que todos los universitarios deberían seguir
como la mejor manera de contribuir al avance del pensamiento y
de la ciencia en Colombia.
La universidad
en todas las sociedades, la universidad en todos los tramos de
la historia, tiene que cumplir la tarea de caja de
resonancia de los problemas sociales; ellos tienen que llegar a
la universidad, producir en la universidad la agitación
ideológica, producir en universidad la investigación
científica, para que la universidad produzca sobre la sociedad
una acción de réplica y convierta esos problemas
que la sociedad esparce sobre la universidad, en una respuesta
de soluciones. Qué bien ha cumplido con esa tarea la Universidad
Sergio Arboleda.
Muy apreciados
miembros de la comunidad universitaria: me honra entregar la
Orden Nacional al Mérito en el grado de Cruz
de Plata a la Universidad Sergio Arboleda. Es un elemental reconocimiento
a la obra meritoria de los fundadores y de sus sucesores en la
conducción de la Universidad.
Recibo con
inmensa gratitud la Orden de la Universidad y la única
manera que tengo para agradecerla es fomentado, en el interior
de mi ser, el amor a Colombia.
La celebración solemne de los primeros 20 años de
su existencia, es la oportunidad de mostrar al mundo una experiencia
basada en la concepción del desarrollo de la ciencia que
parte del amor a la búsqueda sin fin de la verdad. Pero,
no me canso de repetir que cada logro en el conocimiento es apenas
una verdad relativa y una base para emprender una nueva investigación.
Después de respetar el compartimiento individual de las
creencias religiosas y los principios de la democracia como regla
insustituible para la convivencia, todo lo demás es revisable
y demanda aproximaciones sin dogma.
El trabajo
científico no admite cansancios y el logro de
cada nueva hora debe ser el renacer de la esperanza para las siguientes.
En esa tarea
de trabajo científico sin cansancios, en esa
tarea de comprender que cada escaño de verdad es apenas
una verdad relativa para aproximarse al siguiente, ha sido ejemplar
la tarea de la Universidad Sergio Arboleda.
La pasión en la defensa de las convicciones y en el resultado
de las investigaciones se excluye con el dogma que cierra las puertas
a los nuevos avances. La emoción se necesita, pero es obligatorio
trazar la línea divisoria con el fundamentalismo intransigente.
Signado el
mundo contemporáneo por la diversidad, se convierte ésta
en escenario diario del conflicto entre opiniones, que puede ser
destructivo al desembocar en la confrontación antagónica,
o constructivo al escoger la cooperación creadora.
La opción de la cooperación creadora para hacer
del diario conflicto de la diversidad un proceso ininterrumpido
de mejoramiento social, es tarea de una universidad con visión
de orden y con vocación de animar el debate, pero el debate
profundamente científico y siempre con disposición
solidaria.
Cuando la crítica va acompañada de reacción
violenta se genera un bloqueo en la mente individual y en la acción
colectiva, que empeora los problemas y no deja ver la luz de las
soluciones. Ese bloqueo mental también se da cuando la critica
no está apoyada en la ciencia, sino en el fundamentalismo
ideológico. He ahí pues, la importancia de la simbiosis
de la Universidad Sergio Arboleda entre la orientación ideológica
y la capacidad de animar el debate constructivo.
Quiero recordar
a los colombianos esa impronta del pensamiento de Álvaro Gómez Hurtado. Cuántas veces habló del
acuerdo para el desacuerdo, del imperio de las instituciones, del
acatamiento de cada ser de la sociedad colombiana, aquel punto
que esta en el vértice de la organización social
y constitucional: la justicia.
Cuando Colombia
tiene que disponerse a recuperar el imperio de sus instituciones,
a recobrar el poder para el Estado, para sus
formas democráticas, de manera real, el pensamiento de Álvaro
Gómez Hurtado es iluminante. Todos los poderes ilegítimos
generan pánicos y arrogancias criminales. Todos los poderes
ilegítimos destruyen la sociedad. Todos los poderes ilegítimos
dividen al pueblo e impide su constitución en Nación.
Solamente un
poder, el legítimo del Estado, es el único
que es capaz de cautivar al pueblo, de obtener su obediencia al
ordenamiento jurídico, es el único que es capaz de
construir ese laso vinculante entre los individuos que nos permita
pasar de masa y constituirnos en Nación. Para ello esta
plenamente vigente, y es iluminante, el legado ideológico
de Álvaro Gómez Hurtado.
Estos 20 años son apenas un principio. Esta Universidad
esta llamada a cumplir un gran papel en la vida colombiana. Nosotros
tenemos que rescatar el imperio de las instituciones pero, para
que ese imperio se proyecte solidamente hacia el futuro, necesitamos
construir cohesión social. Y la cohesión social empieza
con la vocación de llevar, mano a mano con la recuperación
de la economía, el mejoramiento redistributivo y la primera
herramienta para ese mejoramiento redistributivo, es la Revolución
Educativa.
Hay dos señales buenas. En educación primaria y
secundaria se frenó la disminución de la matricula.
Hemos logrado aumentar la matrícula pública en más
de 750.000 estudiantes. Nuestra meta es de 1.500.000. Pero lo importante
es que ese crecimiento va acompañado del fenómeno
de haber frenado el decrecimiento en la matrícula privada.
Y si podemos cumplir esa meta, de 1.500.000 de cupos, y simultáneamente
revertir la tendencia que traía de decrecimiento la matricula
privada, habremos avanzado bastante en ese eslabón de la
Revolución Educativa, uno de los cinco eslabones de la Revolución
Educativa que es la cobertura.
Nos hemos propuesto
400.000 cupos en educación universitaria.
Un reto bastante grande. Hasta el momento llevamos alrededor de
124.000. El gran esfuerzo lo ha hecho la universidad pública,
pero qué importante registrar que la caída en la
matrícula en la universidad privada ya se ha frenado y que
empieza a recuperarse la tendencia.
Si logramos
llevar de la mano esa recuperación en la universidad
pública, ese mejoramiento en la productividad para aplicar
los recursos de la universidad pública y una gran recuperación
de la matrícula en la universidad privada, podremos cumplir
esa meta.
Las políticas sociales tienen que ser sostenibles, agregar
valor y producir un efecto redistributivo. Y la política
social por excelencia para producir ese efecto, es la Revolución
Educativa, en la cual la Universidad Sergio Arboleda tiene que
cumplir -hacia el futuro- una tarea que, los colombianos que apreciamos
la obra de estos 20 años, miramos con gran ilusión.
Y me entusiasma
mucho el papel de la Universidad Sergio Arboleda en el futuro
de la Patria. ¿Por qué? porque cuando
observo esta comunidad y veo estos edificios me parece que la solidez
moral e intelectual de esta comunidad, cada día esta basada
más fuertemente en la libertad y el orden. Y que, los cimientos
de estos edificios, todos los días, están más
adheridos a la libertad y al orden.
Las palabras
generosas del doctor Raimundo Emiliani las agradezco profundamente,
me comprometen con esta Patria. La parte del debate
se la traslado al Ex presidente Alfonso López Michelsen.
Tuve el privilegio
de departir muchas veces con el doctor Noguera Labor, que él con Álvaro Gómez, ayuden a tutelar
esta gran Nación. Que siga su obra, doctor Rodrigo Noguera
Calderón, para bien de esta comunidad y para bien de la
Patria.
Déjenme decir, que creo profundamente en el orden no como
principio para una sociedad uniformada en lo ideológico,
sino como principio para que opere el pluralismo. El desorden en
el cual se juntan dos individuos, adquieren cinco fusiles, dos
kilos de coca y diez kilos de explosivos y fundan un Estado de
hecho contrario a las instituciones, mata cualquier posibilidad
de libertad.
Hoy mas que
nunca, el orden en Colombia es un presupuesto para el ejercicio
de las libertades. Hemos asistido durante muchos años
al debate entre la universidad dogmática y la universidad
libre. Las banderas de la libre cátedra se agitaron en muchas
de nuestras universidades contra las décadas del dogmatismo,
que muchos señalaron de oscurantismo. Pero también
en muchas de las universidades, en nombre de la libre cátedra,
se llegó a otro dogmatismo, a otro oscurantismo.
La síntesis de ese proceso histórico la encontramos,
para bien de Colombia, en la Universidad Sergio Arboleda, comprometida
con el orden como presupuesto de la libertad. Comprometida con
la orientación ideológica, pero al mismo tiempo profundamente
comprometida con la agitación de las ideas, con el debate
científico.
Orden para
la libertad. Orden sin dogmatismo, es la gran lección
que va dejando en su curso la Universidad Sergio Arboleda y esa
luz del orden sin dogmatismo es la que tiene que seguir produciendo
esta Universidad, para el bien de la Patria.
Muchas felicitaciones
directivos, profesores y estudiantes".
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