HABLA MINCULTURA EN ENCUENTRO DE LA COMPETITIVIDAD
Barranquilla, 4 oct (CNE).- La siguiente es la intervención de la ministra encargada de Cultura, Adriana Mejía Hernández, durante el Séptimo Encuentro de Productividad y Competitividad que se lleva a cabo en la capital del Atlántico.
"Deseo agradecer la presencia de todos ustedes en este panel y expresarles el alto interés del Gobierno Nacional de comprometer las políticas culturales con la búsqueda de la equidad social y con el desarrollo.
El señor Presidente ha reconocido la capacidad de la cultura para producir divisas y generar empleo. Su preocupación por las industrias culturales, por ejemplo, recibió especial atención del Manifiesto Democrático. Las referencias a la necesidad de incluir el cine dentro del Plan Estratégico de Exportaciones y de mantener las exenciones al libro, expresan el interés de contribuir a la productividad y competitividad la cultura en el marco de la oferta exportadora nacional.
Actualmente, en el marco de la Red Colombia Compite, el Ministerio de Cultura participa en los convenios de competitividad exportadora referidos al cluster de la cultura vallenata y al de la cadena de bienes forestal, pulpa, papel e industria gráfica, directamente relacionado con la industria editorial.
Desde una perspectiva productiva, en el sector cultural encontramos las denominadas industrias culturales, que agrupan sectores como el cinematográfico, el editorial, el fonográfico y la televisión, entre los más importantes.
Estas industrias han adquirido cada vez mayor importancia en la economía. En países como Estados Unidos, por ejemplo, su participación en el PIB es de 7,5 por ciento. En Latinoamérica estos porcentajes fluctúan entre el 2 y el 4 por ciento. Pero más allá de su importancia económica, este tipo de industrias se destacan por los beneficios adicionales que generan para la sociedad como la construcción de identidad, la transmisión de información y conocimiento y la de servir como medios de expresión de la diversidad cultural.
Aunque en Colombia existen industrias culturales consolidadas en sectores como el editorial y el fonográfico, no hay una visión unificada del sector. Esto dificulta su visibilidad en la economía y una adecuada articulación entre las industrias y entre ellas y el Estado.
Las políticas del Ministerio de Cultura con relación al tema de productividad y competitividad se enmarcan en una de sus Líneas de Acción prioritarias denominada Cultura como eje del desarrollo, que será incorporada al Plan Nacional de Desarrollo del actual gobierno.
Esta línea apunta, fundamentalmente, al fortalecimiento de los sectores culturales productivos como una manera de consolidar alternativas sostenibles para el sector cultural. Fundamentalmente, está enfocada hacia el fomento de tres sectores claves: las industrias culturales, las mipymes y el turismo cultural.
Estas prioridades responden también a las políticas recomendadas por el Plan Nacional de Cultura 2001-2010: hacia una ciudadanía democrática cultural y por el documento Conpes 3162, donde se plantean los lineamientos para la sostenibilidad del Plan. El documento Conpes plantea una serie de líneas de participación del Estado en el fomento a las industrias y mipymes culturales entre las cuales se destaca el tema de comercio exterior. Sobre el particular, se enfatiza la necesidad de vincular efectivamente al sector cultural a los programas de incentivos a las exportaciones que adelanta el Gobierno.
De igual manera, el fomento a las mipymes culturales hace parte de las prioridades de gobierno del presidente Alvaro Uribe Vélez, que ubica a este sector como un sector estratégico para el desarrollo y la búsqueda de la equidad social.
Con relación al fomento a las industrias culturales, el Ministerio ha venido generando procesos de diagnóstico y formulación de política en algunos de los sectores como el cinematográfico, el fonográfico y el editorial. Estos estudios son fundamentales para identificar las potencialidades de nuestras industrias en el comercio exterior, así como los obstáculos que enfrentan. Los procesos de investigación realizados por el Ministerio en torno a la industria cinematográfica por ejemplo, han dado como resultado la presentación de un proyecto de ley de fomento a la actividad cinematográfica en Colombia que actualmente se encuentra en trámite en el Congreso.
Adicionalmente, uno de los principales resultados de los procesos de investigación que se han desarrollado, tiene que ver con la necesidad de generar un sistema de información económica confiable y permanente para el sector. En este sentido, el Ministerio acaba de firmar un convenio de cooperación con el DANE que apunta fundamentalmente a la creación de una Cuenta Satélite de Cultura dentro del sistema de cuentas nacionales. Esto va a permitir hacer un seguimiento detallado del comportamiento del sector que es clave para fortalecer su productividad y competitividad con miras a los mercados externos.
El tema de la protección de los derechos de autor es un factor esencial para las industrias culturales, especialmente en el marco de un acuerdo comercial como el que representa ALCA. Se debe continuar activamente con los esfuerzos relacionados con el Convenio Antipiratería, que asocia entidades públicas y privadas alrededor de la protección de los derechos de autor y la lucha contra la piratería. Pero también hay que empezar a plantear alternativas enfocadas hacia la productividad y la competitividad que permitan a nuestras industrias hacerle frente a un mercado deprimido.
Precisamente, a través de los programas de formación de públicos que realiza el Ministerio de Cultura, se busca crear y cualificar una demanda constante para las actividades culturales, lo cual puede repercutir de manera directa en la generación de nuevos nichos de mercado para los bienes y servicios culturales y para activar un mercado potencial que se encuentra relativamente estancado en medio de la recesión.
Finalmente, a través del Programa Nacional de Estímulos --que comprende becas y premios a la creación artística-- el Ministerio de Cultura busca estimular y cualificar los procesos creativos que sirven como base de la producción de las industrias culturales. En este punto es muy importante resaltar la necesidad de establecer unos mejores canales entre el Estado y el sector privado, para que los nuevos talentos que se promueven, se inserten de manera efectiva en los procesos de producción, pero sobretodo, de comercialización de la gran industria.
El proyecto de mipymes culturales del Ministerio de Cultura, está encaminado a fortalecer y cualificar el sector que de manera informal desarrolla actividades culturales o genera algún tipo de producto o bien cultural, consolidando las cadenas productivas desde lo local, y promoviendo la transferencia del modelo a través de incubadoras de empresas culturales.
La estrategia general del proyecto apunta a fortalecer a través de las mipymes, los eslabones de la cadena productiva de las industrias culturales que se han identificado como los más problemáticos, por ejemplo el caso de la distribución de bienes culturales.
Otros factores que se buscan fortalecer son la promoción del cooperativismo y la creación y consolidación de empresas de tipo asociativo como alternativa de fortalecimiento y sostenibilidad de las microempresas del sector cultural. Así mismo, es necesario promover la implementación de líneas de crédito especiales para estas microempresas, capaces de tener en cuenta sus propias particularidades, procesos y tiempos productivos.
Finalmente, pensamos que se debe continuar con las líneas de investigación que sirven para referenciar y diagnosticar permanentemente el sector de las mypimes culturales y que permitan identificar sus fortalezas y debilidades con miras a los mercados externos.
Colombia posee un enorme potencial patrimonial cultural que puede ser aprovechado en el marco de una política coherente de turismo cultural, como una fuente de ingresos y empleo y como una posibilidad para difundir internacionalmente una mejor imagen del país.
El turismo cultural está estrechamente relacionado con el fortalecimiento del sector de las mipymes, especialmente con los sectores de artesanías, gastronomía, fiestas y festivales populares y todo lo relacionado con el uso del patrimonio cultural.
En este sentido, el turismo cultural se convierte en un factor estratégico para la búsqueda de la sostenibilidad de un sector como el de patrimonio, que requiere grandes inversiones y que tradicionalmente no genera los recursos necesarios para su propio sostenimiento.
Hay que tener en cuenta que para consolidar una política de turismo cultural a nivel nacional, es necesario trabajar conjuntamente con los ministerios de Defensa para garantizar un libre acceso y movilización a las zonas turísticas importantes, de Desarrollo que ha liderado el tema general del turismo en el país y que tiene el conocimiento y la capacidad para promover este tema y de Medio Ambiente que consideramos posee un modelo como el de el sistema de parques nacionales naturales, que nos puede servir de ejemplo. En efecto, el patrimonio cultural colombiano puede ser explotado comercialmente pero es necesario que al mismo tiempo se proteja y conserve en toda su dimensión y diversidad.
En cuanto a las propuestas concretas a la Red Colombia Compite, pensamos que hay que buscar que el sector cultural productivo se vincule activamente a las distintas redes especializadas que existen, para fortalecer su capacidad exportadora. Especialmente, necesitamos que el sector de las microempresas culturales tenga un mejor conocimiento y un mayor acceso a los distintos mecanismos de fomento a las exportaciones que se encuentran activos.
Es necesario también que trabajemos conjuntamente, sector privado y público, con el ánimo de establecer las cadenas productivas estratégicas que se deben fortalecer con miras a la competitividad internacional. Definidas estas cadenas, podemos generar convenios de competitividad exportadora donde ambos sectores adquieran unos compromisos específicos que nos permitan llegar mejor preparados para enfrentar el reto del ALCA.
Ahora debo dar paso a las intervenciones de Bernardo Jaramillo y Carlos Camacho, a quienes el Ministerio de Cultura y el Ministerio de Comercio Exterior hemos invitado especialmente con el ánimo de enriquecer la perspectiva del Estado en relación con la productividad y competitividad del sector cultural.
Ambos han participado en proyectos de investigación especializados en industrias culturales que son punto de referencia fundamental para el diseño de las políticas públicas convocadas por este encuentro.
Estos proyectos de investigación, cabe decir, nos han permitido profundizar en el conocimiento del sector privado e iniciar procesos de acercamiento que quisiéramos, tuvieran como resultado final, la generación de alianzas capaces de contribuir a la ampliación de las oportunidades de acceso de los colombianos a los medios de producción cultural y a los bienes y servicios culturales.
Finalmente, en correspondencia con la metodología que orienta los paneles temáticos, quisiera compartir con ustedes las siguientes preguntas:
-- ¿Es posible o no hablar en Colombia de un sector cultural productivo organizado alrededor de propósitos comunes? Es decir, qué articulaciones es posible ubicar en Colombia entre la industria editorial y la industria fonográfica, por ejemplo.
-- ¿Qué pasos ha dado el sector privado para lograr que las industrias culturales dejen de pensarse aisladamente y encuentren coincidencias capaces de beneficiarlas a todas de manera integral?
-- ¿Qué papel creen que le corresponde al Estado en esta tarea?
Me gustaría escuchar sus opiniones".
