A TODA COSTA DEFENDEREMOS LOS DERECHOS HUMANOS: LONDOÑO
Bogotá, 18 sep (CNE).- El ministro del Interior, Fernando Londoño Hoyos, dijo esta noche ante la Cámara de Representantes que el Gobierno defenderá a toda costa los derechos humanos, porque es un juramento y un compromiso solemne que el Ejecutivo adquirió ante Dios, el país y la comunidad internacional.
En un extenso debate en la plenaria de la corporación legislativa, el ministro Londoño Hoyos expuso las razones que motivaron al Gobierno a declarar el estado de Conmoción Interior y sostuvo que nadie puede ser avaro a la hora de conceder facultades para enfrentar la barbarie.
Sostuvo que Colombia no vive una guerra sino una "perturbación espantosa y desoladora causada por criminales".
Instó a los congresistas a no temerle a las normas dictadas al amparo de la Conmoción Interior, pues no están dedicadas contra personas que desarrollan proselitismo político o tareas de pensamiento. Dijo que los únicos destinatarios de estos decretos son los violentos.
Agregó que el país tiene más de dos millones de desplazados que eran dueños de su paisaje y tuvieron que dejar hasta la esperanza, lo que constituye toda una catástrofe desde el punto de vista humanitario.
Londoño Hoyos pidió a los representantes examinar los decretos de Conmoción con juicio e interpretarlos sin prevención, pues la norma le rinde homenaje a la institucionalidad y al debido proceso y ratifica que los poderes de policía judicial y de ministerio público los ejercen la Fiscalía y la Procuraduría, respectivamente.
Dijo que a expensas de los deseos gubernamentales, algunos operativos militares se ejercen en sitios impracticables por los civiles, que no están entrenados para introducirse en las montañas o atravesar llanuras sembradas de minas.
Advirtió que los recursos técnicos modernos dan lugar a expedir órdenes o procedimientos que no necesariamente deben quedar impresos en un papel. "Desde que haya un soporte material capaz de conservar un mensaje humano, hay un documento", dijo el Ministro.
Sostuvo también que las Fuerzas Armadas no detendrán a sospechosos imaginarios, pues actuarán cuando haya urgencia insuperable de proteger un derecho fundamental en inminente peligro, que en todo caso es el derecho de la víctima y no del agresor