LA SUERTE DE COLOMBIA DEPENDE DE UNA GRAN REVOLUCIÓN EDUCATIVA
Bogotá, 28 ago (CNE).- Con una gran revolución educativa la suerte de Colombia cambiará, porque los maestros se convertirán en multiplicadores de la solución pacífica de los conflictos y de la cultura de la transparencia en el país.
Esto dijo hoy el presidente Alvaro Uribe Vélez durante la entrega del premio Compartir al Maestro.
El Primer Mandatario afirmó también que los maestros tienen la responsabilidad de transmitir a los colombianos los referentes éticos de la Nación y la tarea de sembrar en ellos la semilla de un país unido y sin fracturas.
"Para ello necesitamos un maestro abnegado, capaz de realizar el milagro educativo en condiciones adversas y de escasez de recursos, dispuestos a enseñar en la sede de la Acción Comunal, en el salón parroquial, en el alero del templo o en la selva, si fuere necesario", agregó Uribe Vélez.
Frente las actuales condiciones laborales de los maestros, el Presidente propuso la contratación directa de servicios educativos con asociaciones sindicales y civiles y concertar con ellas un sistema de capacitación y evaluación periódica que permita mejorar los niveles de enseñanza en el país.
Colombia tiene hoy un gran reto: recuperar el modelo del maestro abnegado, éticamente comprometido con su función social de formador de buenos ciudadanos y portadores de valores de paz , sostuvo el Jefe de Estado.
"Un buen maestro estimula el amor por la transparencia en el obrar privado y público y suscita en el niño el disfrute del conocimiento y el goce estético. Pero también moldea en él la disciplina y la lealtad a la norma, como presupuesto del orden para la libertad", puntualizó.
Dijo finalmente que la gran revolución educativa que propone su Gobierno se convierte en la oportunidad para construir una Nación con equidad, transparencia, ética y convivencia.