En memoria del padre Rafael García-Herreros
EL BANQUETE MÁS CARO Y MÁS POBRE DEL MUNDO
Bogotá, 21 nov (CNE). El fundador del Banquete del Millón, sacerdote Rafael García-Herreros, definía este certamen con una frase: “Es la cena más pobre y más rica del mundo”.
Desde entonces, desde 1961, la Corporación Minuto de Dios realiza anualmente, con disciplina religiosa, esta convocatoria de solidaridad para con los colombianos más necesitados.
El Banquete del Millón es una cita que busca ayudar en la solución de los problemas de los ciudadanos desamparados que requieren de una mano amiga y solidaria, decía el padre García-Herreros.
Para este año la consigna es: Por Colombia. Se trata de la edición número 42 del Banquete y se celebrará hoy en el Salón Rojo del Hotel Tequendama desde las 6:30 de la tarde.
Al evento asistirán, entre otros, el presidente de la República, Álvaro Uribe Vélez, el Arzobispo de Bogotá, cardenal Pedro Rubiano Sáenz, la Señorita Colombia, Diana Marcela Mantilla, embajadores y miembros del cuerpo diplomático y autoridades militares y de Policía.
El objetivo del Banquete en este año no será sólo ayudar a las clases menos favorecidas del país sino también conmemorar los 10 años de la muerte del fundador de la Corporación Minuto de Dios, el padre Rafael García-Herreros.
Cada uno de los aportes recogidos en este evento serán destinados a los diferentes programas que la Corporación Minuto de Dios desarrolla en sectores como vivienda, microempresas y atención a la población vulnerable.
El padre García-Herreros le estuvo hablando al pueblo colombiano todos los días y a lo largo de casi 40 años, a través de sus espacios radiotelevisivos El Minuto de Dios, los cuales se transmiten ininterrumpidamente desde enero de 1955.
El sacerdote eudista lideró la construcción de 40 mil viviendas que beneficiaron a 200 mil personas de escasos recursos económicos. Su preocupación por los más necesitados lo llevó a idear un banquete en el que se cenara como pobres y se pagara como acaudalados.
Diez años después del fallecimiento del padre Rafael García-Herreros, la obra que fundó y dirigió sigue siendo una respuesta vigente a las necesidades de los pobres y sigue gozando de la credibilidad de los colombianos.
