EL MAGDALENA VUELVE A NAVEGAR
Puerto Berrío, 27 ago (CNE).- Hoy fue un día histórico para el río Magdalena. En las primeras horas de la madrugada, cuando apenas despuntaba el sol, los pescadores de Puerto Berrío se encontraron con una escena inusual. Remolcados por una inmensa barcaza, cuatro planchones cargados con 300 toneladas de automóviles, bultos de cemento, rollos de papel higiénico, pañales desechables y paquetes de galletas y confites, zarparon de este puerto fluvial del departamento de Antioquia y tomaron rumbo a Cartagena.
Fue como si el Magdalena resucitara. Retornaron las imágenes de viejas épocas en que por estas aguas se movilizaban las mercancías de los muiscas, panches y pijaos o los vinos, telas, pianos, carruajes y demás enseres con destino al Virrey o a los comerciantes europeos del sector de San Victorino. Fue una evocación histórica, pero también el primer capítulo de un antiguo sueño del presidente Alvaro Uribe Vélez. Un sueño que empieza a volverse realidad: que el Magdalena recupere su navegabilidad y se vincule al desarrollo económico del país.
Desde Puerto Berrío, en este primer viaje piloto del programa de recuperación de la navegabilidad por el río Magdalena, que impulsa el Gobierno con el apoyo de empresarios antioqueños, se movilizaron productos de Sofasa Renault, Familia, Alimentos Noel y Cementos Argos.
Una grúa para dragado había partido cinco horas antes, con la tarea de inspeccionar el río, cerciorarse de que el camino estaba despejado y garantizarle un feliz término al viaje de la barcaza y los cuatro planchones de propiedad de la Naviera Fluvial Colombiana, empresa transportadora de Barranquilla que fue escogida para que cumpliera con el trayecto de ensayo.
NAVEGABILIDAD AUMENTARA COMPETITIVIDAD
Por ahora los más optimistas son los empresarios que participan en el proyecto. Para ellos, el primer efecto que se sentirá es que, gracias a la disminución en materia de costos de transporte, los productos colombianos obtendrán una mayor competitividad tanto en los mercados domésticos como en los internacionales.
De acuerdo con el presidente de Sofasa, Luis Hernando Peláez, el proyecto se enmarca en las crecientes necesidades de competitividad que tienen los negocios colombianos. "Si queremos --dice-- ser más fuertes en Colombia y proyectarnos a mercados externos diferentes de los de Ecuador y Venezuela, tenemos que mejorar en calidad y en costos de transporte para ponernos a tono con la competencia internacional".
Peláez revela que los costos del transporte inciden hasta en un seis por ciento en el valor final del producto que se ofrece al público. A manera de ejemplo: si el costo de producir un vehículo es de 500 dólares en promedio, el de transportarlo ascenderá a mil dólares. Es decir que un empresario gasta en transporte el doble de lo que invierte en fabricar un automotor.
De ahí que el Presidente de Sofasa destaque la importancia de la navegabilidad por el río Magdalena, que reducirá entre un 30 y un 40 por ciento los costos del transporte por carretera. Si el proyecto fluvial prospera y se extiende a otros ríos, Peláez anuncia que Sofasa movilizará por vía fluvial los materiales CKD japoneses, turcos y franceses que requiere para fabricar sus automotores. De igual manera, Sofasa utilizará el trayecto Puerto Berrío-Cartagena para enviar de regreso los vehículos ensamblados, con destino a los puertos venezolanos de Valencia y Cumaná, desde donde son distribuidos al mundo por Sofaven y Toyota.
En otro ámbito, el cambio del transporte por carretera al transporte fluvial implica que los industriales hagan los ajustes que se requieren antes de pensar en movilizar grandes cantidades de carga por el río Magdalena. La idea de Sofasa es empezar con un 10 por ciento de la carga planeada, hasta lograr un 80 ó 90 por ciento en el mediano plazo. De hecho, este primer viaje servirá para evaluar la infraestructura de puertos, equipos, barcazas y remolcadores, así como la situación física del río y las condiciones de seguridad para que la carga llegue a tiempo y los empresarios cumplan con los plazos de entrega de mercancías.
POR UN TRANSPORTE MULTIMODAL
Otra de las empresas que participan en el proyecto, Alimentos Noel, accedió al ensayo por considerar que en el mediano y largo plazo esta alternativa de transporte traerá consigo mayores márgenes de rentabilidad por la reducción de costos en las exportaciones hacia Venezuela y los países del Grupo Andino.
El presidente de Noel, Carlos Mario Giraldo, destaca que los costos de transportar carga desde Puerto Berrío a Cartagena y Barranquilla equivalen a una décima parte de los de carretera. "Si se logra impulsar un transporte multimodal --afirma--, se benefician las empresas alejadas de los puertos. Estamos analizando la propuesta del Ministerio de Transporte y en la medida en que los ensayos resulten viables continuaremos adelante".
Giraldo considera que este proceso debe permitir hacer ajustes en rehabilitación de vías terrestres y férreas, en dragado y recuperación ecológica y en la generación de una infraestructura de de transporte para el río Magdalena.
VUELVEN LOS TIEMPOS PARA EL RIO
En el caso de Cementos Argos, esta empresa ha utilizado ya el transporte fluvial por el Magdalena para proveer a pequeñas poblaciones, desde Cementos Nare en Puerto Triunfo hasta Cementos Caribe en Barranquilla.
El presidente de Cementos Argos, Juan Manuel Ruiseco, explica que en la medida que esta industria maneja grandes volúmenes de carga, son bienvenidos los medios alternativos de transporte que reduzcan costos, como es el caso de la movilización fluvial por el Magdalena y la vía férrea que conduce a Capulco y Barrancabermeja. "Nuestra propuesta se dirige entonces a impulsar el transporte transmodal que requiere de grandes caravanas y opera eficientemente desde Barrancabermeja y Capulco hacia Barranquilla y Cartagena", explica el industrial.
Se prevé que la industria del cemento movilizará por el río Magdalena y en un solo sentido entre 500 mil y 600 mil toneladas anuales de carga. Con el trayecto de regreso esta suma alcanzará a partir de 2003 el millón de toneladas transportadas. "Tenemos mucha confianza en la alternativa que ofrece el río Magdalena, que dejó de utilizarse desde hace medio siglo y fue sustituido por las carreteras en una época en que los combustibles eran muy baratos. Hoy las condiciones son diferentes", expresa el presidente de Cementos Argos.
Así ha empezado el rescate del río Magdalena, hecho que subyace en el imaginario de los colombianos bajo las palabras que escribió Gabriel García Márquez a comienzos de la década de los 80's: "Por lo único que quisiera volver a ser niño es para viajar otra vez en un buque por el río Magdalena. Quienes no lo hicieron en aquellos tiempos no pueden ni siquiera imaginarse como era".