Vicepresidencia
de la República
Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
RESUMEN
SOBRE EL CONFLICTO ARMADO EN LAS CIUDADES
(intervención y comentarios)
NOVIEMBRE
28 DE 2002
RESUMEN
SOBRE EL CONFLICTO ARMADO EN LAS CIUDADES
(intervención y comentarios)
Una
aproximación hecha por el Observatorio del Programa Presidencial
de Derechos Humanos y DIH de la Vicepresidencia de la República
sobre el comportamiento del conflicto armado entre 1990 y Septiembre
de 2002 en veinte ciudades permite concluir que el componente
urbano del conflicto es de vieja data por lo que en la coyuntura
reciente no se puede hablar en términos estrictos de urbanización
del conflicto. Las acciones en las ciudades han hecho parte de
las estrategias de los actores armados, guerrillas y paramilitares
desde hace muchos años, y si bien recientemente se ha registrado
un aumento en el accionar de estos grupos, en otras coyunturas
este fue más alto y registró crecimientos porcentuales
mucho más elevados.
En
el caso de las guerrillas las escaladas en el conjunto nacional
que se registraron como consecuencia de la reacción por
la toma de Casa Verde por parte del Ejército en 1991 y
en el marco de las negociaciones de paz en 1992 coincidieron con
notables aumentos de las acciones, principalmente de sabotaje,
en las ciudades. Observando el caso de las FARC por separado se
tiene que si bien es cierto que 2002 se perfila como su pico histórico
en las ciudades, lo es también en el conjunto nacional
y su incremento en las zonas rurales fue igualmente significativo.
Los
planes de las FARC siempre han contemplado el tema urbano y aún
antes de la Séptima Conferencia de 1982, donde quedó
plasmada como una conclusión relevante, Bogotá fue
concebida como centro del eje de despliegue estratégico
que tuvo a la cordillera oriental como su principal objetivo.
En el curso de los noventa fue especialmente notable la expansión
de frentes en Cundinamarca, creando una especie de cerco sobre
la capital, pero así mismo es factible afirmar que el mayor
poderío militar de las FARC se ha mantenido alejado de
las ciudades, en el sur oriente y otras zonas. De la misma forma
las milicias han tenido presencia desde hace muchos años,
en estrecha conexión con los frentes rurales, así
como muy variadas estructuras urbanas que cumplen con muy variadas
funciones relacionadas con el secuestro, la extorsión y
las acciones de sabotaje.
Por
definición las guerrillas tienen su principal radio de
acción en las zonas rurales, territorios que no sólo
les permiten tener fuertes áreas de retaguardia sino que
también posibilitan la formación de corredores para
el aprovisionamiento de armas y el tráfico de drogas ilícitas.
En
un contexto como el descrito no se puede desconocer que el proceder
en lo urbano ha tenido cambios importantes, ejemplo de esto son
las acciones tipo comando que han tenido lugar en Bogotá,
Neiva y Cali, para no mencionar sino los principales casos. Igualmente
se han sofisticado sus mecanismos para hacer atentados terroristas,
tal como ocurrió el 7 de Agosto de 2002 en la capital.
No obstante esto no es suficiente para hablar de una urbanización
del conflicto. Por el contrario las guerrillas para sobrevivir
y expandirse dependen en gran medida de lo rural y como ha sucedido
en el pasado, lo urbano seguirá siendo un componente importante
pero no el principal.
El
tema de lo urbano no puede reducirse a las guerrillas. Es un viejo
proyecto de los grupos paramilitares ganar influencia en los cascos
de los municipios colombianos y en varios de ellos lo han logrado.
Los ejemplos de Montería, Turbo, Apartadó y más
recientemente Barrancabermeja, así lo indican. Si bien
es cierto que desde 1995 los homicidios de las autodefensas vienen
en franco aumento en las ciudades, en 1990 y 1991 los picos fueron
mayores que en el presente, lo que corrobora que en este caso
lo de la urbanización del conflicto es también asunto
viejo. Así mismo es importante observar que las tasas de
homicidios son más elevadas en donde el conflicto ha tenido
alguna incidencia.
EL CONFLICTO ARMADO EN LO URBANO
Una
aproximación hecha por el Observatorio del Programa Presidencial
de Derechos Humanos y DIH de la Vicepresidencia de la República
sobre el comportamiento del conflicto armado entre 1990 y Septiembre
de 2002 en veinte ciudades permite concluir que el componente
urbano del conflicto urbano es de vieja data y que en la coyuntura
reciente no se puede hablar en términos estrictos de urbanización
del conflicto.
Se
analizaron diez de las principales ciudades, es decir Bogotá,
Medellín, Cali, Barranquilla, Cúcuta, Cartagena,
Bucaramanga, Pereira, Ibagué y Santa Marta. Así
mismo se incluyeron en el estudio otras diez ciudades especialmente
afectadas por el conflicto armado, es decir Valledupar, Villavicencio,
Neiva, Buenaventura, Tumaco, Barrancabermeja, Ciénaga,
Yopal, Popayán y Montería. Se hicieron análisis
comparados entre grupos de ciudades y el total nacional y se tomaron
en consideración las acciones de sabotaje (destrucción
de infraestructura), los contactos armados, los ataques a instalaciones,
las emboscadas, los hostigamientos, los asaltos a entidades y
las acciones de piratería terrestre. Así mismo se
consideraron los asesinatos registrados a nombre de guerrillas
y autodefensas, así como los homicidios en su conjunto
y los secuestros.
El
gráfico anterior refleja que si bien es cierto que las
acciones de las guerrillas en las veinte ciudades consideradas
aumentaron en una proporción mayor que el conjunto nacional
entre 2001 y 2002 (el 2002 incluye solo hasta septiembre) en el
pasado en 1991 y 1992 lo urbano tuvo un peso mucho mayor que el
registrado en lo corrido del presente año y sus crecimientos
registraron unas pendientes más inclinadas que en el momento
actual. Se concluye de esta manera que las escaladas de las guerrillas
tienen una relación directa con el aumento de las acciones
de las guerrillas en las ciudades que es precisamente lo que ocurrió
en 2002 a raíz de la ruptura de los diálogos en
la administración Pastrana.
El
análisis comparado del comportamiento del conflicto armado
entre las diez principales ciudades con los diez centros urbanos
intermedios más afectados revela que estos últimos
siempre han estado por encima pero, que coincidiendo con las escaladas
de las guerrillas, el comportamiento en las primeras crece considerablemente.
En lo corrido del presente año el mayor peso lo han puesto
Medellín, Cali y Bogotá. Entre los diez centros
intermedios es de destacar en 2002 el bajón que registró
Barrancabermeja y la elevada actividad en Villavicencio y Valledupar.
El
gráfico sobre la actividad armada según responsables
muestra que con excepción de 1991 y 2002 el ELN siempre
ha estado por encima de las FARC en las 20 ciudades consideradas.
Entre 2001 y 2002 las FARC aumentó considerablemente su
accionar hasta el punto que el presente año es su pico
histórico en las ciudades.
Comparando
el comportamiento de las FARC en el conjunto nacional con el de
las veinte ciudades consideradas se concluye que el aumento fue
considerable en los dos niveles. Si bien es cierto que registró
un aumento en las ciudades analizadas, es de destacar que lo mismo
ocurrió en todo el país y especialmente en el nivel
rural.
El
ELN que históricamente registró los niveles más
elevados de acciones en las ciudades se destacó por el
enorme peso que tuvieron las acciones de sabotaje (destrucción
de infraestructura); estas cayeron notablemente en 2002 al tiempo
que aumentaron los contactos armados por iniciativa de la Fuerza
Pública. Este punto sugiere que los contactos armados están
en estrecha relación con los aumentos en el accionar armado
de las guerrillas y que se producen como resultado de los esfuerzos
de la Fuerza Pública por neutralizar el accionar de los
grupos armados al margen de la ley.
En
el caso de las FARC los sabotajes y los contactos armados también
han tenido un enorme peso. Entre 2001 y 2002 los sabotajes subieron
notablemente en un contexto en el que la ofensiva de la Fuerza
Pública se mantuvo elevada. La percepción sobre
una supuesta urbanización del conflicto responde entonces
también a las actuaciones de las autoridades en su misión
de controlar los grupos armados al margen de la ley. Los operativos
recientes en la Comuna 13 de Medellín así lo indican.
LOS HOMICIDIOS Y EL CONFLICTO EN LO URBANO
El
conflicto armado en lo urbano no se reduce a la actividad armada
de las guerrillas. Las actuaciones de las autodefensas también
han pesado mucho y particularmente los homicidios. El gráfico
que se presenta incluye el comportamiento de las guerrillas, por
un lado, y de las autodefensas y de otras estructuras organizadas.
Si bien por un lado hay un enorme subregistro y por el otro se
incluyen con las autodefensas estructuras relacionadas con el
narcotráfico y otras actividades ilícitas, es notable
señalar que la participación de las guerrillas en
los homicidios es notablemente inferior a la de los otros grupos
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