Bogotá, 15 nov (CNE).- “Si Dios me regaló de nuevo la vida es para que la ponga al servicio de mi Patria”, fue una de las primeras frases de monseñor Jorge Enrique Jiménez, obispo de Zipaquirá y presidente del Consejo Episcopal Latinoamericano (Celam), luego de ser rescatado hoy por el Ejército y la Policía en el municipio cundinamarqués de Topaipí, tras padecer cinco días de secuestro.

Conmovido y con la voz entrecortada, el alto prelado de la Iglesia Católica invitó a los colombianos a respaldar al presidente Álvaro Uribe Vélez, a las autoridades colombianas, al Ejército y a la Policía en su lucha por preservar la tranquilidad de los ciudadanos. Sostuvo que “ante todo hay que creer en las instituciones que trabajan por la Patria”.

“Es increíble que con todo lo que Dios nos ha dado a los colombianos, tengamos el país desbaratado y tan lleno de problemas. Eso es imposible. Todos debemos sacar al país adelante”, afirmó el Obispo de Zipaquirá.

“Fue una experiencia muy intensa y terrible. La vida sólo la da Dios”, apuntó monseñor Jiménez, al tiempo que agradeció a la Fuerza Pública, a las autoridades y a cada uno de los soldados y ciudadanos que trabajaron y oraron por su rescate.

Señaló además que la suya es “una experiencia que les dará a los colombianos mucha seguridad y esperanza sobre el futuro del país”.