INTACTO O MODIFICADO, REFERENDO SE HARA

Bogotá, 28 ago (CNE).- Aunque el presidente Alvaro Uribe Vélez tiene la esperanza de que el Referendo le llegue al pueblo, el Gobierno no tiene inconveniente en discutir con el Legislativo el proyecto para que, inclusive y mediante acuerdo, el texto sea modificado. Pero lo que el Ejecutivo no permitirá es que la Reforma Política no se lleve a cabo.

Así lo expuso anoche el ministro del Interior, Fernando Londoño Hoyos, durante un debate celebrado en la sesión plenaria del Senado, en el que además el funcionario explicó: "El Gobierno atiende gustoso las observaciones de los congresistas y tendría la humildad de aceptar que a ustedes se les ha ocurrido cosas mejores que a nosotros. Pero eso tendrá que hacerse en concierto. Si llegado el caso tenemos una disparidad definitiva de criterios, será el pueblo el que la resuelva".

Consideró además que el debate en el Senado es un primer gran paso en el proceso de debate dialéctico del Referendo y confió en que haya la suficiente inteligencia y el suficiente patriotismo para que Gobierno y Congreso se pongan de acuerdo y saquen adelante una Reforma Política que le sirva a los intereses de la Nación.

Garantizó de manera enfática que el Gobierno no seducirá el voto de congresista alguno por la vía de otorgarle ventajas de tipo burocrático, contractual o de otro género que incidan en el presupuesto nacional. "El Gobierno ha cumplido religiosamente sus postulados para demostrar los cambios en la forma de ejercer la política", dijo.

REFERENDO NO QUIERE UN CONGRESO SOMETIDO

Londoño Hoyos también aclaró que el Referendo no esconde segundas intenciones ni contiene la "abyecta finalidad" de buscar el sometimiento del Congreso a los dictámenes del Poder Ejecutivo.

"Con el Referendo no escondemos segundas intenciones. Si algo debe abonársele al Gobierno del presidente Uribe Vélez es la sinceridad con que está manejando los temas nacionales y la franqueza con que los propone al país", subrayó el Ministro.

REFERENDO NO ES LA PIEDRA FILOSOFAL

En opinión de Londoño Hoyos, el Referendo tampoco es un profundo tratado de ciencias políticas ni busca descubrir la piedra filosofal. Lo que pretende es "remover los obstáculos que han minado la credibilidad de los colombianos en sus instituciones y principalmente en el Congreso", aclaró.

Sostuvo que la crisis de la institucionalidad es un hecho tan contundente que no se puede negar y consideró que para afrontarla lo primero que hay que hacer es que cada cual acepte su propia responsabilidad y que "todos juntos nos sintamos comprometidos en buscar una luz en medio de las tinieblas".

MALES DEL PAIS NO PROVIENEN SOLO DEL CONGRESO

Dijo también que si el país tiene hoy puestos sus ojos en el Congreso es porque esta corporación constituye su representación legítima y porque el pueblo espera una nueva mentalidad de un parlamento renovado en alto porcentaje durante las elecciones de marzo de 2002.

Londoño se mostró convencido de que el nuevo Congreso es conciente de sus responsabilidades y deberes, "hecho que --dijo-- tiene que venir de la mano con una actitud condigna del Gobierno Nacional".

"Mal haría el Gobierno si dijera que la fuente de todos los males residen en el Congreso, menos si se trata de unas cámaras que acaban de posesionarse, pues los males de la vida nacional nos son imputables a todos", indicó.

Sostuvo que el Gobierno reconoce que el poder Ejecutivo padece de hipertrofia, que la dramática extemporaneidad de la justicia no le sirve a Colombia y que la crisis del Estado es universal y golpea de la peor manera al Congreso de la República.