SALUDO DEL COMANDANTE DEL EJÉRCITO A SUS SOLDADOS
Bogotá, 7 ago (CNE). El siguiente es el saludo del comandante del Ejército Nacional, general Carlos Alberto Ospina Ovalle, a las tropas y al pueblo colombiano en el Día del Ejército:
“Hace 184 años, los verdes campos de Boyacá fueron testigos de la histórica victoria militar que selló la libertad de nuestra Patria.
Fue el momento culminante de una larga y extenuante jornada, en la que el pundonor, la osadía y el sacrificio de los soldados patriotas descollaron en toda su magnitud para vencer al enemigo.
Esa herencia de heroísmo hoy se mantiene incólume e impetuosa en el alma de los soldados del Ejército Colombiano que en incomparable lección de entrega, diariamente con entusiasmo y temple disponen su virtuosidad en defensa de la soberanía y de los grandes valores que hacen digna y grande a Colombia.
Somos un Ejército que comulga cada día y en cada acto con el pensamiento y el ejemplo de honor que nos legarán las tropas patriotas, celosos custodios y depositarios del honor de las Armas de la Nación y sabedores de la responsabilidad que conlleva; iluminados en todo momento por las convicciones e ideales de quienes siempre estuvieron dispuestos a dar su vida sin renunciamientos.
Este es el Ejército del presente; una institución estructurada con hombres de elevado profesionalismo, entregados con desbordante entusiasmo y voluntad a la defensa de la vida de los colombianos.
Una fuerza que siempre ha defendido la Constitución y los derechos humanos; que pese a momentos de incomprensión siempre ha seguido un norte respetuoso y de apego a la voluntad expresa de la democracia.
Un Ejército, cuyos hombres y mujeres disponen con nobleza y afecto, su voluntad a los intereses del pueblo colombiano que son la única y verdadera razón del existir.
No existe un solo rincón de Colombia, donde la bota y la mano del soldado no hayan dejado una huella de consagrada entrega, de honor y de heroísmo. Allí donde las fuerzas malévolas del terror han pretendido infructuosamente, sembrar el miedo y la incertidumbre, el soldado colombiano se ha hecho presente reivindicando su compromiso con Colombia.
Nuestro firme propósito es el que ningún ciudadano debe seguir recibiendo el atropello miserable de las hordas terroristas.
Allí, erguidos frente a las banderas de la libertad permanecen y permanecerán los soldados del aguerrido y victorioso Ejército de los colombianos para defenderlos al precio que sea necesario.
A esas catervas que han estigmatizado de horror y miseria a la patria, nuestra advertencia de que escudriñaremos sin descanso sus guaridas para someterlos a la ley.
Ciento ochenta y cuatro años de libertad no van a perecer y menos por culpa del soldado colombiano. El Ejército Nacional, como ha sido su tradición histórica, continuará señalando sin vacilación el camino que nos lleve a la consolidación definitiva de la paz, aunque tenga que aportar la última gota de sangre de su último soldado.
Soldados de mi Ejército: gracias por su sacrificada y patriótica entrega; por su lealtad y su coraje para enfrentar los retos de la hora presente; siéntanse orgullosos de su tarea.
Ustedes le han cumplido con total abnegación a Colombia, le han devuelto las ilusiones y la confianza a sus gentes y están recuperando los espacios que el terrorismo les había arrebatado miserablemente.
Qué incomparable lección de patriotismo y de hermandad le están dando a Colombia. Nos queda un largo trecho por recorrer; los invito a seguir trabajando con tesón y mucha persistencia para que la Patria allane definitivamente los caminos de la concordia, la paz y el progreso.
Me siento orgulloso de ser hoy el Comandante del Ejército, porque han sido ustedes los soldados de Colombia quienes me han dado ese honor. Por ello, en la celebración de nuestro día, saludo con señalado aprecio y sentimiento de soldado, a los oficiales, alféreces, cadetes, suboficiales, soldados y personal civil de la institución, expresándoles mi agradecimiento por sus invaluables servicios.
El Gobierno Nacional premia a los héroes que lucharon con bravura en cada combate, otorgándoles la condecoración servicios distinguidos en Orden público, la Medalla al valor y el distintivo de herido en combate. A todos ellos mi sincera congratulación y la de sus compañeros de armas, que guardan por ustedes muestras de especial aprecio y respeto.
Como premio a los desvelados servicios al Ejército Nacional, el Ejecutivo ha otorgado las condecoraciones Orden del Mérito Militar Antonio Nariño, José María Córdova y Orden del Mérito Sanitario José Fernández Madrid, a oficiales, suboficiales, soldados y civiles de la institución. Para ellos, el saludo de felicitación y el agradecimiento de su comandante. Estas preseas son la expresión sublime de su amor a Colombia.
Mi pensamiento hoy también esta con los bizarros soldados que en medio de destellos de gloria atendieron sin reserva el llamado del Todo Supremo, por el honor de la Patria.
A ellos paz en sus tumbas.
Con igual sentir no dejo de pensar todos los días en mis soldados que aún permanecen bajo la crueldad y la infamia del secuestro. A esos valientes hombres, que merecen toda nuestra consideración y respeto, hoy les hago llevar mi voz de aliento y de esperanza.
Tenemos el compromiso moral de liberarlos al precio que sea necesario y no descasaremos hasta traerlos al seno de sus familias.
Jamás los hemos olvidado, por el contrario, todos los días pensamos en ellos, porqué sentimos la ausencia de un hermano y compañero, por que eso son para nosotros. A ellos paciencia y fortaleza, en nuestro corazón habita el inalterable propósito de conseguir su libertad.
Soldados de Colombia: la luminosidad de la gloria esta muy cerca, rindamos el resto de nuestras energías para que en los confines patrios se perpetúe por siempre la paz para Colombia.
General Carlos Alberto Ospina Ovalle”