Bogotá, 9 ago (CNE).- Hoy los moradores del Cartucho no velaban a algún "parcerito" víctima de la droga. Hoy se trataba de despedir a 16 amigas y amigos cercanos, inocentes y humildes, víctimas de los actos terroristas del pasado miércoles en Bogotá.

A las tres de la tarde, en la Iglesia del Voto Nacional, la multitud rompió en llanto, cuando vieron llegar al Vicepresidente de la República, Francisco Santos Calderón, muchos se acercaron a él para agradecerle su presencia en el acto.

La tristeza del momento se vio interumpida por la voz del Cardenal Pedro Rubiano Sáenz, quien inició la ceremonia religiosa. "Estos cuerpos, que queremos recordar y no olvidar en la oración, nos obligan a unirnos para luchar contra los métodos violentos y terroristas de los enemigos de la paz", dijo monseñor Rubiano.

Al término de la misa, el vicepresidente Santos Calderón sostuvo que acciones como las del pasado miércoles demuestran que los violentos de las autodefensas y las Farc no están en guerra contra un Estado o un Gobierno, sino contra los ciudadanos más pobres e indefensos del país.

¡Martha, Claudia, Hernando, Catalina, Rosa, Hugo, Ernesto! Gritando los nombres de sus seres queridos, los familiares se marcharon a sepultarlos. Todavía no entendían, y tal vez nunca lo entiendan, por qué razón la violencia se los había arrebatado.