¿POR QUE APOSTARLE AL RIO MAGDALENA?
Bogotá, 28 ago (CNE).- El proyecto piloto de navegabilidad del Río Magdalena que arrancó con éxito y se encamina por aguas tranquilas hacia el puerto de Magangué, es el resultado de la iniciativa de varios empresarios nacionales que encontraron en el Gobierno el apoyo para zarpar.
Hasta 1955 el río Magdalena era navegable y se utilizaba con frecuencia para el transporte de carga y pasajeros. Se calcula que hasta 1945, cuando empezó a decaer su uso, aportaba el 33 por ciento de la carga total que se manejaba en Colombia.
A pesar de considerarse como el sistema más barato del mundo, diez veces más económico que el transporte por carretera, empezó a dejar de ser significativo.
De mediados del siglo pasado hasta hoy, los pitazos de los barcos que cruzaban por esta arteria madre empezaron a dejar de sonar y a anunciar su despedida en cada puerto.
Comenzó entonces un franco deterioro de la infraestructura portuaria y el río se llenó de sedimentos, al tiempo que las vías férreas y los trenes que funcionaban en proximidades del río también fueron opacados por la era de las tractomulas.
PREPARANDOSE PARA EL ALCA
De acuerdo con estudios del Ministerio de Transporte, el descuido de más de 50 años ha dejado en el río lugares por donde no se puede pasar. Se calcula que entre los puertos de Puerto Berrío y Barrancabermeja hay siete puntos de difícil navegación. Entre Barrancabermeja y La Dorada la profundidad llega en algunos sectores apenas a los 90 centímetros.
Esto explica por qué al viaje inicial con 300 toneladas de productos de Sofasa, Alimentos Noel, Cementos Argos y Papeles Familia, fue precedido por grúa que, con cinco horas de anticipación, prepara el camino del barco que lleva la carga de los empresarios antioqueños.
A pesar de estas dificultades los empresarios navieros y los exportadores del país le apostaron a este proyecto que busca aumentar la competitividad de sus productos, al disminuirse los costos de transporte de la carga.
Ellos entienden que una vez entre en vigencia el Acuerdo de Libre Comercio de las Américas (Alca), previsto para 2005, Colombia debe estar en capacidad de competir con el resto de productores de esta parte del continente. Este experimento es uno de los primeros pasos que se da en esa dirección.
REACONDICIONAR EL RIO ES MAS BARATO QUE CONSTRUIR CARRETERAS
Sofasa calcula que por vía terrestre el costo de un contenedor con carros, desde Medellín hasta los puertos de Cartagena o Barranquilla, es de 1,8 millones de pesos. Si se utiliza la vía fluvial este costo sería de sólo 800 mil de pesos.
El objetivo de este viaje piloto es mostrar que el río Magdalena sí tiene posibilidades y que para rescatarlo se necesita el aporte de empresarios, transportadores y Gobierno.
Según el Ministerio de Transporte, los costos de recuperar la navegabilidad en el río Magdalena son menores que los que demanda construir una carretera de mil kilómetros.
De acuerdo con la Corporación del Río Grande de La Magdalena (Cormagdalena), la recuperación de la navegabilidad costaría 340 millones de dólares. Construir una carretera de 900 kilómetros tendría un costo de mil millones de dólares y su mantenimiento equivaldría al billón de pesos cada año.
Los datos de la Corporación explican que los 340 millones de dólares incluyen la construcción de puertos, el equipamiento y amoblamiento de los puertos que lo necesitan, el dragado para que el río tenga cinco pies de profundidad como mínimo, la mitigación del impacto ambiental y el acondicionamiento del Canal del Dique, situado entre Barranquilla y Cartagena.
La adecuación de puertos costaría 120 millones de dólares, la mitigación del impacto ambiental 50 millones de dólares, el reacondicionamiento del Canal del Dique 50 millones y el dragado y mantenimiento de la navegabilidad 120 millones de dólares.
FACTOR GENERADOR DE EMPLEO
En la cuenca del Río Yuma, nombre dado por los indígenas, vive el 75 por ciento de los colombianos y se produce el 73 por ciento del Producto Interno Bruto del país. Por eso se prevé que darle un nuevo aire a esta afluente del Magdalena sería un factor altamente generador de empleo.
Ante estas cifras, los soñadores que le apostaron al proyecto no dudan de la rentabilidad de este negocio, pues generaría nuevos puestos de trabajo, reduciría los costos de carga de los exportadores y le daría nueva vida a la denominada Calle Central de Colombia.
De los 80 millones de toneladas de carga de exportación e importación que se mueven anualmente en el país, si se transportara la mitad por el río Magdalena los ahorros superarían los 1,2 billones de pesos.
Las posibilidades de movilización de carga son muchas. Desde ya se abren las apuestas de los empresarios que aún esperan los resultados del primer viaje piloto.
Ya han anunciado que usarían el río Magdalena los productores de carbón coquizable y tejas de barro de Boyacá, los productores de ladrillo prensado del sur de Antioquia y la empresa Cementos Nare.
SACAR AL RIO DEL PATIO TRASERO
Por eso los empresarios que tuvieron la iniciativa de regresar al Río Grande de la Virgen del Magdalena, como lo bautizaron los españoles, buscan sacarlo del patio trasero de la casa y retornarlo a sus buenas épocas.
Ellos son los soñadores que se enamoraron con el proyecto y con la imagen de un río Magdalena cuyas aguas deben volver a ser escenario de las quillas (columna vertebral de los buques) y hélices de cargueros, planchones y barcos de transporte.
Son empresarios, transportadores fluviales y técnicos que quieren revivir el eco de la actividad en los puertos y los niños corriendo por las calles de los pueblos portuarios para despedir los barcos y planchones, mientras la estela desaparece en la corriente.