Presidente destaca virtudes del Ejército
SEGURIDAD DEMOCRÁTICA GARANTIZA DERECHOS DE COLOMBIANOS
Bogotá, 5 dic (CNE). La política de Seguridad Democrática del Gobierno Nacional está encaminada a garantizar los derechos fundamentales de los colombianos, la libre expresión y la confrontación racional y civilizada en los distintos escenarios de la vida social.
La definición la hizo hoy el Presidente de la República, Álvaro Uribe Vélez, al resaltar el compromiso que ha asumido la Fuerza Pública en la lucha contra los grupos armados ilegales que nutren su accionar con delitos como el narcotráfico. Agregó que con este hecho las Fuerzas del Estado están desmontando el mito de que estos grupos violentos son invencibles.
“Gracias al valor de nuestros soldados y a pesar de la escasez de recursos, estamos desmontando el mito de unos grupos violentos supuestamente invencibles. Fortalecidos por el amor a Colombia y guiados por el más escrupuloso respeto a los Derechos Humanos y al Derecho Internacional Humanitario, la Fuerza Pública ganará la batalla al delito, aunque el delito se nutra de las descomunales riquezas ilícitas y pretenda sacar ventaja de su desdén por los principios éticos de la guerra”, expresó el Jefe de Estado.
Durante la ceremonia de ascensos del Ejército Nacional en la Escuela José María Córdova, el Primer Mandatario indicó que el Ejército, la Armada, la Fuerza Aérea y la Policía, tras su fortalecimiento, han ganado una batalla ética y están hoy en capacidad de ganar la batalla por rescatar la democracia con el respaldo de los colombianos.
“La Fuerza Pública está en condiciones de ganar la batalla democrática, que es la protección efectiva de la sociedad con el presupuesto de someter a la delincuencia. El apoyo del pueblo y la confianza de los ciudadanos hacia sus soldados es el premio que hoy ustedes, los oficiales ascendidos, agregan a las nuevas insignias”, sostuvo Uribe Vélez.
El Presidente de Colombia explicó que su política de Seguridad es racional y democrática para garantizar la protección de todos los colombianos y no tolerar las acciones violentas de los actores del conflicto.
“La acción de las armas jamás puede acallar a las armas de la crítica. Los disidentes deben ser protegidos en iguales condiciones que los ortodoxos, cuando quiera que gravite la amenaza o la intolerancia sobre ellos. Aquí lo único que no vamos a tolerar es el delito”, dijo.
Y concluyó: “Seguridad y Derechos Humanos se encuentran y complementan en nuestra política de Seguridad Democrática”.
Durante su discurso el Primer Mandatario también resaltó como virtudes del Ejército –en la lucha por restablecer la Seguridad Democrática-su capacidad de liderazgo que hace sólidos los cimientos de la jerarquía legal, su creatividad frente a una delincuencia, su flexibilidad en los esquemas organizativos y operativos y su decisión de ganar la lucha por proteger al pueblo.
Estas virtudes -agregó el Jefe de Estado- impone a la Fuerza Pública retos como los siguientes:
- Tomar siempre la iniciativa para perseguir a las organizaciones delictivas.
- Mantener una actitud de persecución continuada, sin tregua y sin pausa.
- Mantener una fusión solidaria entre Fuerza Armada y Pueblo, lo cual es imprescindible.
- Mantener una acción cooperante entre las distintas armas que integran nuestra Fuerza Pública como condición ineludible en esta batalla. Toda descordinación, toda dualidad de esfuerzos y toda rivalidad es una condena al fracaso.