DISCURSO DEL MINISTRO DE HACIENDA EN LA ASAMBLEA DE LA ANDI
Cartagena, 22 ago (CNE).- El siguiente es el contenido del discurso pronunciado hoy por el ministro de Hacienda, Roberto Junguito, en la asamblea general de la Asociación Nacional de Industriales (Andi).
"LA POLITICA ECONOMICA EN LA ADMINISTRACION DE URIBE VELEZ: CAMINO A LA RECUPERACION
El país atraviesa un período de dificultades y retos en su manejo económico, casi sin precedentes en la historia del país.
El entorno internacional, con efectos negativos de contagio de la región, la creciente inseguridad interna y un problema fiscal estructural que ha desembocado en altos índices de endeudamiento público, se constituyen en amenazas para la estabilidad económica de la nación.
Para hacer frente a esta situación, la administración Uribe Vélez ha diseñado y comenzado a poner en marcha una estrategia basada en tres pilares fundamentales, complementarios entre sí:
1) El fortalecimiento de la seguridad democrática.
2) Una estrategia de estabilidad económica dirigida a recuperar el crecimiento mediante el apoyo a los grupos más débiles de la sociedad en el contexto de un saneamiento de las finanzas públicas.
3) Una profunda reforma del Estado que lo hará más eficiente y reducirá su tamaño. Además se incluyen reformas de envergadura en el ámbito político, de la justicia y el manejo de las instituciones. La fusión de ministerios y a propuesta de un referendo que busca reducir el despilfarro de recursos simbolizan los propósitos de la reforma del Estado. Mayor legitimidad y un Estado más eficiente, son, en esencia, los propósitos.
El fortalecimiento de la seguridad democrática se fundamenta en el diseño y puesta en marcha de una estrategia de seguridad nacional. Esta, desde el ámbito económico, exige un financiamiento más adecuado de las Fuerzas Armadas y, mediante el establecimiento de un tributo, representa el concurso de los más pudientes para extender seguridad a todos los colombianos.
La creciente inseguridad nacional llevó a la administración Uribe Vélez a declarar el Estado de Conmoción Interior. Con esta medida se dio el primer paso en la dirección del fortalecimiento de la seguridad. En razón del desfinanciamiento en que se encontraba el presupuesto militar para el 2002-2003 y la necesidad de incrementarlo, el decreto correspondiente estableció un impuesto, de todos conocido, cuya base gravable está constituida por el patrimonio liquido poseído a 31 de agosto del 2002, y cuya tarifa se fijó en el 1.2% sobre dicho patrimonio.
Con este nuevo tributo, que se establece por una sola vez, se estima que se podrán recaudar cerca de 2 billones de pesos que son necesarios para sufragar los gastos que demanda el fortalecimiento de la fuerza pública. El impuesto lo cubrirán aquellos colombianos que son declarantes de impuestos a la renta, salvo contadas excepciones: entidades sin ánimo de lucro o empresas privadas o públicas que se encuentren sometidas a procesos de reestructuración.
Es importante destacar también que de la base gravable del tributo se descuenta el valor patrimonial neto de las acciones o aportes poseídas en sociedades comerciales. Ante la recomendación del sector privado de establecer plazos amplios para el pago del impuesto, se está discutiendo, este momento, la reglamentación posible para dar la mayor amplitud de plazos dentro de las limitaciones de la ley y de las necesidades de financiamiento.
Los recursos que se recojan por este impuesto se destinarán, como lo explicará en detalle la Ministra de Defensa, a ampliar el pie de fuerza de soldados y policías, establecer la red de apoyo a las Fuerzas Armadas y a adquirir equipo de comunicaciones. Adicionalmente, se fortalecerán los programas de lucha antisecuestro y de derechos humanos y los programas de protección a las autoridades y la población civil.
El Gobierno Nacional quiere agradecer explícitamente al sector privado colombiano y, muy particularmente, a la Asociación Nacional de Industriales, el apoyo brindado a la declaratoria de la Conmoción Interior y su compromiso con el pago del tributo. Al respecto es importante destacar que el Gobierno a través de los ministerios de Hacienda y Defensa se comprometerá a establecer todos los controles para garantizar la transparencia en el uso de los recursos con el fin de que estos se dirijan a los propósitos establecidos en la estrategia de seguridad nacional.
El Gobierno está convencido de que el fortalecimiento de la seguridad es el elemento más importante de la estrategia del presidente Uribe Vélez dada la situación actual del país. Es, además, factor fundamental para reducir la incertidumbre y hacer más atractiva la inversión en nuestro país, tanto de colombianos, como de extranjeros. En efecto, si bien es cierto que al incrementarse la tributación por la vía del impuesto al patrimonio se reduce el ingreso disponible de los colombianos, afectándose potencialmente el crecimiento, existe el pleno convencimiento que la mayor seguridad pública trae consigo estímulos a la actividad económica que compensan con creces los sacrificios.
El segundo gran pilar del Gobierno del presidente Uribe Vélez es su estrategia económica. Se busca recuperar el crecimiento y mantener la estabilidad de precios; fomentar el crecimiento con la mira de reducir drásticamente los intolerables índices de desempleo que se han venido registrando desde hace algunos años; llevar a cabo, con los limitados recursos presupuestales de que se dispone, gastos públicos focalizados hacia los grupos de menores ingresos de la sociedad y restablecer la confianza de los inversionistas, para lo cual la estrategia de seguridad es el principal, aunque no el único, de los elementos.
El Gobierno Nacional tiene plena conciencia de que la recuperación del crecimiento es un reto particularmente difícil en las condiciones vigentes de volatilidad de los mercados internacionales y de inseguridad interna. Más aún, el reto es mayor cuando se reconoce la complejísima situación fiscal que confronta la Nación. El momento actual no es uno en el cual se puedan adoptar medidas facilistas de estímulo a la demanda interna. Tampoco es una opción viable, ni recomendable proceder a incumplir nuestras obligaciones con los acreedores externos e internos. El gran activo de Colombia, que bajo ninguna circunstancia podemos perder, es que hemos y seguiremos siendo un país que cumple con sus obligaciones.
En el momento actual es imperativo unir esfuerzos para adelantar las reformas y hacer los ajustes, por duros que estos sean, para corregir los desbalances fiscales, de forma tal que se restablezcan la viabilidad económica de la Nación y la confianza en nuestro país. Como lo ha expresado el Presidente, los ajustes deben estar acompañados de una red de apoyo social para el proteger a de los sectores más vulnerables de la sociedad.
La situación económica requiere de un ajuste fiscal que combine el incremento permanente de recursos fiscales y reducciones en el gasto público, a través de la reforma del Estado. Además es necesario conseguir la aprobación por parte del Congreso de las reformas estructurales que requiere el país, en los campos pensional, laboral y tributario, entre otros.
El desequilibrio de la situación fiscal es mayúsculo y esto debe ser muy claro para los colombianos, tal como lo discutimos ayer en el Congreso. Como lo reconoció la administración saliente, no solamente los ingresos tributarios son inferiores en más de 2 billones de pesos a presupuestados, debido al bajo crecimiento de la economía, sino porque, ademas, se han presentado gastos necesarios que no habían sido programados.
Por lo tanto, es esencial que se mantengan aplazados los gastos menos prioritarios previstos para el año en curso lo cual causará, indudablemente, incomodidades en los diversos ministerios y otros beneficiarios de la acción pública.
Además es imprescindible que fluyan sin tropiezos los recursos que están previstos. Por ejemplo, se esperan créditos del banco mundial que están sujetos a que se adopten medidas en el seguro social que garanticen su viabilidad en el mediano plazo. Asimismo, hay recursos pendientes de desembolso del Banco Interamericano de Desarrollo que dependen que en el congreso salga adelante la ley de responsabilidad fiscal que allí hace transito y que se legisle en el campo fiscal territorial.
Como una medida complementaria, el Ministro de Minas anunció el reajuste de los precios de los combustibles, de tal manera que se elimine gradualmente el subsidio vigente. Los ingresos recibidos por este concepto se destinarán a financiar gastos sociales prioritarios. Esta es una de esas medidas que trasladan recursos públicos hacia los sectores menos favorecidos de la sociedad.
La situación presupuestal del 2003 no es menos compleja. Como es bien conocido, y fue claramente expuesto por el Ministro saliente, el presupuesto presentado al Congreso, que no incluye las prioridades de la administración Uribe Vélez, se encuentra parcialmente desfinanciado. No sólo se presentan faltantes para cubrir el gasto militar y su fortalecimiento, que se cubrirá con el producido del nuevo tributo, sino que otros gastos fundamentales, como el pago de primas de navidad y pensiones carecen de fuentes claras. Por este motivo, será necesario fortalecer los ingresos fiscales.
La realidad es que el problema fiscal colombiano tiene raíces estructurales inmensas. El principal problema radica en el Gobierno Nacional. Desde hace ya varios años, sólo está recaudando por ingresos corrientes cerca de la mitad de lo que gasta. Esto lo ha llevado a incrementar, año tras año, el endeudamiento, lo que combinado con el obtenido por el resto del sector público, ha conducido a colombia a registrar una deuda pública que no soporta un mayor crecimiento. Por lo tanto, se hace indispensable adoptar no sólo una reforma tributaria que acreciente los recursos para cubrir los faltantes previstos para los próximos años, sino proceder a recortar el gasto público y a reducir el tamaño del Estado.
Los colombianos se preguntan cuales son los elementos básicos de la reforma fiscal. En primer lugar, con fundamento en las recomendaciones de la misión de ingresos (coordinada por fedesarrollo y que ha sido encabezada por reconocidos expertos internacionales, junto con el concurso de distinguidos expertos colombianos), se propone ampliar la base gravable del impuesto al valor agregado, IVA, dejando por fuera productos y servicios de la canasta familiar básica de los colombianos. Con esta medida se espera recaudar ingresos por aproximadamente un punto del PIB.
En segundo término, se plantea la conveniencia de limitar el impacto acumulativo adverso de las exenciones y descuentos tributarios que han erosionado la base del impuesto de renta. Esta medida debe traducirse en un incremento en los recaudos a partir del año 2004 en cuantía equivalente al 0.7% del PIB. No obstante la decisión de limitar exenciones, y por solicitud personal del presidente Uribe, con el fin de estimular la inversión privada en estos sectores, se proponen reforzar los incentivos a la reforestación y estimular la importación de maquinaria y equipo, al rembolsar, en años posteriores, los montos por concepto de iva a las importaciones de bienes de capital.
Este es un costo fiscal que a juicio de la misión de ingresos públicos es soportable por su efecto benéfico en el crecimiento económico. Como complemento de estas medidas se incluirán elementos para atacar frontalmente la evasión, de manera que la base gravable se amplíe por esta vía. La reforma también incluirá algunos elementos de la tributación local. Esta reforma se presentará al congreso la próxima semana.
A pesar del esfuerzo fiscal que se realizará por el lado de los ingresos, es necesario complementar esta medida con un ajuste importante por el lado de los gastos, garantizando que estas reducciones tengan carácter permanente.
En este sentido, el ajuste a los gastos del Gobierno se basará en estrategias diferentes dependiendo del horizonte de tiempo. En el corto plazo, dadas las inflexibilidades del presupuesto, desafortunadamente, se recurrirá a los recortes de inversión, y a límites al crecimiento de la masa de los gastos de funcionamiento.
Para el mediano plazo, se está diseñando una reforma profunda del estatuto orgánico del presupuesto con el fin de devolverle flexibilidad al manejo de las finanzas publicas, focalizar mejor los recursos y fortalecer los mecanismos de control político que son inherentes a la democracia. Distinguidos miembros del Congreso de la República ha indicado su intención de hacer equipo con el Gobierno para abordar este tema.
Finalmente, con la perspectiva de ajustar los gastos en el largo plazo, se tramitarán leyes como la pensional y la de responsabilidad fiscal y realizará una ambiciosa reforma de la administración pública.
Esta estrategia dará viabilidad a las finanzas públicas. Como es sabido, en los últimos años la deuda pública ha presentado crecimientos importantes llegando a niveles de 48% del PIB en la actualidad. Las políticas aquí propuestas cambiarán definitivamente esta tendencia y pondrán al estado central en una senda de sostenibilidad financiera en el largo plazo.
De otro lado, como lo indicó el Presidente Uribe en su discurso de posesión, Colombia requiere también del crédito internacional, y muy especialmente, del proveniente de los organismos multilaterales de crédito. Para tal efecto, se han venido sosteniendo reuniones con el banco mundial, el Banco Interamericano de Desarrollo y la Corporación Andina de Fomento. Estos créditos están sujetos a la adopción de reformas estructurales que coadyuven en el saneamiento fiscal del país en el mediano plazo. Con el Banco Mundial, se espera convenir antes de fin de año un nuevo programa multianual de crédito (country assistance strategy) que duplicará los desembolsos anuales durante el período de la administración Uribe.
Por su parte, con el Banco Interamericano se han adelantado conversaciones orientadas a evitar que el país tenga un flujo negativo con esa entidad en el año 2003 a raíz de las muy significativas amortizaciones que previstas en los contratos de crédito vigentes. Para tal efecto se está negociando un préstamo de libre disponibilidad fundamentado en la adopción de políticas, suplementado con una garantía que permita apalancar recursos de la banca comercial internacional.
Así mismo, se ha convenido con la Corporación Andina de Fomento la continuación de apoyos significativos al país. Estos créditos internacionales proveen recursos fundamentales para los programas sociales de la administración.
De otro lado, es necesario recurrir al mercado internacional de capitales. Estos recursos se han visto restringidos en razón de los insucesos en países vecinos de América Latina. Para acceder al flujo requerido de recursos del crédito internacional es absolutamente indispensable mostrar que la administración Uribe está adoptando una estrategia económica que garantice la estabilización de la deuda pública de mediano plazo. En particular, los voceros de los mercados han destacado la importancia de consolidar la aprobación de las reformas en curso, particularmente, la pensional y la fiscal.
El mercado interno de títulos de tesorería, TES, es otra fuente fundamental de recursos del crédito. Colombia debe fortalecer este mercado, aislarlo de todo tipo de incertidumbres y de acciones especulativas. Es de tal importancia el mercado interno para el sector público que este ha financiado la mitad del endeudamiento publico del país. Además, el mercado de TES es un instrumento fundamental para las operaciones de suministro de liquidez del Banco de la República y las operaciones del Emisor le dan liquidez y fortalecen el mercado de títulos.
La tercera estrategia consiste en la reestructuración del Estado. Esta estrategia se basa en la fusión de entidades y en mecanismos para una utilización eficiente de los recursos. Adicionalmente, se espera atacar el despilfarro para que la plata le llegue a los que realmente la necesitan. No voy a entrar en detalle en esta reforma ya que mi compañero Santiago Montenegro les hablará del tema esta tarde.
Quiero terminar dejando un mensaje claro de la administración Uribe: el manejo de la economía y, en particular, el ajuste de las finanzas públicas es una prioridad. El Presidente es plenamente conciente de la necesidad de hacer esfuerzos monumentales para sacar adelante la economía, esfuerzos que respalda plenamente. Esto no es casual dado que nos embarga el convencimiento de que el país requiere una corrección necesaria para ponerlo en una senda de crecimiento sostenido que redundará en una reducción del desempleo. Si Colombia logra convencer con hechos el compromiso de ajuste fiscal, esto redundaría en una ampliación de los mercado internacionales y en el fortalecimiento de los mercados internos.
Sólo me queda mencionar que esta política de fuerte ajuste fiscal deberá estar acompañada de una política monetaria expansiva, que dentro de los límites impuestos por una meta de inflación fijados por la Junta Directiva del Banco de la República, permita unas tasas de interés razonables. También indicar que el crecimiento de las exportaciones es aspecto principal de la estrategia dirigida al recuperación del crecimiento. Esto requiere el mantenimiento del régimen de tasa de cambio flexible en un marco de apertura comercial y como bien lo señalará el Ministro de Comercio y Desarrollo.
Así mismo indicar que los esfuerzos de reforma y ajuste estarán acompañados de apoyos a los más vulnerables de la sociedad y de estímulos a las actividades como la vivienda popular y el microcrédito en lo cual viene trabajando la administración.
Así se logran estos objetivos fiscales y de seguridad democrática, el sector privado encontrará el espacio necesario para financiar inversión productiva, que pondrá al país en una senda de crecimiento económico sostenido. Ello, junto con medidas que faciliten la absorción de mano de obra, son fundamentales para la reducción del desempleo en Colombia. Este tema será tratado.
Quiero agradecer a la Andi por la oportunidad que me dio de presentarle a los industriales la real y difícil situación de las finanzas públicas colombianas y la necesidad de contar con su apoyo para que sacar adelante este país.
Muchas gracias".